COMO TODO EMPEZO [Parte 2]
Ubicación: Desconocido
Abro mis ojos lentamente... para observar exactamente el lugar de mi sueño, vuelvo a cerrar mis ojos doy un suspiro.
-Perfecto...- exclamo sarcasticamente todavía con los ojos cerrados
Vuelvo a abrir mis ojos y me levanto donde estoy recargado que es una roca grande, todavía tengo mi mochila eso me indica llegue aquí después de ser atacado, me toco detrás de la cabeza donde me di el golpe doy un leve gruñido de dolor eso explica por qué me desmaye, veo a mi alrededor es un lugar árido, desértico específicamente solo ay un par de rocas dispersas y lo que parecen colinas y montañas a lo lejos, a excepción de eso solo estoy yo... espero.
Empiezo a caminar, mi destino cualquier lugar donde haya civilización. Veo el cielo parece de noche pero se puede ver perfectamente como si fuera de día, me detengo a observo el detenidamente lo que parece creo que es la Luna se ve más cerca y oscura, no como una Luna Nueva sino más tenebrosa, parecía que reflejaba maldad aunque suene estúpido. Ahora se perfectamente que no estoy cerca de casa o incluso de la Tierra. Todavía me pregunto cómo llegue aquí si antes estaba en un callejón al borde de la muerte por esos seres.
Sigo caminando por cuatro horas. Bueno eso dice mi teléfono, que también no tiene señal y marca que son las dos de la mañana, sigo sin ver nada y a nadie. Espera... creo que veo a alguien, me acerco a ella.
-¿Hola?...- dije tratando de sonar tranquilo ya que era lo indicado en mi situación.
No responde parece estar en cuclillas murmurando a espaldas de mí, no sé si es lo indicado acercarme ya que no sé dónde estoy y por esa misma razón necesito ayuda. Acercándome lo suficiente como para oír lo que dice, sigo sin entender nada de lo que habla y no hago mejor cosa que intentar tocarle en el hombro y decirle...
-Amigo ¿Estas bien?, ¿Necesitas ayuda?- pregunté
Solo se levantó, media como dos metros y tenía una figura delgada. Voltea su cabeza... era otro ser da un chillido agudo, no asemejado a nada ni a algún animal que conociera. En ese momento caigo del miedo y llegan otros tres seres rodeándome. -(Estoy muerto)- pensé. Yo un chico de apenas de dieciséis años morir en un lugar desconocido por seres desconocidos y sin despedirme de mi madre o mis amigos.
De un momento a otro el ser que tenía enfrente mira fijamente igual a los otros tres y me ataca con un sus garras, pongo mi brazo izquierdo para protegerme del ataque.
Ignoro el dolor ya que el miedo me invade por dentro, me quedo quieto solo esperando mi muerte. Antes de que ese ser me ataque para matarme definitivamente una flecha se le clava la cabeza y luego otro de ellos que estaba a mi derecha se le clava otra flecha en medio del cráneo. Los otros dos seres que están a mi espalda e izquierda voltean a la dirección de donde provinieron las flechas, pasan de largo de mí y corren hacia esa dirección, corren tambaleando sus brazos y con una gran velocidad para una persona normal, eso no lo note antes. Reacciono en un segundo, me levanto ya que estaba sentado y empiezo a correr dejando los cadáveres de esos seres que segundos después se desvanecen como polvo dejando solo un charco de lo que parece sangre morada.
Corro, ya que en cualquier comento ellos podrían volver. Me siento mareado por alguna razón y no miro a donde a voy, llego a lo que parece ser un desnivel trato de detenerme pero es inútil ya tenía demasiado impulso. Caigo descontroladamente rodando, lastimándome con las rocas que se atraviesan en mi camino rasgando mi ropa y uno que otro moretón en mi cara, brazos y piernas.
Finalmente termino de caer me siento e intento levantarme, lo logro débilmente ya que estaba muy lastimado por los golpes, me pregunto por qué me siento mareo y también siento mi mano húmeda. Miro mi mano...
-¿Es enserio?- hable molesto pero a la ves preocupado.
Esa cosa no simplemente me araño sino que me dejo una herida profunda por debajo de mi antebrazo, no sé cuánto habría sangrado pero con lo manchado de mi camisa y toda la parte izquierda de mi pantalón al punto de casi también sentir mis medias húmedas sabía que era mucho tiempo. Solo arranque un trozo largo de mi camisa para usarlo como torniquete, agradezco a mama en estos momentos por ser enfermera y enseñarme primeros auxilios, me quejo del dolor ya que tenía algo de tierra en la herida pero estaba en la nada no había remedio tenia cerrarla para parar el sangrado.
Lo logro a duras penas solo con solo con el brazo desecho. Empiezo a volver a caminar apretando la herida con mi mano derecha, camino solo unos cuantos minutos para llegar a un acantilado estando cerca de la orilla y observo detenidamente... que es el mismo que el de mi pesadilla, también parece que es solo un fondo oscuro y sin fin.
No quiero voltear a ver hacia atrás, pero tengo que hacerlo. Me doy media vuelta... hay están ellos, eran tres a pesar de haber visto a dos de ellos muertos hace rato, eso me indicaba que habitaban aquí.
-¿¡Qué quieren de mí!?- exclame muy molesto y ellos solo dieron un paso hacia mí.
No tenía forma de defenderme con un brazo herido, y que a simple vista se veía que eran más fuertes y rápidos que yo. Con cada segundo que pasaba los seres solo daban un paso hacia mí. Estaba entre el vacío y tal vez una muerte dolorosa a manos de ellos.
Me empieza a doler el pecho, lo toco y siento que mi corazón late rápidamente por el miedo. La pérdida de sangre no ayudo ahora me siento mareado, doy un paso hacia atrás al punto de quedar tambaleando en la horilla del acantilado. Siento que voy a desmallar y antes de que esa cosa se atreva a atacarme, doy un último paso hacia atrás cayendo hacia mi muerte. Solo alcanzo a ver cómo me miran esas cosas desde la horilla mientras yo caía y como una luz azul emanaba a mis espaldas mientras caía antes de que pierda el conocimiento del cansancio...
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Me despierto abriendo mis ojos... ¿Estoy en mi habitación? Acostado mirando el techo de la misma.
-Esto debe ser una broma-
Levanto mi cabeza levemente sobre mi pecho, veo mi brazo y si, efectivamente esta lastimado junto con el vendaje improvisado que use y mi ropa toda maltratada, sucia, una parte con sangre de la herida, me vuelvo a recostar en mi almohada. Entonces si lo que vi fue real...
-¿Cómo llegue ay? Y ¿Cómo regrese?- me pregunte a mí mismo
-Yo puedo contestar todas tus preguntas- dijo una voz femenina
Todavía estoy acostado mirando el techo de mi cuarto. No sé si estar feliz o tener miedo ya que por un lado una por fin encuentro una persona, pero no es la voz de mi madre ni de ninguna chica que conozca. Volteo a mi izquierda, ay en donde esta lo que mi padre me dejo, veo una chica color amarillo-naranja. Parece un holograma, tiene lo que parece un vestido-túnica largo y una coronilla de flores del color de la misma. Tenía un cabello largo y una mirada de preocupación, creo que hacia mí.
Me levanto sentándome quedando sentado en la orilla de mi cama me quedo mirando fijamente lo que parecen sus ojos, al estar a menos de un metro. Me entiende y sabe lo que me paso, le tendre preguntare algunas cosas.
-¿Tu sabes que me paso?- pregunto lo más tranquilo ya que no sé cómo me responderá
Ella solo asiente con la cabeza y moviendo sus brazos a sus espaldas.
-Por favor,¿Dime lo que paso?- trataba de sonar tranquilo. Pero tenía que hacer algo para que eso no volviera a pasar.
Niega con la cabeza y dice.
-No puedo decirte nada hasta que no traigas a tus amigos- dice y se desvanece entrando al dispositivo de mi padre
Me levanto de mi cama rápidamente y tomo el dispositivo en la palma de mis manos.
-¿¡Por qué no!?, ¿¡A qué amigos te refieres!?, ¡O al menos!, ¿¡Dime tu nombre!?- pregunte sosteniéndolo en mi mano
Vuelve a aparecer y proyecta dos imágenes pequeñas en su mano mientras la extendía. Eran Ángela y Dan.
-Liz... mi nombre es Liz- dijo seria antes de desvanecerse
Dejo el dispositivo en su lugar y me dirijo a mi baño. Y me quito mi mochila ya que todavía la tenía puesta, salgo de la habitación. No veo a mi madre, supongo que estará abajo, me doy una ducha y también limpio mi herida, y pienso que me querrá decir con, "No puedo decirte nada hasta que traigas a tus amigos" en mi caso Ángela y Dan. Salgo de la ducha me paro delante del espejo de mi baño, miro mi rostro tengo varios rasguños en mi rostro y abro la puertilla detrás del mismo para sacar hilo, aguja y alcohol para suturar la herida. Lo ahogo lenta pero dificultosa mente ya que solo podía utilizar un brazo.
Salgo del baño con una toalla puesta, me dirijo a mi cuarto para tomar algo de ropa, mientras me cambio observo el artefacto donde esta ella creo que dijo que se llamaba Liz y me pregunto qué tal vez ella siempre me ha visto desnudo cada vez que me cambio, no me agradaba para nada la idea pero luego se lo tendrá que preguntar. Terminó de cambiarme, teniendo en cuenta que tengo una herida en el brazo uso una camisa de manga larga y me dirijo abajo, no veo a mi madre así que me dirijo a la cocina. Ay encontré una nota de mi madre sobre la mesa junto a unas llaves y algo de dinero, la tomo y leo.
Nota:
Hijo me tuve que ir temprano al trabajo ya que un surgió un problema con el recorte de personal y no podré estar en casa por lo menos en semana y media, y me quedare en un hotel cerca del trabajo, te quedaras solo en la casa así que te la encargo. Anoche llegue y toque a tu cuarto, no contestaste y supuse que estabas dormido ya que fue tu primer día de escuela.
Pd: Te deje el desayuno en la nevera.
Te ama Mama
Dejo la nota donde la encontré, desayuno en silencio ya que no está mi madre y no estará en casa por más de una semana. Pero no estoy solo estoy con Liz, no sé si confiar en ella pero en este momento necesito respuestas y para ello necesito a Ángela y Dan. Termino de desayunar y tomo mi mochila algo rota y sucia espero que no se den cuenta. Salgo de mi casa y me dirijo al colegio, es algo tarde así que empiezo a correr.
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Llego al salón algo agitado tomo un segundo para retomar el aliento y entro, veo que no ha llegado el maestro y que están a las dos personas que más necesito ahora.
Entro al salón como si a nadie le importará ya que todos están en sus teléfonos celulares. Me dirijo a una banca vacía que estaba atrás de estos mismos y me siento.
-Hola Max, ¿Llegaste bien a casa?- dijo Ángela volteando hacia mi alegrada de verme
Yo solo asiento nervioso ya que no llegue como yo esperaba anoche.
-¿Qué le paso a tu mochila y a tu cara? - pregunto Dan serio como siempre volteando a verme.
No sé qué contestar, si les cuento lo de anoche me creerán como loco y mucho menos me ayudaran con lo de Liz.
-¿Y todavía no llega el profesor?- dije tratando de sonar tranquilo y cambiar de tema, pero por dentro estaba muerto de los nervios.
-No, todavía no llega- hablo Ángela
-Me dirás lo que te...- trato de terminar de hablar Dan pero en ese momento entro un profesor.
-Muchachos durante ocho días no habrá clases ya que su profesor tuvo un accidente y no tenemos suficiente personal para suplantarlo, así que disfruten de estas mini vacaciones, ¿Sí?- hablo el profesor y luego se retiro
Todos salieron corriendo del salón excepto Ángela, Dan y yo. Era mi oportunidad.
-¿Y ahora qué?- nos preguntó Ángela
-Chicos que les parece si vamos a mi casa, a ver una película- dije ya que tenía que tener una excusa para llevarlos
-¡Sí!, ¡¿Cómo en los viejos tiempos?!, ¿Qué dices Dan?-dijo Ángela feliz con la idea volteando a ver a su primo
-No tengo nada que hacer, entonces si-
Salimos los tres juntos de la escuela con rumbo a mi casa en el trayecto yo iba adelante caminando pensando cómo se lo tomarían al ver a Liz, yo me lo tome tranquilo ya que con lo que vi anoche, no hay casi nada que se sorprenda ahora. Iba un poco serio en el trayecto no sabía que decir y solo me disponía a pensar. Cada vez que me preguntaban algo solo asentía o negaba con la cabeza, hasta que por fin llegamos.
-Llegamos- hable serio mientras abría la puerta. -Entren- dije mientras entraba e iba a la sala
-Ahora vengo voy a mi cuarto, siéntese mientras vuelvo- les dije para luego subir las escaleras
Entro al cuarto, arrojo la mochila a mi cama y tomo el aparato donde esta Liz, luego salgo y voy a la sala, ay estaban conversando ellos. Pero antes de ingresar a la misma me detengo a escuchar su conversación ya que creo que hablan de mí.
-¿Enserio confías tanto en el chico?- escuche lo que dijo Dan
-La verdad no sé, ya que estaba muy serio en el camino y no lo volví a ver desde hace muchos años- respondió con un tono preocupado. -Ahora ya no sé cómo es, solo espero que no haiga cambiado mucho-
Entro a la sala con determinación a obtener respuestas. Pongo a Liz en la mesa de la sala y me siento alado de Ángela, quedando Dan a su derecha y yo a su izquierda, solo espero que esto funcione.
-¿Y bien?- pregunto Dan
-¿Y las películas?- ahora hablo Ángela
Señale el aparato.
-¿Y qué es eso?- hablo Dan
-Liz por favor- hable y en ese momento se materializo holográficamente
-Hola chicos- hablo con una sonrisa
En momento que hablo Ángela se sobresaltó subiendo sus pies a la sala y escondiéndose atrás de mí. Y Dan ni se inmuto.
-No temas, yo no te hare daño- hablo Liz tranquila con una tono de voz amigable
Ángela solo se movió de lugar para poder bajar sus pies y quedar frente a Liz.
-¿Y dime que eres?- pregunto Dan
-Soy una IA programada para ayudar en las misiones de Teo- respondió Liz. Cuando dijo ese nombre me sorprendí ya que era el nombre de mi padre, ya que desparecido poco después de mi primer año de vida y mi madre nunca me dijo que fue de el antes de eso.
-Déjenme me presento, hola me llamo Liz y lamento esta extraña forma de reunirlos- contesto amablemente
-Liz nos reuniste por respuestas, ¿Verdad?- pregunto Max
-Efectivamente y les diré por que los reuní a cada uno y por qué razón... empezando por ti- respondió mirando a Dan. –Dan... tu no naciste para ser alguien normal tu naciste para ser el heredero de la Muerte, naciste para ayudar a los que no han encontrado el camino a la paz eterna y ayudarlos a encontrarla-
-¡Sabía que estabas muerto por dentro, pero no algo como esto!- se expresó sorprendida Ángela
-Ahora tu- dijo Liz mirando a Ángela. -Nacida del producto de Aura diosa de la brisa y el viento gélido y Dioniso dios de la vendimia y el vino, hijo se Zeus y espero que no seas como tu abuelo o padre, y me ayudes- Ángela ante esta breve revelación se quedó callada
-Y tú- dirigió su mirada a Max. –Hijo de Teo el anterior elemental antes de ti, acreedor del elemento "Ignis" conocido en su idioma como fuego yace en tu interior en forma de piedra, tu padre te la entrego, el confió en ti para cuidarla y usarla para proteger a este Universo.
Todos se quedaron callados sin saber que decir al saber de una verdad de su propio ser que ni ellos mismos sabían... hasta ahora.
-Sé que esto es algo muy difícil de digerir, pero necesito su ayuda- tomo la palabra Liz
-¿Qué clase de ayuda Liz?- pregunto Max
-¿Recuerdas lo que te ataco anoche?- hablo Liz
Max solo asiente con su cabeza.
-Pues se llaman Umbra, pueden tener diferentes formas, los que te atacaron se llaman Umbra-base, todos ellos no son una especie viva si le puede llamar así ni tampoco con la que se pueda racionar, solo buscan saciar su sed de muerte y sangre a costa de otras especies, no lo hacen por supervivencia ya que como dije no están vivos, ¡Y si no los detenemos pronto erradicaran la vida por completo, no solo de la tierra sino de todo el Universo!- respondió elevando su tono de voz con desesperación
Todos se quedaron callado con cara seria y Ángel fue la primera en hablar.
-Necesito pensarlo- dijo Ángela saliendo de la sala seguido de la casa.
-Yo también- le siguió Dan
Max solo se levantó se sillón para luego subir a su habitación, pero antes de subir de las escaleras.
-¡Max!- grito Liz llamado su atención
Volteo Max a mirarla con cara seria y preocupada.
-Por favor....- dijo Liz con tono de preocupación
Este solo subió a su habitación duro horas recostado en su cama pensando mirando el techo de la misma y solo bajaba a la cocina para tomar un refrigerio. Casi no pudo dormir ya que la noticia de su padre y del mismo le impacto, también que la vida el Universo estaba en sus manos.
Con Ángela no era muy diferente. Cuando llego su casa tenía una actitud seria hacia a sus supuestos padres, muy apenas y hablaba en la cena y también no podía dormir por la noticia de que viene de una familia de deidades míticas, y que en el mismísimo Universo peligraba toda forma de vida existente.
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Con Dan no era problema ya que él siempre tenía una actitud seria, pero ese no era el problema sino que el Universo entero estaba en peligro y quien más le preocupaba era su pequeña hermanita de apenas once años, quien el mismo protegería con su propia vida si fuera necesario, y ser el mismo la mismísima Muerte tampoco lo dejaba dormir tranquilo.
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Liz estaba en la sala de la casa de Max en posición fetal pensando si el modo en el que les dio la noticia fue la correcta, ya que son solo niños, casi humanos jóvenes con una vida entera por delante. Ellos no tienen la culpa de estar en su situación, pero no ay nadie más en quienes confinar una misión tan importante y peligrosa como salvar su propio Universo....
-Por favor son los únicos que me pueden aydar....- hablo Liz antes de desvaneserse en el dispositivo
Agradecimientos a Dlandini
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