Peter miraba asombrado a Miguel reír de una manera tan genuina que para él, acostumbrado de escucharlo gruñir y gritar a la mayoría de personas o a cualquiera que colmará su escasa y limitada paciencia era sorprendente, su hija que habia despertado en el momento que habían llegado a su habitación soltaba fuertes carcajadas mientras trepaba las paredes tratando de escapar del alfa que la perseguía entre risas cuidando qué no se lastimara.

La pequeña Mayday cansada de jugar se dejo caer en los brazos de su padre omega frotando su naricita en el pecho de esté removiendo la camisa y beber de su pecho sacandole un chillido de sorpresa, alzo la mirada avergonzado al sentir  como el alfa observaba fijamente como su hija bebía de su pecho con alegria, avergonzado Miguel desvío sin saber que decir o hacer en ese momento.

— L-lo siento —tartamudeo el alfa sonrojado mirando el suelo demasiado nervioso moviendo sus manos en el procesó tratando de calmarse— Te juró que no quise ver.

Peter quiso decir algo pero una fuerte alarma sono en todo el lugar alertando a cada habitante de la Spider Society que habia sucedido algo demasiado grave para todos ellos.

Miguel se dirigió a la salida de la habitación deteniendose para observar por última vez al omega con su cachorro en brazos sintiendo un mal presentimiento si salía por esa puerta, decidío ignorar ese malestar y cumplir con su deber para proteger a su familia, esta vez no permitiría que le arrancarán su felicidad de los brazos.

Al salir comenzó a caminar con pasos rápidos hasta la sala central queriendo ser informado de la situación actual lo más rápido posible.

— Layla información —pidió Miguel siendo rodeado por los otros Spiderman curiosos por su olor.

— Miles Morales fue atacado por un extraño ser y causó otra anomalía en el canon evitando la muerte de su madre, Rio Morales.

— Quiero que vayan por ese mocoso y lo traigan ahora.