xxiii.

capítulo veintitrés


Ariel no entendía porque Draco estaba enojado, El solo había llegado y se había sentado en su mesa, sin siquiera mirarla una sola vez.

Desde la mesa de Gryffindor, la rubia podía ver a Elizabeth que le hacía señas apuntando hacia Draco, pero ella no le entendía. La pelirroja estaba haciendo movimientos demasiados extraños con la mano ¿acaso elle quería que lo golpeara?

Definitivamente Ariel no iba a golpear a Draco, pero si le tocó el hombro con suavidad para que la notará. Ella se sentía más incómoda de lo normal, las miradas de todos estaban sobre ellos porque era realmente inusual ver a Draco Malfoy sentado en la mesa de Ravenclaw.

—¿E-estas mo-molesto?

Draco le miró de reojo antes de bufar.

—Si hay a-algo que te-te mo-molesta puedes co-contarmelo —le dijo Ariel con las mejillas coloradas— po-podemos solucionarlo ju-juntos.

El chico la miró en silencio por un momento, antes de entrecerrar los ojos e inclinarse un poco.

—¿Quién era tipo con el que estabas en Hogsmeade? —Ariel fruncio el ceño.

— E-es el hermano d-de Lizzy.

—Potter es el hermano de esa comadreja y lamentablemente lo conozco —le dijo con rapidez— asi que me hubiese dado cuenta si Potter estaba contigo.

—Ti-tienen o-otro hermano. El so-solo fue a-amigable co-conmigo porque s-soy amiga de Lizzy.

Draco alzó una ceja.

—¿Te trato bien? ¿No te dijo nada ofensivo, verdad?

Ariel se apresuro a negar y ambos se quedaron en una especie de silencio incómodo hasta que ella recordó que quería preguntarle algo

—Yo no no quiero mo-molestarte pero ¿pu-puedo preguntarte algo?

—Hazlo —respondió el rubio sin mirarla.

—¿Pa-pansy Parkinson si-sigue siendo tu-tu novia?

Draco sonrió y se volteó a mirarla con una ceja alzada.

—¿Por que? ¿Celosa, Scamander?

Las mejillas de Ariel se pusieron rojas de un momento a otro y miró su desayuno como si fuera realmente interesante.

—N-no es so-solo que co-como tu me-me dijiste que te-te la llamo la a atención no-no que-queria que...

El chico la interrumpió al notar que ella se había puesto realmente nerviosa y que estaba tartamudeando más de lo normal.

—Era una broma —le dijo sonriendo de costado— Pero no estoy saliendo con ella ¿bien? Nunca fuimos algo. Sino no te hubiese dicho que me gustas.

Ariel le regaló una sonrisa tímida.

—Que bi-bien porque tu ta-también me gu-gustas.

Luego de decir eso la rubia quiso que la tierra la tragara. Ella había podido decir algo menos patético, pero estaba extremademente nerviosa y tener a Draco sentado a su lado no ayudaba.

Pero el chico no encontraba eso patético, él hubiese sonreido como un estúpido si no hubiese recordado que casi todos los ojos de los alumnos estaban sobre él.

—Es bueno saberlo —le dijo sonriendo.

Ariel se quedo pensando por un momento que debía responder, ella era Ravenclaw se suponía que sabía que responder pero su mente estaba demasiado entretenida perdiendose en los ojos grises de Draco Malfoy.

—Tengo algo para ti —le el chico dijo de repente, sacando de su bolsillo una pulsera.

La chica nunca antes había recibido un regalo que no fuera de sus padres o de sus abuelos, pero definitivamente era una linda sensación recibir algo de una persona que no sea de tu familía. Ariel no lo pensaba porque fuera materialista, a ella solo le gustaba el gesto de que la otra persona se acordará de ella.

—Estira tu mano —le ordenó Draco. Ariel hizo lo que le pidió pero el chico se quejó— esa no, la otra. Las cosas quedan mejor del lado izquierdo, junto con el reloj.

Ariel no pudo evitar soltar una risita cuando los dedos de Draco le hicieron cosquillas al abrochar la pulsera.

—¿Que te parece? —le preguntó Draco, luego de unos minutos.

—E-es fantástico —la rubia no tenía otras palabras para describir el regalo.

La pulsera tenia dijes de con formas de un bowtruckle y un escarbato.

—Voy a conseguirte más dijes a medida que tangas más mascotas —comentó Draco— porque definitivamente se que las vas a tener.

Ariel sonrió, ella estaba tan feliz que podía dejar pasar por alto que Draco había llamado a sus criaturas mascotas cuando en realidad eran sus amigos.

—¡Mu-muchas gracias! —soltó Ariel, inclinandose un poco para darle un rapido beso en la mejilla— es u-un regalo mu-muy lindo vo-voy a conservarlo pa-para siempre.


. . .


A Ariel definitivamente le gustaba la sala de menesteres, había libros por todos lados y Lizzy no se cansaba de decir que estaba extasiada.

—Cállate un momento —le pidió Evan, levantando su mano para tapar la boca de su amiga— ¿Que te parece, Ariel? ¿El silencio no es reconfortante?

Elizabeth se hizo la ofendida mientras se sacaba la mano de Evan de un manotazo. Ariel no respondió pero estaba feliz de que Evan fuera mas amable con ella, de hecho quizás podrían llevarse demasiado bien si Sinus y su padre decidian avanzar al próximo nivel.

—Bueno —dijo Harry un poco nervioso cuando todos llegaron y se acomodaron— Este es el sitio que hemos encontrado para nuestras sesiones de prácticas, y por lo que veo... todos lo aprueban.

—¡Darwin estaría extasiado! —exclamó Elizabeth pero Evan la hizo guarder silencio con rapidez.

—Qué raro —comentó Fred. Ariel no se había dado cuenta que él estaba sentado a su lado hasta que hablo— Una vez nos escondimos de Filch aqui, ¿te acuerdas, George? Pero entonces esto no era más que un armario de escobas.

—Oye. Harry, ¿qué es eso? —pregunto un Gryffindor señalando unos chivatoscopios y el reflector de enemigos.

—Detectores de tenebrismo —contesto Harry, y fue hacia ellos sorteando los cojines—. Indican cuándo hay enemigos o magos tenebrosos cerca, pero no hay que confiar demasiado en ellos porque se les puede engañar. Bueno, he estado pensando por donde podríamos empezar y —vio una mano levantada— ¿Qué pasa, Hermione?

—Creo que deberíamos elegir un lider —sugirió ella.

—Harry es el lider —saltó Cho.

—Hirry is il lidir —se burló Evan haciendo que
Elizabeth soltara una risotada.

—Si, pero creo que deberíamos realizar una votación en toda regla —afirmó Hermione— Queda más serio y le confiere autoridad a Harry. A ver, que levanten la mano los que opinan que Harry debería ser nuestro lider.

Todos levantaron la mano.

—-Bueno, gracias —dijo Harry— Y... ¿qué pasa, Hermione?

—También creo que deberíamos tener un nombre —propuso— Eso fomentaria el espiritu de equipo y la unidad, ¿no les parece?

—Podríamos llamarnos Liga AntiUmbridge —terció Angelina.

—O Grupo Contra los Tarados del Ministerio de Magia —sugirió Fred.

—Yo había pensado —insinuó Hermione— en un nombre que no revelara tan explicitamente a que nos dedicamos, para que podamos referimos a el sin peligro fuera de las reuniones.

—¿Estúpidos en defensa? —preguntó Evan, alzando una ceja en dirección a Harry.

—¿Que tal ejercito de Dumbledore? —dijo
Elizabeth, levantando la mano en el aire— podriamos abreviarlo ED y el que querie también podría llamario estúpidos en defensa.

El comentario de Lizzy fue recibido con risas y murmullos de conformidad.

—¿Estan todos a favor de ED? —preguntó Hermione— Si, hay mayoría ¡Moción aprobada!

Cuando la charla se terminó y se dividieron en parejas para practicar el hechizo Expelliarmus, Ariel se puso con Luna.

—No sabia que no hacias magia no verbal —la asustó Fred, cuando se tomaron un momento de descanso— ahora ya se porque estas en Ravenclaw. Chica lista, me gusta.

La rubia lo miro con las mejillas coloradas.

—No so-soy tan i-inteligente.

—Claro que lo eres —respondido el chico guiñandole un ojo antes de volver con su hermano.

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