Capítulo 39

Resubiendo porque Wattpad no notificó. A ver si esta vez sí lo hace. 

Capítulo dedicado a Lola_Cortez.  Gracias por tu mensaje. La reacciones de todos en general. GRACIAS por amar tanto a estos personajes. 

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Capítulo 39. Parte 1

Armando

No sé qué hora es.

Mi habitación está por completo a oscuras.

Lo único que hago es sostener mi mano contra mi frente en lo que sigo llorando sobre las almohadas de mi cama. Mi sien no deja de palpitar.

«Los hombres no lloran» Estimado amigo o amiga que dijiste eso, lo siento pero estoy a punto de morir de deshidratación.

Benja.

Niño. Porque eso es. Más que mi hermano es como mi hijo. Soy esa rama a la que debe sostenerse y tarde me doy cuenta.

Aún tengo la carta en mi mano, dormí con ella. Enciendo la lámpara de noche, me siento a la orilla de mi cama mientras la desdoblo y leo de nuevo.

Armando,

Sé que no soy el mejor hermano del mundo, pero quiero decirte que... te recuerdo.

Te recuerdo elevándome en tus brazos...

Y ahí está otra vez el nudo en mi garganta que no me deja respirar.

Cuando Benja empezó a crecer y darse cuenta de las cosas, al salir de paseo y ver a padres jugando con sus hijos, se escondía detrás de mí; suspiraba y me hacía contarle historias de papá y mamá para después ir a jugar juntos videojuegos o pelota. Siempre... Siempre estuve ahí para él.

Y es que yo tampoco lo tenía fácil. También era joven, me sentía solo y me vi obligado a ser fuerte por ambos. La abuela no podía con todo. Por eso cuando vi la oportunidad de tener mi propia vida, al mismo tiempo que iba a mejorar la de ellos, no dudé. Sin embargo, ¿a qué precio?

Hoy me quitaría una mano, un pie, incluso renunciaría a mi propia vida con tal de que él volviera y tuviera más y mejores experiencias que las mías. Pero es tarde, la carta en mi mano ahora es un pañuelo.

Mi puerta se abre y veo entrar a Vanesa seguida por Carolina.

—¿Estás bien? —Me pregunta Vanesa sentándose a mi lado para abrazarme. Carolina se queda en la puerta.

—Yo...

No.

—Todo va a estar bien, lo prometo —Me da un beso en la mejilla y seca ella misma las lágrimas.

—¿Dónde están Daniel y Marco? —pregunto sintiéndome un poco humillado por no poder parar de llorar.

—Fueron al súper por comida —contesta Carolina—. Vamos a preparar hamburguesas si eso está bien para ti.

Ni siquiera tengo hambre.

Asiento para no verme desagradecido y a la par Vanesa me ofrece su propio pañuelo para terminar de limpiarme.

—¿Daniel se está encargando del funeral? —pido saber.

Carolina y Vanesa abren considerablemente sus ojos y a continuación se ven la una a la otra.

—¿Funeral? —pregunta Carolina, preocupada.

—De... Benja —Duele decirlo.

—Armando, sé que tu hermano es un caos pero tampoco es para tanto —dice Vanesa dando golpecitos en mi espalda.

—¿Para tanto? —La miro pregúntame qué diablos...—. ¿No... ¿No está muerto?

—¿Muerto? —Carolina rasca con nerviosismo su oreja—. Bueno, de ser así el zombie que está en la cocina luce bastante hambriento.

—¿Hambriento? —Me inclino hacia adelante.

—¿Tuviste una pesadilla, cariño? —Intenta consolarme Vanesa pero hago caso omiso, estoy que no... Salto de mi cama, dejo atrás a Carolina y, sujetando en mi mano la carta, busco la cocina.

Al llegar abro la puerta con lentitud procurando no hacer mucho ruido.

Lo primero que escucho es el sonido de una bolsa de cereal siendo abierta con prontitud seguido por hojuelas cayendo sobre un plato. Termino de entrar.

Ahí está él.

Benja hace girar sus ojos al verme, hace a un lado el cereal y, parándose más erguido, me apunta con su dedo índice:

—Ni creas que olvidé que esta también es mi casa, al menos la parte que le pertenecía a la...

Deja de hablar cuando me ve llevar una mano a mi boca para inmediatamente empezar a llorar.

—Este... —No sabe qué decir. Su semblante cambia de enojo a temor.

—Ba... Te —No, lo que sale de mi boca no tiene sentido.

—No me estoy acabando el cereal, idiota —agrega devolviendo su atención al plato, aparentemente indiferente; pero pronto vuelve a verme con el mismo miedo... enojo... confusión—. ¡Armando, ya!

Es entonces cuando corro a abrazarlo a pesar de sus quejas.

—¡No...! ¡Qué te pasa!

Lo sostengo entre brazos como cuando era pequeño, beso con fuerza su mejilla y le digo que lo quiero.

—¿Estás idiota? —Me pregunta a la vez que intenta alejarme, pero lo abrazo más fuerte.

Finalmente se rinde y calla...

Y aunque no puedo ver sus ojos, si lo siento respirar con dificultad... Lo siento luchar contra sus ganas de seguir peleando.

Veo a Vanesa y Carolina aproximarse, la escena las hace sonreír y batallar contra las ganas de llorar, pero también me felicitan:

«Bien hecho»

—Entonces no pasó —digo.

—Te encerraste en tu habitación después de saber lo de Iara —dice Carolina—. Por cierto..., ella...

—No me importa —La detengo y Carolina en lugar de molestarse por interrumpirla vuelve a sonreír.

—Lo de Melissa si pasó —digo a manera de pregunta. Quiero saber.

—Sí. También lo de las chicas, tu chinchón en la cabeza... Pero no hablemos de eso ahora.

—También lo de la novela, querido —Me sonríe Vanesa—, pero tú... tú no pienses en nada por el momento.

—Voy a quitar la cebolla de ahí —avisa Carolina aproximándose a la mesa para retirar las cosas que apartaron para la comida. Le preocupa que la cebolla irrite los ojos del moco.

—¡No! —dice él alejándose de mí para secarse un par de lágrimas. Carolina lo ve con asombro—. Déjala ahí... —Incluso abraza el recipiente con cebolla para que ella no se lo quite. Yo aprovecho para revolver su cabello y tirar un poco de él como cuando era pequeño. Él me vuelve a abrazar en respuesta.

El moco abrazándome por iniciativa propia. Esto sí que es nuevo.

Aunque sin soltar su recipiente con cebolla...

Después me mira. Aún soy más alto que él, le faltan un par de años para alcanzarme, pero busca verme de frente. Por primera vez en sus ojos no hay resentimiento, ira, burla... y aunque no sonríe abiertamente, puedo ver que... Puedo ver que todo va a estar bien.

No obstante, para no perder el estilo golpea mi hombro y me llama «inútil» por igualmente seguir llorando.

Al mismo tiempo Capitán Pantaletas entra con actitud indiferente a la cocina, está sujetando el consolador en su hocico.

—¿No que no lo querías? —alego.

Me mira de reojo y empieza a gruñir cuando nota que me dirijo a él. De manera que me inclino, lo alcanzo, obligo a dejar caer el aparatejo y lo sostengo entre mis manos para que quede a la altura de mis ojos. Primero conserva sus orejitas caídas mostrando temor, pero en seguida trata de volver a mostrarme sus dientes.

—¡Bueno, ya! —Lo callo—. ¡No te voy a tolerar ni una cosa más! ¡Ni una más!

Responde volviendo a bajar sus orejitas y viendo de reojo a Carolina y Vanesa que esta vez no lo ayudan.

Vanesa codea a Carolina:

—¿Ves? Ya fue comprensivo con quien debe ser comprensivo y rudo con quien debía ser rudo.

—Llegamos —anuncia Marco entrando a la cocina cargando bolsas de supermercado.

Daniel del mismo modo coloca sobre la mesa lo que trae y me saluda con una palmadita.

—¿Mejor?

—Algo así.

—Tiempo al tiempo, Armando.

¿Qué mejor tesoro que los amigos?

Entre todos se reparten las tareas para comenzar a preparar la comida, a la vez Vanesa busca en su teléfono.

—¿Te molesta si pongo música? —pregunta.

—Por favor.

Me lanza un beso y sus caderas empiezan a moverse cantando You can dance-every dance with the guy. Who gives you the eye, let him hold you tight...

—Michael Bublé —dice Carolina poniéndose a bailar con ella.

Yo todavía tengo en una mano a Benja y en la otra a Capitán Pantaletas. Miro de uno a otro, y mientras Benja estira su mano para rascar la pequeña cabeza del perro oligofrénico pienso: Amo con mi alma a mi familia. Mi pequeña familia. 


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¿De verdad creían que me iba a descontar al moco? D: 

Lo pensé, admito; pero cuando en mi mente llegué a este punto de la historia la idea tardó solamente unos segundos en mi cabeza. Y... bueno, creo que esto es más que suficiente para Armando.

Entonces... *les da palmaditas en la espalda para que dejen de llorar* nos vemos en la segunda parte —Narrada por Iara— para conocer el final, ¿de acuerdo? ♥

Gracias por dejar sus votos *esperando que sientan culpa y regresen a votar el capítulo anterior* :p 

Y este.. D: 

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