Capitulo 16

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro. La imagen de mas abajo, no es mía y los créditos, son para su creador.


Madara se vestía luego de tener sexo, con una mujer que conoció unas horas atrás en el restaurante de la pequeña aldea, donde realizó la misión que se le encomendó. Llevaba siete meses de haber empezado a intimar con prostitutas o con las mujeres que se le ofrecían al azar. Todas compartían el mismo patrón, cabello largo oscuro y piel clara. El problema era, que cada vez se sentía más y más vacío, ya que ninguna de ellas llenaba su corazón, ni sus sentidos.

La muerte de Hinata le había pasado la factura y después de hacer el amor con ella, ninguna mujer logró complacerlo. Estuvo muchos meses, pensando que no había muerto, que tarde o temprano iba a regresar, sin embargo, cuando el tiempo continuó su curso y no hubo señales, se fue haciendo a la idea, que jamas regresaría, encima, ver a Hashirama en agonía, le confirmaba la oscura realidad.

Prefirió mantener sus escapes fuera de la aldea, fue por ese motivo, que no volvió a tocar a su ex concubina, pues ya no le producía nada mas que indiferencia y molestia. Tampoco quiso buscar a nadie dentro del clan, dado que sólo cuando salía de misión se descargaba la frustración sexual.

La primera vez que lo hizo, se escuchó nombrando a la fémina, con el nombre de su esposa y con el tiempo, se acostumbró a que siempre sería así, pues con su sharingan, la imaginaba, mientras era a otra, a quien embestía. Evitó en todo momento el contacto visual y tampoco compartía besos, era solo sexo rápido, sin importarle, si las féminas lo gozaban o no.

Obito y Kakashi, lo miraron salir de la habitación y fingieron no verlo. Ellos dos fueron sus compañeros de misión y no era la primera vez, que lo encontraban reuniéndose con las aldeanas, no es que ellos, no hicieran lo mismo, pero Madara parecía salir de peor humor, que antes de intimar. Lo único que le daba un poco de consuelo, era llegar a Konoha y pasar por el cementerio, donde permanecía horas en solitario, luego en su mansión, específicamente, en la habitación que le perteneció a su esposa, rodeado de todo lo que ella dejó, antes de poder irse con los Hyugas.

A menudo imaginaba a su hija, a lo feliz que hubiera sido, si ella viviera, incluso la soñaba, tocándolo con sus pequeñas manitas, mientras su esposa los veía con su encantadora sonrisa, dirigida a él. Era como un castigo, pues cuando se enteró del embarazo, se molestó y la culpo de hacerlo solo con la intención de atraparlo. Que equivocado estaba y ahora daría parte de su vida, por haber tenido a esa bebé.

Estaba completamente seguro, que no le alcanzaría la vida, para arrepentirse de haberse portado así con Hinata. Tuvo la felicidad en la palma de su mano y la dejó ir. Las perdió a las dos y parte de él, se fue con ellas.

Aunque nunca lo admitiría en voz alta, envidiaba a Hashirama, el cual, se dedicó a la aldea y a las necesidades de su hijo y los aldeanos. Su amigo, por lo menos, conservaba algo de la primera mujer que amo y eso, a él, le hubiera ayudado a no sentirse tan solo y vacío.

Hashirama se mantuvo fiel al recuerdo de Hinata y no era por falta de mujeres, pues si algo le sobraba al poderoso Hokage, eran jóvenes, queriendo ocupar su corazón, sin embargo, Hashirama se mantuvo firme y no puso atención a nadie. Prácticamente hizo lo mismo que hizo, cuando enviudó tras la muerte de Mito.

Suspiro y después de juntar todas sus pertenencias, se dirigió hacia donde se marcharon sus compañeros, para partir a Konoha. Si todo salía bien, a primera hora estarían llegando a sus hogares.


[...]

—Creo que esta es la última—anunció Hanabi, cuando sacó la última caja y revisó la antigua habitación de su hermana, dentro de la mansión Uchiha—gracias por su ayuda Ima-san, no se que hubiera hecho, de no contar con su amabilidad—la anciana sonrió.

—Yo quise mucho a su hermana y cualquier cosa que pueda hacer para cumplir con sus últimos deseos, téngalo por seguro que lo haré—los guardias Hyuga, ya se habían llevado la mayoría de las cosas y ella solo se encargó de una mochila con el nombre bordado de su hermana.

Ima y Hanabi, salieron por la entrada principal, encontrándose frente a frente, con Mikoto.

—¿Terminaron con todo?—ellas asintieron, luego de haber saludado con respeto—En ese caso, ven a mi casa a tomar el té. Me recuerdas tanto a Hinata—Hanabi no pudo negarse y junto a Ima, se fue siguiendo a la dama Uchiha. Esas dos mujeres fueron de las pocas, que trataron bien a su hermana y siempre estaría agradecida con ellas.

Ima y la Hyuga se sentaron en la sala y Mikoto regreso minutos mas tarde con el té. Las tres lo tomaban mientras conversaban y de pronto una voz masculina se escuchó.

—Madre, hice sopa de tomate y la traje aquí para comer contigo—el muchacho había entrado por la cocina, así que no se percató de la "visita" que tenía su madre—Hmph, no sabía que estabas ocupada—soltó con fastidio enfocando las perladas orbes de la malcriada joven.

¡Sasuke...!—lo reprendió, pues lo que sucedió entre ellos, fue solo un mal entendido—Hanabi-chan, vino a tomar el té, con nosotras y ahora que la comida está lista será bueno que nos acompañe ¿Verdad que te quedas a comer?—la castaña no quería quedarse, incluso trató de negarse, pero entre las dos féminas, no la dejaron irse.

—Como sea—Sasuke regreso a la cocina y ayudó a poner la mesa. Fugaku llegó minutos después y saludó a la joven con respeto. Se sorprendió mucho al verla en su casa, porque creyó que había algún problema, pero luego se fue relajando.

La chica era muy diferente a la hermana mayor, en cuanto al carácter, sin embargo, cada una a su modo, lograba agradar a las personas que las conocían y los Uchihas, no fueron la excepción, sobre todo los mayores, que de inmediato asociaron su carácter con el del líder Hyuga. Sasuke, por su parte comía en silencio, sin perder detalle de la joven. A pesar de ser muy bella, era soberbia y arrogante, según sus juicios, ya que debido al mal encuentro que tuvieron, se negaba admitir lo contrario.

Hanabi sin ser muy obvia, también observaba al amargado y grosero Uchiha. Debía admitir lo apuesto que era. Ahora entendía,  porque su hermana quedó deslumbrada, por alguien perteneciente a ese clan, sin embargo, eso no borraba la mala impresión que le dio, horas antes.

—Y bien ¿que les pareció la sopa que hizo Sasuke?—preguntó Mikoto, orgullosa de su hijo menor.

—Es muy buena—respondió Hanabi, porque en verdad, si lo era y no pudo decir lo contrario frente a esa encantadora mujer—Mi hermana, también hacía sopa de tomate y a ella en realidad, todo le quedaba bien, Hinata...—la voz se le quebró y se obligó a no romperse frente a ellos, pero haber tocado y visto, todas las pertenencias de su hermana y estar con las personas que la miraron los últimos días, le trajo muchas emociones de tristeza y melancolía por haberla perdido.

—Así es, a Hina-chan, todo le quedaba delicioso, nosotros comíamos a diario una de sus comidas—afirmó Mikoto, la cual le palmeó el hombro en señal de empatía y tratando de alejar el sentimiento de tristeza que se apoderó de la joven.

La comida terminó y Hanabi finalmente agradeció por todo y se marchó al complejo Hyuga, para acomodar todo lo que perteneció a su hermana. Mikoto le pidió regresar para comer con ellos, o también ir con ellas a los restaurantes de la aldea, lo cual fue bien visto por la castaña y quedaron en verse después.


[...]


—¿Te lastime?—le pregunto Hashirama, antes de volver a tomar impulso sobre el cuerpo de su ángel.

—Estoy bien—le regaló una sonrisa de las que sólo ella, sabía darle. Con un candente beso, las embestidas comenzaron y pronto los gemidos femeninos inundaron la habitación.

El Senju se dedicó a besar cada parte de la anatomía femenina, que había memorizado desde que se empezó a enamorar de ella, lo cual, fue prácticamente desde que la miró por primera vez, haciendo que la joven gimiera perdida en el placer.

La ojiperla arqueo la espalda, debido a las indescriptibles sensaciones. Hashi, la estaba enloqueciendo, la tocaba, por todos lados y esa deliciosa boca, chupando sus senos de manera increíble hacían difícil concentrarse en otra cosa que no fuera sentir más y más, de lo que él, tenía para ofrecer. Mientras Hashi, se entretenía con sus pezones, ella le acariciaba la espalda y el cabello. La sensación de tenerlo tan dentro de sí, le parecía lo más íntimo que pudiera haber experimentado. Hashi, la trataba de manera posesiva, pero sin dejar de mostrarse amoroso e inmensamente apasionado, caliente, incluso capaz de encenderla con su fuego.

El Senju sintió su hombría siendo apretada por el interior femenino y supo que ella estaba por llegar. Él también estaba al límite y dándole embestidas más rápidas, llegaron juntos entre gemidos y jadeos. Hashirama agradeció haberse masturbado anteriormente, de lo contrario, no hubiera logrado satisfacerla, luego de tanto tiempo, sin mantener relaciones sexuales, no era para menos.

Lentamente, salió de ella y se tumbó en la cama, no sin antes acercarla junto a él. Ella no se resistió y se colocó de lado, apoyando la cabeza en el brazo masculino, mientras su mano, descansaba en el pecho del castaño. Para Hashirama, había sido el mejor momento y aunque sabía que se había aprovechado de la situación, no se arrepentía de haberlo hecho. Ahora si estaba completo, no obstante, debía estar preparado para el rechazo de Hinata, apenas le dijera la verdad. Atesoraría ese momento durante toda su vida, en caso de que ella lo odiara.

—¿Hashi?—lo llamó dispuesta a preguntar sobre la relación de ambos. Estaba tan extasiada, que quería saber todo. Chiyo le contó que él tenía un hijo y que no se había vuelto a casar. Cuando se enamoró de nuevo, la mujer murió y solo se dedicó a su hijo. Lo que la estaba perturbando, era la idea de que dicha mujer, ya estaba casada y pronto se divorciaría, para estar con él. Eso quería decir que esa mujer era ella ¿Entonces quien era el padre de Tenchi? ¿Sería su esposo o sería Hashi? Y si Tenchi era hijo de su esposo ¿eso quería decir que ella estaba con los dos al mismo tiempo?

—¿Que pasa mi ángel?—titubeo un poco, antes de responder, pero temía lo que sucedería después de responder sus preguntas.

—¿Usted es el padre de mi niño?—sintió como Hashi se tensó y casi pudo adivinar, la respuesta.

—No—la ojiperla se alejó de él y cubrió su cuerpo con una ligera manta para escuchar todo. Hashirama la imitó sintiendo que el corazón se le estrujaba—pero lo amaré como si lo fuera—respondió mirándola directamente a los ojos.

—¿Entonces le era infiel a mi esposo? ¿Usted era mi amante?—mientras hacían el amor, llegaron a ella recuerdos claros de ellos dos, besándose como si quisieran comerse.

—Eres un dama y nunca fuiste mi amante, tu y yo, no hicimos el amor hasta hoy—ella abrió mucho los ojos y se llevó las manos al pecho, casi en pánico—Tu matrimonio, fue un arreglo que daría fin en un año y una noche antes de perderte, me aceptaste para cortejarte, cuando ya estuvieras divorciada—el cerebro de Hinata comenzó a unir las piezas, con fechas. Lo que Hashi decía era lo que también le contó Chiyo, sin embargo, eso indicaba que luego de aceptarlo a él, se acostó con su esposo, quedando embarazada de Tenchi ¿Porque hizo algo así? Si se trataba de un matrimonio arreglado ¿porque se acostó con el esposo? La cabeza le estaba doliendo y sentía como si recuerdos lucharan por aparecer.

—¿Eso quiere decir que lo engañe a usted?—se llevó las manos a la cabeza y se le escapó un jadeo de dolor. Recordó con miedo, cuando mantenía relaciones con un hombre a quien no le veía el rostro, solamente los aterradores ojos rojos. La sensación de dolor en su pecho le asustó y las lágrimas no dejaron de estar presentes. En ese momento, lo comprendió... su marido no la amo, sólo la usaba aun sin sentir nada por ella. Hashirama la miró con preocupación, por los gestos que mostraba, era obvio que le dolía la cabeza, como a las personas que pierden los recuerdos y estos quieren volver. Trató de acercarse, pero no lo hizo, temiendo que lo rechazara.

—Tu no hiciste nada malo, no fue culpa tuya... te lo juro, que no fue tu culpa—la afirmación del castaño la llenó de tranquilidad. No estaba segura del porqué, pero su cerebro le gritaba que ese hombre no mentía, ademas tenia una gran atracción hacia él y eso no podía ser falso, dado que su cuerpo respondió a todos los placeres que le brindó. De pronto se sonrojó por lo dicho antes. Ellos nunca habían mantenido relaciones sexuales y esta era su primera vez ¿Y que pasaba con el matrimonio, con el padre de Tenchi?

—Pero ¿yo continúo casada con ese hombre? Quiero decir, no estoy muerta y no me divorcié—se negó a mirarlo debido a la vergüenza.

—No te preocupes mi ángel... tu matrimonio, terminó cuando llegó el año y eso fue dos meses después de tu desaparición, desde ese momento eres una mujer libre—el castaño soltó el aire que había mantenido dentro, apenas la miró sonreírle—Lo que significa, que cuando estes lista y me aceptes, serás mi esposa sin contratos, sólo por amor—ella no respondió y el Senju agachó la cabeza con tristeza, pensando que no lo iba aceptar, pero las pequeñas manos de su amada, lo tomaron de las mejillas obligándolo a mirarla. Sin decir nada, lo beso y él, le correspondió rodeándola de la cintura para acercarla mas a su cuerpo—Te amo Hinata, estoy loco por ti, desde el día que te conocí, se que no hice las cosas bien y no debi de hacerte mía hasta que no recordarás todo tu pasado, pero no tienes idea, lo mucho que sufrí creyéndote muerta—aseguro sobre los labios, logrando que la joven sonriera—Me había propuesto, no intimar contigo hasta que fueras mi esposa y te falle.

—¿Se arrepiente de lo que hicimos?—pregunto con tristeza.

—Claro que no, pero me temo, que cuando recuperes tu memoria, puedas odiarme por aprovecharme de tu falta de recuerdos... Por mi falta, te aseguro que no te tocaré de nuevo, hasta que los hayas recuperado—casi pierde su auto control, cuando ella quiso calmarlo acunándole el rostro entre su pecho, el cual era cubierto sólo por la fina manta, que se bajaba por los movimientos.

—No recuerdo cómo surgió nuestra historia, pero de una cosa puedo estar cien por ciento segura... yo nunca podría odiarlo, mi corazón me dice que estamos conectados—omitió decir cuales fueron los recuerdos que le llegaron sobre él, pues no quería apresurarse.

—Te prometo, que haré todo lo posible para que te recuperes, todos estarán felices, cuando te vean, especialmente tu familia—la ojiperla paro los movimientos para mirarlo.

—Dígame ¿mi esposo tenía ojos que se ponían rojos?—estaba segura que ese hombre que veía en sus pesadillas y el mismo que la poseía con los ojos carmesí, mientras ella lloraba, eran la misma persona. El miedo la invadió y el dolor en el pecho se empezó a manifestar, definitivamente no quería eso, preferiría quedarse sin recuerdos.

—Si ¿lo recordaste?—cuestiono con miedo y esperanza al mismo tiempo.

—No, y no quiero hacerlo... no quiero recordar mi pasado, se que viví algo malo, tengo pesadillas y no quiero—se abrazo a él llorando—Por favor Hashi, si de verdad me ama, no me haga recordar nada... yo estoy feliz aquí, con Tenchi y Chiyo, no quiero el dolor que experimento en esas largas noches, se haga una realidad—Hashirama pudo sentir el miedo en ella y trató de tranquilizarla.

—Pero mi ángel, tu padre, tu primo y tu hermana, tienen que saber sobre ti... ellos han sufrido mucho desde que te perdimos—la escuchó sollozando y continuó—Entiende que si no los ponemos al tanto, no podremos casarnos—trató de persuadirla, pues debía decirle a Hiashi sobre ella.

—Soy mayor de edad, no necesitamos a nadie para casarnos—le aseguro desesperada—por favor, prométame que no me llevará al lugar donde sufrí, no por ahora—le rogó sin dejar de llorar.

—Shhh, ya mi amor, no temas, no haremos nada que tu no quieras—casi de inmediato, el Senju logró, lo que siempre lograba en Hinata, tranquilidad, seguridad y como le había sucedido antes de su supuesta muerte... muchas mariposas en el vientre, junto al corazón acelerado.

Las mantas cayeron y a ella, no le importaba, pues ver la penetrante mirada de Hashi sobre ella, en lugar de apenarla, logró excitarla al máximo. El calor entre sus piernas, le indicaba que lo deseaba, sin embargo, Hashi, le aseguro que no la tocaría hasta no recuperarse. Debía hacerlo cambiar de opinión.

Hashirama, no podía aguantar por mas tiempo, debía alejarse o de lo contrario no se iba poder contener y le fallaría de nuevo. Levantó el rostro con frustración, dejando a la vista las venas expuestas en el cuello. Hinata lo veía como si estuviera hipnotizada y sin pensarlo, se mordió el labio. El castaño bajo la cabeza y quiso cubrirla con la manta, sin embargo, los hermosos senos de la ojiperla le impidieron continuar. La había imaginado durante mucho tiempo, soñaba con poder verla sin ninguna prenda, así como lo hacía en ese momento y todo era mucho mas bello, que lo imaginado. No iba poder soportarlo.

Asimilando que no pensaba rendirse, se acercó a él y se subió en su regazo para besarlo. En esa posición, pudo sentir el increíble volumen en la hombría de Hashi. Eso le indicó, que ambos querían lo mismo. Hashirama la beso de manera hambrienta y llevo una de sus manos a la nuca y la otra a la cintura de Hinata. Se separó de ella por falta de aire, tratando de contenerse, pero los movimientos pélvicos que la ojiperla hacía sobre su pene, no hacían más que encenderlo  de manera dolorosa.

—Mi ángel, debemos detenernos ahora, de lo contrario no voy a poder cumplir con mi palabra—la súplica fue dolorosa—y si eso pasa, no te dejaré dormir.

—No tengo sueño—sonrió y lo beso en el cuello. El Senju la tomo de la cintura y la levantó un poco para poder colocar su pene dentro de ella. Con agilidad comenzó con las fuertes embestidas. Los senos de su amada se movían de arriba abajo y pronto introdujo los erectos pezones en su boca, recibiendo fuertes y sensuales gemidos.

Esa noche, perdió la cuenta de los orgasmos que le dio a su amada, antes de llegar a los suyos, la marco en todos los lugares donde le fue posible y tal como se lo había advertido, sobre no dejarla dormir, no pudo hacerlo, ya que ella debía de encargarse de su bebé al día siguiente.

Sólo pocas personas, conocían su desempeño en la cama. La mujer con quien perdió su virginidad cuando cumplió quince años, fue una de ellas, otra fue, una chica de la aldea de las olas que se quedó dentro de su clan, luego llegó Mito y la otra se encontraba exhausta dormida sobre su pecho aún conectada a él. Hinata se derrumbó en la última ronda, mientras lo montaba y sin querer despertarla la dejó así.

Le aseguro a su ángel, que no diría nada sobre ella y que no la llevaría a Konoha, pero no podía cumplir ese pedido. Su padre había desmejorado mucho desde que ella ya no estaba y Neji, aunque no lo decía, se seguía culpando por no protegerla. Tampoco podía olvidar a Hanabi, la chiquilla trataba de lucir imperturbable frente al líder Hyuga, pero también a ella, le pesaba mucho su muerte.

Todos debían verla y saber que tenía un hijo, pero mas que nada, debian recibir la increíble felicidad de recuperarla, así como lo hizo él. Como Hokage de la hoja, tenía acceso a todos los pergaminos prohibidos de los clanes pertenecientes a la aldea y los Uchihas, no eran la excepción. Apenas llegará a Konoha, estudiaría el jutsu que colocaron sobre ella, para saber más antes de contarle todo. Por ahora debía ir en busca de la píldora del día después. Ya había cometido el error de no contenerse y no podía cometer otro peor, dejándola embarazada con su bebé de meses.

...

La mañana siguiente, Hashirama fue el primero en levantarse y después de tomar una ducha, beso los labios de su amada y se fue a la cabaña de Chiyo. Quería hablar con ella sobre lo que haría y también deseaba cargar al niño.

La anciana casi llora de la emoción, cuando lo miró sonriendo. Su muchacho se veía radiante.

—Llevaré a Hinata con el médico que se encuentra en la aldea cerca de aquí... Necesito que ella... bueno es decir nosotros—no sabía que frases usar, para decirle lo de la píldora porque no supo cómo abordar el tema.

—Supongo que consumaron su amor ¿o me equivoco?—el Hokage se rascó la nuca y comenzó a reír fuerte. Chiyo también sonrió debido a Tenchi. El niño se reía mirando a Hashirama, mientras esté, lo sostenía entre sus brazos.

—Eso pensé—soltó la anciana y se dirigió hacia la estufa donde hervía agua con algunas hierbas. Colocó el contenido en una taza y esperó a que llegara Hinata para que lo bebiera—por eso le preparé un té, que logra evitar los embarazos y déjame decirte, que es más efectivo y seguro, que cualquier píldora recetada—el castaño miró a Tenchi, quien aún sonreía y le dio un beso en la mejilla. No cabía duda, que Chiyo pensaba en todo.

...

Hinata despertó mas tarde y se asustó al verse totalmente desnuda sobre la cama. Trató de levantarse lo mas rápido que pudo, pero la molestia muscular entre sus piernas, le recordó la increíble noche que pasó con Hashi.

Se duchó rápido para ir en busca de su bebé, era la primera vez, que dormía sin él.  Cuando terminó se disponía a ir a la cabaña de Chiyo, pero Hashi, llegó con Tenchi en sus brazos, sonriendo hacía ella. Lo mejor de todo, era lo feliz que se veía Tenchi en compañía de Hashi.

—Buenos días mi ángel—colocó la taza del té en la mesa y la rodeó de la cintura para darle un beso en la boca—toma esto—le entregó el té—Chiyo lo preparó para ti y dijo que lo bebieras todo—sin preguntar porque, ella lo bebió para luego sostener a su bebé.

Pasaron un lindo día, Hinata cocinó y Hashirama junto a Chiyo pusieron la mesa. Lamentablemente la hora de partir llegó para Hashirama y con un acalorado beso, se despidió de su amada, jurando regresar en una semana, lo cual no era algo que hubiera hecho antes, sin embargo, no le importaba lo que tuviera que hacer para regresar a verlos.

Ella le pidió como favor especial, buscar a los miembros del equipo Taka, incluso le dio los nombres y la descripción física de cada uno de ellos. Le contó, que se veían obligados a laborar para Kabuto y Orochimaru.

Su ángel lloró, pensando que quizás habían muerto por protegerla y fue cuando le prometió, no descansar hasta que no los encontrara. Luego de saber todo lo que ellos hicieron por Hinata, no tendría ningún reparo en buscarlos y si tenía que pedir ayuda a los otros Kages también estaba dispuesto hacerlo. Por otro lado, incluyó en sus planes, dar aviso a todos, sobre Orochimaru, entre más pronto, las personas supieran quien era ese maldito, era mejor.


[...]

Madara llegó a Konoha y como de costumbre, se dirigió al cementerio. Estuvo mucho tiempo sentado intentando calmar toda la frustración y la tristeza.

Regreso a su hogar y después de tomar un baño, se dirigió a la habitación que perteneció a su esposa, pero cuando entró se dio cuenta de que faltaba todo, absolutamente todo, lo que perteneció a ella ¿Pero quien demonios se atrevió a tocar las pertenencias de Hinata?

—¡Ima...!—la llamó furioso y la fémina apareció frente a él—¿Que paso con las cosas de Hinata? ¿Porque no están en su habitación?

—Ah, es eso—respondió Ima—hoy estuvo aquí la hermana menor, con varios Hyugas y se llevaron todo de regreso al complejo Hyuga—ante el silencio de Madara, Ima regreso a la cocina. A decir verdad, prefería estar lejos ante la inminente furia de ese muchacho. Eran sólo Izuna y ella, los que sabían, acerca de su costumbre de entrar en la antigua habitación para estar rodeado de todo lo que fue de ella.

Ahora ya no había nada. Quiso destrozar la habitación, pero era lo único que le quedaba y nada más.

[...]


Tobirama veía con incredulidad a su hermano mayor, no estaba seguro de estar viendo bien o si de lo contrario, todo era un jutsu, donde quedó atrapado.

—Hashirama ¿Estas bien? ¿No sufriste una caída o algún golpe durante tu regreso?—pregunto sin dejar de evaluarlo y entré más lo veía, más preocupado se ponía por él.

—Todo bien Tobi, creo que nunca he estado mejor en toda mi vida—Tobirama arqueo una ceja—Revisa el area para comprobar que estamos a solas y que nadie escuchará, lo que te diré—el Senju menor lo hizo y pronto comprobó que en efecto, estaban a solas.

—¿Que es eso tan importante que me tienes que decir?—la curiosidad lo estaba matando y así era, cuando se trataba de su hermano.

—No lo vas a creer, porque yo todavía creo que se trató de un sueño —soltó dejando al albino sin palabras y sin poder adivinar—Encontré a Hinata, la encontré con vida—Hashirama le contó todo, desde que llegó al lugar donde vivía Chiyo, obviamente omitiendo la increíble noche que compartió con su amada.

—¿Y que piensas hacer ahora que la encontraste?

—Lo primero es descifrar este pergamino y necesito que me ayudes con eso—le entregó el pergamino para que su hermano lo estudiara mas rápido—Después, ire al completo Hyuga para darles a conocer la increíble noticia y por último, quiero formar una búsqueda de las personas que ayudaron a mi ángel antes de llegar a donde esta con Chiyo—todavía sin poder creerlo Tobirama se dedicó a leer primero todo el pergamino y en poco tiempo comprobó que era algo que no llegó a concretarse y por ende, fue como recibir un golpe en la cabeza. No había nada dañino en que ella, se encontrara con las personas de su pasado, no obstante, al igual que una pérdida de recuerdos, el paciente, podía elegir olvidar los recuerdos dolorosos.

Dos días mas tarde, Hashirama había dado la orden de buscar a los integrantes del equipo Taka y también puso al tanto a todos, los Kages sobre Orochimaru.

En ese momento, se dirigía hacia el complejo Hyuga, donde ya lo esperaba el líder. Suspiro pensando en lo que pasaría cuando Hiashi lo supiera.

...

—¿A que debo el honor de su visita Hokage-sama?—pregunto el líder Hyuga cuando ambos entraron al despacho de Hiashi.

—Me gustaría que Neji-san y Hanabi-chan, estuvieran presentes, ya le avise y no deben tardar—Hiashi permaneció imperturbable, pero era solo por fuera, ya que por dentro, estaba muy inseguro, sobre todo, por el nerviosismo del Hokage. La puerta sonó y Hashirama casi saltó del susto.

Los dos chicos, saludaron al Senju, luego se colocaron,  uno a cada lado del otro, en espera de lo que diría el castaño.

—Ahora si estamos todos—anunció el líder Hyuga.

—Lo que les diré es algo muy delicado y les pediré absoluta discreción—les dijo a los tres—Esta semana, durante una visitas que le hago a Chiyo, una anciana a quien le debo mucho, encontré a alguien viviendo con ella—los castaños de ojos perlados, lo veían en espera de algo grande, sin embargo, no sabían que—¡Escuchen...! Se que esto va sonar muy poco creíble, pero les aseguro que es verdad... encontré a Hinata con vida y con ella también se encuentran, Tobi, Kuro y...—no sabía cómo decirles, lo del bebé—Hinata tiene un bebé, un hijo de ella y de Madara—Hiashi se llevó la mano al pecho y tuvo que ser sostenido por Neji.

—¡Padre!—Hanabi lo llamó preocupada y Hiashi les hizo una seña con la mano, indicando que estaba bien.

—¿Dígame que no me está engañando? Por lo que mas quiera, dígame, que mi hija está viva—Hashirama se conmovió con el padre de Hinata.

—Se lo juró, ella está viva—le aseguro casi llorando al igual que Hiashi.

—Hinata-sama—murmuró Neji abrazando a Hanabi, quien no dejo de llorar, apenas escuchó la noticia.

—Quiero verla—pidió el líder Hyuga.

—Claro que si, pero hay algo que deben saber, acerca de ella y del motivo por el cual, no regreso durante todo este tiempo—los primos de inmediato, se pusieron alertas—Hinata no recuerda nada, ella no tiene recuerdos y por ese motivo, no la encontró nadie—Hashirama les detalló todo desde que la encontró. Estuvo mucho tiempo, contándoles todo lo que ella vivió mientras la creyeron muerta.

El semblante sombrío que permaneció en el complejo Hyuga, desde la supuesta muerte de Hinata, se fue disipando lentamente. Hiashi se veía más vivo y eso le pasaba aún sin verla, no podía imaginar, como sería cuando por fin, pudiera estrecharla entre sus brazos, sin embargo, había algo que le preocupaba y eso era el niño y la reacción del Uchiha.

—¿Y como es mi nieto? Quiero saber todo, y no me importa si no me reconoce, quiero verla, lo mas pronto posible—el Hokage les sugirió esperar un tiempo y mientras tanto, él podía arreglar una reunión casual, de esa manera, ella no se sentiría defraudada. Muy a su pesar, Hiashi tuvo que aceptar los términos del Senju, total, nadie podo quitarle la alegría de saberla con vida.

—Antes de irme, quiero decirles una cosa más—Hashirama tomó aire, para lo que pensaba decir—yo estoy enamorado de Hinata y mi intención es convertirla en mi esposa. Ella ya me había aceptado, el día del festival, que fue un día antes de su desaparición—Neji y Hanabi, no se sorprendieron, pues prácticamente todos en Konoha, sabían del interés del Senju, por Hinata, pero Hiashi, quedó sin palabras. No es que le molestara la idea, dado que Hashirama era una excelente persona y contaba con todo su respeto, pero fue algo que no miró venir.

—Siempre y cuando, mi hija sea feliz, yo no me opondré a nada, después de todo, el matrimonio con el Uchiha, ya se terminó, lo único que me preocupa es la existencia del niño de ambos... Mucho me temo que ese hombre pueda querer manipularla por medio de su hijo—finalmente confesó sus preocupaciones.

—De eso me encargaré yo y le aseguro, que nadie, ni siquiera Madara, podrá dañarla, ni a ella ni a Tenchi, mientras yo esté con vida—los Hyugas quedaron complacidos, con la afirmación de Hashirama, pues el Hokage poseía los medios para protegerla y además, también hablaba del niño, como si no le importara que no fuera suyo.


[...]

Tres semanas después, Hashirama, se encargó de concretar un encuentro entre Hinata y los Hyugas. Él y Kenzo, la habían ido a ver en dos ocasiones y se quedaron a dormir con ella, como lo hizo, cuando la encontró. Fueron días muy felices y satisfactorios, pues Kenzo de inmediato, se portó como hermano mayor de Tenchi y ella lo recibió como si Kenzo también fuera suyo. No olvidó pedirle a su hijo, no contarle nada a nadie.

Antes de regresar a Konoha, le informó a su ángel, que la siguiente semana, irían a pasear a una aldea cercana y ella se veía feliz. Su plan era reunirse en dicha aldea, con su familia y con un poco de suerte, quizás los lograba reconocer.

Iba tan distraído sonriendo como tonto enamorado, que no sintió cuando Madara se topó de frente con él. Al parecer, lo estuvo llamando por un rato y no lo escuchó.

—¿Que sucede contigo? Llevas un tiempo de estarte portando de manera extraña—Madara lo escudriño en busca de algo. No está seguro de que, pero sabía que Hashirama estaba ocultando algo.

—No sucede nada, es tu imaginación—el azabache arqueo una ceja, cuando enfoco una marca en el cuello de su amigo y sabía muy bien, de que se trataba, lo que no entendía era ¿Quien la hizo?

—¿Estás saliendo con alguien? ¿O dejaste el celibato?— indago con una punzada de molestia en el pecho.

—Claro que no—Hashirama soltó una carcajada fuerte y ese detalle, disparó las alertas del Uchiha. Ahora no tenía dudas, Hashirama, ocultaba algo y él, se encargaría de averiguar que, o a quien ocultaba.


Continuara.

Otra vez me disculpo por demorarme y trataré de no hacerlo tanto. También disculpen las faltas de ortografía, que se me escapan, porque ahora aunque estén frente a mi, nos las veo 💕😊

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top