El búho se acercó hasta él, poniéndose entre sus piernas y abriendo las un poco, mientras le sonreía con picardía debajo de las sábanas.

"—¿Qué dices? Un acceso especial."

Blitzo despertó al instante con el corazón acelerado debido al gran susto que se llevó en su sueño. Un Stolas desnudo que únicamente lo medio cubría una túnica de color vino, en medio de sus piernas en una posición bastante comprometedora mientras decía aquéllas palabras y una risita traviesa fue lo que le volvió loco y no de manera linda.

Fuertemente lanzó un pesado suspiró mezclado con alivio, al comprobar que sólo se trataba de un sueño. Pero que, sin embargo si estaba en la recámara del príncipe durmiendo con él a su lado. Aunque Stolas aún parecía plenamente dormido.

Las palabras del búho en sueño aún retumbaban en su mente, a causa de lo que se la pasaron hablando ayer.

Tenía entendido que la esposa de Stolas y él ahora dormían en recámaras diferentes debido a varios desacuerdos que la pareja ha pasado. Nada del otro mundo.

Blitzo con la idea de salir de la alcoba real del príncipe para ir a buscar algo que beber como un café cargado, pensó en usar su capa que tanto le ha tentado en tener sobre sus hombros para así sentirse importante, hay algo que no se lo permite.

La curiosidad. Aquella que siempre ha tentado la ser humano para bien o para mal.

Se había tomado la molestia de mirar de reojo al ave durmiendo a su lado, envuelto en delgadas sábanas -en esta ocasión-. Pero lo que le había despertado su insana curiosidad es que había un gran bulto en cierta zona de las sábanas, alzándose como montaña. No tenía que ser muy listo para darse cuenta que se trataba de una vergonzosa erección matutina.

"Que tonto." Pensó entre pequeñas risas, debería ser muy penoso que le dé una erección matutina a lado de alguien. Le parecía un acontecimiento de que burlarse.

Se quedó quieto cuando escuchó unos balbuceos por parte de Stolas, como si estuviera hablando entre sueños. Seguramente estaba soñando con e-

—Helena...

Aquello sin duda fue un golpe duro para su ego. ¿Cómo se atreve a mencionar el nombre de su esposa en esa situación? ¿Estaba soñando con ella y por eso tenía esa erección? ¡No y no! No podía permitirlo, Stolas sólo debía ponerse cachondo y tener sueños húmedos sobre él y nada más. Le parecía una total decepción mezclado con el sentimiento de frustración que estuviese soñando con alguien más de esa manera tan promiscua.

—Maldito, pero te voy a enseñar... — soltó con cierto rencor, verificando que Stolas aún estuviera profundamente dormido.

Tardó un par de segundos pensando en que podía hacer; hasta que se le ocurrió una "brillante" idea.

Descubrió a Stolas dejándolo tal y cómo dormía debajo de las sábanas. Y si, estaba desnudo con su polla erecta al aire causándole no sólo un pequeño sonrojo, si no también que quisiera tocarla y chuparla.

Sintió unos fuertes cosquilleos recorrer todo su cuerpo, similares a los escalofríos. Se sentía caliente. No dejaba de mirar con cierto deseo su pene, aunque no fuese la primera vez que lo veía, más si lo es en una mañana y con el dueño dormido.

Sin remordimiento alguno y reemplazando toda pena o vergüenza en él, intentando darse ánimo y valentía creyendo que se quería vengar, se puso encima del búho -ya desnudo- sobre su vientre. Con cuidado, sintió la palpitante polla de su amante detrás suyo rozando sus glúteos, extrañamente tenerla así sin llegar a penetrarlo le excitaba. El roce que había entre ambas pieles sensibles.

Es como una clase de juego, uno excitante.

Miró a Stolas desde su posición, aún seguía dormido. Blitzo sólo pensó en querer bajar esa molesta erección del búho. Así que sin más preámbulos, empinó su trasero y acomodó la punta del pene de Stolas en su entrada con cuidado.

Cada segundo le parecía tortuoso y lento, cada segundo también parecía disfrutarlo un poco. Porque la situación y el ambiente le ponían caliente. Era él quién lo estaba dominando ahora. Quién se le estaba montando y lo hacía para demostrar que él es mucho mejor que cualquier otra mujer.

Soltó un largo jadeó cuando fue bajando su trasero, cuando la polla del príncipe se fue adentrando en su interior dejándolo sin aire por unos segundos.

Su espalda se arqueó increíblemente y su cola se sacudió con fuerza ante las nuevas sensaciones. Blitzo sentía como lo rompían por dentro, como lo sentía tan caliente y grande. Cómo deseaba sentirse más húmedo, que de una vez se corriera.

Blitzo no tardó en seguir auto penetrandose mientras jadeaba como una perra sedienta. No evitó acariciar su pezón para sentir más placer mientras que con su mano libre la tenía sobre el abdomen del durmiente príncipe para darse así mismo ritmo, mientras que Stolas hacía gestos de placer entre sueños. Era obvio que lo disfrutaba.

O eso creyó.

—¿B-Blitzy?, —pronunció mientras despertaba. Se dio cuenta entonces en la situación en la que está.—¿Acaso estoy soñando?

Debía ser el paraíso.

—C-Cállate idiota. — le regaño, se detuvo entonces para poder hablar mejor. Sujetándose ahora de los hombros del búho.-¿Cómo te atreves a soñar con alguien más?

—¿Qué? ¿De que hablas?—dijo totalmente confundido. Ya se por si encontrarse con el imp encima suyo era demasiado para él, sin mencionar lo caliente que se siente ahora.

—Tu eres mío. Sólo puedes tener sueños húmedos conmigo, sólo yo puedo, ahh-— se interrumpió así mismo con un gemido cuando volvió a las embestidas.

Blitzo no podía más, al menos no sólo. Era demasiado para un pequeño imp. Stolas analizó y comprendió la situación, por lo que cambiando de posiciones, lo puso debajo suyo mientras enrolla las piernas del imp en su cintura para así continuar con las fuertes penetraciones.

—Es tan lindo que te pongas así. Déjame ayudarte a venirte. Venirte para mí pequeño. — le acarició sus mejillas con su garra libre, para después seguir moviéndose.

—S-Stolas...—balbuceó perdido en el placer. Arqueandose de vez en cuando en los momentos que Stolas golpeaba fuerte su punto sensible de placer.

—Tu me perteneces. Y con él único que me excito, es contigo.

Blitzo sonrió ante la confesión del mayor, así que rodeándolo del cuello lo atrajo hacia él para unir sus "labios", dejando bastante sorprendido a Stolas quién se había sonrojado. Se había enamorado de un imp celoso pero tan atractivo con el que desearía seguir follando hasta hartarse.

—Eres lindo cuando me celas.

Blitzo no respondió a eso pues estaba pasando por su propio orgasmo haciéndole imposible responderle con coherencia, apretando internamente su pene en su interior maravillado a Stolas que dentro de poco le siguió.

Blitzo en ningún momento dejó de abrazarlo.

Palabras: 1,135
Fecha de publicación: miercoles 24 de junio del 2020
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: Helluva Boss
Nota del escritor;

Por si las dudas; Stolas estaba soñando que tenía sexo con Blitzo pero que su esposa (a la que llamo Helena) los descubría y por eso entre sueños repitió su nombre.

Bueno esto es todo por hoy; nos vemos mañana.