Es frustrante no tener noticias de Rosé, estos dos años se me han hecho una eternidad; la extraño. Llegar a nuestro departamento sabiendo que ella no está es una tortura.

No pierdo la esperanza de encontrarla.

Lo único que me motiva de ir a trabajar es esa pequeña posibilidad de que en cualquier momento me den información de su paradero.

Debo encontrarla.
Necesito encontrarla.

El timbre del celular me sacó de mis pensamientos.
—Diga.
—Jefe, acaba de llegar una señorita a las instalaciones pidiendo hablar con la persona a cargo.
—Hazla llenar un formato Sally, mañana la atiendo.
—Señor… dice tener información valiosa sobre el caso Phaseth pero no va a hablar con nadie mas que con usted.
—De acuerdo, avísale a Said. Voy en camino.

¿Buenas noticias? Espero que sí.
Podría ser una falsa alarma como las anteriores veces o tratarse de una broma, pero esta vez se siente diferente… esta vez será en persona y no por llamada como las anteriores. Usualmente hago diez minutos en llegar a la comandancia, hoy hice dos.

Al llegar a la sala de interrogaciones veo a una chica de figura esbelta, cabellera corta color negro, traía puesto una playera color gris oxford a juego con unos jeans color mezclilla clara y unos tenis tipo van gris claro. La chica era de tez blanca, se veía de unos 22 o 23 años y solo traía puesta mascara para pestañas y labial color carne.

—Buenas tardes, soy el jefe de detectives de esta división, el teniente Higins Keller. Pidió hablar conmigo.
Dudó unos segundos y se rascaba el cuello nerviosa.
—Me da miedo hablar de esto, pues pienso que eso es lo que ocasionó la desaparición de la detective.— hizo una pequeña pausa. Dudó de nuevo antes de continuar.— Yo sé algo pero soló hablaré si me promete que me pondrá protección de inmediato.
—Necesito saber primero que tipo de información tiene y que tan relevante es para poder decidir si necesita protección señorita… ¿Cuál es su nombre?
—Ella dijo que no necesitaba respaldo de sus compañeros y vea lo que le sucedió… Esta bien. En ese caso no tengo nada que decir. Siento haberle hecho perder su tiempo señor Keller.

Se levantó de su asiento y salió de la sala.
Said entró de inmediato preguntándome si la retenía o la dejaba ir; opte por la segunda opción.

Gran error mío.

Hoy mismo más noche, encontraron colgada a una joven, Karimee Virath, en el patio de su residencia; un suicidio.
Al arribar a la escena encontramos una notita tirada cerca de su cuerpo la cual decía:

Es mas grande la tristeza que siento,
que las ganas de seguir viviendo.

Mientras la bajaban del árbol de donde se colgó, alguien soltó la cuerda antes y cayó bruscamente al suelo, golpeándome. Resultó ser la joven que entrevisté esta mañana, tenía la boca abierta y la mirada hacia arriba. Me acerqué a ella un poco más y la luna se reflejó en sus ojos en ese momento.