xv.
capítulo quince
Ariel estaba bastante confundida por lo que estaba sucediendo. Hace unos momentos estaba durmiendo tranquilamente en su cama y ahora su padre la conduncia en pijama por las calles de Londres. Ella ni siquiera había tenido tiempo de tomar sus cosas o de despedirse de su madre.
—Es aqui —le dijo de repente Fido frenando, le puso a su hija un trozo de pergamino— Leelo rápido Ari y memorizalo.
Ariel extendió la mano tamblando y lo leyó rápidamente.
El cuartel general de la Orden del Fénix está ubicado en el número 12 de Grimmauld Place, en Londres.
—¿Y a-ahora que que te-tengo que hacer pa-papá? —le preguntó en un susurró tratando de ocultar que se estaba muriendo de frío.
—Piensa en lo que leíste, Ari —le dijo Fido sacándole el papel de la mano y prendiendolo fuego con su varita.
Ariel hizo caso y de pronto una maitrecha puerta salió de la nada entre las casas de números 11 y 13 y de inmediato aparecieron unas sucias paredes y unas mugrientas ventanas Era como si, de pronto, se hubiera inflado una casa más, empujando a las que tenía a ambos lados y apartandolas de su camino.
—Apresurate, Ari.
La rubla siguió a su padre adentró de la casa, apenas mirando el lugar y descubriendo rápidamente que no le gustaba ni un росо.
Una puerta se abrió de repente proporcionandole luz al oscuro pasillo y luego de Ariel pudo ver al profesor Lupin que la saludaba con una sonrisa amable. Su padre la alentó a entrar y descubrió una cocina que estaba llena de personas, la mayoría que ella ya conocía.
Sirius Black empujó disimuladamente a Lizzy Potter quién le dio una patada en la pierna para que tropezará entonces la pelirroja se acercó sonriendo de forma triunfadora hasta Ariel.
—Ariel, tanto tiempo —gritó extendiendo los brazos para darle un abrazo— Mira, voy a presentarte a toda esta gente —le dijo comenzando a señalar— los pelirrojos excepto yo, claramente, son todos Weasley vienen en tamaños diferentes. Bueno a Harry, Hermione y a Evan ya los conoces, creo. A el señor Lupin también porque nos dio clases, luego esa muchacha de allí es Tonks, es un poco loca si me preguntas. Sirius Black fugitivo y padre de mi amigo y bueno queda tu padre que se llama...
—Fido Scamander —respondió extendiendo la mano para saludar a Lizzy con una sonrisa.
—Claro, ¡Fido! Y faltan más personas pero no recuerdo la mayoría de sus nombres... pero son todos buenos.
—Lizzy, la agobias —dijo Sirius volviendo a empujar a la pelirroja de forma juguetona— ¿Que tal, Ari? ¿Ese es un nuevo pijama?
La rubia se puso colorada de pies a cabeza cuando se dio cuenta que gracias al comentario de Sinus ahora todos estaban observando su pijama.
—¿Y tu qué, guapo? ¿No saludas? —preguntó Sirius de forma juguetona mientras miraba a Fido.
Ariel no estaba realmente sorprendida de que su padre y Sirius tuvieran algo, pero el resto de las personas en la habitacion (exceptuando al profesor Lupin) parecían lo bastante conmocionados como para ocultarlo.
—¿Entonces eso hace a Ariel tu hermanastra? —preguntó Lizzy en voz baja mirando a Evan, pero Ariel lo había logrado escuchar.
La rubia estaba a punto de abrir la boca para llamar a su padre y decirte que todavia estaba en pijama y que quería cambiarse, pero luego recordó que no había traido absolutamente nada.
Un suéter azul apareció frente a Ariel de repente, obligándola a saltar un poco hacia atrás cuando uno de los gemelos Weasley casi se lo estampó en la cara.
—¿Tienes frío, no? Tómalo —le dijo el pelirrojo sonriendo
Ariel no tuvo ni siquiera tiempo de contestar cuando el pelirrojo se acercó a ella y le paso el suéter por la cabeza.
—¿Le queda, no George?
—Si, absolutamente. El azul es su color —respondió el otro gemelo apoyándose en la mesa y analizandola— por eso esta en Ravenclaw, Freddie
—Gra-gracias —respondio Ariel terminando de acomodar el suéter que era más grande que ella.
—A tus servicios, bella dama —le dio Fred guiñandole un ojo.
Las mejillas de Ariel se pusieron rojas por la vergüenza y busco a su padre con la mirada para que la ayudara a salir de eso pero Fido solamente le guiño un ojo y levantó su pulgar.
Pero la salvación de Ariel lego cuando Lizzy Potter empujó a Fred de forma brusca.
—La asustas, déjala en paz —le dio severamente.
—¡Se sonrojó! —se excusó Fred— ¡No la asusto!
—Si lo haces —le dijo Elizabeth teniendo que levantar la cabeza para mirarlo a los ojos— Ariel duerme conmigo y con Evan, ¡yo canté primero!
Mientras Elizabeth tirabe de la mano de Ariel la rubia pudo escuchar como una señora Weasley se quejaba pero no llego a entender sobre qué porque la pelirroja la arrastró escaleras arriba.
—Es solo Molly que se queja de todo —le dijo Elizabeth empujando la puerta de un cuarto y obligando a Ariel a sentarse en un cama— es de la vieja escuela y piensa que los chicos deben dormir con los chicos y lo mismo va para las chicas, debe pensar que Evan y yo tendremos sexo o algo.
Ariel dio un rápido vistazo al cuarto para descubrir que solo habia dos camas y se sintió como una entrometida aunque Lizzy hubiese sido quien dijo que durmiera con ella
—E-elizabeth no-no quiero mo-molestar —le dijo mirando a la pelirroja que tiró un pantalón sobre la cama.
—Darwin —murmuro Lizzy sentándose a un lado de Ariel en la cama— tú no molestas ¿Recuerdas lo que te dije la otra vez? Nadie apaga tu luz. Si le molestas a alguien que se vaya, tú no tienes porque irte ¿entendido?
—Pe-pero hay do-dos ca-camas y de ve-verdad no qui-quiero mo-molestar pu-puedo...
—Bueno si no quieres molestar podrias dormir en el suelo —dijo Elizabeth en un tono burlón, pero Ariel no lo entendió y asintió rápidamente— ¡Era broma, mujer! No vas a dormir en el suelo.
—Pe-pero E-evan...
—Evan duerme conmigo —dijo Lizzy sonriendo— siempre dormimos juntos en la casa de Remus, además a veces también duermo con Harry. Pero no te lo tomes personal si gruñe por todo, esta un poco enojado conmigo desde el curso pasado, gruñe pero no muerde ¡Ahora! —dijo poniéndose de pié— no tengo ropa muy linda pero creo que este pantalón te quedaría bien junto con el suéter de Fred.
Ariel sonrió por aquel gesto.
—No-no t-tienias que hacerlo.
—¡Tonterias! Las amigas se prestan la ropa.
La rubia no pudo más que sonreír al darse cuenta que Elizabeth Potter la consideraba una amiga. Nunca antes Ariel habia soñado con tener dos amigas pero ahora sonaba tan bien que tuvo ganas de ponerse de pié y abrazar a Lizzy tal y como lo había hecho con Luna, pero tenía miedo de la reacción de la chica, podría hasta llegar a escupirla y era lo que menos quería.
—¿Amigas? —preguntó Ariel para asegurarse que no había escuchado mal.
—Si, no tengo amigas. Considero a Hermione más como una hermana y Evan es mala influencia para mi.
Ariel sonrió.
—¿Te-te en-enseñó a e-escupir, ve-verdad?
—Oh si ¿Quieres que te enseñe?
—No-o.
Elizabeth se rió tirándose en la otra cama.
—¿Conoces a Neville Longbottom? —le preguntó la pelirroja de repente.
—S-si —respondió Ariel mirándola con una ceja alzada.
—Bueno, sin ofender pero tú y el tienen la misma autoestima de mierda y yo los voy a ayudar a amarse y respetarse. ¿Que te parece?
Ariel asintió, recordando a Neville Longbottom. Muchas veces había visto que el chico sufría de burlas al igual que ella pero a diferencia de Ariel, Neville siempre trataba de sonreír y más cuando veia a Elizabeth.
Y Ariel no esta tan tonta, sabía que el chico Longbottomn sonreía por otra cosa. Pero pensandolo bien se dio cuenta que tener un poco de amor propio no le vendría mal.
Quizás si comenzaba a seguir los consejos de Elizabeth podria hasta tartamudear menos ¿no?
Ariel no perdía nada intentándolo y ahora tenía una amiga que se preocupaba por ella y quería ayudarla.
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