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El pelirrojo entró al bar, el cual se encontraba casi vacío, sino fuera por la persona a que atendía la barra y el mismo.

Cuando otra persona cruzo la puerta, levantó su cabeza de su celular y sonrió. El chico pelirrojo era Kirishima Eijiro, y la persona a la que estaba esperando, Himiko Toga.

—Hola, Himiko-san— le saludó, la chica rubia sonrió enseñando sus colmillos, sus mejillas estaban sonrojadas, pero Eijiro no le tomó importancia, ya que ese era un estado constante en la chica.

—¡Cuanto tiempo sin vernos, Eiji-chan!— saludó la chica, ambos se acercaron y se dieron un abrazo.

Himiko Toga también había cambiado en esos dos años. Su cabello rubio se lo había dejado crecer y le llegaba a su espalda baja y su cuerpo se había desarrollado aún mas.

—¿Como te ha ido?— le pregunto el chico mientras le invitaba a sentarse

—Oh, ya sabes...— le dijo —He estado por ahí.

Antes, ese tipo de respuestas le habían desconcentrado notables veces, pero ahora, ya se había acostumbrado a la extraña pero interesante personalidad de la chica.

—¿Y tú?— le preguntó ella —¿Te ha pasado algo interesante?

—Oh, no mucho...— dijo

—¿En serio?— se sorprendió Himiko —¡Pero si estudias en la UA! ¿Como no va a ser interesante?

—¡Ah, no, si pasó algo!— recordó el próximo héroe —¡Uno de mis compañeros despertó de un coma!

Himiko sonrió al oír esto, así que los rumores eran verdad, Bakugou Katsuki estaba de vuelta; tomó un sorbo de su bebida y sonrió mientras lo hacía, ya que Izuku no se quedaría callado esperando.

—Es una gran noticia, Eiji-chan— le dijo la chica mientras le sonreía, esta asistió

—Una lastima que no se pueda regresar al curso de héroes de nuevo— le contó el chico, Himiko asistió —¡Era muy talentoso!

—¿En serio?— dijo la rubia —¡Estoy segura que se hubiera convertido en un gran héroe!

Kirishima asistió, lo normal sería que ahora él le preguntara a ella sobre su vida, sin embargo, Kirishima sabía que lo haría en vano.

Toga era una chica muy reservada en lo referente a su vida personal. Ella sabía muchas cosas de Eijiro, pero este sabía con suerte su particularidad.

No conocía donde vivía ni sobre su familia; su edad no era algo seguro y su profesión o estudios no eran nada claros.

Hubieron momentos en los que Kirishima se sentía sospechoso por la cantidad de secretos que tenía Himiko, pero cuando veía a la chica que consideraba su amiga se le pasaba.

Además, cuando hablaba con él no parecía tener malas intenciones, así que, ¿Por que preocuparse sin ninguna pista?

Hablaron por unas cuantas horas más, hasta que la chica anunció que se debía ir. Se despidieron con la promesa de volverse a ver pronto, y cada uno se fue por su lado.

Himiko caminaba lentamente por la calle, cada paso que daba era más rápido que es anterior, parecía que tuviera prisa.

Se paró frente a una especie de casa en las afueras de la ciudad de Tokyo, esperando encontrar a la persona que esperaba, la cual, efectivamente, estaba ahí.

—¡Hola, Shigaraki-kun!— saludó la rubia al hombre de cabello blanco.

Shigaraki Tomura se veía lamentable, con su maestro muerto, se había quedado sin ninguna figura parental a la cual seguir.

Estaba sentado contra la pared de la habitación con su mirada baja, ni siquiera se movió al oír a Toga entrar.

Tomura había jurado vengarse de Izuku Midoriya por su maestro, pero no sabía exactamente cómo hacer eso.

—Shigaraki-kun, ¿Hay algo interesante que pueda hacer?— le preguntó la rubia mientras sacaba sus jeringas de su pequeño bolso

Hacia mucho tiempo que la liga de villanos eran sólo dos personas, Himiko Toga y Shigaraki Tomura. Kurogiri había desaparecido poco después del suicidio de Dabi, Tomura creía que había sido asesinado por Stain, el asesino de héroes, pero no tenía ninguna confirmación de este hecho.

—Ve a asesinar a alguien— le dijo Tomura sin levantar la vista —A mi me da igual

Himiko resopló

—¡Eres molesto, Shigaraki-kun!— le reclamó —Pero es una buena idea, jiji...

Toga se dirigió a un pequeño cuarto y se cambió por un traje menos llamativo, tomó un cuchillo y le sonrió al objeto.

—¡Nos vemos, Shigaraki-kun!— se despidió la chica sanguinaria mientras salía por la puerta

Tomura no le respondió. Debía hacer un plan para vengarse, pero... ¿Como? El no era muy bueno haciendo ese tipo de cosas, y dudaba seriamente que Himiko lo fuera.

Pensó en que estaría haciendo Izuku, posiblemente pensando en algún plan, o controlando a alguien, o quizás, mandando a Kaminari Denki...

En ese momento Shigaraki se incorporó

—Kami... na... ri— murmuró —Eso es...

Kaminari Denki era la persona encargada de reunir información, era gracias a él que Izuku se enteraba de las cosas que sucedían...

¿Que pasaría...

Si Kaminari Denki desapareciera?



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