♠ Día XXIII: "Jugando Twister"
Blitzo por lo general siempre pone su trabajo encima de la diversión, especialmente si no es su familia con la que se puede divertir. Sin embargo, hizo una gran excepción en este caso mandando a sus clientes a la mierda y tomar una tarde libre junto a sus trabajadores.
Esta oferta se la propuso el mismo Stolas, con quién está jugando ahora mismo Twister.
—Blitzy, a veces creo que me estás provocando. Y eso me excita. — soltó con un tono desvergonzado y una mirada llena del pecado de la gula.
Blitzo lo miró mal y con un gesto bastante enojado demostrando lo desagradable de las palabras del búho mayor. Había intuido demasiado tarde que el contrario podía aprovecharse de la situación. Especialmente si tenía la cara del búho cerca de su trasero.
Había escogido un mal momento para vestirse con pantaloncillos cortos ajustados y una camisa sin manga. No era su culpa, no sabía que clase de cosas iban a jugar cuando Stolas lo invitó a la tarde de juegos. Prometiendo que su hija iba a asistir. Blitzo extrañamente se sentía más en confianza cuando iba algún familiar del príncipe, especialmente si se trataba de su hija.
—Eres un enfermo Stolas. — dijo entre dientes, decidido a ignorarlo. Ni siquiera sabe porque sigue cumpliendo sus demandas, él debería estar con Millie y Moxxie, no con Stolas en un espacio reducido.
Blitzo no había ido solo en realidad, había venido en compañía de sus fieles trabajadores y su secretaria. Aunque la pareja de casados los había perdido hace un rato en la cocina, quizás ese lugar sea más divertido. Mientras que Loona estaba en un sofá cercano mandando mensajes desde su celular. Ella parecía no tener interés alguno en ayudarlo pero al menos se veía sonriente.
—Papá, estamos jugando. — la voz de Octavia regañandolo con aquel acento británico fue como oír un coro de angeles celestiales quienes van en su ayuda.
La princesa al menos es más comprensible con él y trata de ayudarlo de alguna forma de las fieras garras de su papá.
Stolas se disculpó de inmediato sonriéndole con cariño a su hija, y Blitzo creyendo que sus insinuaciones morbosas ya habían dado fin, se volvió a equivocar.
No llevaban ni cinco minutos que había empezado el juego y Stolas se había puesto cachondo en poco tiempo. Se notaba que en cualquier momento, en qué tuviera una mínima oportunidad y a su hija lo suficientemente distraída se lo llevaría a su alcoba y se lo follará sin titubear, sin descansar. No entiende como un simple juego lo puede poner así.
—Si pudiera te comería el culo. — le murmuró estirándose por unos momentos para que sólo el imp lo escuchará.
—¡Cállate!— le exclamó con enojo sin moverse desde su posición. Aunque las ganas de pegarle no le faltaban.
El imp miró suplicante a la princesa Octavia quién tenía una mueca en su rostro similar a una pequeña sonrisa. No sabía si de incomodidad, si tenía ganas de reírse pero no podía por la situación o si también estaba enojada y quería irse de ahí.
—Aquí dice mano derecha a rojo. — leyó la chica quién tenía un pequeño tablero de la ruleta de Twister que no tardó en armar ella sola.
Stolas rió para si mismo de manera maliciosa que hizo enojar a Blitzo. Y más cuando el búho le dio un buen azote a su nalga. Había escogido sin duda un mal momento para llevar puesto pantaloncillos ajustados. Pero en su defensa, el creía que iban ir a la playa.
—¿¡Qué mierda te pasa!?— bociferó el imp para por fin, moverse de su lugar.
—Octavia dijo que era rojo. — sonrió con diversión. La mencionada sólo se cubrió el rostro avergonzada.
—¿Podemos cambiar el juego? ¡Ya no aguanto ésto!
Stolas fue el único que parecía no estar se acuerdo con ello.
—En mi vida no vuelvo a jugar Twister contigo. — se quejó el imp cruzándose de brazos totalmente indignado mientras ayudaba a Octavia a guardar todo.
—Que tal si a la próxima jugamos solos tu y yo a la llamada erótica. ¿O a la caja de sorpresas?— le murmuró él búho lo suficientemente cerca para que su hija o la de Blitzo lo escucharán.
—No Stolas, no.
—Octavia querida, ¿Por qué no le enseñas a Loona tu habitación? — propuso Stolas sonriendo calmado mientras que Loona al escuchar su nombre apartó su vista de su celular y los miró confundida.
Su hija quién primero lo miró con sospecha, rápidamente cambió de ánimo para ir hacia Loona que apenas pudo pestañear cuando fue jalada de su brazo con insistencia por la princesa quién la llevo hasta su habitación que está subiendo las escaleras y cruzando el pasillo. Se notaba que Octavia estaba feliz de tener una amiga de su "edad".
Mientras el par de adolescentes se marchaban de la habitación; Blitzo se acomodó y brincó hasta el sofá del gran salón para descansar un poco.
No muy lejos Stolas se sentó en la otra esquina.
—Blitzy ven aquí.
—¿Hum?— si bien estaba enojado con él, por alguna extraña razón fue obediente y se acercó hasta Stolas quién le hizo acomodarse encima de sus piernas.
—¿Ya te he dicho lo especial que eres para mí?— el búho comenzó abrazándolo, el imp no hizo nada al respecto más que dejarse abrazar.
—Oh vamos Stolas, ¿Qué te pasa? ¿Por qué andas muy cursi y empalagoso? Más de lo normal. Si quieres sexo sólo pídelo, no te pongas así...— dijo un poco incómodo. Cada vez que el mayor es lindo con él le hace sentir raro. Como una calidez en el pecho que no desea seguir sintiendo.
—¿Y si quiero compartir mi tiempo contigo? Toda una eternidad juntos como esposos.
Blitzo se volteó a verlo con desconcierto. ¿Qué mierda estaba diciendo? Sin duda algo raro le pasaba a Stolas.
—... Stolas, ¿Estás ebrio? — le tomó de su rostro con preocupación, algo que casi nunca siente hacia él.
El búho sólo le sonrió y aprovechando el acercamiento del rostro del imp con el suyo, le dio un pequeño y suave beso haciendo sonrojar al más bajito.
—Estoy borracho de amor por ti bebé. Me gustas tanto.— le tomó de la cintura y empezó a frotar su pico entre su cuello haciéndole cosquillas al imp.— Me gusta tu colonia.
—¡Basta! Sabes que soy muy-
No terminó la oración porque ya varias carcajadas empezaron a salir de él sin poder evitarlo.
Las risas adorables de Blitzo eran como un coro de ángeles para Stolas. Y le gustaría mantenerlo así, junto a él y oír más de sus risas porque realmente lo quería tanto.
Cuando por fin se detuvo, el imp sólo se abrazó a él sin decir alguna palabra durante un buen rato, mientras que Stolas acariciaba su espalda.
—Tambien te quiero.
@SkeleSlay
Palabras: 1,130
Fecha de publicación: martes 23 de junio del 2020
Escritor: JaquiiAleWorld
Fandom: Helluva Boss
Nota del escritor:
¡Hello! Una nueva parte ha sido terminada :3
Cada vez más estamos cerca del final~
Nos vemos mañana!
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