Capitulo 19

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Obito abrió un portal y junto a Sasuke, salieron prácticamente en donde el informante del menor, los esperaba.

—Entonces ¿tienes la ubicación exacta?—cuestionó Sasuke, cuando se reunieron con un viejo conocido y el cuál también estuvo bajo los experimentos de Orochimaru.

—La tengo—respondió sujeto—están a dos horas de aquí, en una cueva a orillas de la montaña.

—¿Sabes el motivo por el cual se han estado ocultando?—el azabache tenía mucha curiosidad por saber más.

—Orochimaru y Kabuto, le pusieron precio a sus cabezas... No sé exactamente la versión de los Taka, pero los rumores dicen que traicionaron a Orochimaru, meses atrás—el hombre recibió el pago por sus servicios y se retiró, dejándole a Sasuke, las coordenadas del escondite de sus compañeros.

—¡Vamos...! No será necesario abrir otro portal, es mejor que conserves tu chakra por si lo necesitamos más adelante—Obito estuvo de acuerdo y los dos se fueron saltando por las ramas.

Dos horas después, los dos Uchihas llegaron al lugar indicado, sin embargo, de no ser por el Sharingan, hubieran caído en las trampas que esperaban para los intrusos.

—¿Que buscan aquí?—cuestionó un anciano sosteniéndose con un bastón.

—Buscamos a tres jóvenes...—Obito no termino de hablar debido a la sarcástica risa de Sasuke.

—¡Maldicion! Suigetsu ¿No pudiste encontrar un mejor disfraz? No lo se... algo más original y no el mismo atuendo de anciano pedofilo—el anciano, poco a poco se fue quitando el disfraz, mostrando al chico con dientes de tiburón.

—Para serte sincero... no creímos, que volveríamos a verte—Obito desvió las orbes a un lado, desde donde se acercaba un joven corpulento de cabellos naranjas—¡Mira quien está aquí Jugo!—el mencionado sonrió con amabilidad. Ellos apreciaban mucho al único Uchiha que conocían y poder verlo después de casi no sobrevivir, les trajo mucha satisfacción.

—¿Donde está Karin?—pregunto el Uchiha, al no verla acercarse. Por un momento sintió un hueco en el pecho—Díganme que está bien... ¿Ella está viva?—los Taka se miraron entre sí y fue Suigetsu, quien rompió el silencio con una fuerte risa.

—Cuidado Sasuke... si te escucha tan preocupado, no te la quitarás de encima como pasaba antes—Jugo negó con la cabeza y el azabache rodó los ojos.

—Hmph—soltó desinteresado—debi imaginarlo... hierba mala nunca muere—murmuro queriendo no mostrar el alivio de saber que los tres, estaban bien.

—¡Sasuke...! ¿Eres tú?—Karin, llegó con unas bolsas de vegetales y apenas sintió el aroma del chakra Uchiha, corrió a su refugio. Sin esperar nada, lanzó las bolsas y se arrojó a los brazos del azabache. Con él ahí, Orochimaru no podría tocarlos y finalmente podrían salir del confinamiento, en el que se mantuvieron, los últimos meses.

Obito veía todo y se mantuvo en silencio, evaluando a los tres chicos y preguntándose ¿cuál era el interés del Hokage en ellos?

—Nos da mucho gusto verte, pero ¿que haces aquí Sasuke? ¿Como fue que diste con nosotros?—Jugo, no entendía la repentina visita de Sasuke y sabía, que no se trataba de una simple casualidad. La presencia, del otro Uchiha, confirmaba que los buscaban con algún propósito.

—El Hokage de Konoha, nos envió a mi primo y a mi, para buscarlos—los tres, los miraron confundidos, pues ni siquiera conocían Konoha—No tengo idea que fue lo que hicieron, pero él, está realmente interesado en ustedes tres y en su bienestar... ¡Tomen...!—les entrego el pergamino y los Taka lo miraron con suspicacia.

Sin esperar, ni pasar adentro del lugar donde vivían, Karin se mordió el dedo pulgar, dejando expuesta una pequeña gota de sangre, apenas el fluido tocó el pergamino y este se abrió, dejando ver su contenido a los tres jóvenes del equipo Taka.

—¡Por todos los cielos...! No lo puedo creer... es ella y esta con vida—Karin se llevó una manó al pecho, entre confundida y feliz.

—¿Te refieres a Tsuki?—cuestionó Jugo, acercándose a ella para también leer el contenido.

—A eso se debía que nadie la buscara... la creyeron muerta—Suigetsu también se veía feliz, logrando que los Uchihas, no pudieran resistir por mas tiempo la curiosidad.

—Lamentó mucho interrumpir, pero el Hokage me aseguró que ustedes explicarían toda esta situación y hasta ahora, no entiendo nada—soltó Obito, interrumpido el melancólico momento entre los tres chicos.

—Hablen de una vez, o entrare en sus mentes y obtendré la información por mi propia cuenta—advirtió Sasuke.

—Sshh—chilló Karin molesta—Que impacientes, tomen... léanlo ustedes mismos.

Obito le arrebató a su primo el pergamino y apenas lo leyó, quedó completamente asombrado, no obstante, una sonrisa se comenzó a dibujen sus labios—¡Ella está viva! Hinata esta con vida y todo gracias a ustedes—los tres chicos sonrieron.

—Dame eso—Sasuke comenzó a leer y sus facciones cambiaron instantáneamente. Recuerdos de la última reunión que tuvieron dentro del clan, vinieron a su mente—Entonces Madara, no se esta volviendo loco después de todo—Obito reflexionó en lo dicho por el joven y comprendió, que seguramente, Madara, ya la había visto y por la falta de recuerdos, ella no lo reconoció.

—Cuéntenme todo... quiero saber que sucedió desde que la encontraron, hasta que ella se marchó huyendo—los Taka, finalmente los invitaron a pasar para contar todo, como también para preparar sus pertenencias. Definitivamente, se irían a Konoha para reunirse con Tsuki... mas bien, con Hinata Hyuga, la futura esposa del Hokage, como lo aseguraba en el pergamino.

—Antes de comenzar díganme ¿es uno de ustedes el hombre con el que se caso Tsuki?—cuestionó Jugo—Lo preguntó, porque ella sufría de pesadillas, donde describió a una persona con el Sharingan.

—Ella era la esposa de Madara Uchiha, el líder de nuestro clan y también, nuestro tío, sin embargo, el matrimonio fue arreglado y lamentablemente, Hinata se enamoró de él y durante el tiempo que estuvieron juntos, sufrió mucho por no ser correspondida—le respondió Obito—su desgracia fue tanta, que incluso, cuando quedó embarazada, perdió a la niña y por poco, también ella muere... después de esa desgracia, ella cambió por completo y el amor que sintió por Madara, fue remplazado por la decepción y el rencor.

—Eso explica el temor que sentía cuando le confirmé su embarazo—repuso Karin, dejando a los dos primos pasmados ¿Hinata estaba embarazada?

—Esperen un momento—interrumpió Sasuke—¿Como que la Hyuga estaba embarazada? ¿Quien era el padre?

—¿Que pregunta es esa Sasuke? El bebé en su vientre, tenía muy marcado el poderoso chakra Uchiha, a eso se debió el interés de Orochimaru, por querer llevársela con él—Karin se molestó por la pregunta.

—¿Ustedes estuvieron con ella durante el parto?—Obito, se sentía muy feliz y no podía imaginar, como estarían todos quienes la querían.

—Ella estaba a días de dar a luz, cuando Kabuto y Orochimaru, llegaron y después de evaluarla, quisieron llevársela... obviamente, no los dejamos hacerlo y sabiendo lo que harían preparamos todo para partir al día siguiente—relató Jugo—sin embargo, Kuro se puso inquieto a media noche y fue cuando, lo supimos... ellos mandaron a todos sus hombres para llevársela.

—En las condiciones que estaba por el embarazo, lo único que pudimos hacer, fue darle tiempo para que escapara con el cuervo y el lobo—añadió Suigetsu.

—¿Kuro y Tobi? ¿Ellos estaban con ella?—la felicidad de los Uchihas, iba en aumento, especialmente la del mayor.

—La noche que la encontramos, el lobo la resguardaba y pronto supimos que estaba conectado con ella—respondió Karin—Después de llevarla con nosotros, comprobamos que no tenía memoria... ella no sabía ni su propio nombre, su cerebro parecía  bloqueado por algo extraño—la chica les relató, como la nombraron Tsuki, por sugerencia de Jugo. También les dijo que con el tiempo, un cuervo llegó a ella y también tenía su chakra.

—Esa fatídica noche, donde la vimos por última vez, le ordenamos que no se detuviera, aunque mirara algo desagradable y por suerte, logramos darle tiempo suficiente para huir, sin embargo, los hombres de Orochimaru, eran muchos y lograron herir a Karin... Terminamos escapando, pero en verdad, creímos que Karin, no lo lograría. Nos estuvimos ocultando, mientras mejoraba y después de días en agonía, logró mejorar—los Uchihas, escuchaban atentos el relato de Jugo.

—Cuando pensamos que todo mejoraría y que podíamos buscarla, nos enteramos que nuestras cabezas tienen precio... así que, no tuvimos más remedio que ocultarnos, sin saber si ella logró sobrevivir—concluyó Suigetsu.

—Pues, aparentemente, lo logró y es ella quien le pidió al Hokage, que realizara la búsqueda de ustedes tres—repuso Sasuke, aún incrédulo de las vueltas que da la vida. Continuaron hablando de todo y Obito les aviso que al di siguiente, partirían a Konoha, donde Hashirama los esperaba y también donde les ofrecieron estancia permanente.


[...]


Madara tenía vigilado a Hashirama con el cuervo que le hacía llegar la información. Apenas supo que el Senju salió de Konoha y lo siguió a una considerable distancia, para no ser percibido, no obstante, el cuervo si los seguía mas de cerca. Poco a poco, se alejaron de la aldea y para su sorpresa, los Anbu que viajaron con él, se quedaron acampando, mientas que Hashirama continuó sólo. Rodeando el campamento de los Anbu, se acercó todo lo que pudo a su amigo y cuando lo miro detenerse se ocultó tras los árboles

Desde el sitió que se ocultó, pudo apreciar con claridad, como el castaño realizaba unos Jutsus, logrando que los árboles se abrieran, mostrando un lugar desconocido. El cuervo se introdujo dentro del sitio y fue ahí, que apreció a una mujer que se aproximaba corriendo y sonriente hacia Hashirama. La barrera comenzó a cerrarse, sin embargo, fue testigo de como ella salto a los brazos del Hokage y esté la recibió besándola sin reparos.

Con el corazón a punto de salirse de su caja torácica y los puños apretados tuvo la certeza de la identidad de esa joven, vestida de manera tan provocativa, para otro hombre que no era su esposo... era ella, no se había equivocado, Hinata, su esposa estaba viva y lo estaba engañando descaradamente, con Hashirama.

Con el cuervo dentro de ese sitio, pudo abrir un portal para entrar sin mover la barrera. Tuvo que aparecer lejos y disfrazando su chakra. No podía arriesgarse a poner sobre aviso al lobo. Que ironía... hasta el lobo y el cuervo, que le regaló Obito, estaban con ella. Supo fingir perfectamente su muerte.

Sé obligó a no hacer nada, cuando los miro devorándose el uno al otro. Estaba claro que intimaban y la forma en que ella vestía, no daba lugar a las dudas. No supo cuanto tiempo estuvo escondido, hasta que Hashirama, se dirigió hacia la barrera y despidiéndose de ella, se fue llevándose a los dos animales. Su suerte por fin apareció, dado que sin el lobo cerca, ella no lo percibiría.

Espero por unos minutos, sin dejar de verla. Ella estaba feliz, lucia aun más bella que antes. Tan llena de vida, tan traicionera, pensó dentro de sí. Mientras el la lloraba, ella se ocultaba de todos, para dar rienda suelta a sus bajas pasiones. Hmph... ¿Quién lo diría?

El momento de acercarse llego y con toda la intención de ser notado, le hablo desde la oscuridad del bosque.

—Veo que después de todo, no me equivoqué—no pudo evitar, decirlo con furia.

—¿Q-quien está ahí?—sonrió cuando percibió el miedo en su voz. La hora de dar explicaciones, había llegado.

—Muy buen plan bonita... Fingirte muerta, para refugiarte aquí y revolcarte con tu amante—lentamente fue acercándose y se desconcertó cuando la miro llorando. Había miedo en sus hermosas perlas, no obstante, ella aún, no lo veía.

—¿Quien es usted?—así que, actuando no conocerlo, pues se encargaría de demostrarle, quien era él. Activo el Sharingan y se mostró frente a ella. No pudo evitar, sonreír cuando percibió el horror que mostraba, seguramente por saberse descubierta. Luego de verla tan asustada, puso los ojos en negro, pero no dejó de avanzar hacia ella.

—¿Acaso esta es la forma de recibir a tu marido después de tanto tiempo? ¿Me dirás que tu amante te hizo olvidarme? Soy Madara, tu marido y el único hombre con el que debes estar—la necesidad de tocarla lo impulsó acercarse, ignorando el miedo que estaba demostrando—Di mi nombre Hinata... vamos quiero escucharte—moría por escucharla diciendo su nombre, como lo hacía con esa encantadora voz.

—Hashi...—estaba preparado para oír su nombre y cuando escucho el de Hashirama su semblante se endureció dando paso a la ira.

Enfurecido y decepcionado, la tomó de la barbilla para que lo mirara a los ojos. Había algo extraño en ella, pero no sabía exactamente de que se trataba, no obstante, apenas sintió su calor y su molestia fue disminuyendo, quedando sólo el anhelo por revivir el amor que sintió por él, cuando se casaron—Te llevaré conmigo a nuestro hogar y pronto será únicamente mi nombre el que saldrá de tu linda boca—aseguró dispuesto a cumplir con lo dicho.

—Suélteme, yo no iré con usted, no lo conozco...—quedó tan abrumado por lo que declaró su mujer, que cuando reaccionó, estiró el brazo para tomarla de la cintura y así, poder llevársela, pero su plan no llegó a concretarse, debido a la barrera de madera que se formó frente a ella como el fuerte aullido del lobo.

—¡Aléjate de ella Madara...!—la voz de Hashirama, estaba llena de advertencia.

...

Hashirama llegó rápido a dejar los pergaminos, no pensaba perder mucho tiempo, sin embargo, apenas llegaron a donde lo esperaban los Anbu, el comportamiento de Kuro cambió considerablemente. El animal mostró los colmillos y aullaba en dirección al escondite donde vivía Hinata. Sin perder un solo minuto, corrió tras Kuro, el cual logró liberarse y de un gran salto, le tomó ventaja, al igual que Tobi. Su pecho se contrajo, sabiendo bien a que se debía la actitud del lobo... su ángel tenía miedo, y no solo eso, ella estaba en peligro, Kuro lo podía sentir. Se maldijo mentalmente por haberla dejado sola y el presentimiento que tenía no era para nada bueno.

Le dio alcance a los animales, en el inicio de la barrera y con sigilo la abrió y sostuvo a Kuro. Se dirigieron hacia donde sintió ese familiar chakra y cuando lo enfocó sintió su sangre hervir.

—No deje que me lleve, por favor, no lo permita—Hinata corrió hacia el Senju y él, la refugió entre sus brazos. Su ira iba en aumento, cuando le miró el rostro aterrorizado y bañado en lágrimas. En ese momento, agradeció el vínculo de Kuro con ella, ya que de lo contrario, no hubiera regresado tan rápido y no podría evitar que se la llevara, aún en contra de su voluntad.

—¡Eres un maldito Hashirama!—escupió las palabras, cegado por la furia—Sabes que ella es mía, es mi esposa, me pertenece y tu la trajiste hasta aquí para quitármela—sus ojos volvieron a ser rojos, cuando la veía aferrada a su amigo. Evitaba verlo y negaba con la cabeza cuando dijo que era suya.

—El matrimonio, terminó poco tiempo después de su desaparición... ante todo, no deberías olvidarlo—el Uchiha sintió como si lo golpearan con un poderoso chakra. Se había olvidado de los términos del contrato matrimonial. Luego de la supuesta muerte de su mujer, ya no volvió a pensar en eso, pues realmente ya no tenía importancia—además, yo no la traje aquí... yo la encontré aquí, dos meses atrás y mis planes son llevarla mañana a Konoha—Hashirama, hacia uso de su fuerza para contener a Kuro, ya que debido al temor de su ama, estaba muy inquieto y si atacaba a Madara, este era capaz de matarlo, lastimando mucho más a su ángel.

—¿Como que apenas la encontraste? ¿Porque nos engañó fingiendo su muerte?—Madara recordó, que las fechas coincidían con el tonto y soñador comportamiento de Hashirama. Quizás no mentía, sin embargo ¿porque no regresó? ¿Porque engaño inclusive a su propio clan fingiéndose muerta?

—El jutsu prohibido, no logró darle muerte, pero acarreó efectos secundarios, tales como perdida de memoria—de nuevo el azabache sintió como si lo golpearan. Ella no lo recordaba, pero le tenía miedo, aún sin saber de quien se trataba—Durante el tiempo que he pasado con ella, ha logrado recordar algunas personas y tenemos esperanzas que cuando llegue a Konoha, logre recuperarse por completo.

—Te aprovechaste de su falta de memoria para tenerla contigo... eres un bastardo—gritó y estaba dispuesto a tener una batalla ahí mismo—No dejare que se quede contigo, su lugar esta a mi lado.

—Yo no me aproveche, ella me recuerda—Hashirama también elevó la voz, dado que lo acusaba de estar a su mismo nivel—Solo ella puede elegir con quien quiere estar... tu no tienes ningún derecho a tratarla como un objeto, por el cual se pelea para ganarlo.

—Entonces me la llevaré al distrito Uchiha y también me recordará... te aseguro que pronto, será a mí a quien elija querer—el fuerte grito de la ojiperla llamó la atención de ambos. Hinata sintió el mas fuerte, de todos los dolores de cabeza que hubiera sentido desde que despertó sin memoria. Trató de aminorarlo con ambas manos, pero no cesaba y pronto, todo se oscureció y escuchó voces cada vez mas lejanas llamándola, hasta que todo quedó en completo silencio.

—¡HINATA...!—Hashirama la atrapó antes que pudiera caer.

—¿Que tiene? ¿Porque gritaba así? Ella parecía sentir mucho dolor...Hashirama has algo—Madara dejo de lado la molestia para dar paso a la preocupación. No la había encontrado para perderla de nuevo, estaba convencido que no podría soportar, perderla una segunda vez.

—¿Entiendes ahora porque no la lleve a Konoha cuando la encontré?—el Uchiha no respondió intuyendo a que se refería—Debes entender Madara, que lo único que has hecho desde que se casaron, es dañarla... eres tóxico para ella—sin mirar al azabache, Hashirama corrió con la ojiperla en brazos. No le gustaba nada, la expresión de dolor que mostró antes de desmayarse, francamente temía que algo malo le sucediera y todo era su culpa, por no ser más precavido y por dejarla sola.

Madara lo siguió en silencio, necesitaba saber que estaba bien. Entraron a una cabaña y una anciana se acercó muy preocupada por ella. El lobo dejó de querer atacar a Madara, para quedarse al pendiente de su ama.

—¿Que le sucedió?—Chiyo se hizo cargo de ella, pero no lograba despertarla.

—Sufrió uno de los dolores de cabeza que presenta cuándo trata de recordar, pero creó que este fue peor que los anteriores—Hashirama la sostenía de la manó y se asustó cuando no lograba sentir su pulso.

—Esto no me gusta—declaró Chiyo—me temo que pueda entrar un una especie de coma... lo mejor será llevarla a un hospital, donde le restauren el chakra, dado que su pulso esta muy débil... ¡Hashirama...! Debemos darnos prisa antes que empeore—Madara sintió opresión dentro de su ser y cuando estaba por abrir un portal, el llanto de un infante logró distraerlo. La mirada de Hashirama pasó del rostro inconsciente de su amada, al desconcertado semblante del Uchiha,

—Traiga a Tenchi para marcharnos ahora mismo—Chiyo se fue a la habitación y regresó con el pequeño en brazos. El rostro lloroso del menor, se dirigió al Senju y a su madre, que permanecía inconsciente en los brazos del castaño—¿Que esperas Madara? Abre el maldito portal—en ese instante, el azabache salió de su impresión y realizó el portal hacia el hospital de Konoha. Los cinco aparecieron en la sala de espera y Hashirama comenzó a llamar a Tsunade.

—¿Que son esos gritos? Esto es un hospital—reprendió la rubia molesta, sin embargo cuando miró a la persona que Hashirama sostenía en brazos, se quedó paralizada—¡Hinata...! ¿Es Hinata?—no había dudas era ella y la presencia de Madara, unida a la preocupación y el miedo en el Hokage, le daban la entera certeza.

—Ella necesita atención con urgencia, por favor dense prisa y ayúdenla... no puedo volver a perderla—Tsunade entendió que las averiguaciones vendrían después, ya que por ahora, debía ocuparse de la Hyuga, antes que su tío enloqueciera.

En poco tiempo, la trasladaron a una habitación donde Shizune y la rubia se encargaron de evaluarla. Les dijeron a los que llegaron con ella, que esperaran ahí, hasta que tuvieran noticias, sin embargo, los calmaron, asegurando que ella se pondría mejor gracias a que actuaron rápido y la llevaron a tiempo. No obstante, Tsunade les advirtió que algo muy extraño estaba sucediendo con la ojiperla y por ende, llamaron miembros del clan Yamanaka, para que se encargará de evaluar la repercusión que tuvo el sello prohibido en el cerebro de la joven.

Hashirama suspiro y cerró los ojos sintiéndose mas tranquilo. Se había encargado de colocar un mensaje en las garras de Tobi, para que lo entregara al líder de los Hyugas, así que intento tranquilizarse, aunque su paz desapareció, al ser estampado contra la pared, mientas Madara lo sostenía del cuello. El Uchiha estaba furioso y le era muy difícil contenerse. Desde que miró a ese niño, no le había quitado los ojos de encima, siguiendo sus gestos y expresiones. Los únicos momentos en que no lo veía, era cuando veía a la ojiperla. Entre la preocupación por ella y la sensación de celos, su molestia aumentaba significativamente, debido a la familiaridad que Hashirama mostraba con las dos personas que le pertenecían solamente a él... Tenchi, como lo nombraron, era su primogénito, su heredero y el gran vínculo que existiría siempre entre Hinata y él.

—Empieza a explicarme Hashirama y será mejor, que no trates de engañarme—lo amenazo con toda seguridad—Ese niño es mío ¿no es cierto?—el Hokage asintió y se liberó del agarre—¿Y porque no me lo dijiste apenas los encontraste?—Madara aún no podía salir de la impresión de haberla encontrado a ella literalmente dejándose comer por ese tarado y ahora se enteraba, que tenía un hijo, el cual para su dolor, extendía los bracitos en busca del Senju, como si fuera el verdadero padre.

—Será mejor ir hablar de esto en otro sitio—Hashirama se disponía a salir del hospital, pero el Uchiha se negó.

—No iremos a ningún otro lugar y lo que tengas que decir, lo dirás aquí—el castaño se encogió de hombros y no argumentó nada. Si quería que hablara sobre sus bajezas frente a los curiosos, así lo haría.

—Tu mejor que nadie, sabes que no tienes ningún derecho sobre ese niño, dejaste muy claro, que ningún mocoso te haría quedarte con Hinata.

—Eso fue en el pasado... ahora es diferente y te guste o no, ese niño lleva mi sangre y la de Hinata, eso nos une de nuevo—con sólo decirlo, se sintió complacido al saber que así sería y que pronto formarían una familia. Ahora si pensaba hacerlo bien, no cometería los mismos errores que cometió en el pasado.

—¿De verdad crees que tienes derecho sobre ellos? ¿Como crees tener argumentos para estar unido a ellos, cuando prácticamente violaste a Hinata? ¿Lo entiendes ahora? Ese niño al que pretendes reclamar, fue producto de la noche en que la forzaste—una de las enfermeras que pasaba por ahí, se llevó la mano a la boca sorprendida y varias personas incluyendo a Chiyo, también escucharon la discusión, sin poder dar crédito a lo que había hecho el miembro más "respetado"del clan Uchiha.

—Yo no la viole... eso es algo complicado de explicar—argumento recordando que aquella noche, fue por mucho, la mas apasionada de su vida. No era extraño que de todo el amor que le demostró a su mujer, quedara embarazada. La conexión que experimentó, fue la que muchos dicen que experimentan al fundirse con sus parejas, formando un solo ser. Su hijo, no era producto de una violacion, su heredero, fue hecho con todo el amor que nunca antes le dio a una mujer, solo Hinata logró que tal acto fuera posible.

...

—¡Buenas noches!—Ino llegó junto a su padre y Shikamaru. Un Anbu los llamó al hospital, pero no informó para que se requería la presencia de los Yamanaka y cuando los tres llegaron, se sorprendieron al ver al Hokage sosteniendo una fuerte discusión con el líder Uchiha. Ino, tenía dos meses de embarazo y fue por eso, que su esposo se empeñó en ir con ellos.

Madara y Hashirama, se alejaron y respondieron al saludo, sin embargo, sus miradas mantenían la clara advertencia, de que aún, no terminaban.

—¡Cielos...! Que bueno que llegaron—Shizune se veía muy tensa, logrando preocupar a quienes esperaban por saber el estado de Hinata—Vengan rápido—Shikamaru asintió con la cabeza, cuando su suegro y su esposa lo miraron antes de seguir a la médica.

Tenchi comenzó a llorar y por más que Chiyo trató de calmarlo, no logró hacerlo. Como si fueran palomillas atraídas a la luz, así se acercaron los dos varones para tratar de ayudar al pequeño, pero Tenchi, luego de verlos a los dos, estiró su cuerpo hacia Hashirama y poco a poco, comenzó a calmarse, para quedar profundamente dormido. El Senju por instinto, le dio un beso en la frente y lo acunó con cuidado, como solía hacerlo. Él no pensaba que sus acciones, estrujaban aún más, el corazón del Uchiha.

...

Ino no estaba preparada para lo que miró, dentro de la habitación donde esperaban por ellos. Cuando enfoco a su amiga, no pudo evitar ponerse a llorar y fue su padre, quien tuvo que encargarse de averiguar lo que le sucedía a la joven.

—¿Te sientes mejor?—Shizune le ofreció un vaso de agua para que la rubia se tranquilizara.

—Estoy mejor, es solo que...—ambas miraron en dirección a la ojiperla y la médica entendió lo que quería decir.

—¡Terminé!—anuncio Inoichi.

—¿Logró saber que es lo que sucede? ¿Porque su chakra se está mostrando de esa manera?—cuestionó Tsunade, caminando en dirección a donde permanecieron las personas que llegaron con la ojiperla. Ellos se acercaron para escuchar todo lo que dirían, acerca de su estado.

—Se trata de algo sumamente complejo y es un claro efecto secundario del sello que le colocaron, sin embargo, el subconsciente de Hinata, se está protegiendo a sí misma y trata de erradicar los momentos dolorosos que sufrió... por ejemplo... los recuerdos felices que ha vivido en los últimos dos años, se ven empañados por eventos dolorosos y no puede recordarlos, sin pasar por una vivencia traumática—los Hyuga también llegaron y guardaron silencio mientras el hombre continuaba.

—¿Entonces ella ya recordó todo su pasado?—pregunto Hiashi, con la esperanza de que así fuera.

—Hinata permanece inconsciente y es el subconsciente, el que se está encargando de escoger lo que no la dañe... Dentro de su cerebro, los recuerdos están flotando y cuando intenta atesorar uno muy preciado, hay algo malo para llegar a ese punto y por ende, los va descartando—Inoichi, suspiro para decir todo lo que logró evaluar. No iba ser fácil—Si su subconsciente, continúa como hasta ahora, no recordará, ni a su hijo, que es uno de los recuerdos mas bellos que atesora, sin embargo, tras ese hecho, hay el trauma de ser perseguida y ver a personas importantes, exponer sus vidas por ayudarla a ella—Hashirama apretó a Tenchi, en señal de amor y compasión. Tenía un presentimiento y le costaba mucho permanecer calmó.

—¿Entonces está desechando todo lo que ha vivido?—preguntó Hanabi.

—Los recuerdos están ahí y no se borraron, pero compárenlo como una oficina con números cajones llenos de documentos, donde se registran todos los sucesos de la aldea, tales como misiones, muertes, todo. Algunos son colocados en lugares donde no se necesitaban, sin embargo, siguen estando ahí, por si se necesitan, así mismo, ella está ocultando lo que la daño—Inoichi, no podía decir, que exactamente, era lo que ella trataba de olvidar, debido a su ética profesional, pero él, logró saber que fue la estancia con el líder Uchiha, lo que más, la había afectado. Él pudo ver innumerables momentos, donde ella lloraba sintiendo que todos la odiaban y otros mas fuertes, como lo que escuchó, cuando perdió la bebé que esperaba.

Hanabi, no pudo soportarlo por más tiempo y se dirigió a donde mantenían a su hermana y fue cuando entró, que pudo apreciar como el cuerpo de Hinata dejó de moverse, para quedarse quieto y de pronto, abrió los ojos lentamente.

Ino se acercó a Hanabi y Shizune hizo lo mismo. La pesadez que sintió la castaña, disminuyó, cuando su hermana le sonrió. La había recordado, estaba completamente segura.

—Ire a informar que ya despertó—Shizune salió de la habitación y las dos chicas se quedaron con la morena.

—Ino-chan—la rubia asintió limpiandose las lágrimas, pues todavía estaba conmovida por verla con vida—Hanabi-chan...¿que hago aquí? ¿Porque estoy en un hospital? ¿Y porque están llorando?—Tsunade, Hiashi, Hashirama y también Madara entraron en la habitación.

—Hija mía, nos tenías muy preocupados—ella miró a las personas a su alrededor y una de ellas la hizo sonrojarse, como la primera vez que lo miró.

—Padre... ¿porque nadie me dice que hago aquí?—Hiashi suspiro feliz, cuando noto que ella ya lo recordaba.

—Te desmayaste por el dolor de cabeza y te trajeron aquí... Tu hermana y yo, llegamos cuando Tobi llegó con la nota que mandó el Hokage—aclaró el patriarca Hyuga.

—¿Tobi?—se preguntó a sí misma.

—¿Como te sientes mi ángel?—Hashirama se acercó, sosteniendo a Tenchi en uno de sus brazos y con la mano libre, trató de tocarle la mejilla, sin embargo, Hinata se incomodó y se movió para que no la tocara—¿Pasa algo?—el sabor amargo en la boca del Senju, se sintió peor ¿Que pasaba con ella? Luego, como si un kunai le atravesara el corazón, la observó sonrojada y nerviosa, mientas Madara se acercaba y no solo él, pudo notarlo, sino todos los que estaban presentes.

—Estoy bien, gracias por preguntar—fue cortes pero seca al mismo tiempo y ni siquiera prestó atención al niño dormido en los brazos del castaño. De hecho, tampoco lo miró directamente a él.

—Hinata ¿que es lo último que recuerdas antes de despertar, aquí?—pregunto Tsunade, teniendo una idea pues tampoco a ella, parecía reconocerla.

La morena se sonrojó y sus orbes se encontraron de nuevo con las del Uchiha—Que Ima-san me llevó a mi habitación, dentro de la mansión Uchiha y antes de entrar, nos encontramos de frente con Madara-sama... yo-yo creo que debo haberme desmayado, porque la boda es mañana—la habitación quedo en completo silencio por un momento.

Mientras que Hashirama, sintió que todo su mundo se desmoronaba sobre su cuerpo, Madara se sintió como en el cielo, al verla sonreírle como lo hacía cuando llegó al distrito Uchiha.

—Así se había planeado, pero han sucedido algunos acontecimientos y ustedes dos, ya están divor...—Hiashi no terminó de hablar, debido a que Inoichi se lo impidió. No podían aclarar todo en ese momento, en que acababa de re acomodar su cerebro, debían ir lentamente y con cuidado.

Continuara.

Disculpen la demora y la forma en que terminó el capítulo, pero si lo continuaba, lo dejaría más enredado, sobre todo, con la llegada de los Taka y de el festival de la aldea, así que continuó con lo que sigue en el próximo. También me disculpo por las faltas de ortografía, luego las iré corrigiendo

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