〖07〗
El sonido de la lluvia golpeando contra el cristal de la ventana junto a la calidez y comodidad de una cama y el hogareño aroma a comida recién preparada, despertaban poco a poco sus sentidos causando que fuese consiente lentamente de su entorno, un entorno completamente desconocido para él. Lo último que recordaba era estar empapado de pies a cabeza, con lodo y fango en su cuerpo mientras la lluvia caía sobre su rostro y el lacerante dolor en su espalda le provocaba fuertes espasmos.
Habían huido junto a Yoongi de la destruida embarcación luego de la llegada de la manada Jung, sabía que habían logrado perderlos entre los árboles y malezas del bosque. Entonces ¿Dónde estaba? ¿Y por qué se sentía tan fuera de sí? Como si su cuerpo ya no fuera su cuerpo. No sentía calor ni frío, mucho menos sentía hambre solo una sed desgarradora que hacía doler su garganta.
Abriendo los ojos enfocó el techo de una habitación que no conocía, notando la suavidad de las sabanas y mantas que lo cubrían. Con lentitud se reincorporó dejando que las telas cayeran de su cuerpo cubriendo únicamente sus piernas, quedando con el torso desnudo a vista del joven que entraba en ese momento en la habitación.
Antes de que el intruso en el cuarto pudiese decir algo se levantó de la cama acercándose tambaleante hasta la ventana la cual abrió con suavidad, sintiendo como la lluvia mojaba su rostro y torso mientras el viento golpeaba su pálida piel. Aún así no sentía nada, absolutamente nada de frío.
-Morí... -Su voz salió suave, casi en un susurro que si no fuese por la cercanía de la otra persona al verlo levantarse, no lo habría podido escuchar.
-Algo así. -Respondió con la misma suavidad, tomándolo de un brazo y alejándolo de la ventana.- ¿Cómo te sientes, Jungkook?
La voz grave de la persona a su lado y la forma tan amable de pronunciar su nombre lo hicieron levantar la mirada, fijando sus enrojecidos ojos en los miel de Taehyung quien le regalaba una pequeña sonrisa. Intento regresarle el gesto pero lo único que salió de sus labios fue un bajo sollozo seguido de muchos más mientras las lágrimas bañaban sus mejillas.
Había muerto, al fin la última pizca de humanidad en su cuerpo había desaparecido y diferente a lo que pensó, no se sentía ni un poco aliviado. Tenia miedo, tanto que en cuanto se sintió rodeado por los brazos del castaño no pudo evitar refugiarse en su cuello mientras lloraba como un niño. Y es que así se sentía, como un pequeño infante desprotegido y con pánico del mundo que no conocía. Por mucho tiempo pensó que su estado "medio muerto" como le llamaban los vampiros de la marginada manada, se debía a la poca cantidad de veneno que Chittaphon al intentar salvarlo había introducido en su cuerpo, pero ahora que al fin su corazón había dejado de latir, podía sentir como la ponzoña corría por sus venas aún cuando su sistema circulatorio ya no funcionaba.
Pensó que una vez sediera completamente a sus genes vampíricos se sentiría a gusto, pero no era así, no cuando recordaba porque había sido transformado en primer lugar. Él quería morir, y ahora que finalmente estaba "muerto" se arrepentía de sus decisiones.
Nunca podría volver a la ciudad humana, no volvería a tener una vida normal y, por mucho que lo hubiesen lastimado, nunca volvería a ver a sus padres. Y esto último era lo que más pena le producía a su inservible corazón.
-Tranquilo, todo estará bien... -Con cuidado Taehyung los acercó a la cama, sentando al inestable pelirrojo en esta quien parecía no querer soltarlo.- Déjame cerrar la ventana ¿Si?
El vampiro solo pudo asentir soltando al fin el cuerpo del lobo, viendo como se acercaba a la ventana y la cerraba, corriendo luego las cortinas y volviendo a su lado sin quitar la sonrisa de su rostro en ningún momento. No sabía porque pero ese lobo con aroma dulce conseguía darle confianza aún cuando apenas lo conocía, y ahora que se paraba entre sus piernas mientras abría sus brazos en una clara invitación, no podía evitar estar agradecido por la muestra de cálido afecto y consuelo que le entregaba.
Con rapidez rodeo la estrecha cintura del omega y lo jaló hacia su cuerpo, enterrando su rostro en el pecho de Taehyung mientras este acariciaba su cabello con suavidad, trasmitiendo un agradable sentimiento de cariño que hace mucho tiempo no sentía.
-Lo siento por usarte de pañuelo. -La voz algo congestionada del vampiro provocaron las risas del castaño quien negó restandole importancia aún cuando el chico entre sus brazos no pudiese verlo.
-Necesitabas un abrazo y a mi me gusta mucho darlos.
-Me alegra porque a Yoongi hyung no le gustan mucho y me da vergüenza pedírselos. -Al recordar al lobo negro separó su cabeza del cálido pecho del joven entre sus brazos.- ¿Dónde está él?
-Abajo con mis padres, esta bien si eso quieres saber, tuvo unos cuantos golpes y costillas rotas pero luego de un par de días ya esta mejor. -Al ver como los ojos del vampiro se abrían sorprendidos volvió a reír. - Llevas inconsciente tres días.
-¿Y por qué nadie me despertó?
Sintiéndose emocionalmente más estable se separó por completo del cuerpo del lobo, viendo como este hacia un pequeño mohín con sus labios al ser liberado, consiguiendo que una risueña sonrisa se marcará en sus delgados labios. Le agradaba ese chico, era amigable y muy bonito, hasta podría ser su tipo de hombre si no fuese un lobo.
Suspirando se dispuso a levantarse de la cama para dejar la habitación, siendo detenido por el suave agarre en su mano que lo hizo voltear con una ceja alzada, esperando que Taehyjng hablara. En cambio este solo levanto una sudadera que antes había dejado a los pies de la cama, entregándosela para que pudiese vestirse, notando que era la misma que la mañana del escape le había cedido en el barco.
-Gracias... -Con un suave apretón soltó la mano del castaño, calzandose la prenda y caminando detrás del lobo al verlo ir hacia la puerta.
Al salir de la habitación el aroma a comida fue mucho más intenso que antes, lamentándose al no sentir ni una pizca de hambre por esos exquisitos aromas a carne, papas y algo dulce que no supo identificar. En esos momentos anhelaba beber algo de sangre y saciar su sed, pero primero debía ir con Yoongi, informarle que esta bien, o lo mejor que se pudiera estar siendo un muerto andante, y que este le informara la situación en la que estaban.
Lo que no se esperaba era que al llegar al primer piso de la casa de la familia Kim, unos fuertes brazos rodearon su cuerpo y que el almizclado aroma de su hyung perturbara todos sus sentidos, provocando que nuevas lágrimas llenarán sus ojos. El abrazo de Taehyung había sido cálido y lo que necesitaba para calmar su maltrecho y muerto corazón, pero la manera tan necesitada con la que el lobo negro lo abrazaba, había derribado cualquier barrera que haya pensado colocar para hacerle frente a su nueva realidad.
-Estas bien, mocoso, al fin estas despierto. -La grave voz del alfa lo hizo suspirar temblorosamente, bajando la cabeza como muestra de respeto al separarse, consiguiendo que su cabello fuera revuelto con cariño.- Me preocupaste tanto, Jungkookie.
-No me llame así, hyung... -Un pequeño mohín se acentuó en sus labios el cual aumento al escuchar la risa del mayor.
-Creo que ya no debes llamarme hyung, ya no eres humano, mocoso.
-Mejor llámeme Jungkookie, no me gusta el mocoso. -Riendo limpio las lágrimas que habían escapado, notando como el pelinegro también lo hacía.- Aigoo, el fuerte alfa está llorando.
-Si lo hubieses visto hace unos días, no te sorprendería verlo llorar.
La voz de Nayeon lo hizo voltear, avergonzandose al tener a toda la familia Kim viéndolos en su vulnerable momento, y si no fuese por la ausencia de sangre en su cuerpo, estaba seguro que estaría sonrojado hasta las orejas.
-Líderes Kim... -Dando un paso hacia Seokjin y Namjoon hizo una reverencia de noventa grados como muestra de respeto.- Estaré eternamente agradecido por sus cuidados hacia mi y hacia Yoongi hyu- hacia el alfa Min.
Las risas de los lobos no se hicieron esperar al escucharlo corregirse, siendo Seokjin quien se acerco para levantarlo y regalarle una amable sonrisa que le recordó a su hijo, quien en ese momento salía de la cocina con una botella en su mano.
Todas las terminaciones nerviosas de su cuerpo se exaltaron al ver el liquido rojo en la botella de vidrio que el omega sostenía con una mano mientras en la otro llevaba una pajita para poder beber.
La sed que antes lo había despertado se volvió intensa y dolorosa, al punto en el que sus colmillos lastimaban el interior de su boca, haciéndolo probar el asqueroso sabor de la ponzoña. A pesar de lo inestable que se sentía al ver la sangre, tomó una gran bocanada de aire a vista de todos los lobos y aguanto la respiración, intentando mantener sus nuevos instintos a raya y así no provocar un accidente.
Como había dicho estaría eternamente agradecido con la familia Kim, razón para comportarse y no volverse un salvaje en busca de sangre.
-Gracias, Taehyung. -Con las manos temblorosas acepto la botella y la pajita, recibiendo una sonrisa cuadrada que le enterneció.
-Bien familia, vamos a almorzar así que tomen asiento. -La voz del alfa Kim resonó por toma la habitación, haciendo exaltar a Jungkook.
Viendo como todos comenzaban a tomar asiento rápidamente se acerco al lobo negro quien apartaba una silla para él justo a su lado, agradeciendo saber que no tendría que esconderse para beber la sangre que le habían dado, lo que menos quería ahora era estar solo.
Antes de que pudiera tomar asiento vio al castaño lobo acercarse para sentarse a su lado, actuando rápidamente al momento de dejar la botella sobre la mesa y apresurarse en correr la silla para el omega, ganándose otra bonita sonrisa que fue correspondida por una de marcados colmillos.
-Eres muy caballero, Jungkook. -La voz del líder omega llamó su atención, haciéndolo sentir avergonzado.- Tus padres te han educado muy bien.
La sola mención de sus progenitores consiguió poner tenso tanto al vampiro como al lobo alfa a su lado, quien carraspeando se recargo en el respaldo de su silla, dando un pequeño asentimiento hacia Nayeon cuando coloco un plato de comida frente a él. Repentinamente había perdido el apetito y podía notar por la forma en que jugaba con la botella aún cerrada que Jungkook tampoco tenia ánimos de alimentarse.
Era obvio que la familia Kim tendría curiosidad por ellos, en especial por su joven compañero, pero no estaba listo para dar información del vampiro y eso lo había dejado en claro el día que conversaron y acordaron los tratados. Había dado información sobre él y sus hermanos, pero en el momento que Jungkook fue el centro de las preguntas, se negó rotundamente a responderlas sin el permiso de este.
No por ser el líder de su manada tenía poder sobre la privacidad de sus compañeros, ellos eran libres de tener sus secretos, sus vidas fuera de la familia que habían creado. Después de todo no le debían absolutamente nada, lo único que él les pedía era lealtad y que se mantuvieran con vida.
El suave movimiento a su lado y el temblor en las manos del pelirrojo lo alerto, provocando que instintivamente se acercara a él hasta que sus brazos se rozaban, llamando la atención del vampiro.
-Yo... -Dudoso intento hablar, llamando la atención de los líderes quienes recién se sentaban a la mesa, teniendo en esta ya todo servido para poder comer.
-¿Sucede algo, Jungkook? -La joven alfa preguntó con la preocupación reflejada en su rostro.
-Ya que me han ayudado yo... -Frunciendo sus labios volteo hacia Yoongi quien solo se encogió de hombros, dándole ánimos con una pequeña sonrisa.- Yo creo que es justo responder las preguntas que puedan tener.
-Yoongi ha respondido por ti, vampiro, no es necesario. -La repentina autoridad con la que Namjoon habló, confundió a todos.- En este momento estás protegido por la manada Indigo al igual que el líder Min y sus renegados.
-Te dije que dejaras de llamarnos así.
-Mientras tu manada no tenga nombre, así los llamare.
-Se me calman o se irán a comer al patio como los perros que son. -Si la voz de Namjoon había sido autoritaria, escuchar a Seokjin hablar tan calmadamente sin observar a nadie, daba miedo.- Yo si tengo preguntas para nuestro visitante ¿Puedo?
Al ser nuevamente el centro de atención Jungkook solo pudo asentir, abriendo al fin la botella de sangre y colocando la pajita en esta, comenzando a beber lentamente sin mirar a nadie en específico, sintiéndose como un pequeño niño viendo a sus padres pelear por su culpa. Lo cual no estaba demasiado lejos de la realidad aunque más que su padre Yoongi parecía su hermano mayor intentando defenderlo y cubrirlo con su aroma para que Namjoon no lo molestara.
-¿Cuantos años tienes? -Fue la primera pregunta echa por el omega.
-Físicamente veinte, pero cumplo veintitrés en unos meses.
-¿Cómo te volviste un vampiro?
-Eso... -Esta vez busco ayuda en Yoongi, pero este estaba muy ocupado comiendo como para hablar por él.- Un vampiro me mordió para salvar mi vida.
-¿Para salvarte? -Taehyung no pudo evitar preguntar.
Había intentado mantenerse al margen de la rabieta de los líderes y la intimidación de su padre omega, pero al notar la cooperación del vampiro al responder las preguntas, no pudo callar al momento de escuchar su última respuesta.
Vio intrigado como el pálido joven tomaba una gran bocanada de aire luego de acabar su botella de sangre, comenzando a jugar con ella bajo la atenta mirada de todos pues sentir el aroma de Yoongi volverse denso e incluso agrio los había preocupado. Debía ser algo bastante delicado para que el lobo negro reaccionará con la clara intención de hacerlos callar y que dejaran de molestar a su amigo.
-Intente suicidarme entregando mi vida a unos vampiros. -Fría y distante, así había sonado su voz.- En el mundo humano habitan cambiaformas, vampiros y demás criaturas al igual que en sus manadas, pero hay grupos de humanos que se niegan a convivir con criaturas demoníacas, mis padres eran de esas personas. -Soltando un suspiro levantó su rostro, dejando ver el dolor que reflejaban sus ojos.- Tal cual no aceptaban a otras criaturas, tampoco aceptarían rarezas, y que su único hijo fuese homosexual para ellos era una abominación.
-¿Homosexual?
-Se que es un término que conocen pero que no usan, ya que para ustedes el amor es amor y ya, no importa el género, la etnia o la raza. -Seokjin asintió dándole la razón.- Bueno, en el mundo humano no es así, aun hay gente tan cerrada de mente que ver a dos personas del mismo género juntas es obra del diablo.
-Jungkook llegó a mi lado luego de ser atacado por neófitos. -Apartando el plato a medio comer Yoongi se recargo en la silla, ya sin deseos de seguir comiendo.- No podía dejarlo morir asi, para mi apenas era un niño.
-Es un niño. -Hablo Namjoon dándole la razón, mostrando al fin una apariencia más amigable hacia el vampiro.- Los padres deben cuidar y amar a sus hijos, no despreciarlos.
-No deben despreciarlos, golpearlos o... -Guardando silencio Jungkook intento respirar para calmar el desgarrador sentimiento que se alojo en su pecho.- Mis padres olvidaron que era su hijo en el momento que les dije quien era en realidad, pero gracias a eso pude encontrar una familia que me apreciaba por quién era y no por quien fingía ser.
El suave agarre en uno de sus hombros lo alentó a levantar la cabeza para encontrarse con miradas amables y pequeñas sonrisas, haciéndolo soltar una pequeña risa por lo emotivo que se había colocado el ambiente, pero agradeciendo el ser escuchado.
Nuevamente confirmaba que su lugar nunca fue con los humanos, su lugar siempre había sido en el "submundo" o como eran llamados por los pocos humanos que aún habitaban la tierra, aquellos que habían sido dejados y olvidados por las deidades a las que le rezaban. Y es que no todos habían nacido con cualidades animales, como alfas, betas u omegas, o como entidades oscuras tales como los vampiros.
El mundo había sido dividido por aquellas personas bendecidos por la Diosa Luna y aquellos que no eran dignos de ser sus hijos. Lastimosamente la familia de Jungkook por generaciones había sido de este segundo grupo, pero él no continuaría por ese camino, había encontrado su lugar con Yoongi y sus hermanos, con las panteras y los vampiros, y esperaba siempre estar para ellos como ellos habían estado para él.
-Dejando el sentimentalismo de lado... -Namjoon retomo la conversación levantándose de la mesa y comenzando a retirar esta con ayuda de su hijo mayor.- Hable con Chanyeol hace unas horas.
-¿Aceptara que nos reunamos? -Poniéndose de pie Yoongi comenzó a ayudar, tomando sus platos y la botella antes usada por Jungkook quien observaba el intercambio de palabras sin entender.
-Aceptó pero esta algo reacio a que su hijo se empareje contigo, lo último que recuerda de ti es que eras un mocoso gruñón y malcriado.
-¡Ese era Jaebum! Yo era una estatua, se esta confundiendo de Min.
-No seas mentiroso, fuiste tu el que quemo el vestido de Sandara.
-Ese fue Junghoon.
-Min, tu hermano aun no nacía.
-Bah. -Cruzándose de brazos le dio la espalda al peligris, todo bajo la divertida mirada de los menores quienes continuaban sentados en la mesa.
Con las únicas personas que había visto al lobo negro convivir tan amenamente era con sus hermanos, discutiendo y molestando a estos de la misma forma que lo hacia con el líder Kim, algo que le hacía sentir más cómodo con esa familia que apenas conocía. Pero ver como tanto Namjoon como su omega Seokjin parecían molestar al siempre serio líder Min, le decía que su lealtad y confianza en las decisiones de su hyung siempre serían el camino correcto.
Lo único que pedía era resolver todo cuando antes para poder dejar de esconderse y ver al fin el legado de los Min triunfar después de tanto dolor y penas, y es que todas las historias que los hermanos de Yoongi le contaban de su fallecida familia era algo digno de un libro.
-Jungkook. -El llamado del pelinegro lo saco de sus pensamientos, colocándose de pie cuando este le hizo una seña.- ¿Recuerdas los tratados de alianzas?
-Una alianza entre dos manadas puede formarse cuando ambos líderes tienen algo que entregar al otro, sean riquezas, suministros o alguna ayuda en particular. -Si algo habían servido las historias de los hermanos Min fue para instruirlo en las leyes de la antigua manada de lobos negros.
-Y si dos manadas se unen ¿Qué pasa con los líderes?
-Depende, si la alianza es por beneficios ambos líderes deben prometer proteger a ambas manadas, no solo a la propia, en cambio si la alianza es para unificar manadas volviéndola una sola, deben elegir quién tomará el liderazgo, de no haber una decisión deberán batirse en un duelo y el que muestre ser más fuerte y digno de liderar tomara el poder de ambas manadas. -El rostro serio de Namjoon no le agrado del todo, pero al notar como su hyung no parecía inmutarse decidió seguir hablando.- En cambio, sí ninguno de los dos líderes quiere llegar a un combate, pueden hacer uso del co-liderazgo.
-¿Qué significa eso? -La suave voz de Seokjin se escucho desde la cocina, alentandolo a caminar hasta ese lugar siendo seguido por los hijos de este.
-Un co-liderazgo significa que una manada tendrá dos líderes alfa ¿Beneficios? En caso de que uno de los dos muera el otro no dejará desamparado al pueblo ¿Desventajas? Uno de los dos líderes debe renunciar a ser el principal y volverse el "Segundo al mando", y ninguno de los dos líderes puede tomar decisiones sobre la manada sin consultarle al otro. -Girandose enfrente a los dos alfas que lo observaban.- Deben ser un equipo, una unidad, no rivales.
-El último líder que tuvo un segundo al mando fue mi padre. -La sorpresa entre los lobos no se hizo esperar, haciendo sonreír a Yoongi.- El segundo al mando fui yo.
-Por eso dijiste no tener problema en compartir el liderazgo... -Asintiendo a las palabras de Namjoon le dio la razón.
-Pero para haber un co-liderszgo ambos alfas deben vivir en el mismo territorio ¿No? -Nuevamente hablo Seokjin recibiendo otro asentimiento por parte del pelinegro.
-Por eso necesito reunirme con Chanyeol, se que ustedes no tienen problema en que mi manada se establezca en esta isla, pero este lugar también es el hábitat de la manada Park.
Namjoom asintió dándole la razón pues ya habían hablado de eso anteriormente, teniendo en cuenta que la manada de Yoongi consistía en apenas ocho personas, no tenía problema en darles un lugar donde vivir siempre y cuando todo saliera bien.
Estaba de acuerdo con compartir el liderazgo con el lobo negro y disolver el compromiso entre su hija y el hijo de los Park, pero solo si este aceptaba que Jimin se uniera a quien sería su segundo al mando. De esa forma unirían las tres manadas en una consiguiendo establecerse oficialmente como la manada más grande de toda Corea del Sur, el único problema que quedaría era la manada Terra del Norte, quienes aún no informaban la razón de su llegada a ese lugar.
Cada vez quedaba menos para resolver todos sus problemas, pero extrañamente eso no hacía sentir mejor al mayor de los Min y mucho menos al vampiro que en ningún momento había dejado de observar el tic nervioso en las manos del mayor.
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