Séparation

"Separación" no se me asusten, todo tendrá sentido cuando lo lean.

A petición de la persona que hizo el pedido, rayita tendrá un nombre y este será Jessie. Si por algún motivo no les gusta o simplemente no lo quieren leer así, no lo hagan.

También, en éste one-shot seguiré narrando... no sé si se dice que en segunda persona, pero bueno, narraré de "tú" como lo hago siempre.

Últimamente cuando escribo los one-shots me imagino al Armin de cabello corto, para que lo tengan presente.

Ahora sí, disfruten su lectura.

— Es que no lo entiendo; no sé qué pasa con Annie. — Armin suspiró y le dio un sorbo a su taza de café. Él te había invitado a una cafetería para hablar de un asunto importante, y resultó ser que estaba teniendo problemas con su novia Annie. — Ella no es mala, quiero decir, yo la quiero mucho pero.... ya no pasamos tiempo juntos como antes; siento que se ha vuelto menos cariñosa y más distante conmigo, y me dolería tener que dejarla después de tanto tiempo...... agh, no sé qué hacer. — pasó una de sus manos por su cabello, estresado. — ¿Tú qué piensas?

— Entiendo que no es fácil para ti; después de todo ustedes han estado saliendo por tres años, pero es una situación complicada.... ¿ya trataste de hablarlo con ella? Casi siempre es así como resuelven sus problemas, ¿no?

— Eso hice, pero ella no me toma en serio; cree que exagero y luego me promete que pasará más tiempo conmigo pero no es así. Siento que me ve como a un hermano más que como su novio; es como si..... todo el amor se hubiera ido de ella de repente. Desde hace varias semanas que todo se ha vuelto demasiado monótono en nuestra relación. — apoyó un codo en la mesa de la cafetería donde estaban y puso su cabeza encima de su mano.

— Y tú.... ¿todavía la quieres? — lo que más te dolía de ver a Armin así era que él te gustaba; jamás se lo dijiste y cuando te diste cuenta empezó a salir con Annie. No es que quisieras que sufriera, querías que fuera feliz incluso si no era contigo, pero ver que su relación corría peligro de alguna manera volvía a darte un poco de esperanza.

— Ya no estoy seguro..... siento que aún la quiero pero.... después de todo lo que pasó, no sé si valga la pena seguir en una relación así. — se veía deprimido. — Me cuesta mucho pensar en terminar con ella, pero hay veces en que creo que sería lo mejor.

— ¿Qué tal si tratan de hablarlo una vez más? Dile a ella todo lo que me dijiste a mí y expresa tus sentimientos con claridad; estoy segura de que ella entenderá y podrán resolver el problema los dos juntos como siempre..... lo han hecho.

— ¿Y si no es así? ¿Qué tal si, aunque tratemos, no podemos solucionar el problema y todo se vuelve peor para ambos?

— Entonces no creo que valga la pena quedarte en una relación en la que ninguno de los dos se siente cómodo, pero eso no es mi decisión; tú tienes que decidir según lo que te haga más feliz. — te sonrió.

— Gracias, Jessie; me alegra tener una amiga tan buena como tú. — forzaste una sonrisa, te dolía escucharlo decirte que eras una amiga, y sólo eso.

(...)

Llegaste de vuelta a tu casa luego de hablar con Armin, donde tus padres, Erwin y Levi, comenzaron a interrogarte en la cocina.

— ¿Qué quería el mocoso ese? — te preguntó Levi.

— Un consejo; temas personales de él que no creo que quiera que cuente a alguien más.

— ¿En serio no me vas a decir? — volvió a preguntar Levi. — ¿A mí, que soy tu padre?

— No la presiones; es una adolescente y es respetable que quiera mantenerle un secreto a su amigo.

— Está bien, él sólo está teniendo problemas con su relación y me preguntó mi opinión.

— ¿Él no es el chico que te gusta? — te preguntó Erwin, a lo que Levi se molestó un poco.

— A ella no le gusta.

— No puedes decidir qué le gusta a Jessie; está bien si no quieres admitir que estás celoso porque ella ya no es una niña dependiente de su papá. — puso una mano en su hombro.

— No es eso, es que nadie se la merece.

— En cualquier caso, — interrumpiste. — él está con Annie y mientras tanto no puedo hacer nada; incluso si no lo estuviera no me atrevería.

— Yo creo que podrías intentar decirle cómo te sientes. — dijo Erwin. — Piénsalo como..... una manera de librarte de  ese peso en tu pecho; creo que te sentirás mejor después de expresarle lo importante que es para ti, incluso si te dice que él no siente lo mismo.

— Sí, ¿ves? — habló Levi. — por estas cosas es que estoy con él; siempre sabe exactamente qué decir, ¿no es increíble? A mí me sorprende cada vez.

— ¿Qué puedo decir? Es un don.

— No estoy segura.... ¿Qué pasa si además de rechazarme ya no quiere hablarme nunca más? Tal vez se sienta incómodo después de eso y se aleje de mí y luego diga que ya no quiere que seamos amigos.

— Que exagerada. — dijo Levi.

—  Creo que no deberías pensarlo tanto; si en realidad sucede todo eso entonces él no vale la pena, y además no sabrá de lo que se pierde.

— Sí, eres nuestra hija después de todo; tendría que ser un idiota para rechazarte. — una llamada de tu teléfono interrumpió la conversación.

— Es Armin; — dijiste al revisar el celular. — ya regreso. — fuiste a tu habitación y contestaste la llamada. — ¿Hola?

— Hola. — su voz se escuchaba como si hubiera estado llorando.

— Armin, ¿estás bien? ¿estás llorando?

— S-Sólo un poco...

— ¿Qué fue lo que pasó? ¿No hablaste con Annie?

— Sí, quiero decir.... — trató de controlar su respiración. — yo fui e hice lo que me dijiste; hablamos y le conté como me sentía.

— ¿Y qué pasó?

— Ella se sentía igual; estábamos de acuerdo en que la relación se había vuelto muy monótona, y entonces.... — empezó a llorar otra vez. — de-decidimos terminar con la... relación....

— Lo siento mucho...

— No te disculpes, — escuchaste como respiró profundo. — no es tu culpa. Yo sólo.... creo que terminar con ella fue mucho más difícil de lo que pensé.

— Por supuesto, es normal. — trataste de animarlo. — Sé lo mucho que la querías, y tú sabes que puedes llorar todo lo que quieras y no te juzgaré. Si ambos consideraron que eso era lo mejor para ustedes, me alegra que hayan terminado en buenos términos.

— Gracias....

— Será difícil para ti porque estuvieron juntos mucho tiempo, pero estoy segura de que vas a poder seguir adelante.

— No, pero, realmente muchas gracias; no podría hablar de estas cosas con Eren ni con nadie, sólo contigo Jessie. Gracias por escucharme.

Seguiste consolando a Armin hasta que se sintió mejor, y luego tus padres te preguntaron qué fue lo que sucedió. Luego de contarles sólo les diste una razón más para declararte a él; estuvieron toda la semana dándote consejos y tratando de convencerte de que le dijeras tus sentimientos, y finalmente te decidiste a hacerlo.

(...)

— Eren, tengo un problema. — le dijo Armin a su amigo castaño.

— ¿Qué sucede?

— Creo que me gusta Jessie.

— ¿Y eso es un problema porque....?

— Es mi mejor amiga; ¿y si piensa que soy raro y no vuelve a hablarme?

— No creo que ella piense eso. ¿Qué fue lo que pasó en ésta semana desde tu ruptura con Annie, de todas maneras? Apenas y me has hablado, siento que me abandonaste.

— Lo siento, pero era un tema delicado y tú.... no sueles ser muy discreto. Es que Jessie estuvo ahí conmigo toda la semana, animándome y haciéndome sentir mejor; creo que en serio me gusta mucho.

— ¿Te volviste a enamorar en una semana? Algo estaba muy mal en tu relación; o siempre te gustó Jessie y jamás te diste cuenta hasta ahora. — Eren te vio caminando en dirección a Armin. — Ah, hablando de ella... ahí viene.

— ¿Qué? — te vio venir y Eren le dio un par de palmadas en el hombro.

— Suerte. — se fue.

— Armin, te estaba buscando. — le dijiste al alcanzarlo.

— ¿En serio? — se había puesto nervioso.

— Sí, hay algo.... muy importante que quiero decirte. — él se sonrojó un poco.

— ¿De qué se trata?

— Verás yo.... desde hace mucho tiempo que... he querido decirte esto; tú... tú me gustas, desde que tengo memoria. Y entiendo que acabas de salir de una relación; seguramente ni siquiera quieres saber nada de otras mujeres, pero mis padres dijeron que me sentiría mejor después de decírtelo así que..... — inhalaste hondo. — aquí estamos.

— Tranquila, estoy bien con respecto a lo de Annie gracias a ti; y en realidad.... si quiero saber de alguien.... de ti, Jessie; tú también..... me gustas. Me di cuenta luego de que estuvieras tan pendiente de mí esta semana, y si no te importa.... me gustaría que salieras conmigo. — sonreíste, tus padres tenían razón después de todo.

— Me encantaría.





Gente, nada más para decirles que si habían hecho un pedido y yo no lo he publicado me lo vuelvan a mandar, la cosa es que se me pierden y ya no sé si me faltó alguno. Si no es así y ya los hice todos me vendrían haciendo falta dos pedidos para llegar a las 50 partes de éste libro.

Dato de la autora: Tuve que usar brackets durante como dos años y me los quitaron antes de venir a México.

Cuídense y tomen mucha agua.

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