Jaehyun lo había pensado demasiado, miraba la caja de galletas una y otra vez, dando vueltas alrededor de la mesa. Desde hacía 2 días que quería dárselas, pero simplemente tenía demasiados nervios.

—¿Estás haciendo un ritual para gustarle?

Jaehyun se asustó y miró hacia atrás, como siempre, Ten volvía como si nada a meterse a su casa, parecía que no tenía nada más que hacer.

—Ten, necesito tu ayuda...

—Hmm, ¿Para qué?– sonrió acercándose.

—Quiero darle las galletas...pero me da vergüenza, ¿Qué pensará de mi?

—¿Por qué te preocupas tanto? Es solo un humano, como tú o como yo. No te va a morder, tampoco va a pensar cosas malas de ti, excepto que eres un tonto.– soltó un risita burlona, Jaehyun lo ignoró.

—¿Debería vestirme mejor?

—Jaehyun, ya estás bien vestido, no seas tan inseguro.

Jaehyun mordió su labio, miró hacia la caja y la tomó. Su corazón empezó a latir con fuerza, Ten le daba ánimos con la voz baja.

—¡Tú puedes Jae! ¡El conejo caerá rendido a los pies del león!

Jaehyun ignoró sus comentario, ni siquiera lo había escuchado. Salió de su apartamento, Ten iba a salir pero prefirió quedarse y no sentir vergüenza ajena por cualquier cosa que hiciera el mayor.

Tocó la puerta con suavidad, esperaba que el chico lo escuchara. Cuando estaba arrepintiendose, apunto de volver, el chico abrió la puerta y lo miró un poco sorprendido.

—Ho-hola...

—Uhmm...– el chico miró a ambos lados y luego lo miró, un poco extraño.– Hola.

—Que-quería...darte estas galletas, no es mucho, solo... quería darte la bienvenida.

—Oh... gracias.

Jaehyun extendió la caja, el chico la tomó y lo miró, como si esperara que le dijera algo.

—Eh, bueno...¿Cuál es tu nombre?– preguntó Jaehyun, sintiendo como si fuera a morir.

—Kim Doyoung, y tú?

—Jung...Jung Jaehyun.

—Mucho gusto.– dijo el chico, Doyoung.

—Sí...

—Bien, gracias, adiós.

Doyoung cerró la puerta rápidamente. Jaehyun estaba sorprendido, ¿Qué había sido eso?

Volvió a su apartamento y Ten estaba riéndose, lo miró con enojo. Jaehyun se quitó esa ropa ridícula que se había puesto y la tiró a su cama.

En realidad ni siquiera sabía porqué estaba tan molesto, talvez por la forma en la que se sintió cuando Doyoung cerró la puerta en su cara, parecía que el chico no quería saber nada de él.

Ten tocó la puerta de su dormitorio.

—Oye... Jaehyunnie...¡Lo siento! No te molestes conmigo, por favor.

—No es tu culpa.– respondió Jaehyun, suspiró.– es la mía, creo que no debí haber...ido a darle la bienvenida, parece que no le agradan esas cosas.

—No...ese tal Doyoung es un tonto por haberte hecho eso.

—No, mejor no debería malinterpretarlo, talvez es tan tímido como yo.– trató de hallar un sentido y excusar al chico, Ten solo gruñó.

—Bien, si eso es lo que crees, está bien.

Jaehyun salió con otra ropa y le sonrió.

—¿Quieres pizza?