𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐕
Después de que Katsuki se fuera a su trabajo, llegó un chico de cabello azul con lentes, el cual le dijo que venía por parte de Uraraka y que traía varias bolsas con kimonos y yukatas, Izuku se sorprendió al ver tantas bolsas junto a varias cajas pequeñas.
Iida, así se había presentado, le dijo que eran algunos zapatos, que eran cortesía por parte de Uraraka.
Con ayuda de Iida metió todas las bolsas y las llevó hasta su habitación, una vez todo estuvo descargado Iida se despidió con elegancia y se fue.
Habían cruzado algunas palabras e Izuku había quedado encantado con el chico, era muy educado aunque se alteraba con facilidad si algo no salía bien.
Abrió las bolsas para ver los kimonos y yukatas, ciertamente eran bonitos, nunca antes había tenido tanto para usar. Sus ojos se desviaron a un yukata plateado con un obi negro, le gustó mucho visualmente y pensó que como era suyo podía usarlo sin ningún problema.
Fue a ponérselo y le gustó como se veía.
Después guardaría todo lo demás, ahora tenía que enfocarse en su trabajo.
Se puso a limpiar un poco el pórtico y a hacer otros deberes con una escoba.
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Pensó nuevamente, ahora que los kimonos y yukatas estaban en el templo, la idea del baile llegó a su cabeza.
Izuku se mantenía sumido en sus pensamientos, no sabía si aceptar ir al baile con Katsuki. Lo poco que Chiyo le había contado fue suficiente para que sintiera un poco de empatía con él.
Katsuki nunca había asistido a un baile con pareja, debido a que sus prometidas y prometidos huían de él con la idea de que era alguien peligroso por su carácter y don.
Fueron esos mismos prometidos y prometidas que se encargaron de que Katsuki tuviera esas etiquetas con las que ahora la ciudad conocía y ubicaba a Katsuki.
No por lo que había logrado en su trabajo, las vidas que había salvado, nada de eso.
Simplemente por boca de sus antiguos compromisos.
Se sintió mal por Katsuki, él no era merecedor de todos esos rumores.
Por lo que se propuso algo a sí mismo, él se encargaría de eliminar todos esos rumores y mostrar cual era la realidad.
Miró la hora y se percató que faltaban al menos unas dos horas para que Katsuki llegara de su trabajo, por lo que se dispuso a ir al jardín para limpiarlo a profundidad mientras que Chiyo se encargaba de limpiar la sala.
Ambos se habían repartido las tareas del templo, Chiyo estaba agradecida de tener ayuda extra. Los anteriores prometidos y prometidas de Katsuki se alejaban por completo de cualquier deber o labor del templo, llegando a hacer gestos de asco cuando veían algo de tierra o polvo.
Por lo que al ver que Izuku se ofrecía a mantener el templo limpio, se ofrecía para cocinar, lavar la ropa y un sin fin de cosas más.
Era un experto amo de casa.
Una vez en el jardín fue a un pequeño cobertizo en donde tenían todas las herramientas que usaban para el jardín.
Tomó unas tijeras, otras tijeras para tallos y una pala pequeña. Solamente quitaría el exceso de tallo en algunos arboles y recortaría algunos arbustos, también vería si falto alguna planta muerta que se le haya podido pasar a Chiyo.
Después de tener todo se dispuso a trabajar, procuraría terminar a tiempo para poder tener lista la comida.
Mientras recortaba algunos tallos se puso a pensar en que prepararía de comer, claramente debía ser picante. Chiyo le había dicho que sería bueno si de ahora en adelante él se encargaba de las comidas de Katsuki.
Con pena aceptó, y ahora él le hacía el desayuno, comida y cena. Todos los días le preparaba un bento para que comiera en su trabajo. Katsuki se lo agradecía con sinceridad. Y todos los días le decía que la comida le había quedado rica.
Cuando terminó con el jardín limpio el sudor qué corría por su frente, si bien era agotador le gustaba. Siempre le habían encantado las plantas, tal vez porque su cabello y ojos eran verdes.
Limpió sus manos con un trapo y fue a revisar los árboles, en caso de que tuvieran algún hongo o algo por el estilo. Una vez que revisó que todo estuviera en orden, caminó de vuelta al templo.
Fuera de él vio a Chiyo quien lo esperaba pacientemente, al parecer ya había terminado con la sala.
—Te quedo muy bello el jardín Izuku.
—Gracias señora Chiyo —agradeció con una sonrisa en su rostro.
—Quería decirte que me retiraré más temprano, hoy llega mi nieto y quiero recibirlo.
—Esta bien señora Chiyo, puede irse tranquila, yo me encargare del resto.
—Muchas gracias Izuku, mañana vendré sin falta, no hagas demasiados esfuerzos.
—No se preocupe, solamente limpiaré el kiosko e iré a la cocina a reacomodar la despensa.
—Muy bien, por cierto, Katsuki llamó, dijo que llegaría más temprano y que traería a alguien.
—Oh bueno, gracias por avisarme.
—No hay de qué Izuku, nos vemos mañana.
Izuku la acompañó hasta la salida y rápidamente fue a preparar la cena, con eso de que Katsuki llegaría más temprano debía tener la cena a tiempo.
Por lo que decidió hacer katsudon, para él era sencillo prepararlo ya que era su comida favorita y cada que su familia se lo ordenaba él lo preparaba sin ningún problema, aunque se tenía que conformar con las sobras.
Eso sí alcanzaba.
Rato después ya tenía el katsudon listo y justo escuchó una voz desconocida.
Salió para ver quien era y pudo ver a Katsuki y un chico pelirrojo a su lado, este tenía dientes de tiburón y parecía emocionado.
De sorpresa ya lo tenía frente a él saludandolo.
—Un placer conocerte, soy Kirishima Eijiro, mejor amigo y mano derecha de Katsuki.
—Midoriya Izuku.
—Me alegra por fin conocer al chico que amansó a mi amigo.
—No soy un animal idiota.
—Pareces.
—Es un gusto conocerlo señor Kirishima.
—Oh vamos, solo dime Kirishima.
—Estará aquí un rato, estaremos trabajando en la oficina.
—Si gusta puedo llevarles la cena a la oficina, aún debo limpiar unas cosas.
—Ya te lo he dicho varias veces, no eres un criado.
—Pero me gusta ayudar Kacchan.
Katsuki simplemente negó ante la terquedad del pecoso. No podría ganarle.
—Les llevaré la cena —informó para entrar a la cocina después.
—Le pediste a algún chamán que te hiciera el favor —dijo Kirishima mientras veía a Katsuki.
—Cállate, vamos a trabajar.
Katsuki llevó a rastras a Kirishima hasta su oficina, pero en algo si tenía razón el tiburón.
Algo debió hacer bien para que Izuku llegara a su vida.
Hago esta nota para pedirles que dejen de comparar la historia con el anime "Mi feliz matrimonio", la historia no está inspirada en el anime, ni siquiera sabía que había un anime con este tipo de temática
Son varias las personas que dicen que la historia está inspirada en el anime cuando no es así, me desanima para seguir escribiendo, y tristemente me han llegado mensajes exigiendo que le dé créditos a la dibujante del manga del anime porque según robe la idea, nuevamente no es así
En historias anteriores siempre he aclarado si tienen referencia a alguna película o serie, y este no es el caso
Después de ver los comentarios de que según la historia está inspirada en el anime, decidí verlo, no la termine, y la única "referencia" es el trato de la familia, cosa que se puede ver en varias historias de cualquier tipo, ya sea novela o fanfic
No puedo decir demasiado porque eso revelaría la trama de la historia
Me apena mucho decir esto, pero sí esto sigue así me veré en la decisión de abandonar la historia, y no quisiera de verdad, pero como escritora me desilusiona que hagan este tipo de comparaciones
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