II

Nicolle:

Esperamos unos minutos antes de que Aspen y Edur saltaran sobre el sujeto que se había infiltrado en la casa, yo seguía en la entrada de la cocina escondida para que no me vieran. Se escucharon varios sonidos de platos de metal cayendo al piso y un minuto después todo quedó en silencio; segundos después me dispuse a entrar ya que los chicos se habían librado del intruso, pero lo que vi parecía sacado de una comedia: Edur y Aspen estaban en el suelo, inmovilizados por nada más y nada menos que una chica. Era pelinegra, su pelo caía hasta la cintura laciado, tenía un cerquillo que le daba un toque de misterio que para los hombres debería ser sexy o tierno, de ojos negros achinados, labios carnosos pintados de un rojo vino y piel blanca, parecía asiática. Aspen intentó moverse y la chica lo apretó más.

—Eun Ji—, le dijo—soy Aspen.

—Ya lo se idiota—, le respondióo la chica —¿Por qué siempre saltan sobre uno sin antes ver si es enemigo o amigo?—les regañó.

— Emm...— dijo el rubio pensando en que respondería— primero atacar y después preguntar ¿No?

—Ya cállate Aspen —,le dijo Edur— Eun Ji, ¿Podrías soltarnos? Hay cosas más importantes que hacer para que este jugando al ninja.

—Es lo que soy—. dijo la chica haciendo un puchero de esos que tanto caracterizaba a los asiáticos, luego miró hacia la entrada topándose conmigo. —¿Y ella quién es?- preguntó soltando a los chicos antes de acercarse a mí.

—Soy Nicolle —.le dije cuando ya estuvo frente a mí.

— ¡Oh! — exclamó abriendo sus ojos.

—Si Eun Ji —, habló Edur — esa Nicolle—. la chica me tomó la mano dándome un fuerte apretón.

—Por fin. Nicolle, yo soy Lee Eun Ji — dijo con una sonrisa y una voz se niña pequeña —hemos pasado meses intentando encontrarte, parece que tus padres te tenían bien escondida—.comenzó a reír mientras me soltaba la mano y se daba la vuelta para ir hacia la isla que había en la cocina— Estaba preparando una rica tarta para cuando llegaran , pero estos dos lo echaron todo a perder—. dijo e hizo otro puchero— así que tendrán que conformarse con espaguetis.

— Es que se suponía que llegaras esta noche—. le dijo Aspen acercándose y colocando una mano en su cintura, al parecer había algún tipo de interés por su parte, pero sólo de su parte porque la chica le apartó de un manotazo.

— Saca tus manos de mi pervertido—, le dijo Eun Ji—el viaje se adelantó.

—No debiste dejar la puerta abierta—. le regañó Edur.

—No la deje abierta—. le respondió Eun Ji.

—¿A no?

—La dejé "entreabierta" -—respondió logrando que Aspen y yo soltaramos una risa, y que Edur resoplara como si  esa chica fuera imposible.—Bueno...—dijo antes de volver a mirarme— Nicolle, ven conmigo— me tomó de la mano y me llevó hacia una habitación que supongo era la suya.

Al entrar vi una mochila negra a la cual realmente no le presté atención; me centré más en la cama grande que estaba cubierta por muchos osos de felpa, a los lados de la cama habían dos mesitas de noche y en cada una había una lámpara que alumbraban toda la habitación. En la pared detrás de la cama se encontraba un afiche de una chica anime que llevaba dos coletas azules y un vestidito muy mono, no sé quien era pero enseguida me cayó bien. Frente a la cama había un armario con un espejo en cada puerta y al lado había una puerta blanca que supongo era el baño. En la pared al lado de la puerta se hallaba una ventana que cogía todo ese lado y era tapado por una gran cortina de un color parecido al magenta.

—¿Y si te das un baño? —me preguntó Eun Ji que venía entrando a la habitación con una toalla blanca en las manos; no se en que momento salió.

—¿ Huelo muy mal?— pregunté avergonzada.Eun Ji me miró avergonzada también.

—¡Oh, no! — dijo moviendo sus manos en signo de negación mientras reía nerviosa— es que estas llena de humo.

Al oír lo que dijo me acerqué al espejo y efectivamente tenía la manchas negras en una de las mejillas y otra en la frente.

— No tengo más ropa que esto — dije tomando la blusa de deporte que nos daban en la escuela, el entrenador no me había dejado cambiarme, aunque eso ya lo saben y realmente no pienso tocar el tema.

— No te preocupes—, dijo la chica—yo te presto algo.

Dicho esto, abrió su armario y lo que me topé era horrible: casi toda la ropa que tenia era rosa. No pensaba ponerme eso mi aunque me obligaran, pero la chica se había ofrecido y no podía ser tan maleducada.

—¿Que te gustaría ponerte?— preguntó y yo me acerqué al armario. Si esto fuera como Las Crónicas de Narnia, al final del armario habría una entrada hacia un mundo lleno de unicornios, hadas y princesas con varitas que soltaran escarcha y brillo rosa.

Comencé a rebuscar entre las cosas hasta que me topé con un monito blanco, de mangas largas que estaban adornadas de flores rosadas. Como no tenía tanto rosa lo tomé.

—¿Puede ser esto?— le pregunté y ella sonrió.

—Es todo tuyo. — respondió con una sonrisa.

Esta chica si que amaba el rosa, incluso la ropa que traía en ese momento era rosa: un short de un rosado claro, un suéter blanco con un enorme helado rosa que tomaba casi toda la prenda y unos converse rosas.

Entre a la bañera y diez minutos después ya estaba fuera con Eun Ji curándome la rodilla. Al terminar, salimos y fuimos hacia el salón principal, donde Edur y Aspen se encontraban viendo una serie policíaca “Mentes Criminales", para ser más exactos. Eun Ji me sentó en una esquina del sofá y fue hacia la cocina; minutos después se apareció con fomento y lo ubicó en mi tobillo después de acomodarlo encima de la mesita de centro. Aspen, que estaba sentado en un sillón al lado del sofá, dejó de ver la serie y me miró.

— ¿Cómo te sientes? —me preguntó mirándome fijamente a los ojos.

— Normal—.le respondí sin más.

Mientras me bañaba, recordé lo que había causado y había llorado tanto que todavía tenia los ojos rojos. Aspen pareció notarlo y miro a Edur; minutos después este resopló y lo miró como si quisiera lanzarlo del balcón para abajo. Se mantuvieron la vista un tiempo y después Edur, que estaba sentado al lado mío se giró y me miró.

— Hoy te vas a quedar a dormir aquí—. me dijo—mañana ya veremos que hacer.

—¿Y mi madre? — pregunté casi cortándole las palabras.

—¿Quieres ir a tu casa? — preguntó y yo asentí—¿Quieres volver después de lo que hiciste? ¿No tienes miedo de hacerle eso también a tu familia?

Al escuchar lo que dijo bajé la cabeza aguantando las lágrimas que empezaban a acumularse, ¿Cómo podría ser tan estúpida de pensar en volver a casa cuando casi mato a toda una escuela llena de alumnos y profesores?

—¿Puedes intentar ser un poco menos imbécil,Edur?—le gruñó Eun Ji antes de posar una mano en mi hombro— Nicolle, no sabemos como controlar tus dones y no podemos arriesgarnos a que lastimes a tu madre—. dijo la chica tratando de calmarme.

—¡Vaya!— dijo Edur a modo de burla —eso de verdad logró hacerla sentir mejor.

— Solo quiero verla —,dije conteniendo el llanto—una ves. Solo una ves.

Pasó un minuto en silencio antes de que Edur me tomara de la barbilla y la levantara para mirarlo.

—Voy a llevarte, pero la verás de lejos—.dijo y limpió una lágrimas que se me había escapado—  No puedes tener contacto con ella y ella no puede verte. No sabemos si haya algún infiltrado cerca de tu casa.

No entendí del todo lo que había dicho, pero asentí y entonces el chico se levanto y miró a Eun Ji, yo le seguí la mirada y vi que ella le asentía.

—Entiendo lo que intentas decirme— dijo la pelinegra — los llevaré, pero solo puedo darle 15 minutos antes de que se cierre.

— ¿Se cierre? —pregunte confundida.

— Ya verás—.dijo la chica antes de guiñarme un ojo.

Todos nos dirigimos hacia la parte trasera del edificio. Yo seguía sin entender lo que pasaba, pero toda duda se aclaró cuando la chica estiro sus manos juntas hacia delante y luego las abrió, provocando que de un árbol una enorme esfera se abriera y al poco tiempo apareciera una imagen de mi casa. Me quede en shock, sin saber lo que hacer, así que el pelinegro me tomó de la mano y me llevo con él. Yo lo seguí dudando, pero al pasar por el portal llegamos hasta el techo de una casa donde nos ocultamos detrás de la chimenea para ver lo que pasaba.

Frente a mi casa había una patrulla y en la puerta de mi casa se hallaba mi madre y un policía de tez oscura y el uniforme azul, tomando notas de lo que mi mamá decía. Al concluir el señor se despidió cordialmente de mi madre y se fue hacia su patrulla donde un joven lo esperaba. Al irse mi mamá entró y cerró la puerta. Yo quería ver más, así que intente correrme para adelante, pero Edur me apretó contra él, impidiendo el movimiento. Yo me removí incómoda y el chico acercó sus labios a mi oído para susurrar:

— Recuerda que no puede verte.

Suspire y me quedé en mi lugar mientras seguía mirando a mi casa. Menos la sala, todo estaba oscuro hasta que alguien entró a mi habitación y encendió la luz, esa misma persona se dirigió hacia mi cama y se sentó en el colchón mientras miraba a su alrededor. Esa persona que me había cuidado desde pequeña, que me había enseñado a tomar leche en un vaso y me había enseñado a acordonarme los zapatos. Mi padre se había ido a una guerra cuando yo era muy pequeña y desafortunadamente nunca regresó; desde entonces sólo eramos Sasha   (mi hermana), mamá y yo. Me sentía mal por estar solo mirando y no ir donde estaba para decirle “¡Hey mamá, estoy aquí, no hay de que preocuparse!", pero a mi si me preocupaba hacerles daño.

Mi hermana entró a la habitación y abrazó a mamá mientras lloraba desconsoladamente. Su pelo negro estaba trenzado y le llegaba hasta la cintura, ella siempre se había parecido mas a mis padres que yo ya que ella a parte del pelo negro tenia ojos azules, como los de papá. Yo en cambio tenia el cabello castaño claro y los ojos marrones.  Minutos después, cuando mamá estuvo calmada, las dos salieron de mi cuarto y apagaron las luces. Las lágrimas caían por mi rostro por lo mal que me sentía al hacerles esto, pero era lo mejor. Edur me giró y me sostuvo en sus brazos mientras yo lloraba, no se movió, sólo se mantuvo ahí hasta que yo decidí alejarme, y secándose las lágrimas le asegure que podíamos irnos.

Al pasar por el portal nos topamos con Aspen y Eun Ji que estaban teniendo una conversación algo extraña.

— ¿Quién dice que los unicornios vomitan arco iris? —preguntó Aspen con el ceño fruncido.

— Lo digo yo—. le respondió Eun Ji molesta.

—Entonces los unicornios vomitan y de su vomito los duendecillos...

— ¡Ya déjalo! — exclamó la chica interrumpiendo al rubio.—eso no tiene nada que ver con las sirenas.

—Nunca pensé tener una conversación de este tipo —.dijo Aspen apretándose el puente de la nariz con dos dedos. Y yo que lo hacía tan serio.

Al notar nuestra presencia, se acercaron a nosotros como si nunca hubieran tenido una conversación tan absurda como esa. Eun Ji fue hacia el portal para cerrarlo sin antes asegurarnos que podíamos quedarnos cinco minutos más, que era lo que faltaba para completar los 15 minutos. Edur le dijo que ya estaba bien y la chica prosiguió a cerrar el portal. Aspen por otro lado se acercó a nosotros y miró a Edur antes de asentir y mirarme.

—Ya he acomodado la habitación en que dormiras esta noche. — yo le sonreí  modo de agradecimiento y el me tomó de los hombros y los apretó un poco.

Cuando Eun Ji cerro el portal subimos al ático y Aspen me enseñó mi habitación. Era igual que la habitación de Eun Ji, sólo que no tenia cortinas magenta, sino blancas, y tampoco tenia un baño. Eun Ji me prestó un pijama que consistía en un short rosado , un pullover blanco que me quedaba un poco por encima del ombligo y un abrigo del mismo color del short que traía una capucha. Me metí dentro de las sábanas e intenté conciliar el sueño, cosa que no sucedió ya que cada vez que intentaba dormir me despertaba sofocada y sudando frío por las pesadillas que tenía, todas tenían algo que ver con lo que había pasado hoy. Al cansarme de estar perdiendo el tiempo me levanté y fui hacia la cocina, pero al final del pasillo escuche a los chicos hablando sobre algo que tenia que ver conmigo, así que me pegue a la pared para escuchar.

—Aspen, te estoy diciendo que en el momento en que la madre salió de la habitación algo se acercó a la ventana, entró, tomo un abrigo y se lo llevó— Edur le hablaba a Aspen como si lo que dijera después fuera la desicion final.

—Tenemos que irnos mañana —, dijo Aspen después de un minuto en silencio— no podemos esperar a que de la señal.

—Si tomaron ese trozo de tela es porque ya están seguros de que es ella y van a rastrearla.

— Mañana a primera hora partimos hacia la escuela. Eun Ji abrirá el portal, no esperaremos a que el profesor Kim venga por nosotros.

— Bien —, dijo Edur satisfecho— ahora vayamos a dormir.

Se sintieron pasos y yo salí corriendo hacia mi cuarto, me tire bajo las sabanas y me tape hasta la cabeza. Alguien abrió la puerta y se quedo mirándone.

— Debes protegerla—, le dijo Aspen a Edur — sabes que nadie más puede hacerlo. Debes protegerla hasta de ella misma—. Dicho esto cerraron la puerta y todo quedó en completo silencio.

¿Que pasaba?¿Quien quería encontrarme? ¿Por que ellos sonaban tan preocupados? Quien fuera que me estuviera buscando, iba enserio, y si me iba a hacer daño lo haría de verdad. Según lo que escuché, había alguien en mi casa esa noche y por la forma en que hablaban Edur y Aspen, parecía que se tratara de gente realmente peligrosa. Debía unirme a ellos hasta saber lo que estaba pasando, y a donde fuera que nos dirigiéramos, debía confiar en ellos porque eran mi única esperanza. Aunque algo se me quedó en la cabeza. ¿Qué era eso de que Edur era el único que podía protegerme? Si mi vida dependía de él iba a morir antes de saber lo que pasaba a mi alrededor y antes de saber quien era y porque era que mis manos soltaban fuego.

Nuevo capítulo 👀

Hasta ahora, ¿Qué les ha parecido?

¿Qué piensan de los personajes?

¿Es muy pronto para elegir a su favorito?

Supongo que sí. Apenas vamos por el segundo capítulo . 👻

Gracias por no dejar la historia <3

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