〖04〗

"Hay noches en que los lobos estan en silencio y aulla la Luna".

El suave golpeteo de las olas contra las rocas junto al cantar de las aves a lo lejos se había convertido en una alarma diaria que era imposible le desagradara, pues sentía tanta calma y tranquilidad al despertar escuchando tan melifluo sonido que su humor era el mejor de todos en la mañana. Pero eso era solo cuando el día era perfecto como para vagar por la orilla de la playa y mojarse los pies hasta que el frío fuese apabullante.

Ese día desafortunadamente no era así, pues su queridísima alarma había sido sustituida por el fuerte sonido de los truenos que azotaban el oscuro cielo de ese día, atreviéndose a decir que no pasarían de las siete de la mañana pues sentía que había dormido muy poco en comparación a sus ocho horas de sueño habitual.

Si había algo que odiaba era ser despertado antes de tener sus merecidas horas de sueño, o de haber descansado lo suficiente, y es que al ser un neófito aun podía darse el lujo de dormir sin problemas, mientras que sus compañeros nacidos vampiros no tenían la capacidad de dormir mas que unas cuantas horas. Por un lado agradecía ser mitad humano, pues de otra forma no sabría que hacer con tanto tiempo libre por las noches.

Como en ese momento que, siendo tan temprano, su hyung aun dormía a su lado estando en su forma lobuna para conservar el calor, mientras que él comenzaba a aburrirse al no tener nada bueno que hacer pues ese día como ya lo tenían planeado, Yoongi iría hacia las manadas antes del anochecer, esperando interrumpir el enlazamiento de la joven pareja de lobos pues sería en ese momento en el cual estarían ambas manadas reunidas, justo lo que necesitaba. Por lo que entendía que el lobo continuase dormido, después de todo la noche anterior se había quedado hasta entrada la madrugada planeando todo con Jihyo, la hermana de Jimin.

-Mejor salgo por algo de comer... -Murmuró para si mismo, decidiendo abandonar el cálido lugar al lado del lobo y sumergirse en la intemperie, odiando aun ser muy susceptible a los cambios de temperatura.

Pero allí estaba, caminando con la cabeza gacha y la capucha puesta, intentando que sus dientes dejaran de castañear pues sus colmillos lastimaban levemente sus labios, sintiéndose estúpido al no poder controlar la temperatura de su cuerpo. Aun tenia mucho que aprender sobre ser un vampiro, a pesar de haber sido convertido y resucitado hace tres años, le era bastante difícil acostumbrarse a su estado semi-muerto.

Jamás se lo diría a nadie, ni siquiera a su más querido hyung como lo era Yoongi, pero el día que esos vampiros le dieron caza y lo intentaron matar, fue su culpa que eso sucediera, pues ese día tenía toda la intención de morir a manos de esos desalmados pues, algo que nadie sabia, sus padres lo habían echado de casa varias noches antes de ese "accidente".

Aunque el submundo aun estuviese en una época antigua, donde se regían por costumbres y prácticamente leyendas, el mundo moderno desde el que provenía, estaba mucho más modernizado que las manadas, las jaurías y las tribus. Pero sus padres se habían quedado atascados en un periodo de tiempo donde los homosexuales eran repudiados, y su único hijo lamentablemente para ellos estaba enamorado de un hombre.

Fue esa la razón de su intento de suicidio a manos de esos vampiros pues fue él quien busco pelea, dispuesto a morir antes de cargar con todo el dolor, la humillación y la pena que el repudio de sus padres le había causado.

Pero ahora que se encontraba allí de pie, sintiendo la lluvia filtrarse por su ropa y escuchando las olas romper contra las rocas, agradecía a todos los Dioses y deidades existentes que Yoongi junto a sus hermanos lo hayan encontrado. Agradecía que lo incluyeran en su mundo y lo cuidaran como si fuese alguien más de la familia, dándole un cálido amor que jamás había sentido ni siquiera con su verdadera familia.

Con las criaturas del submundo se sentía a gusto, comprendido y amado, entendiendo gracias a ellos que en ese mundo amar a un hombre o a una mujer daba igual, amor era amor y se debía respetar. 

Soltando un largo suspiro se apoyo en un árbol observando el intranquilo mar, sonriendo tenuemente al pensar que pronto todo terminaría, volverían junto a su manada de renegados y todo volvería a ser como antes o aun mejor, pues si todo salía bien ya no tendrían que escapar y podrían asentarse en algún lugar bonito y no tener preocupaciones. Y la verdad si ese omega debilucho decidía irse con ellos, prometía comportarse y cuidarlo como lo haría su hyung.

-¿Hola? -La suave voz que escucho a sus espaldas lo asustó, volteando tan rápido que su largo cabello rojizo se le pego a la frente dándole una apariencia oscura a su mirada que asusto al joven chico que lo observaba desde detrás de un árbol.- ¡AH!

-¿Quién eres? -Preguntó quitándose la capucha y llevando su cabello hacia atrás, logrando observar a un joven peligris completamente empapado que entre sus manos llevaba una pequeña canasta igual de empapada.

Alzando una ceja se acerco al joven que aun lo miraba espantado, inclinándose hasta poder ver claramente su rostro, siendo gracias a un rayo que cruzo el cielo e ilumino todo que pudo ver los amarillentos ojos del peligris, dándose cuenta que se trataba de un lobo. Inhalando profundamente intento sentir alguna fragancia proveniente de él, notando un tenue aroma a moras que pudo reconocer, consiguiendo que su instinto sobreprotector se calmara.

-Eres amigo de Jimin o algo así ¿No? -Al escuchar el nombre del omega consiguió calmarse un poco, asintiendo despacio a las palabras del apuesto hombre frente a él.- Estas empapado, vamos al barco para que te seques.

Solo pudo asentir a las palabras del pelirrojo, siguiéndolo aun sin confiar en él, pero reconociéndolo como el vampiro que había visto días antes en el lago junto al alfa pelinegro.

Aunque Jimin había dicho que el vampiro era guapo, no pensó que lo sería tanto, pues por como se pegaba la camiseta blanca que llevaba bajo su chaqueta, podía notar sus formados músculos, haciéndolo sonrojar cuando el chico volteo una vez estuvieron frente a la destruida embarcación, ofreciéndole una mano para ayudarlo a subir, la cual tomo con algo de dudas.

-Las rocas están húmedas y puedes resbalar, así que déjame ayudarte. -Llevando su mano libre hasta una de las rocas enterró sus grandes garras allí, sorprendiendo al lobo pues no había notado el momento en que estas crecieron.

Vio como el vampiro subió a la roca quedando de cuclillas, jalándolo luego y ayudándolo a subir a la que estaba a su lado, viendo como liberaba sus garras para luego anclarlas en otra roca mucho más alta, repitiendo el proceso hasta que estuvieron en la entrada de la gran embarcación, siendo ayudado en todo momento hasta que ambos estuvieron dentro siendo resguardados de la torrencial lluvia.

Lo vio quitarse la chaqueta y la playera que llevaba, colocándose luego una gran sudadera que lo hacia ver pequeño, causando una pequeña risa de su parte la cual llamo la atención del joven vampiro quien volteo en su dirección con otra sudadera entre sus manos la cual muy amablemente le ofreció.

-Cámbiate para que no enfermes, esta haciendo mucho frío... -Con suavidad el lobo tomo la prenda, llevándola instintivamente a su nariz para olerla.- Te recomiendo que no hagas eso.

La advertencia llego demasiado tarde pues, en cuanto vio como el bonito rostro del lobo se marcaba con un ceño fruncido, entendió que ya había sentido el pútrido aroma que diferenciaba a su clase de los demás habitantes del submundo. La ponzoña tenia un aroma tan desagradable, prácticamente podrido, que disgustaba a cualquiera que tuviera un buen olfato.

Soltando una suave risa observo la canasta empapada que el lobo había dejado a un lado de sus pies, la cual empujo levemente cuando paso por su lado, llamando su atención.

-¿Qué es eso? -Pregunto curioso, sentándose en un montón de almohadones que estaban esparcidos en un rincón, palmeando luego su lado para que el chico se sentara.- Por cierto ¿Cómo te llamas?

Quitándose rápidamente la chaqueta que llevaba quedo completamente desnudo del torso para arriba, colocándose rápidamente la sudadera ponzoñosa, sintiendo su rostro sonrojar al verse observado por el vampiro, aunque este solo lo miraba con muchísima curiosidad, sin ninguna doble intención.

-Me llamo Taehyung, soy amigo de Jimin y lo que traigo aquí es comida para usted y el líder Min... -Arrodillándose frente al vampiro, sobre un almohadón, le extendió la canasta, notando como este la abría con una suave sonrisa de colmillos en sus labios.- ¿Dónde esta el alfa?

Sin responder Jungkook extendió una de sus manos hasta una manta a su lado, jalándola con fuerza hasta destapar el gran cuerpo del lobo negro que aun dormía, con el hocico abierto y babeando las mantas que tenia debajo, teniendo una apariencia demasiado tierna para Taehyung quien rio divertido.

En silencio vio como el pelirrojo vampiro comenzaba a comer algunos sándwiches y beber el contenido de una botella de cristal que su hermana Nayeon le había entregado, frunciendo su ceño en disgusto al darse cuenta que se trataba de sangre, probablemente de los conejos que había cazado la tarde anterior. 

De pronto el fuerte gruñido que el lobo al costado de ellos emitió, le puso los pelos de punta, provocando que instintivamente se acercase al vampiro quien solo lo observo aun comiendo, restándole importancia al comportamiento del lobo, mientras que este se reprendía mentalmente al haber sentido como un lugar seguro estar más cerca de una persona que apenas conocía y que a demás era un vampiro, los seres más odiados por los lobos.

-Buenos días, Yoongi hyung. -Musitó Jungkook acercando su mano libre hacia el mayor, ya que en la otra tenia la botella de sangre, palmeando con bastante fuerza el lomo del lobo negro, escuchándolo gruñir otra vez.- Tenemos visitas así que compórtese.

Girando su cabeza enfoco al omega que parecía ocultarse al costado de su vampiro favorito, extrañándose al no sentir ningún aroma provenir de él, notando luego de unos segundos como el aroma a humano y ponzoña de Jungkook lo rodeaba.

Intentando no malpensar se colocó de pie estirando su espalda y patas, queriendo quitarse la pereza que lo consumía, tomando luego con su hocico la manta que momentos antes lo cubría y acercándose hacia los dos jóvenes que lo observaban, dejando caer la manta sobre Jungkook quien rápidamente entendió lo que pedía.

Colocándose de pie tomo la manta y cubrió el cuerpo del lobo, todo bajo la atenta mirada del omega que, en cuanto noto como el alfa trasmutaba a su forma humana, volteo su mirada hacia otro lado, intentando darle algo de privacidad, después de todo se trataba de la posible pareja de su mejor amigo por lo que debía respetarlo aun más.

Solo se dedico a escuchar como el lobo pelinegro se vestía, jugando con los envoltorios de los sándwiches que el vampiro se había comido, algo extrañado pues por lo que él sabia estos seres solo bebían sangre y comían carne, pero frente a él había uno devorando casi todo lo que había llevado, tal cual un niño.

-No deberías haber venido. -Fue lo primero que le dijo Yoongi en cuanto se sentó frente a él y comenzó a comer lo que el vampiro le había dejado, sin dejar de observar al omega.- Prácticamente se esta cayendo el cielo ahí fuera, te arriesgaste mucho al venir.

-Jimin y Nayeon hoy estarán muy ocupados con su compromiso, Jihyo estará organizando las cosas con ellos y nadie podría venir a dejarles comida, así que yo me ofrecí para traerles esto. -Encogiéndose de hombros intento ignorar los grandes ojos del joven pelirrojo a su lado, sintiéndose avergonzado de ser observado de esa forma.

-Eso es muy lindo de tu parte, Taehyung. -Yoongi solo asintió a las palabras del vampiro, terminando de comer y recostándose en una de las paredes.- Justo había salido a cazar algo cuando nos encontramos.

-Entonces lo salve de ser descubierto por la manada Jung. -Musitó asintiendo a sus propias palabras, consiguiendo tener la atención del alfa de nuevo sobre él.- Ellos salieron de caza muy temprano, creo que aun merodeaban el bosque.

-¿Y tu viniste hasta acá con ellos en el bosque? -La voz seria del pelinegro asustó a ambos jóvenes, quienes lo observaban confundidos.- Taehyung, dime por la Luna que vigilaste que no te siguieran. -Al notar como el omega agrandaba los ojos por la sorpresa gruño molestó, colocándose de pie y caminando hasta la entrada de la embarcación.

El aroma de la lluvia al tocar la arena y la tierra, junto al salado aroma del mar, seria una buena forma de camuflar el aroma de los lobos que, ni siquiera él con su gran olfato, los podría detectar hasta que estuviesen lo suficientemente cerca como para que su potente aroma o sus feromonas los envolvieran. Si la manada Jung había seguido al joven omega hasta ellos, no lo culparía, pues el clima estaría en su contra para su desgracia.

Y lamentablemente sus suposiciones fueron ciertas al descorrer la gran madera que hacia de puerta, notando a lo lejos, entre el oscuro bosque, dos pares de ojos amarillentos que observaban atentos la destruida embarcación, comenzando a acercarse en cuanto vieron un atisbo de él al asomarse.

Colocando la madera en su lugar se acerco rápidamente a Jungkook quien ya estaba de pie observando por un agujero el exterior, con sus colmillos y garras mucho mas grandes de lo habitual, asustando al intranquilo omega a sus espaldas. Se sentía demasiado culpable al ver que lo habían seguido, como no se había podido dar cuenta antes, ahora de seguro todo el plan de los alfas se vendría abajo.

-Lastímate, ahora. -Escucho al alfa ordenar con voz grave al vampiro, casi rozando la voz de mando, asustándose aun más al ver como el pelirrojo rasgaba con sus garras uno de sus brazos, dejando que su sangre cubriera los almohadones y mantas que tenia a su lado.- Ahora tu saldrás y te iras como si nada hubiese pasado. -Al notar que le hablaba solo pudo asentir, recogiendo todo lo que había llevado, sin dejar de observar al herido pelirrojo.

Pronto entendió porque le había pedido al neófito que se lastimara, notando como el podrido aroma de su sangre comenzaba a cubrir toda la habitación, dejando olvidado el aroma a chocolate y cítricos del alfa y el suyo a fresas y caramelo. Era sorprendente la intensidad del aroma del vampiro, pero más sorprendente era la inusual fragancia a cuero que no recordaba haber sentido antes.

Toda su atención se vio robada al ver como el alfa trasmutaba nuevamente a su forma animal a la vez que el vampiro vendaba su brazo para luego tomar un gran bolso y colocárselo en la espalda, entendiendo que era momento de que escaparan y que él fuese la distracción. Solo esperaba que todo saliera bien y que la manada Jung lo siguieran a él.

El relámpago que ilumino el cielo fue la señal que el gran lobo negro necesito para abandonar la embarcación, lanzándose hacia una de las paredes que daban directo hacia el mar en el momento que el trueno se escucho fuerte y salvaje, siendo el camuflaje que necesitaba para no ser descubierto debido al ruido generado por la madera y el de su caída hacia el mar. Con rapidez nado hacia la superficie, cerciorándose en todo momento que las manos del vampiro en su espalda siguieran firmemente aferradas a su pelaje, aun cuando le pudiese doler, prefería mil veces eso antes que dejar atrás a su compañero.

La gran bocanada de aire que juntos tomaron una vez fuera del agua fue de apenas unos segundos, comenzando nuevamente su huida en el momento que las grandes patas del lobo tocaron la arena, comenzando a correr a pesar de la tormenta que lo hacía trastabillar una y otra vez, siendo ayudado por Jungkook a retomar el control al inclinarse sobre su espalda en la dirección que querían ir, siendo incluso divertido ir contra el viento como si de una motocicleta se tratara.

Pero toda la diversión se vio interrumpida en el momento que otro relámpago ilumino el cielo y con ello las sombras de dos lobos se vieron a su izquierda, demasiado cerca para cuando se dieron cuenta. La fuerte embestida que Yoongi sintió en su costado fue de tal magnitud que su cuerpo rodo por la arena aun con el vampiro firmemente agarrado a su pelaje, lo cual agradeció pues en el momento que logro ponerse de pie instintivamente comenzó a correr, dejando atrás a los dos lobos castaños que quisieron abalanzarse sobre él otra vez.

-¡Estoy bien! -Escucho la voz de Jungkook algo entrecortada luego de ladrarle intentando preguntarle si estaba herido, imagino que a pesar de estar bien estaba jodidamente adolorido, pues el agarre en su pelambrera había disminuido.

Sacudiendo su cuerpo obligo al neófito a reafirmar su agarre, sintiendo como ahora recostaba todo su cuerpo en su lomo y rodeaba lo más que podía su cuello, mientras sus piernas se afianzaban a sus costados, siendo mucho más cómodo para él correr sin el miedo de lastimar a Jungkook si es que chocaba con las ramas de algunos arboles, siendo justo ese movimiento del menor lo que lo incentivo a adentrarse al bosque, usando los arboles a su favor, intentando despistar a sus perseguidores.

La lluvia, el viento y los obstáculos en su camino comenzaron a cansarlo, corriendo cada vez más lento y tropezándose cada vez más, dando su máximo esfuerzo para mantener a salvo al pelirrojo, pues si los agarraban a él no le harían nada más que interrogarlo y quizás lastimarlo, pero al vampiro quien sabe que atrocidades serian capaces de hacerle hasta matarlo. Y era ese pensamiento el que lo obligaba a continuar corriendo, sin rumbo alguno, tan solo con la intención de cansar a los lobos detrás de ellos y tomar ventaja para esconderse.

Pero todo plan, idea o pensamiento se vio interrumpido en el momento que sus patas se resbalaron debido al barro, imposibilitándole frenar o siquiera girar, cayendo por una ladera demasiado empinada que por mucho que se esforzó, termino rodando por ella provocando que Jungkook se soltara y rodara junto a él quedando cubierto de lodo, césped y ramas.

No sabe cuanto tiempo paso, quizás segundos o minutos, pero al ver que los otros dos lobos no bajaron por ellos suspiro agradecido con la madre naturaleza, pues por la cantidad de arboles que los rodeaban era bastante difícil ver algo, consiguiendo encontrar al vampiro únicamente por su aroma.

Al verlo completamente inmóvil por un momento se asustó, volviendo a respirar en el instante que lo escucho quejarse mientras se daba la vuelta, quedando de espaldas y con el rostro hacia el cielo, intentando respirar entre el lodo y la lluvia que caía en su cara.

-Me duele todo... -Murmuró el menor intentando sentarse, fracasando por el intenso dolor que atravesó su espalda. Llevando una de sus manos hasta su cadera pudo sentir una gruesa rama atravesando su piel, provocando que un fuerte alarido abandonara su boca debido al dolor y la desesperación.

Sin saber que hacer Yoongi se recostó a un lado del vampiro, gimoteando al sentir el aroma de la sangre y la ponzoña rodearlos, sabía que eso alertaría a cualquier lobo que pasara por el lugar, pero ya nada le importaba. Jungkook estaba herido y si entregándose conseguía que lo ayudaran, daría su vida por su compañero y amigo.

Pronto los alaridos y quejas del neófito cesaron asustando al gran lobo negro quien rápidamente se levanto para revisar que continuara con vida, comenzando a respirar aceleradamente al notar los ojos abiertos del menor y la ausencia de su respiración. Recostando su gran cabeza en el pecho del joven chico sintió sus débiles latidos, mucho más débiles de lo normal en su condición de semi-muerto, aunque sabía que eso pronto cambiaría.

Sintiendo un fuerte dolor en su pecho y la angustia atraparlo elevó su hocico al cielo, tomando una gran bocanada de aire y, dándole una ultima mirada a las nubes grises y la lluvia cayendo, comenzó a aullar desgarradoramente, delatando su posición, avisando a sus perseguidores para que los encontraran. O eso podría parecer desde el exterior, pero en realidad Yoongi pedía ayuda, aullando cada vez con menos intensidad debido al llanto que se hacía presente en gimoteos lastimeros, implorando a cualquier persona, lobo o entidad que se encontrara en el bosque que por favor ayudara a su amigo, a su vampiro favorito, a su pequeño hermano.






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