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ADVERTENCIA
el siguiente capítulo presenta temas delicados, puede herir la susceptibilidad de algunas personas así que si continúa leyendo hágalo con cautela.
Si alguien se siente identificado con los sucesos que presenta el capítulo, llame a este número 0800 345 1435 en busca de ayuda o si solo quieren hablar yo siempre estoy dispuesta a escuchar y ayudar en la forma que me es posible.
treinta y seis
Ariel iba a hacerlo.
Ya no se sentía bien para ella estar allí, ella realmente habia intentando alejar los malos pensamientos de su mente. Pero cuando su padre murió Ariel no había querido hacer más que irse con él, y ahora estaba lista. Estaba lista para volver a verlo.
La muerte ya no le daba miedo.
Arrastrando sus pies por la habitación, Ariel intento no hacer demasiado ruido para que sus compañeras no se despertaran. Ella dejo cinco cartas apiladas ordenadamente en su mesita de luz.
Ariel solo esperaba que los demás pudieran entenderla. Ya no se sentía bien estar en un mundo donde todo era tristeza.
La rubia paso una sus manos por la cabeza de Stone y lo tapó con parte de la sábana de su cama, Willy se movió entre sueños cuando Ariel le dio un beso en su pequeña cabeza. Esperaba que ellos estuvieran bien, sabía que su abuelo los iba a cuidar muy bien de ellos cuando ella ya no estuviera para hacerlo.
Mirando por última vez su habitación, Ariel sonrio con nostalgia antes de cerrar la puerta tras ella.
La sala común de Ravenclaw siempre había sido acogedora, pero para Ariel nunca se había sentido como su casa. No había logrado hacer un amigo hasta su cuarto año y los alumnos de Ravenclaw solían ser muy groseros cuando se lo proponían.
Era demasiado tarde en la noche como para que alguien estuviera dondo vueltas por el castilo, asi que Ariel camino con tranquilidad por los pasillos, dandole un vistazo a todo por última vez.
Al contrario de lo que todos decían, Ariel nunca se llegó a sentir segura en Hogwarts. Le gustaba el lugar, definitivamente lo hacia, pero la mayoria de sus peores recuerdos estaban all. Encerrados en aquellos muros.
Lo único que Ariel podía recordar con una sonrisa fue cuando Dumbledore la hizo bailar en la enfermeria. Ese fue uno de los pocos recuerdos felices que tenía dentro del colegio.
El recuerdo de Draco acomodando su bufanda verde en el cuello de Ariel, también era un lindo recuerdo. Pero ella lo alejó de su mente. Esperaba que el pudiera perdonarla luego de todo lo que le había hecho y lo que iba a hacer justo en ese momento.
Cuando Ariel llego a la torre de Astronomía, soltó un suspiro tembloroso. Las estrellas se veían realmente brillante esa noche, las estrellas iban a ser su compañía.
La tore de Astronomía fue la torre más alta de todo Hogwats, lo que significa que si ella se acercaba al barandal cerca de donde se ubicaba un gran telescopio para mirar las estrellas, ella iba a conseguir una muerte segura.
Asi que ella solo lo hizo, se acercó al barandal y el frío de la noche la golpeo de llenó en la cara, haciendo que su cabello se desacomodara. Ariel paso una piema sobre el barandal y cuando estaba a punto de pasa la otra piema alguien la llamo.
Solo fue un susurro, y Ariel no le hubiese prestado atención, pero conocia demasiado aquella voz como para ignorarlo.
Draco Malfoy la estaba mirando, en sus ojos no había nada más que miedo. Pero no se atrevió a dar otro paso para no molestarla.
Ariel lo miró en silencio por unos momentos antes de volver su vista hacia adelante y dejar que las lágrimas comenzaran a caer por su rostro.
Que él estuviera alli hacia todo más complicado. Ella no quera que él la viera en tal estado.
—Ariel —Draco la volvió a llamar y su voz no era más fuerte que un susurro— no lo hagas.
—Ve-vete por fa-favor —su voz era apenas entendible— no quieres ve-ver e-esto, Draco.
Pero Draco se negó a irse.
—Lo que sea que este mal podemos solucionarlo —le dijo— ¿recuerdas que tu misma una vez me dijiste algo parecido?
— No-no hay una so-solución —afirmo Ariel pasando la otra pierna que le quedaba fuera del barandal.
Draco dio un paso hacia adelante.
—No tiene que ser asi, Ariel por favor. Bajate de ahí y hablemos, estoy aqui para ayudarte.
—Na-nadie me pu-puede a-ayudar.Ya no.
—Yo te ayudo a ti y tu me ayudas a mi, Ariel te necesito más de lo que tu lo haces. ¿Que se supone que hago yo sin ti? No hagas esto, por favor.
—No, na-nadie me ne-necesita aqui, no s-soy lo su-suficientemente buena p-para ti, no lo-lo soy para na-nadie. Tu te me-mereces a a-alguien me-mejor que yo.
—Eres más que sufienete para mi, dejame estar contigo Ariel, quiero estar ahi contigo, podemos solucionarlo. Yo te necesito.
—No-no, ni siquiera s-soy la mi-mitad de bu-buena, no soy lo-lo que tu ne-necesitas.
Draco volvió a negar.
—Si tu te vieras de la forma en la que yo te veo te darías cuánto lo importante que eres en mí vida... Ariel si te tiras yo también lo haré —le dijo, dando un paso fime hacia adelante.
—No-no lo haras —murmuró Ariel— ti-tienes un fu-futuro brillante po-por delante, me-mereces ser f-feliz. D-déjame hacer es-esto, es algo que qui-quiero hacer, quiero ve-ver a mi pa-padre de nu-nuevo, lo ex-extraño.
El rubio cerro los puños con fuerza. Se sintió tan inútil en ese momento, porque sabía que no había nada que el pudiera hacer para hacerla cambiar de parecer.
—Y yo te voy a extrañar si te vas. Quedate conmigo. Por favor, te lo suplico Ariel.
Ariel negó
—Te amo, Ariel —confesó, el rubio desesperadamente— Quería decirtelo ayer. Queria que supieras que haría cualquier cosa por ti, ya no me importa lo demás. Estoy tan enamorado. No puedes dejarme, Ariel, no así, no de esta forma..
Pero ella solamente sonrió y Draco fue testigo de como sus manos se soltaron del barandal y su cuerpo cayó. Todo paso tan lento que él apenas pudo reaccionar.
Corrió el tramo que le faltaba para llegar al barandal pero cuando se iba a inclinar para mirar hacia abajo, se escucho un ruido estridente y él lo supo.
Ariel Scamander había muerto. Ella se había suicidado.
Y el no tuvo el suficiente valor para mirar su cuerpo, no queria recordarla de ese modo, Draco solo quería cerrar sus ojos y recordarla cuando reia, que era cuando más bella se veia.
Deslizándose para llegar hasta el suelo, Draco no puedo contenerse más y comenzo a llorar de una forma lastimera.
Ni siquiera había tenido la oportunidad de disculparse con ella por ser tan tonto. Había tantas cosas que Draco Malfoy quería decirle a Ariel Scamander, pero ahora las palabras solo estaban allí, vagando por su mente porque no iba a tener nunca más la oportunidad de hablar con ella.
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