xxxiii.

treinta y tres


Sólo faltaba poco menos de un mes para los exámenes y no era raro encontrar a Ariel en la biblioteca, de hecho a ella solo le faltaba dormir alli, porque pasaba todo el dia leyendo, repasando y estudiando.
Si, podría decirse que ella vivia alli.

Draco a diferencia de Ariel se aburria fácilmente en la biblioteca asi que no pasaban mucho tiempo juntos, claro, ademas que el estaba opucapo con la brigada inquisitorial.

Y si la rubia era sincera, en los últimos días no había tenido ganas de estar con nadie, se habla estado escapando de Luna y de Lizzy con la excusa de que tenía que estudiar para los TIMOS y verdaderamente no era que ella no quisiera estar con sus amigas, Ariel las quería mucho y no podia encontrar las palabras perfectas para agradecerles por ser amiga de una persona como ella. Pero Ariel se sentia cansada, no era algo que ella pudiera explicar bien, solo se iba dormir cansada y se levantaba aún más cansada, claro que solo cuando podía conciliar el sueño. Y no dormir a veces la irritaba tanto que ni ella misma se reconocía.

Ariel no sabía lo que le estaba pasando. A ella le hubiese encantando enviarle una carta a su padre, el sabría que contestarle y como hacerla sentir bien, él siempre encontraba las palabras adecuadas para hacerla sonreir aunque no quisiera. Pero aunque ella mandará una carta sabía que nunca iba a llegar una respuesta.

Fue doloroso. Fue doloroso recordar que él no iba a volver, que no lo iba a ver nunca más y que él no le iba a sonreir.

Ya habia pasado un tiempo desde que su padre falleció, y Ariel creia que el dolor se iba a ir con el tiempo, el dolor solo aumentaba cada vez que pasaba más tiempo.

Y como se acercaban los examenes finales, también se acercaban las vacaciones, lo que solo puso más triste a Ariel.

Ella ni siquiera sabia si su madre sabía que su padre habia muerta, y si lo sabia ella era realmente buena en fingir que no lo sabia, porque no se había preocupado ni un poco por los sentimientos de Ariel.

La rubia miro a Willy, que descansaba en el bolsillo de su tunica.
Ariel esperaba que sus abuelos pudieran cuidarlo a él y a Stone durante las vacaciones, porque bajo ninguna circunstancia Cristal iba a dejar que ellos se quedaran en su casa.

—Deja de estudiar por un momento—se quejó Draco dejándose caer en la silla frente a ella, él se estiró para cerrar el libro de Ariel— es agotador verte hacerlo.

Ariel le sonrió.

—¿Que ta-tal tu dia? —murmuro, viendo a Draco bostezar.

El chico entrecerra los ojos en dirección y luego se inclinó en la mesa como si le fuera a contar algo muy secreto, pero solo saco una barra de chocolate de menta y la arrastro por la mesa para dársela a Ariel.

—Le confisque este chocolate a un niño de primero —dijo con indiferencia, levantando los hombros— te guarde la mitad.

Ariel le dio una mirada acusadora y Draco solo le sonrió.

—¿Qué? Solo estoy haciendo mi deber como prefecto, impidiendo que a esos mocosos se les pudran los dientes.

Cuando los TIMOS comenzaron, Ariel no encontró las evaluaciones demasiado dificiles, cuando tenía que examinarse en la práctica, los examinadores resultaron estar bastante sorprendidos de ver que ella pudiera dominar la magia no verbal.

En el último examen, el de Historia de la Magia. Ariel habia compartido una mirada con Draco, deseandole suerte, antes de comenzar a escribir todo lo que sabía.

A mitad de el examen Harry Potter habia caído de la silla, y Ariel no sabia si él solo se habia dormido o estaba teniendo una crisis nerviosa cuando comenzó a gritar en el suelo.

El examinador que los estaba vigilando habia sacado a Harry del Gran Comedor con rapidez y el examen siguió como si nada hubiese pasado.

Pronto termino el examen y Ariel sintió que se había sacado un gran peso de encima, en la mayoría de sus exámenes le habia ido bien, ella esperaba poder sacar una buena nota en todas sus materias.

Su padre ya no estaba alli pero aún asi Ariel queria hacerlo sentir orgulloso en donde sea que estuviera.

Cuando Ariel llego a la torre de Ravenclaw, tenia pensado llegar a su habitación y acostarse a descansar, se lo merecia después de no haber eatado durmuendo bien en el ultimo mes, pero Elizabeth la intercepto antes de que pudiera ingresar a su sala común.

La rubia le sonrió y abrió su boca para contarle que le habia ido bien, quizás hasta para soltarle algunos consejos para cuando ella tuviera sus propios TIMOS, pero no tuvo tiempo de nada, porque Elizabeth tiró su mano y ambas comenzaron a correr.

—¡Sirius esta en problemas! —chillo Elizabeth cuando doblaron en una esquina— Harry esta intentando usar la chimenes de Umbridge para comunicarse con él, pero no sabemos si funcionará. El ED esta montando guardia en la esquinas, vigilamos que la arpia no vuelva. ¿Te unes?

Ariel asintió con rotundidad, si Sirius estaba en problemas ella queria ayudar, no habla podido hacer nada para ayudar a su padre, pero no iba a dejar que nada malo le pasará a las personas que ella queria. No más, nadie más iba a salir lastimado.

La rubia habia estado tan concentrada, mirando los pasillos que no se habia dado cuenta de que habían atrapado a Lizzy hasta que ella solto un grito.

Ariel volte para encontrarse con Draco, acorralado a Elizabeth contra la pared.

—No hagas nada estúpido y haz lo que te piden, Ariel —le dijo Draco, quitándole la varta a la pelirroja de forma brusca.

La chica no habia entendido a que se refería hasta que alguien la tomo por el cabello y le dio la cabeza contra la pared.

—¡Despacio, Bulstrode! ¡No había necesidad de hacer eso! —le gritó Draco—habia que
atraparlos, no matarlos.

—No me importa que sea tu novia —le respondió ella— la profesora Umbridge nos dio instrucciones de atrapar a todos, no especifico como.

Ariel y Lizzy fueron guiadas hasta el despacho de la profesora Umbridge. En donde Harry y Hermione estaban.
No paso mucho tiempo para que los demás de la brigada llegaran con Ginny, Evan, Luna, Neville y Ron.

Desde el otro lado del salón, Draco le envió una mirada a Ariel, preguntándole silenciosamente que se suponía que estaba haciendo, pero Ariel agachó la cabeza.

Se suponía que ella estaba intendo ayudar a Sirius. Ariel le debía eso a su padre, su padre hubiese querido que ella ayudará a Sirius.

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