Una vez más estaba en un burdel, observó a las chicas pasar frente a él exhibiendo su cuerpo con descaro, eran coquetas, hermosas y con unos lindos cuerpos, giró su mirada viendo a un sujeto extravagante con un grupo de ellas- vamos hermosas, háganme feliz- la risa exagerada llamaba su atención- Jiraiya-sama, es usted tan galante- las mujeres lo tocaban con descaro. Naruto rascó su nuca con fastidio, negó con molestia, tal vez debería irse, ninguna de las chicas llamaba lo suficiente su atención, suspiró con fastidio dando la vuelta hacia la salida, una mano lo detuvo, apretó el ceño con duda y molestia, giró sus grises- no te interesa ninguna chica, puedo verlo ¿pero que tal un chico?- Naruto abrió sus azul grisáceo con duda recordando al Uchiha y su beso demandante -ven aquí, tenemos opciones, estoy seguro que no te arrepentirás-

El rubio se dejó guiar con duda, aún no estaba tan seguro, entró a otra sala, había chicos platicando y sonriendo, mordió sus labios con duda buscando a algún chico que llamara su atención, abrió sus grises un poco, había un azabache, alto, de tez blanca y ojos negros, era guapo, no era exactamente como aquel hombre, rascó su nuca con vergüenza, suspiró hondo tomando valor, apuntó su mano, el chico que lo guío, sonrió, llamó al azabache, lo envió a la habitación. Naruto caminaba con vergüenza a sus espaldas, entró en el lugar observando que estaba limpio, mordió sus labios con duda.

-¿Es tu primera vez?- el rubio levantó su mirada con sorpresa, asintió levemente -¿te gusta darlo o que te den?- al entender el menor adquirió un descarado sonrojo- no lo sé- el azabache sonrió con diversión- eres adorable, te haré sentir bien- comenzó a besar su cuello suavemente. Naruto abrió sus ojos con duda, estaba por alejarlo recordando a aquel sujeto, pero se detuvo, trató de relajarse y dejarse llevar sacando a ese hombre de su mente, cerró sus azules, imaginó al Uchiha, comenzó a imaginar que ese hermoso hombre era el sujeto que lo besaba, podía sentir su cuerpo responder, sonrió ligero.

…..

Naruto salía de la habitación con una suave sonrisa coqueta, se sentía mucho mejor, le había gustado bastante, caminó hacia la salida, observó al sujeto extravagante de cabellera blanca, por un momento lo observó fijamente, lo recordó, en el libro bingo recordaba la letra k a su lado, era rango kage, estaba fuera de su liga, no había leído mucho porque le costaba trabajo, sólo el nivel de algunos shinobis porque la letra la ubicaba con más facilidad, los de más valor. El gigante de cabello blanco abrió sus ónix al sentir la mirada, siempre estaba alerta a pesar de sus borracheras, localizó al chico rubio, parpadeó con duda, por un momento vio la imagen de Minato, abrió sus ojos bastante, parpadeó nuevamente tratando de enfocar, se sentó dejando caer a las chicas a su lado, lo apuntó- oye tú-

Naruto apretó el ceño, su mirada gris se afiló, se sentía a la defensiva, siguió su camino. El sannin negó, aventó el dinero a las chicas con velocidad, salió tras el rubio sin perder tiempo terminando de vestirse mientras avanzaba. Naruto no entendía ¿qué mierda quería con él? tal vez cazarlo por su kekkei genkai, corrió hacia el bosque como podía, su única fortaleza eran sus cadenas y su habilidad para sanar, no corría tan rápido, ni tenía entrenamiento shinobi o de taijutsu, trató de buscar algún lugar donde ocultarse, pero fue tarde, abrió sus ojos bastante al ver al sannin frente a él, giró su mirada buscando como escapar -no te he hecho nada ¿qué demonios quieres?- el sannin negó -no, no, escucha, no te lastimaré chico, sólo quiero hablar-

Naruto afiló su mirada -no trabajo en el prostíbulo si es lo que quieres- el sannin abrió sus ojos bastante, rio con diversión -me gustan las damas chico, cálmate, estás muy a la defensiva -el rubio apretó el ceño- no me voy a calmar, llegaste aquí siguiéndome ¿cómo demonios sé que no me estás cazando?- el sannin analizó con cuidado, estaba en el territorio de la Niebla, dijo cazar, afiló su mirada, el chico era un kekkei genkai, abrió sus onix, si sus pensamientos eran acertados, estaba frente a quien había buscado por años- no quiero tus cadenas, sólo déjame hablar y entenderás-