Izuku probó la salsa que estaba preparando, tenía pensado preparar Takoyaki. Solamente tuvo que ver que ingredientes había en la cocina para poder preparar algo que estuviera a la altura de Katsuki.

Ya tenía listas las bolas de masa con el relleno, lo único que faltaba era la salsa que estaría encima de las bolas de masa, desde pequeño había estado cerca de la cocina y aprendiendo de las cocineras algunos platillos y diversas guarniciones.

No era un maestro en la cocina, pero sabía defenderse bien.

Tenía que admitirlo, la salsa le había quedado muy bien, aunque estaba picosa le había gustado al sentirla en su paladar. Nemuri le había enseñado que una salsa no solamente debía picar, debían estar presentes aquellos sabores que hacían que uno, por más picosa que estuviera la salsa, los hiciera seguir comiendo, ignorando lo picosa que pudiera estar.

Una vez que estuvo seguro de que la salsa estaba lista, comenzó a emplatar y servir distintas guarniciones que él suponía, serían del agrado de Katsuki. 

Escuchó la puerta abrirse, por lo que supuso que había sido Chiyo la que había entrado. Y no se había equivocado cuando vio la cebolla que usaba la señora a un costado suyo.

Chiyo veía maravillada todo lo que el pecoso había preparado, ni ella había sido tan capaz de preparar varias cosas para una sola persona.

Estaba segura que a Katsuki le encantaría esa cena.

—Eres bueno en la cocina Izuku.

—Solo, tengo experiencia.

—Todo se ve muy apetitoso, te aseguro que le encantara.

—¿Usted cree? —su voz sonó esperanzada.

—Lo afirmo —le respondió con seguridad.

Izuku sonrió al escuchar el optimismo de Chiyo, ella que llevaba conociendo a Katsuki desde hace mucho tiempo le daba la seguridad de que el cenizo estaría satisfecho con lo que había preparado.

—Él está esperando en el comedor, puedes llevarle la cena y aprovechar para hablar con él sobre su don —lo animó mientras ponía las cosas en una bandeja de madera.

El pecoso asintió mientras tomaba la bandeja en sus manos y siguió a Chiyo hasta el comedor, estaba nervioso y no lo iba a negar, si no se equivocaba Chiyo ya se iría a su hogar y él se quedaría solo con Katsuki. Aunque no durmieran en la misma habitación mantenía el mismo nervio con el simple hecho de que estaría solo bajo el mismo techo con Katsuki.

—Aquí es —le informó mostrando una puerta.

—Gracias señora Chiyo.

—Ya me retiro Izuku, mi nieto me espera en casa y no quiero llegar tan tarde.

—No se preocupe señora Chiyo —le sonrió cálidamente.

—Avisale al señor Bakugou por favor, no quisiera interrumpir un momento como este —soltó una pequeña risa.

—Usted tranquila señora Chiyo, regrese con cuidado.

—Nos vemos mañana —le hizo una pequeña reverencia.

Izuku solo asintió con la cabeza, de no traer la bandeja también le hubiera hecho una reverencia. Cuando vio que Chiyo se había ido suspiró profundamente, otra vez el nervio lo estaba invadiendo.

Se dio fuerzas a sí mismo y avisó que iba a entrar antes de hacerlo, al momento de entrar vio que el cenizo estaba tomando una taza de té. Algo que se había percatado es que tenía en algunas habitaciones especificas los productos necesarios para hacer té.

Curioso si era sincero.

—Le traje su cena señor Bakugou.

—Oh vamos Deku, no soy tan viejo y pronto seremos marido y esposo, deberías empezar a llamarme por mi nombre.

—No podría —confesó nervioso.

—Estoy seguro que lo harás con el paso del tiempo, por lo que no te presionaré en ese detalle —la comisura de su boca se levantó un poco.

Izuku se acercó a paso nervioso y se arrodilló a un costado suyo, colocó la bandeja frente a Katsuki y se sentó sobre sus piernas ansioso de que probara lo que había preparado.

—¿Y tu cena?

—¿Mi cena?

—¿Pretendes que cene solo?

—Bueno, creí que solamente querría cenar usted solo.

—Tenemos mucho que trabajar Deku —tomó una porción de arroz con los palillos y la extendió frente al pecoso.

Izuku no supo que hacer y Katsuki estaba esperando a que el pecoso abriera la boca, acción que después de unos cuantos segundos ejecutó.

Katsuki metió con delicadeza el arroz a la boca de Izuku, el pecoso agradecía que no le puso picante al arroz también o en ese momento se hubiera enchilado.

El cenizo comenzó a comer el takoyaki y a su vez también le daba de comer a Izuku. El paladar de Katsuki estaba satisfecho, nunca antes había probado algo tan bueno en lo que llevaba de vida. 

Cada vez admiraba aún más la persona que era Izuku.

Izuku recordó el don de Katsuki y se atrevió a preguntar, aunque el nervio lo dominaba.

—Por cierto, ¿será mucha molestia saber cuál es su don?

—No es molestia, puedo crear explosiones con mis manos.

—¡¿De verdad?!

A Katsuki le sorprendió el ánimo con el que lo había preguntado, más no se quejó.

—El sudor que emanó produce nitroglicerina y eso hace que pueda crear las explosiones a voluntad propia. 

—¡Eso es increíble Kacchan! 

Izuku al decir eso se tapó rápidamente la boca nervioso, lo había echado a perder, no debió llamarlo así. Aquel apodo lo pensó para él pero jamás creyó que lo diría en voz alta.

Mientras que Katsuki se sintió tranquilo al escuchar ese apodo, no hubo ninguna molestia por aquel apodo, es más; quería que Deku lo siguiera llamando así.

—Puedes llamarme así, si gustas —mencionó llevando la última porción de comida a su boca.

—¿De verdad?

Katsuki solo asintió.

Izuku sonrió.

—Por cierto, mañana saldremos a la ciudad.

—¿Saldremos, iré con usted?

—Así es, necesito revisar unas cosas. Así aprovechas y exploras un poco la ciudad.

—Pero, no siento que sea correcto.

—Lo repetiré las veces que sean necesarias Deku —tomó sus manos —. Quiero que vayamos los dos juntos a la ciudad, me acompañarás como lo que eres; mi prometido.

El sonrojo invadió las mejillas pecosas de Izuku, su corazón saltaba y sentía que quería salir de su pecho para abrazar al del cenizo.

Solamente asintió, si Katsuki se lo pedía así, entonces no se quejaría.

—Esta bien Kacchan —sonrió.

Y Katsuki sonrió junto a él.

La próxima semana no habrá actualización debido a que estaré ocupada con algo de mi tesis, por lo que no tendré el capítulo listo.

Por lo que el siguiente capítulo será el 29 de noviembre.