Capitulo 13

Los personajes, de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


—Dijiste que Hashirama nos esperaba en la torré—argumentó Madara a su hermano, cuándo esté lo condujo hacia la entrada de la aldea.

—Lo dije para ganar tiempo—respondió Izuna, recordando que el Hokage les pidió no poner sobre aviso a Hinata.

—¿Que quieres decir?—inquirió el mayor más confundido.

—No estoy muy seguro, pero creó que no quiere que tu esposa se una a la misión de rescate—Madara entendió. Claro, era de esperarse... Hashirama no arriesgaría a la mujer que ama y si era sincero consigo mismo, tampoco le gustaba la idea, que ella se arriesgará uniéndose a esa peligrosa misión, para eso estaban ellos, para rescatar a los Shinobis de Konoha.

—Que bueno que llegan, debemos darnos prisa antes que puedan dañar a los jóvenes—Madara se sorprendió cuando miró al mismo Hashirama vistiendo la armadura roja similar a la suya. Pensó que la misión de rescate sería encabezada por el arrogante de Tobirama, pero en su lugar, era el Hokage quien lideraba.

Izuna se acercó a los otros Anbu y entre ellos se hallaba un muy preocupado Itachi.

Entre el grupo también se encontraban, Obito, Naruto, Kiba, Akamaru, Tenten, Yugao, Anko y Shikamaru. Todos listos para partir.

—Abriremos los portales—informó Obito y todos asintieron dispuestos a entrar en ellos para llegar con mucha mas rapidez.

Hashirama observó por última vez el camino por donde llegó Madara, comprobando que su ángel no estuviera siguiéndolos. De ninguna manera le permitiría ir y exponerla a que la secuestraran, para eso dejo a su hermano en su lugar, para ser él, quien fuera por su primo y también por Sasuke sin que ella tuviera que salir de la aldea.

En segundos todo el grupo desapareció sin dejar rastro de poder ser seguidos. Debían darse prisa, de lo contrario, la vida de los Anbu corría peligro, los captores no eran nada débiles y como muestra, bastaba la emboscada que recibieron los jóvenes apenas pisaron la frontera del país del hierro. La misión de los seis Anbu consistía en infiltrarse entre un grupo de rebeldes que residían en las montañas congeladas cerca de ese país. Se decía que el grupo de rebeldes realizaba experimentos para crear armas de destrucción masiva, también había rumores que dicho grupo experimentaba con humanos para crear una nueva raza de humanoides dotados con muchas destrezas.

Hashirama y los otros Kages no tenían la certeza que la información fuera verídica, debían comprobarlo y de ser así, tenían la obligación de disolver ese grupo de rebeldes para dar con los cabecillas. Lo malo fue que ya esperaban por los jóvenes y durante la emboscada asesinaron a cuatro de ellos. Afortunadamente, Sasuke, logró enviar un halcón, poniéndolos sobre aviso. Seguramente los dejaron con vida al comprobar que pertenecían a dos de los clanes mas poderosos del país del fuego.

...

Los portales se abrieron y uno a uno, todos salieron de ellos encontrando el gélido panorama.

—¡Bien...! La prioridad será traer a nuestros compañeros de regreso y con vida. No importa si en el proceso se pierde información sobre los planes de estos individuos... como ya lo dije, estamos aquí para rescatar a Sasuke Uchiha y a Neji Hyuga—les aclaro Hashirama a todos antes de poner en marcha la búsqueda—También debemos encontrar los cuerpos de nuestros compañeros que no lograron sobrevivir, para regresarlos a Konoha y sus familiares puedan despedirse de ellos ¿Esta claro?—cuestiono y todos asintieron—Kiba-kun, toma esto y dáselo Akamaru—Hashirama le entregó a Kiba guantes de ambos Anbus, para que el olfato del animal capturara sus rastros.

—Lo encontraremos—Obito palmeó la espalda de Itachi al verlo tan preocupado. La verdad fue que todos estaban con miedo por la suerte de Sasuke, a pesar de saber lo fuerte y poderoso que era, los tipos debían ser muy buenos para haber logrado capturarlos a ambos y darles muerte a los otros cuatro. Por otro lado, también estaba la ansiedad por Neji, ya que si algo le pasaba ese joven, Hinata lo recentaría mucho. Lo que significaba que no había margen de poder fallar durante la misión de rescate.

—Lo se, sólo espero llegar antes que los interroguen... conozco a Sasuke y se que no se los hará fácil, lo que los llevará a golpearlo—aclaró Itachi sus inquietudes—Y como si no fuera suficiente con un Anbu terco y dispuesto a morir antes que dar información, también está Neji Hyuga, quien es igual a Sasuke—Shikamaru estuvo totalmente de acuerdo con lo dicho por Itachi. Esos dos estaban en riesgo de morir para luego quedarse con los ojos.

—Entonces no perdamos tiempo y vamos por ellos—los llamó Madara, quien también vestía su armadura roja, luciendo más imponente de lo que ya era—Esos malditos lamentaran haberse metido con un Uchiha—dentro de si mismo también pensó en darles muerte por capturar al Hyuga pero no lo diría en voz alta.



[...]

Hinata llegó a la torré del Hokage apenas veinte minutos luego de la partida de Izuna y Madara. Estaba segura que podía llegar a tiempo para partir junto con el grupo de rescate. Tenía todo lo necesario... Tobi viajaba en su hombro y Kuro a su lado, este último, le salió al encuentro apenas salió del distrito Uchiha, seguramente sintiendo todo el miedo y la desesperación de su dueña.

No había nadie afuera y sin poner mayor interés ingreso adentro en busca del grupo, estaba segura que Hashirama le otorgaría el permiso, tratándose del rescate de su primo.

Afuera de la oficina no encontró a nadie para ser anunciada y dejando el miedo junto a los modales, tocó la puerta... segundos mas tarde escuchó un pase, con la voz no perteneciente al Hokage.

—Hokage-sama, lamentó mi intromisión pero solicitó...—la morena se quedó callada al ver la oficina sin nadie mas que Tobirama y ella misma.

—Mi hermano salió de misión Hyuga-san, pero con gusto yo le asistiré en lo que necesite—se apresuró a decir Tobirama mirando el desconcierto en el rostro de la joven.

—¿De misión?—pregunto para ella misma—¿Se fue por el secuestró de los Anbu?—el Senju menor se sorprendió al saber que ella tenía el conocimiento de la misión que lideró su hermano, advirtiendo que no quería que Hinata se enterara antes de poder marcharse, dado que no quería arriesgarla.

—Se supone que usted no debería saberlo, pero... si, mi hermanó y el grupo de rescate ya partieron.

—En ese caso debo retirarme para darles alcance—hizo una reverencia y cuando estaba por salir, el albino la llamó.

—No le será posible alcanzarlos... ellos se fueron utilizando los portales que se hacen con el poder ocular de los Uchiha, nadie que no sean ellos puede hacer los portales—aclaró con firmeza, pues su hermano fue claro en cuanto a la seguridad de Hinata.

—No—la chica se llevó las manos al pecho con miedo—No debieron irse sin mi, yo debo rescatar a Neji—se negaba a llorar, pero se sintió frustrada.

—Ellos lo traerán de regreso, el grupo estaba compuesto de los mejores, incluso Kiba-san y Akamaru fueron con ellos para rastrearlos—trató de consolarla, pero fue peor.

—Ustedes no entienden, cuando los captores descubran que Neji tiene el sello maldito, sabrán que no pueden obtener los secretos del Byakugan y lo asesinaran—Tobirama se puso de pie asombrado por la información—No es casualidad que solo los capturaran a ellos dos, pero mi primo siempre usa las bandas en la frente impidiendo que las personas vean el sello, mismo que le implantaron por mí—lo último lo dijo en voz baja, la cual, el Senju apenas logró escuchar.

—Es muy delicado lo que me dice, pero el resultado será el mismo aunque usted no este con ellos,  confíe en mi hermano, él lo encontrará—afirmó el varón.

—Yo confió absolutamente en él, pero sólo nuestros ojos son capaces de encontrarlo, donde ni siquiera el olfato mas poderoso puede hacerlo—como los acontecimientos sucedieron tan rápido, nadie se detuvo a pensar en los pequeños detalles, como los mencionados por la Hyuga, sin embargo, lo mejor era que esperara el regreso del grupo, porque su hermano no regresaría sin los jóvenes y ahora que estaba enamorado de Hinata haría hasta lo imposible por encontrar a Neji.

—Lamentó mucho todo esto, pero como ya le dije, todos partieron y lo único que se puede hacer es tener fe en el grupo—la ojiperla entendió que no podía lograr nada por las buenas. El hermano de Hashi no la animaría a ir con ellos, así que muy en contra de sus principios, tuvo que engañar. La vida de su primo valía cualquier acto deshonesto.

—Tiene usted razón y me disculpo por mi intransigencia, creo que fue producto del miedo, pero ahora estoy mas tranquila—el albino arqueo una ceja por el cambio de actitud. La joven hasta acariciaba al lobo a su lado y le sonreía—¡Bien...! Ahora debo retirarme, hasta luego Senju-sama—Tobirama le regreso el saludo—Antes que lo olvide, debo darle aviso a mi clan acerca del secuestro de Neji, como también la ubicación de lo sucedido, pues como ya saben, mi padre ha estado viajando a diferentes lugares debido a los constantes atentados contra nuestros miembros y lleva un registro de los lugares que no son aliados—lo dijo con tal convicción, que el Senju pareció creer en el relato, pues en gran parte era cierto, lo que no sabía, era lo que pensaba hacer con esa información. Con la ubicación podía buscar ayuda para ir hasta allá, antes que algo más grabe ocurriera con Neji.

—Con gusto yo mismo se lo haré saber a su padre, ya que es el protocolo en estos casos—mintió, pero no cayó en la trampa de la chica, aunque debía admitir, que por poco lo logra.

Hinata estuvo a punto de gritar por la frustración que le estaba causando no poder correr hacia el rescate, pero tampoco podía faltarle al respeto al hermano del Hokage y cuando estaba por salir derrotada, entró Shisui con dos Anbus. Ellos regresaban de una misión. Por lo general, todos los Anbus sabían el lugar dónde iban sus compañeros, así que el azabache era el paquete completo.

—Con permiso—la ojiperla les hizo una reverencia a todos y salió de la oficina para esperar a que el Uchiha saliera.

Espero durante unos minutos y de pronto los tres jóvenes salieron.

—¡Uchiha-san!—Shisui se giró para verla un poco extrañado, pues no se habían dirigido la palabra durante los meses en los que ella estaba viviendo dentro del distrito Uchiha—¿Podría hablar con usted?—no le importaba si debía rogarle, usaría lo que fuera necesario para obtener ayuda.

—Si, dígame—la curiosidad inundó al azabache.

—Supongo que ya sabe sobre el secuestró que sufrieron nuestros familiares ¿no es cierto?—el Uchiha asintió—En ese caso, quiero pedirle que me lleve al lugar donde ocurrió, ellos necesitan mi ayuda para encontrarlos, pero lamentablemente, yo no estaba en la aldea cuando se marcharon y Tobirama-san me dijo que sólo un Uchiha puede abrir los portales para llegar con rapidez hasta el equipo de rescate—lo aseguro con convicción, de manera que el varón lo creyó, mas no estaba seguro si debía acceder a su pedido.

—Yo no poseo el poder de abrir los portales, tendría que realizar algunos sellos que nos permiten abrirlos en caso de emergencia—aclaró antes de continuar—Por otro lado, no creo que usted esté autorizada para ir... Mi tío no dejo ni un recado donde me lo ordenará—el joven no quería tener nada que ver con la esposa de su tío debido a los problemas en los que se podía meter.

—No tuvo tiempo de informar, todo sucedió de muy rápido, pero le aseguro que con mi ayuda y la de Kuro, los rescataremos antes que atenten contra sus vidas.

—Lo siento, pero no lo haré... Esto me parece muy extraño y no quiero meterme en problemas, no olvide que usted y yo no trabajamos juntos—soltó el moreno recordando lo que ella misma ordenó.

—Por favor, yo necesito ir en busca de Neji, si no llego le darán muerte cuando se enteren que sus ojos no les sirven debido al sello—la joven Hyuga ya se había puesto sentimental y las lágrimas amenazaban con salir—Usted sólo debe acercarme a ellos, yo no diré que fue usted quien me llevó... hágalo también por su primo.

Shisui se sintió incómodo al verla llorando tan desesperada, pero sabía que no debía acceder a su pedido, puesto que Tobirama tampoco dijo nada cuando se miraron minutos atrás.

—Mi respuesta sigue siendo no—la chica paso de la tristeza a la furia, entonces no le dejaban otra salida.

—Esta será la primera y la última vez que yo ejerceré mis derechos como la esposa del líder Uchiha... Usted me llevará a donde fue el grupo de rescate y tiene dos horas para prepararse dentro del tiempo pactado... lo esperaré en las puertas de la aldea y le advierto que de no obedecer, estaría ofendiendo a su superior—Shisui se quedó con la boca abierta, sin poder argumentar debido a que ella se marchó, dejándolo con la palabra en la boca. Sabía que debía obedecerla, de lo contrario, estaría en serios problemas con las leyes del clan, pero su instinto le decía que no debía hacerlo. Sin otra alternativa, se dirigió a su hogar para darse un baño y preparar todo, como también despedirse de su esposa e hijo.

...

Hiashi se llevó las manos a la cabeza debido a la información que le dio Hinata, como también por lo que pensaba hacer.

—Sabes que es muy peligroso lo que sugieres ¿verdad?—le pregunto a su primogénita, respaldado por Hanabi.

—Lo se, pero también se, que no hay otra alternativa—Hiashi se resistía a dejarla partir, pero sabía que solo ella, Hanabi y él mismo, podían localizar a su sobrino, ademas, Hinata era muy capaz de realizar misiones de alto riesgo, sin embargo, no podía evitar sentirse aprensivo con ella.

—Esta bien, tienes toda mi aprobación—la ojiperla sonrió y le dio un abrazo de despedida a su padre, luego a su hermana, la cual no había dejado de llorar, en parte por Neji y en otra parte por su hermana. Antes de salir, la mayor le contó a Hanabi sobre su decisión de abandonar el distrito Uchiha. Le dijo que a su regreso vivirían juntas y que si demoraban en la misión, mandara a traer sus pertenencias, para no tener que regresar a ese sitio, más que para despedirse de quienes la apreciaban, ofreciendo que la podían visitar cuándo quisieran.

...

Llegó a las puertas de la aldea con todo lo necesario. Su espada, los kunais, Kuro, Tobi y dos capas para proteger del frío. También colocó las máscaras, que usaban cuando peleaban contra el enemigo. Lo mas probable, era que a Neji le hubieran quitado la que le entregaron los Anbu, así que llevo las suyas... como en los viejos tiempos. No las habían usado desde la ultima batalla que tuvieron, la cual fue antes de casarse y ahora ella la usaría en honor al mismo chico que se la regaló... Neji Hyuga.

—Estoy aquí—anunció Shisui, todavía molesto por lo que esa Hyuga lo estaba obligado hacer. Abrió el primer portal, el cual los acercaría hasta el grupo.

—Se que nosotros no nos agradamos, pero le doy mi palabra. Nadie sabrá que fue usted quien me llevó... Le aseguro que de haber tenido otra alternativa, nunca lo hubiera molestado, en verdad lo siento mucho—el Uchiha la miró sin decir nada—En cuanto regresé me marcharé del distrito Uchiha y ya no tendrán que verme más, esta es la última molestia que le causaré—Shisui se sintió extraño con lo dicho por la ojiperla. Ahora comprendía a su hermano cuando hablaba de ella, diciendo que tenía un gran corazón y que su único error fue enamorarse de Madara cayendo en medio del odio Uchiha.

En minutos salieron del portal, siendo recibidos por el clima helado, lo cual fascinó a Kuro.

—Aquí es donde debían realizar la misión los Anbus—declaró el azabache. Hinata activó el Byakugan y visualizó a los shinobis de Konoha. Estaban lejos, pero podía darles alcance.

—Esta bien Uchiha-san, de aquí puedo continuar sola... Le agradezco mucho por esto y de nuevo me disculpo por forzarlo, pero de verdad, usted fue mi última esperanza—el joven asintió—Ahora regresé con bien a Konoha y no lo comenté, así nadie lo sabrá—Shisui no estaba seguro de dejarla sola, pero cuando trató de argumentar, ella de nuevo le ordenó regresar. Sin otra opción, entró en el portal y regresó, dejando a Hinata con los dos animales en medio de las montañas nevadas.

Observó con el Byakugan y pudo ver al grupo de los rescatistas al lado norte de la montaña, también comprobó que un gran número de ninjas se acercaban. Tenían poco tiempo para encontrar a sus compañeros, antes que llegaran y tuvieran que luchar contra ellos. Desesperada, buscó en otras direcciones y finalmente lo encontró.

Su primo se hallaba encadenado con cadenas que le quitaban el chakra. Sus compañeros estaban lejos de ella y los enemigos se aproximaban hacia ellos. Se apresuró a tomar una decisión. En la cueva solo había cuatro guardias, ya que en ese momento Neji no era peligroso y la entrada al lugar estaba muy escondida y tuvo suerte de encontrarla, ni siquiera Kuro la hubiese ubicado y agradeció tener el Byakugan.

—Necesitaré de ustedes—les dijo a sus amigos. Tobi permaneció bajo su capa y Kuro le lamió el rostro en señal de afirmación. Lentamente Kuro cavó entre la nieve encontrando la entrada. Una vez adentro, Hinata solo tuvo que reducir a uno de los cuatro tipos, pues Kuro les dio muerte a los restantes ayudado por Tobi.

—Neji-nii-san—la chica corrió hacia el exhausto Hyuga, tenía moretones y un pinchazo tras el cuello, posiblemente fue el lugar donde les pusieron algún tipo de sedante para poder vencerlos. Estaba por sacar la espada para romper las cadenas, pero Kuro se puso muy inquieto—¿Que pasa bonito?—Tobi se paró en una mesa donde había herramientas de tortura y ahí mismo estaban las llaves de las cadenas—Nii-san reacciona por favor—la Hyuga sacó unas píldoras de chakra que usaban en el clan Hyuga cuando aún no pertenecían a Konoha. Estás daban un poco de chakra a quienes las ingerían, impidiendo que murieran. Se recomendaba solo usar una, pero la ojiperla le dio dos, debido a lo agotado que se hallaba el castaño.

—H-Hinata-sama—ella asintió y lo abrazó feliz de saberlo vivo—Hinata-sama ¿que hace aquí? Este lugar es muy peligroso para usted—Neji recuperó la consciencia muy rápido al verla allí. Ella nunca debió ir a ese sitio, si los científicos que lo evaluaron a él, la aprisionaban, le quitarían los ojos sin dudarlo.

—No dejaría que murieras, sólo hice lo mismo que tú hubieras hecho por mí—declaró ayudándole a ponerse de pie luego de cerrar un poco una herida en el hombro del castaño—Ahora debemos salir de aquí... se aproxima un gran grupo enemigo—Kuro logró sostener al muchacho, debido a su gran fuerza y tamaño. Los dos primos salieron de la cueva con los animales y se dirigieron hacia el grupo de rescate—Encuenta a Obito-san—le ordenó a Tobi y esté se fue volando, acatando la orden. Debía avisarles sobre el grupo enemigo y estando juntos, tenían más probabilidades de lograr salir todos con vida.


[...]

Madara veía como Hashirama se esforzaba para buscar a los dos jóvenes. En ningún momento hizo diferencia entre un clan y el otro, a pesar de querer quedarse con Hinata.

Lograron capturar a uno de los sujetos que custodiaban el sitio y por medio de la información que soltó, pudieron saber en donde dejaron los cuerpos sin vida de los Anbu.

También les informo la cantidad de sujetos que custodiaban el escondite y los sobrepasaron en números, lo cual no era problema, pero antes de dar batalla debían encontrar a los jóvenes y el perro sólo logró dar con ese tipo. La forma en que Hashirama los animaba a continuar, era de mucha ayuda para los chicos. Recordó la confesión que le hizo con respecto a su esposa y como aún sabiendo sus intenciones, se aprovechó de ella haciéndola suya prácticamente por la fuerza. Pensar en eso, casi logró que se sintiera culpable... casi, pues aún sabiendo que no la merecía y que lo mejor para ella era Hashirama, no estaba dispuesto a dejarla ir.

Avanzaron y de pronto encontraron un montículo de rocas cubiertas de nieve. El perro señalaba que había algo, también Kiba lo afirmaba y fue entonces que Itachi activó el Sharingan, logrando ver una entrada.

—Es por aquí—les grito a todos para que lo siguieran. El clima no les daba tregua, pues por momentos nevaba y hacia mucho frío. Cuando lograron entrar, se sorprendieron al ver las cuevas que estaban dentro de la montaña y que desde afuera no se veían.

La mitad de ellos se quedó afuera para vigilar y los otros, entre ellos los Uchiha, entraron en busca de Sasuke. Itachi no tenía piedad y le daba muerte a quienes se fueran interponiendo en su camino—¡Sasuke, Sasuke!—lo llamó tratando de encontrar su ubicación, pues el lugar era un enredó, de muchas paredes y laberintos.

—Este sitió no es seguro... esta por colapsar debido al peso del hielo sobre la montaña—les informo Hashirama, al mismo tiempo que colocaba muros de madera para que no quedaran sepultados en caso de un derrumbe.

—¿Que clase de enfermo construiría todas estas cuevas en un lugar como este? Estamos sobre el gran rio que corre adentro de la montaña y sale hasta afuera, con un embravecido caudal de aguas frías y trozos de hielo—añadió Obito.

—Esta detrás de esas paredes, puedo sentir su chakra—todos siguieron a Izuna y después de reducir a los tipos que estaban cuidando la puerta, encontraron a Sasuke dentro de un improvisado laboratorio. El joven estaba inconsciente y lo tenían encadenado con cadenas que absorben el chakra, también le tenían los ojos vendados. Itachi corrió hacia su hermano y comprobó que aún estaba vivo. Le retiraron las cadenas y las vendas para sacarlo de ahí.

—¿Y donde esta Neji?—preguntó Tenten, quien junto al Hokage revisaban el lugar y no encontraron señales del Hyuga.

—¿Que?—Itachi preguntó al escuchar un murmullo proveniente de su hermano—¿Tu sabes a donde se lo llevaron?

—Nos separaron, a él se lo llevaron a otro laberinto, debemos encontrarlo, ellos lo asesinaran—atinó a decir, por la poca fuerza que tenía luego de permanecer con las cadenas.

—¿Que haremos ahora? Akamaru no rastreó otro lugar, sólo nos trajo aquí—cuestionó Naruto cuando salieron todos y sólo trajeron a Sasuke.

—No podemos irnos sin él—afirmó Hashirama. No podían dejar un compañero atrás y a eso le sumaba quien era ese compañero—Busquemos más—les ordenó.

Mas tipos llegaron y se pusieron a luchar contra ellos, no obstante, la preocupación de todos, o de la mayoría de ellos, era la ubicación de Neji. Itachi dejó a Sasuke por un momento con Yugao, para ayudar con la búsqueda. Su hermano poco a poco, iba sintiéndose mejor.

Obito, Anko y Shikamaru, peleaban con más bandidos, cuando un gran cuervo voló sobre ellos. el Uchiha se deshizo de los enemigos para sostener al ave.

—¡Tobi! Llévame con ella—la única razón por la que Tobi estaba en ese sitio era Hinata, el cuervo no dudo y voló en dirección a donde se hallaban los Hyugas. Como a una milla de distancia, el grupo visualizó a dos jóvenes vestidos con capas negras como también a un lobo del mismo color, contrastando con el paisaje en su mayoría blanco.

—¡Hinata!—la nombró Obito, ganando la atención del grupo. Hashirama sintió como la sensación de pánico lo inundó por completo. Madara también sintió algo muy parecido a lo sentido por su mejor amigo. Ella no debería estar ahí, algo no había salido bien.

—De prisa, trae a Neji-san con ella—gritó Naruto, quien no dudó en correr hacia ellos para ayudar.

—Hina-chan ¿como llegaste hasta aquí?—cuestiono Hashirama, quien no dudó en correr tras Naruto. La ojiperla lo miró con un dejé de decepción por no permitir que ella también se uniera al grupo. Pero esa mirada se disipó de inmediato, cuando logró encarar a Madara, trayendo los recuerdos de lo sucedido entre ambos.

—¿Quien te trajo?—cuestionó Madara tratando de acercarse. La joven prácticamente tembló con el acercamiento. Pensó que no le importaría estar cerca de su esposo, pero no fue así.

—E-eso no importa, lo realmente importante es que encontré a Neji—les dijo a ambos, enfocando a Sasuke. Neji ya se estaba recuperado por las píldoras de chakra, mientras que el hijo menor de Mikoto-san, aún se veía débil. Camino hacia él, sin querer enfocar a Madara y al llegar le dio un saludo a los hermanos—Tomé esto Uchiha-san, son píldoras con un poco de chakra, las preparamos en nuestro clan para estas situaciones, ya le di dos a Neji-nii-san.

Sasuke ni siquiera lo puso en duda y simplemente abrió la boca para que ella se las diera. En segundos, el azabache se comenzó a sentir mejor, al igual que le sucedió a su primo. No estaban recuperados del todo, ya que las píldoras sólo contenían una pequeña cantidad de chakra, pero era suficiente para ellos, que no estuvieron detenidos por mucho tiempo.

—Gracias—le dijeron los dos hermanos y se apresuraron a unirse al grupo.

Hashirama necesitaba aclarar las cosas con Hinata, una de ellas, que no abandonarían a Neji y la otra, que ella no tenía permiso de abandonar la aldea. No obstante, su mayor interés era mantenerla a salvo.

—Hinata—el castaño se colocó en seguida de ella y la tomó del brazo ante la penetrante mirada de Madara. Ella se estremeció al sentir el toque y la culpa la golpeó ¿Que se suponía que debía hacer después de lo sucedido con su esposo? ¿Hashi la perdonaría? Sin querer enfrentarlo, activo el Byakugan y comprobó la cercanía del enemigo.

—Hashi-san, hablaremos después, ahora debemos darnos prisa para salir de aquí, porque se aproxima un numeroso  grupo de guerreros, con con poderosos chakras—le anunció y todos se pusieron en alerta.

—Abran los portales—ordenó Madara comprobando que su esposa tenía razón. Algo en su interior le indicaba que había peligro.

Los Uchihas se prepararon siguiendo la orden de Madara—Vamos Hinata, vengan conmigo—la llamo Obito, refiriéndose a los animales y al grupo que se unió a los primos.

Kiba, Akamaru y Tenten permanecieron con los primos Hyuga y también ellos usarían el portal de Obito, no obstante, el único que logró atravesar fue Tobi, ya que una explosión los lanzó a todos lejos, cayendo dispersos entre el blanco, rocoso e inestable suelo.

—Prepárense para la batalla—gritó Hashirama, a quienes lo pudieron escuchar, ya que la mayoría del grupo cayó en diferentes lugares. Lo que mas le preocupaba, era el bienestar de su ángel y ahora, no tenía cómo protegerla.

Kuro, Neji, Tenten, Kiba y Akamaru, fueron lanzados a unos pasos del precipicio. Abajo estaba el enorme río con la corriente muy rápida. Caer en él, significaba una muerte casi segura.

Hinata, Anko, Obito Naruto y Shikamaru, fueron lanzados al mismo lugar donde encontraron a Sasuke. Debido a la explosión y a la inestabilidad de las cuevas, el suelo comenzó a colapsar. Aún desubicados, pudieron escapar a tiempo, para no ser tragados, entre los escombros.

—Eso estuvo cerca—les dijo Naruto, tratando de no dar pasos en falso, debido a la poca visibilidad.

—¡Hinata!—Madara llegó hasta la Hyuga y trató de ayudarla a mantenerse en pie—Quédate a mi lado y yo me encargare de que no te pase nada—estiró la mano con la intención de sostenerla, pero la joven retrocedió a donde colapsó el terreno.

—Aléjese de mí—le dijo con la voz llena de miedo por la cercanía entre ambos—prefiero morir antes que depender de usted.

—Sólo trató de mantenerte a salvo fue un error que vinieras, nosotros nos podíamos encargar del rescate—replicó frustrado por la terquedad de su mujer. No le iba ser posible concentrarse en la batalla estando ella en peligro.

—¿De verdad? ¿Cree que le dejaría a alguien como usted el rescate de un devilucho Hyuga? No sea hipócrita, se perfectamente el despreció que siente por nosotros, será mejor que se dedique a proteger a los poderosos Uchiha, ya que yo, aunque soy una Hyuga, puedo cuidarme por mi misma—la mayoría de los shinobis de Konoha escuchó la discusión y nadie se atrevió a decir nada. Para los familiares de Madara, eso era el principio del fin, dado que ahora la Hyuga también demostraba temerle y como bien dijo... prefería morir antes que depender de él.

...

Yugao y Hashirama, ayudaron a los jóvenes que cayeron a la orilla del acantilado. Kuro saltó con rapidez en busca de Hinata para estar a su lado. No presto atención a nadie que no fuera ella. Neji se quedó un poco mareado y el Hokage le ayudó a sostenerse durante unos segundos en los cuales, no dejó de ver hacia donde estaba su ojiperla, aunque cada vez era mas difícil, debido a la distancia entre ambos.

Ya recuperada de la caída, Tenten deslizó los pergaminos donde aparecieron diferentes tipos de armas y en segundos ya se había enfrascado en una pelea con un sujeto musculoso de cabello rubio.

Lejos de ellos, Naruto e Izuna, luchaban con dos tipos vestidos de samurais, los cuáles les duplicaban en tamaño y al parecer también en fuerza.

—No dejaré que te lleves a nuestro prisionero—le aseguro un sujeto de cabello blanco a Itachi, quien se había posicionado frente a su hermano, para evitar que sufriera daño durante la explosión.

Itachi se percató del poderoso chakra del tipo, como también de su acompañante. La oscuridad del sitio, no lo dejó ver los rasgos del ninja, pero sus ojos se veían claros y a juzgar por cómo se comportaban, seguramente eran los líderes.

—¡Bastardo!—le gritó Sasuke lanzándose hacia él con el chidori.

Obito Anko y Shikamaru, luchaban con los muchos guerreros vestidos de la misma manera, como si fueran clones de uno de los sujetos mas fuertes, pronto Hinata, Kuro y Neji, se unieron a ellos, para tratar de contenerlos.

—Buscaré al original—afirmó Kiba, el cual corrió tras de ellos con Akamaru a su lado.

—¿Te sientes bien nii-san?—le pregunto la morena a su primo, cuando ambos quedaron rodeados. Neji sonrió de manera cómplice y fue en ese momento, en que la chica sacó las máscaras, las cuales usaban al pelear juntos—Sabía que la necesitarías.

—Quédese junto a mi y quizás olvide la reprimenda que le debo dar por arriesgar su vida viniendo por mí—la ojiperla asintió y le dio un beso en la mejilla antes de colocarse la máscara—Entonces vamos... como en los viejos tiempos—Neji también se colocó la máscara, igual a la de su prima y pronto comenzaron a luchar juntos.

Cada uno de ellos se enfrascaron en sus respectivas batallas, logrando controlar rápidamente la situación. Sólo quedaban unos pocos enemigos gracias a Kiba, quien logró encontrar al sujeto original, que creaba los clones.

Quienes todavía luchaban un poco lejos de ellos, eran Madara, Hashirama, Itachi y Sasuke, pero todo parecía haber quedado bajo control.

—Revisaré que todo este en orden—les dijo Obito a quienes ya se sacudían luego del enfrentamiento.

—Espere aquí Hinata-sama, ayudaré a Naruto con los prisioneros que llevaremos a Konoha.

—Esta bien, yo revisaré las patas de Kuro—el lobo había sufrido una pequeña cortadura en una de las patas. Tenten recopilaba la información obtenida en grandes pergaminos, ayudada por Yugao y los otros revisaban el mejor lugar para hacer los portales.

La ojiperla se distrajo cerrando la herida de Kuro, cuando fue llamada por Shikamaru.

—Ten cuidado Hinata-chan, se acercan unos tipos hacia ti—también el Nara, dominaba a tres sujetos que de pronto salieron de la nada y lo atacaron.

Hinata se puso de pie, habiendo terminado y se dispuso a usar su espada, pero cuando estaba por desenfundar, Kuro se fue contra ella y mordió la funda, impidiendo que pudiera sacarla—¿Que pasa?—le cuestionó en el momento en que Kuro logró quitarle la funda de la espalda—¿Porque no quieres que la use?—el lobo le puso las patas delanteras a la funda, dejándole claro que no la usara—Esta bien, no la usaré—por estar mirando a Kuro, no se dio cuenta lo cerca que estaban los enemigos.

—HINATA-SAMA—el grito de Neji llamó la atención de todos. Un tipo se aproximaba hacia Hinata y Kuro con una gran espada. La ojiperla instintivamente, logró tomar la funda con la espada dentro intentando repeler el ataque y en ese momento se desató el desastre.

El aterrador aullido del lobo, junto a la luz brillante y el suelo hundiéndose, fue lo que lograron apreciar los shinobis. Enormes trozos de hielo, cayeron por el mismo lugar donde el suelo desapareció a Hinata y el sujeto que la atacó.

Hashirama y Madara corrieron lo mas rápido que pudieron, pero al igual que Neji, también fueron lanzados por el segador rayo.

A una increíble velocidad, Kuro desgarró los cuellos de los tres intrusos restantes. Con los colmillos goteando sangre, se paró derecho y soltó un aullido antes de lanzarse por el acantilado. Los presentes podían asegurar, que recordarían ese grito de dolor por el resto de sus vidas.

—¿Donde esta ella?—gritó Hashirama desesperado al ver el extraño comportamiento del animal, el cual prácticamente se suicido. Tenía miedo escuchar la respuesta, aunque la intuía—¿Donde esta mi ángel?—preguntaba casi llorando al no sentir su chakra.

Neji con el Byakugan se fue corriendo hacia la orilla del acantilado y también al sitio del derrumbe, pero no logró encontrar rastro de ella. No obstante, todos sabían del vínculo entre Hinata y Kuro. El animal literalmente se lanzó a las congeladas aguas del río sin pensarlo, como si ya no tuviera motivos para vivir.

—Esto se está derrumbando... DEBEMOS SALIR DE AQUÍ RÁPIDO—les grito Izuna cuando la montaña comenzó a hundirse y la nieve que aún estaba acumulada, se desprendió formando una mortal avalancha.

—Yo me quedó, no regresaré sin ella—aseguró Neji sin importarle morir, después de todo, su vida había dejado de tener sentido.

—Te prometo que también la buscaré, pero ahora debemos salir de aquí—le dijo Obito, al mismo tiempo que buscó ayuda con el Hokage, no obstante, Hashirama mantenía la mirada perdida y no parecía escuchar las discusiones de nadie.

—Si mueres ¿de que serviría el esfuerzo de Hina-chan?—cuestionó Tenten, pero Neji no ponía atención, hasta que entre Naruto, Tenten y Obito, lograron meterlo dentro del portal.

—¡Madara...! Salgamos de aquí—lo llamó Izuna abriendo el portal antes de quedar sepultados. El líder Uchiha se marchó solo, sin decir nada, mientras que Shikamaru Itachi y Sasuke, se llevaban al Hokage junto a los miembros restantes.



[...]


Hiashi y Hanabi salían de una reunión con los miembros del consejo. No hablaron de nada muy importante, sólo habían hablado sobre las próximas ocupaciones de Hanabi, cuando fuera nombrada líder del clan. También se habló del secuestró de Neji, pero ellos no tenían idea que Hinata había ido en busca suya, después de todo, la mayoría de los ancianos la creían incompetente. Resultó mejor que no opinaran.

Cuando pasaban por la sala, ambos miraron como una de las fotografías de Hinata caía al piso rompiendo el cristal. La chica se llevó la mano al pecho, sintiendo que algo malo estaba por suceder. Hiashi, aunque no mostró ninguna reacción, también sintió algo oprimiéndole el corazón.

—Hiashi-sama—ambos giraron en dirección a Ko—acaba de llegar el cuervo de Hinata-sama, pero ella no viene con él—padre e hija no tuvieron dudas cuando miraron el ave siendo sostenida por Ko... algo malo le había sucedido a Hinata.

—Algo no está bien padre, tengo un mal presentimiento—la castaña ya tenía el rostro bañado en lágrimas. El patriarca la abrazó para tratar de calmarla.

—Tranquila, no podemos especular hasta no tener noticias de ella—lo mejor era buscar información—Ahora mismo vamos a la oficina del Hokage, quizás sepan algo—Hanabi sostuvo a Tobi y lo abrazo contra su pecho, mientras su padre y Ko salían en dirección a la torré del Hokage.

[...]

Apenas aclaró en el sitio del derrumbe, aparecieron los shinobis de la hoja. Se habían tenido que mantener lejos debido a la avalancha y ninguno de ellos pudo dormir. Lamentablemente debido a la nieve, no les fue fácil buscar rastros de Hinata.

Hashirama perdido en el dolor, movía los escombros de un lugar a otro usando su jutsu. Madara derretía los lugares que se congelaron, tratando de encontrar alguna señal de su chakra.

Kiba y Akamaru también ayudaban, pero el semblante de Neji, les indicaba que ella ya no estaba.

—Ella nunca debió venir, todo fue mi culpa—Tenten se acercó llorando al escuchar a Neji.

—Tu mejor que nadie la conoce y sabes que no se hubiera quedado tranquila sabiéndote en peligro—le aclaro Shikamaru.

—Desde que tengo uso de razón, mi obligación fue mantenerla a salvo, en un principio por obligación, después por voluntad propia. Se suponía que yo debía protegerla y no al revés—el castaño se limpió una traicionera lagrima—mi vida sin ella dejara de tener sentido—las kunoichis no pudieron evitar llorar cundo lo escucharon hablar así de Hinata.

—Yo le fallé—Hashirama le palmeo el hombro al Hyuga—no la protegí como debía, se supone que soy quien vela por la seguridad de los aldeanos y le falle a mi ángel—el Senju, no sintió vergüenza al decir todo, pues se sentía como la peor persona del mundo por no haberla podido proteger.

—Esto no es culpa de ustedes dos, como tampoco de las circunstancias—todos miraron hacia Itachi—Hinata-san sufrió un atentado... alguien planeó asesinarla y esto lo demuestra—el azabache les mostró la espada de Hinata que encontró bajo los escombros. La funda de piel que la cubría, estaba quemada casi en su totalidad y en el metal, se podían ver los rastros de un sello. Quizás quienes no eran Uchiha, no sabían de que se trataba, pero ellos lo supieron de inmediato.

Itachi lo sospechó en el mismo momento en que sucedió, pero no podía decir nada, hasta no tener pruebas. Alguien del distrito Uchiha la quería muerta.

Continuara.

Me disculpo por la demora, pero me costo un poco acomodar este capítulo. También me disculpo por los errores de ortografía, que no miro, después los corregiré 🥰😁💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top