♪VII:"Invitado"

1. Noche


Regresé tarde aquella noche luego de haber dejado/acompañado a mi novia hasta su casa, luego regresé a la mía y durante el recorrido por el sendero a mi casa, debo admitir que comencé a sentirme cansado.

A algunos metros de llegar a mi casa, me encontré en el camino a He Tian para mi sorpresa. No pensé que me estuviera esperando justo ahí, más considerando que no me respondía mis últimos mensajes y hace días que no nos veíamos en persona.

—¿Qué haces aquí?— pregunté apenas me pare en la entrada de mi casa, por las escaleras. Intentando averiguar si Tian todavía seguía bastante molesto por haber faltado a su cumpleaños hoy.

—Esperarte.

Saqué mi móvil para fijarme en la hora. Me detuve a pensar un momento si quedarme hablar con él afuera, o hacerlo pasar a la casa, recordando que mi madre debe estar durmiendo y que no debemos hacer ruido alguno.

—Son más de las diez de la noche. Hace bastante frío. ¿Por qué eres tan terco?

—Estoy abrigado. — se señaló encogido hombros, efectivamente cargaba un abrigo puesto. Un poco exagerado para mí gusto, de color oscuro y en los bordes una tela esponjosa que lo hacía ver cómo si fuera de oveja.

Parecían de esos abrigos caros que a veces veo que usa una que otra clienta que se viste muy "astetic", con tacones, maquilladas y muy delgadas.

—¿Cuánto tiempo llevas esperándome?

—¿Acaso te importa?— cuestionó a la defensiva, y antes de que yo le respondiera él sé me adelantó.—
No te importó estar ausente en este día importante para mí.— me contestó todavía a la defensiva, abrazándose a si mismo con una expresión en su rostro que casi nunca se ve.

Entre molesto y triste.

Sin embargo yo no soy de ceder, y a pesar de que en un principio me hizo sentir muy culpable, decidí que no me afectara o por lo menos no se notará en mi. No quiero que nuestra amistad salga perjudicada por algo que considero, nada grave.

—Deja de hacer eso, ¿Me quieres hacer sentir culpable? Solo fue una puta noche.— vire los ojos fastidiado, sople exhausto.—Todos los demás días siempre la paso contigo a pesar de venir cansando de mi trabajo. Estás actuando como un niño mimado...— le dije en su cara sin parpadear.

Pasar tiempo con He Tian nunca me ha molestado en realidad, o escribir mensajes a altas horas de la noche, nunca me he quejado de ello. Pero me irrita tanto que se este comportando así cuando falte solo una vez a la tradición de su familia de cenar todos los domingos en la casa de los He, además que me disculpé ya que también fue la celebración de su cumpleaños. ¿Qué más quiere? A veces no lo entiendo.

—Queria verte llegar salvo a casa. — murmuró para darse media vuelta y marcharse haca el sendero que sube la montaña por el bosque.

Tal vez si le dolió lo que le dije, especialmente porque soné bastante molesto.

—He Tian, espera carajo.— resople exhausto y lo detuve.— ¿Por qué tienes que comportarte así justo hoy? Si no me importaras tanto, ya te hubiera mandado a la mierda por tu actitud de ahora. — le aclaré sin suavizar ni un poco mi ceño fruncido.

—...

El He se mantuvo en silencio y yo lo tenía agarrado de la muñeca para que no se fuera. O mas bien de la manga de su abrigo negro y grande. Yo con trabajo traía un suéter de cuello de tortuga blanco y aparte una chaqueta encima.

—Todavía no te he dado tu regalo. Acompáñame. — bufé e insistí. Él me miró con sorpresa. No sé si por el hecho de que sí le tenía un regalo preparado, o porque lo estaba invitando a mi casa.— Sólo no hagas ruido, mamá está durmiendo. — le advertí.

Él asintió para seguirme detrás de mí.

Al entrar ambos a mi humilde morada, parecía un poco nervioso y ansioso. Ahora que lo pienso, es la primera vez desde que lo conozco hace cinco años, qué él entra a mi casa.

No sé porque antes no lo había invitado.

2. Insuficiente

Sus zapatos los dejó en la entrada como yo hice con los míos, ambos traíamos calcetines puestos así que podíamos andar en la casa así sin problema. Además yo siempre me encargo de la limpieza del lugar y el piso no estaba sucio.

He Tian pareció observar con detalle todo el interior de mi casa. Desde la entrada principal hasta las escaleras, donde fuimos subiendo hasta mi cuarto. No evitaba pensar que quizás él comparaba lo humilde y pequeño de mi hogar a comparación del suyo.

No obstante, no parecía hacer algún gesto feo o grosero al ver cada rincón de mi casa. Desde los sillones viejos hasta los pocos muebles, algunos parecen que hasta se van a romper si los mueves con brusquedad, hasta lo increíblemente desgastado de las paredes, su pintura y esas cosas. Además que nosotros no tenemos calefacción, sale muy caro tenerlo.

Al llegar a mi cuarto, pacientemente le indique con la mirada que puede entrar. También me permití respirar tranquilo ya que no hemos despertado a mi madre. Debe estar realmente cansada. A pesar de que solo trabaja un turno desde que yo comencé a trabajar tiempo completo, por su edad ya está exhausta, es normal. Mi sueño es ganar mucho dinero para que en el futuro ella no tenga que trabajar más y yo pueda mantenerla.

He Tian hizo algo un poco raro al principio, ya que inhaló y exhaló apenas entró a mi cuarto. Recordé de inmediato que técnicamente mi cuarto debe oler intensamente a mí, después de todo es el lugar donde más pasó esto en toda la casa cuando no estoy trabajando y que descuidadamente, debo liberar feromonas sin siquiera notarlo yo.

Me senté en la silla que da a mi escritorio, esperando que el tomara asiento en mi cama o en la alfombra, donde quiera me resultaba bien. Pero el azabache solo se puso a observar detenidamente todo el estrecho lugar. Desde los pósters en las paredes, el armario y mi cama individual.

Su vista se fijo en mi escritorio, donde aparte de bolígrafos, una que otra libreta vieja y un pequeño portaretrato de mí cuando yo era más chico junto a mi madre en un río cercano, también tenía aquel primer obsequio que el He me regaló a mis quince años. Un día después de conocerlo.

—¿Aún la conservas?— pregunto para acercarse más, y observar aquello que me había regalado hace un buen tiempo.

Lo sentí con aires de confianza y feliz, quizás le ánimo el hecho de ver que conservo todavía la preciosa piedra color ámbar y aparte tenerla en un lugar vistoso en mi cuarto.

—¿Por qué no habría de hacerlo?— interrogue encogido de hombros. Me estire hasta alcanzar la ventana y cerrarla. Empezaba hacer bastante frío en el interior y como dije, no tenemos calefacción, ni siquiera me he quitado mi suéter por eso mismo.—Toma, no lo habrás ahorita. — le dije entregándole su regalo que traía guardado en un cajón del escritorio, al parecer lo agarre desprevenido.

Incluso puede que se le había olvidado que lo traje aquí para darle su regalo, estaba tan distraído observando todo, mi cuarto, mi casa, que casi parecía un bobo.

Él asintió, la caja era pequeña. Obviamente ahí son pocas las cosas que pueden a caber ahí, cuando regrese a su hogar en las montañas ya podrá abrir su regalo.

El azabache aún de pie, vaciló un poco, pero terminó por preguntarme:

—¿Me quedaré a dormir?— me preguntó mientras miraba entre ratos mi cama.

—Es la primera vez que entras aquí, ahora que lo pienso.

—Es pequeño. — dijo tomando asiento en el colchón.

Esta claro que mi cama es pequeña, solo es para una persona, es barata pero perfecta para mí.

—Entonces duerme en el suelo. — bromee un poco con él.

—Quiero dormir contigo.

Me quedé en silencio por unos segundos. A veces se me olvida el tipo de sentimientos que el trae por mí. Es todavía algo que no puedo creer, como que me sigue costando y solo lo veo con ojos de amigo.

O tal vez en el fondo, me siento insuficiente para él.

Que él merece más de lo que yo puedo darle. Solo recordar que somos de distintas clases sociales y económicas, es como un duro golpe para mí. Incluso aunque llegase a desarrollar sentimientos románticos hacía él, me sentiría incómodo al tener presente todo lo que él me puede ofrecer siendo mi novio, a diferencia de lo que yo podría a comparación. Estoy consiente de que no debo sentirme menos que nadie, pero tener en cuenta la vida de He Tian, su familia, su enorme casa, el dinero que ellos poseen y demás, me hace reflexionar mucho. Lo único que podría ofrecerle sería amor, y sigo bastante inseguro con esto.
Son pensamientos que simplemente no me dejan en paz y me hacen sentir inferior a él en ocasiones. Me frustra pensar así, pero no puedo controlarlo.

¿Está mal que yo busque un futuro mejor para él?

—Mo, Mo, Mo. — escuché que me llamó repetidas veces, sacándome de mi ensoñación. —No quiero que estés incómodo por mí, puedo dormir en el suelo...

Realmente me pase el tiempo pensando tanto. Lo observé y el seguía mirándome fijamente desde mi cama, con una expresión preocupada y pendiente. Yo negué ante lo último. Él debe dormir en mi cama y yo en el suelo. Es cortesía.

Me pare para buscar en mi armario algunas colchas para dormir en el suelo, mientras lo hacía, algo se me cruzó por la cabeza que me hizo sentirme más emocionado y romper este silencioso incómodo entre él y yo.

—Oye, ¿Tienes planes para fin de mes?— le miré sonriendo levemente.

Él me miró expectante y confundido. Negó con la cabeza, y yo le propuse que podríamos salir a una plaza a convivir un poco, y de paso ver una película en el cine cercano.

He Tian parecía dejar de estar molesto y serio, para por fin estar de mejor humor lo que me contagió.

Todo marchara espectacular. Ahora solo debo avisarle mañana a mi novia que He Tian aceptó la invitación y solo debemos marcar una fecha exacta para aquella salida en grupo.

Me emocioné tanto que se me había olvidado un pequeño detalle al respecto.

3. Pedir

A la mañana siguiente; estaba acostado en el suelo, con un par de sábanas acolchonadas y aparte una almohada. Escuché la voz de Tian levantarme luego de haberme dado un par de caricias en mi mejilla.

—Pequeño Mo, despierta.

Poco a poco abrí los ojos, bostece. Lo primero que vi fue al Alpha encorvado y mirándome desde el borde de mi cama, sus ojos grises mirándome fijamente y sus cabellos oscuros cubriendo su frente, en esa ocasión despeinados. Me sentí extrañado, es la primera vez que nos vemos en una mañana, apenas despertando.

—¿Qué hora es?— pregunté. Levantando me y estirandome. Mi espalda tronó un poco. Realmente no dormí muy bien que digamos en el suelo. —¿Cómo me dijiste?

Apenas caí en cuenta del "pequeño". Técnicamente yo le saco dos años, soy mayor que él.

Él ignoró mi última pregunta y solo se fijo en la hora desde su celular que había dejado cargado casi toda la noche.

—Son las siete y quince de la mañana. Tengo hambre.

—Tu siempre tienes hambre.— volví a bostezar. Recordé el trabajo.—¿Cómo es que no engordas más?

He Tian come muchísimo. Y aún así está en bastante forma.

—¿A qué hora tienes que ir al trabajo?

—Todavía tengo tiempo. Baja y espérame en el comedor, debo cambiarme. — le aconsejé para ponerme de pie e ir camino al baño para hacer mis necesidades y lavarme la cara.

—¿Qué hay de tu madre?

Dudo mucho que a mi madre le desagrade las visitas, más tratándose de He Tian. Ella lo conoce igual desde hace mucho tiempo como yo. Sabe lo cercano que es él para mí. Casi como un hermano.

—Solo saluda y no la asustes. No le comenté nada sobre que te ibas a quedar a dormir conmigo. Y no olvides tu regalo.

Después de ir al baño y cambiarme de ropa, baje hacia la cocina, escuché algunas voces venir del comedor, así que curioso aceche desde el umbral de la puerta. Solo era mi madre conversando con Tian. En ese momento solo logré oír sobre ella preguntándole que carrera va a escoger en la universidad y él mencionado algunas cuantas.

Decidí regresar a la cocina y preparar algo rápido. Pan tostado con mantequilla y mermelada, mas huevos revueltos y tocino. De beber agua de naranja.

Regresé al comedor con esto en mano, y mi madre apenas me vio llegar me dijo:

—Momo, buenos días. — me sonrió ella.

Escuchar el apodo cariñoso me ruborizó un poco, sobre todo porque lo dijo enfrente de alguien más. Y conociendo a He Tian, cosa que si lo conozco, empezará a usar ese apodo en un futuro nada lejano.

Tomé asiento en la mesa apenas le entregué el plato de comida al He.

—Buenos días mamá. — le respondí a ella. Luego me dirigí a Tian quién gustoso comenzaba a comer su desayuno preparado por mí.— He Tian.

—Buenos días, bebé.— me contestó sonriente, esa vez causando que casi me atragantase con mi comida.

No sabía si enojarme, avergonzarme o lanzarle una patata al chico. Ya de por sí para mí es raro puesto es la primera vez que me dice "bebé", que es algo que solo se les dice a tu hijo o a tu pareja con cariño, que lo haya hecho dicho enfrente de alguien más y ese alguien haya sido mi madre, es lo que más me pone nervioso y tenso hasta el punto de casi hacerme atragantar lo comido.

—¿Cómo me dijiste?— me asegure de preguntar, dándole una oportunidad de arrepentirse o admitir que confundió la palabra con alguna otra que sonase similar.

Él sólo me sonrió y soltó una pequeña risa traviesa, como diciéndome "no me voy a retractar" mientras me miraba retador, como si todavía tuviese el descaro de volver a repetir esa palabra.

Con disimulo pero rapidez mire a mi madre para captar su reacción. Ella parecía calmada, sonriendo levemente con sencillez mientras bebía de su café. Algo despreocupada. No estaba seguro de sí lo había escuchado y que tanto habían hablado estos dos mientras no estaba. Desde la cocina en ocasiones podía escuchar parte de la plática, pero otras tantas veces no. Cómo si hubieran hablado bajo por instantes.

—Tú...— lo mire amenazante, sino fuera porque está mi mamá solo Dios sabe lo que hubiese pasado.

—¿Qué ocurre, bebé?— repitió más alto y lento con supuesta inocencia fingida provocándome. Miré nuevamente a mi mamá, estaba muy seguro que ahora sí lo había escuchado pero ella no parecía molestarle, incluso tal vez la situación le causaba algo de gracia.

De inmediato pensé, creí que tal vez He Tian se estaba vengando por haber faltado a su cumpleaños por mi cita. De ser así, su forma de "venganza" me parecía ridículo e infantil. No me molestaría que lo hiciera enfrente de desconocidos, o incluso en mi trabajo frente a algún compañero de trabajo. Pero, ¿De mi madre?¿Era necesario?

—Estas muerto...— murmuré pero claramente se escuchó puesto no había ningún ruido en el exterior, solo nuestras respiraciones y quizás el leve movimiento de nuestros pies debajo de la mesa. Claramente quería golpearle, darle una patada, pero no quería confundir su pie con él de mi querida madre así que me resistí.

—Momo, He Tian me acaba de pedir algo. — se aclaró la garganta mi madre, interrumpiendo el tenso momento y la batalla de miradas entre yo y el Alpha.

—¿Qué te pidió?— pregunté intrigado y apenas distraído. ¿Qué demonios le habrá dicho este idiota a mi inocente y bondadosa madre?

No es secreto para mí y creo que tampoco para el mismo He Tian que mi madre lo aprecia mucho y le tiene confianza. Después de todo lo conoce desde que tenía todavía doce años y el chico siempre se ha mostrado muy cercano y respetuoso conmigo, y también es muy amable con ella. Además que mi madre lo ve con esos ridículos y exagerados aires de "encantador". En aquellas cenas familiares de los domingos en casa de la familia He, cuando ella asistía en más de una ocasión hablaban sobre los estudios del más joven, por lo tanto de lo popular que es en la escuela y sus excelentes calificaciones. El "modelo" a seguir que es.

Y tomando en cuenta que él sí irá a la universidad, le tiene un poco emocionada porque lo ve casi como un segundo hijo.

—¿Qué te pidió, mamá?

Me miró con calma mientras bebía de su café y algunas galletas que tenía guardadas, He Tian sonrió con más ganas. La situación me parecía extraña, rara.

—Me pidió tu mano.

—¿QUÉ?

—Dice que se quiere casar contigo cuando sea un poco más grande.

Creo que nunca antes había abierto tanto los ojos como en ese momento, sorprendido y lleno de estupefacto. No sabía que más de decir, miraba a mi madre y al He varias veces con rapidez que me llegaba a marear.

Y antes de que dijera alguna mala palabra o me desmayara en el acto por lo extraña de la situación, mi madre se puso a reír mientras intentaba separarme de He Tian, ella veía mis claras intenciones de querer golpearle, además que mis mejillas las sentí caliente.

—Era una broma, hijo.

—Pensé que captarias rápido Mo, ¿O si quieres que nos casemos?— soltó burlón.

—Te voy,—

—Momo, sólo quisimos hacerte una pequeña broma por la mañana, me pareció divertida. No pensé que te lo tomarias tan enserio hijo. — continuó diciendo mi madre encogida de hombros y todavía con una sonrisa.

Ella no sabe todavía que tengo pareja, sabe que falte a la cena de ayer en la casa de los He pero no exactamente el porque.

Estuve a punto de decirle que no me pareció graciosa dicha broma, pero se que en esos momentos me escucharía molesto y no quería descargarme contra ella, resistí decir cualquier comentario grosero e intentar calmarme.

—Madre yo...— lo pensé detenidamente. No me había dado cuenta antes hasta ahora, pero no era la primera vez que ella bromeaba acerca de yo y He Tian siendo pareja.

Nunca le hice suficiente caso y lo tomaba como eso, una sencilla broma puesto no veía a He Tian con esa intención romántica. Pero ahora que lo pienso, ¿Y si mi madre cree o piensa que yo terminaré con él? Me refiero a, si realmente espera que me empareje con él. Después de todo, justo ayer He Tian cumplió los dieciocho años, ya no es un menor de edad. No sé que tanto estuvieron hablando mientras yo hacía un desayuno decente, e incluso la pequeña broma mañanera me puso a reflexionar un poco. O quizás estaba pensando y dándole vueltas el asunto demasiado. Es decir, ¿Qué probabilidad hay de que enserio, mi madre crea que estaré con He Tian de esa forma?

—¿Sucede algo hijo?— me preguntó ante mi largo silencio, curiosa. Me inunde en mis pensamientos por mucho tiempo. — O... ¿Acaso te molesto la broma?

—No es eso...— mentí.— Lo que pasa es que no te había dicho que, en realidad ya tengo par,— apunto de hablarle sobre mi novia, He Tian me interrumpió rodeando rápidamente la mesa y rodearme de los hombros con fuerza, causando que me estremeciera por su repentino y brusco contacto, además de la rapidez con la que se acercó a mí.

Mi madre igual pareció sorprenderse, pero no lo miró mal, solo había curiosidad en su rostro puesto ella detectó que estaba por decir algo importante.

—Tiene que parar.

—¿Parar?¿Cómo?— soltó mi madre confundida, yo mire al He mal. Recordé entonces que él me había dicho que no le dijera nada a mi madre sobre mi pareja.

Tener su brazo rodeando mis hombros lo volví a sentir raro, no incómodo, solo diferente.

Él ya es grande, incluso más alto y corpulento que yo en varios sentidos. Su cuerpo lo siento caliente, un poco extraño considerando que estamos en temporada de otoño y hace algo de frío afuera. Que me rodeé así tan fácilmente me hace sentir como nostálgico puesto antes yo era más grande que él. Esta claro que los años han pasado y se marcan uno del otro.

—Lo siento. — se disculpó haciendo cara de cachorro muerto de hambre. Una cara que conmigo ya no funciona, o al menos ya no siempre.— Lo que quise decir es que... 
Él prometió que me lo compensaría.— agregó todavía con ese tono lastimero y suplicante. Solo me lo quedé mirando sin saber exactamente que decir. — Me debo ir ya a casa, lamento las molestias y espero ambos puedan asistir está vez a la cena de éste próximo domingo. — me soltó y se inclinó levemente para despedirse.

—Claro, ahí estaremos.— contestó mi mamá asintiendo.

Él salió de la casa, mi madre me preguntó si no lo pensaba acompañar. Yo solo le respondí que se me hacía tarde para el trabajo y que luego hablaría con el He.

Esta mañana fue demasiado extraña para mí. Incluso llegué a olvidar por un largo rato acerca de si a He Tian le habrá gustado mi regalo de cumpleaños.

4. Salida

Varias horas después en mi trabajo, en mi tiempo de descanso, recibí algunos mensajes de Tian preguntado cuando saldríamos, y también sobre el regalo que le dí.

Una cadena de plata con un anillo colgando. El anillo con su nombre escrito. Ahorre por muchos meses para conseguirlo, no quería algo demasiado caro pero tampoco algo barato. Que fuese lindo y valioso. Además el anillo tenía un pequeño botón casi fácil de ver qué si lo apretabas salía una pequeña cuchilla, como una mini navaja filosa.

Él me escribió sobre que es increíble y cool, también se disculpó por la broma de la mañana y que no quería hacerme sentir incómodo ni molesto. Admitió también que se sintió un poco celoso porque estuve apunto de decirle a mi madre sobre ella.

Al final y con mejor ánimo, le escribí que no se preocupará y que no me molesté tanto. Él me respondió que estaba ansioso por salir conmigo a dónde sea que yo quisiera.

Después de un largo rato y confirmarlo con mi novia, le dí la fecha exacta.

Dentro de algunas semanas más.


Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ


Palabras: 3,760
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Domingo 26 de junio del 2022
Au: Omegaverse
Fandom: 19 Days
Nota del escritor:
Gente está semana (lunes a viernes) inglés me tragó por completo. Muchas tareas y aparte examen. De hecho este lunes todavía tengo un examen XD, por eso no pude publicar antes esté capítulo como me hubiese gustado. Apenas el viernes por la noche y el sábado (ayer) pude terminar de escribir y editar este CAP porque es relativamente un poco corto.
Ya se la saben, el próximo cap hasta julio que termine mi curso, por ahí del 10 o 15 de julio.
Y mientras tanto en 19 Days, siento que She Li y He Tian ahora sí se van a partir su madre.

En fin, nos vemos!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top