Naruto veía a un chico de su edad frente a él, el sujeto era pelirrojo a diferencia suya, le sacaba casi una cabeza cabeza, era bastante alto, había marquitas en sus mejillas como las suyas, al parecer era su mellizo, aunque era bastante más masculino que él- ¿quién demonios es este pa?- el rubio menor apretó el ceño ¿cómo que este? pensó. Minato negó con fastidio -acabamos de encontrar a tu hermano Menma, no es este, tiene nombre, se llama Naruto- el rubio de la Niebla revisaba la casa con cuidado, caminó lentamente observando el hermoso lugar donde él no creció evidentemente, tomó con curiosidad una escultura en sus manos- eso es una reliquia, no vayas a tirarlo o mamá se enojará- el rubio menor apretó el ceño cabreado, ese hijo de puta se estaba pasando, colocó la pieza suavemente en su lugar- Menma, déjalo, no lo molestes, sé amable con él, por fin regresó a nosotros, deberías estar feliz ttebane -el rubio veía con su mirada afilada al chico, era evidente que no le agradaba su llegada, observó las fotos en el muro, en las fotos sonreían entre ellos, había pastel, mimos y diversión ¿dónde estaba esa mitad de su alma? recordó las palabras del kage, eran basura.

Lo vieron con cuidado -sé que no es fácil adaptarse, pero prometo que haremos lo mejor para que te sientas bien- el rubio menor asintió levemente -el viejo dijo que podían enseñarme algunas cosas- Minato sonrió -ven aquí, cuéntame ¿qué es lo que quieres aprender?- lo tomó de los hombros suavemente, lo llevó al estudio -aquí tenemos muchos libros, la biblioteca central en la aldea también está bastante completa, puedes tomar el libro que quieras de estos libreros, no debes limitarte- Naruto apretó el ceño con incomodidad, avergonzado susurró -pero no sé leer, ni escribir -el kage abrió sus azules bastante, ahora entendía su reacción cuando le dio los estudios de laboratorio, tragó pesado con dolor, podía ver que estaba avergonzado- no te preocupes cariño, yo te enseñaré, por favor, toma asiento a mi lado- el kage jaló una silla, la colocó junto al escritorio. Naruto se sonrojó sintiendo linda su atención y amabilidad, asintió con timidez.

Kushina sonrió al verlos juntos -ayúdame Menma, quiero hacer una comida especial -el pelirrojo apretó el ceño- papá no tiene tiempo para enseñar nada, es el Hokage ¿por qué no ordena a algún sensei? -la pelirroja negó con fastidio -no seas tan cerrado Menma, deja de molestar a Naruto, acaba de llegar y sólo ha recibido dureza de tu parte, no sabemos qué tan dura ha sido su vida, trata de acercarte, creció lejos de nosotros, de su familia ttebane- Menma apretó el ceño, asintió con duda, no sabía si confiar en ese sujeto, su mirada era fría -trataré ma-

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Naruto veía el campo de entrenamiento con seriedad, giró su mirada a su padre- lo primero que debes hacer es aumentar tu fuerza y velocidad, dejaré un clon contigo, llevaré tu entrenamiento- el menor asintió, abrió sus azules con sorpresa al ver brillar los dedos del mayor, estaba por tomar su muñeca el kage con sus manos cuando las quitó con velocidad -¿qué es eso?- el Hokage suspiró hondo, era demasiado arisco -es fuinjutsu, el arte del clan Uzumaki, cuando aprendas lo básico de la academia y el control del chakra, comenzaremos con ello, colocaré un sello de peso en tu cuerpo, te sentirás pesado, así entrenarás, avanzarás con velocidad de esta forma-

Naruto asintió con duda, estiró sus manos, su padre tomó suavemente sus muñecas colocando el sello, el menor abrió sus ojos bastante al sentir cómo su cuerpo pesaba bastante -comienza a correr, cada vuelta debes mejorar tu marca- Naruto asintió, lo vio crear un clon, su azules se abrieron nuevamente sorprendido, levantó su mano tocando al clon suavemente, escondió su mano al darse cuenta que era físico, sonrió ligero, comenzó a correr al ver al kage desaparecer. El clon del Namikaze sonrió al verlo de esa forma, era la primera sonrisa que veía en su rostro, aunque fuera leve.

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Naruto comía con velocidad bajo la atenta mirada de todos. Menma torció su boca, tenía que ayudar -come bien -el rubio paró de comer. Minato apretó el ceño- Menma, te lo advierto -el pelirrojo apretó el ceño- sólo señalo que se ve mal, le quiero ahorrar que alguien más se lo diga en la calle ¿por qué todo lo ven mal?- Kushina suspiró con fastidio -sólo dilo con amabilidad, en lugar de señalar ¿por qué no simplemente le explicas?-

Naruto dejó sus palillos a un lado viendo con molestia al pelirrojo- supongo no tuve unos padres que me mimaran y me dijeran como hacerlo, así como a ti- dejó sus palillos sobre la mesa, se levantó saliendo del lugar hacia su habitación. Menma lo veía con cuidado, parpadeó con sorpresa, se sintió mal, tal vez si se había pasado. Minato y Kushina veían a Menma mal- te quejas de Naruto, pero simplemente estás siendo un cretino con él, analiza tus acciones -el kage se levantó siguiendo a su hijo. Menma abrió sus azules bastante, giró su mirada a su madre quien lo veía mal, apretó el ceño bajando la mirada, había sido un cretino, rascó su nuca con vergüenza.

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Naruto veía por la ventana el bosque con cuidado, tenía unas ganas de romper su maldita cara, pero sus padres habían sido buenos con él, se estaba conteniendo bastante, apretaba sus puños con fuerza- ¿te encuentras bien?- el menor no respondió -lo lamento, Menma sólo es demasiado intenso y exageradamente cuadrado, no pido que lo entiendas, sólo que te des la oportunidad de conocerlo, es un buen chico- Naruto apretó el ceño- siempre he tratado con cretinos, no es algo nuevo, la única diferencia es que antes rompía sus caras y aquí me estoy conteniendo -Minato abrió sus azules bastante, el kage lo observó con cuidado, levantó su mano, con cariño acarició su cabello suavemente- ¿si en lugar de partir su cara, hablas con él?- Naruto giró sus grises hacia el kage quien lo veía con cariño, se dejó hacer, le gustaba que lo mimara- lo pensaré, no prometo nada- Minato sonrió suavemente.

-Cuéntame, te veo cansado, creí que con los días te recuperarías ¿no has dormido bien?- el menor giró sus grises hacia el bosque, se hicieron más fríos -no, tengo meses sin poder dormir bien- Minato lo vio con cuidado -¿tiene algo que ver con el burdel?- Naruto apretó el ceño, se sintió incómodo al darse cuenta que su padre sabía, lamió sus labios nervioso -¿Kushina-san, también…?- el kage negó -no, no lo sabe, sensei me contó, está preocupado- el menor apretó sus manos en la manta sobre su cama- si tuviera que hacerlo, lo haría de nuevo, no me arrepiento si es lo que espera escuchar -Minato afiló su mirada, creyó que sentía culpa por las muertes en el lugar, entonces la preocupación de su sensei era esto, apretó su mano sobre la cama con cariño -cuando te sientas listo, puedes contarme, puedes confiar en mí -Naruto mordió su mejilla sin querer demostrar dolor.

Minato lo vio con cuidado, podía ver dolor en sus ojos, esa mirada era distinta, estiró su mano rodeando su pequeño cuerpo, lo atrajo a su pecho suavemente -déjame ser tu padre y consolarte pequeño- Naruto cerró sus ojos absorbiendo el aroma a café del mayor, se sintió tranquilo en sus brazos- cuéntame, después de ese lugar ¿qué hiciste? ¿cómo sobreviviste?- el menor se enderezó soltándose del mayor, rascó su brazo con vergüenza -vagué por la Niebla, buscaba huir de ese país, hace no mucho me topé con unos cazadores -Minato abrió sus ojos con miedo- desperté mis cadenas, los eliminé y volví a huir, había tomado sus libros de caza, descubrí que podía cobrar recompensas, he estado cazando delincuentes de poca monta, el dinero por sus cabezas me daba para comer, junté un poco de dinero cuando cobré la recompensa de un tal Zabuza Momochi y su espada-

Minato lo escuchaba con sorpresa -es uno de los espadachines de la niebla, es un shinobi rango a bastante conocido y temido, sobrevivir fue algo bastante grande -Naruto suspiró con fastidio -tuve suerte, llevaba acompañante, era su punto débil, estoy seguro que si no se hubiera distraído, no estuviera aquí y él me hubiera vendido, descubrió que era un Uzumaki -el kage escuchaba a su hijo con fascinación hablar, era difícil sacar conversación con él.