final alternativo
Ariel acomodó su chaqueta y sonrió cuando vio a los niños de tercer año acercarse hacia ella, todos estaban mirando con asombro a Willy que estaba descansando tranquilamente en su hombro.
Un niño rubio en especial levantó su mano con entusiasmo y la saludo regalándole un gran sonrisa.
—Buenos dias, clase —los saludo Ariel, haciendo que todos guardaran silencio para escuchar a su profesora de Cuidado de las criaturas mágicas— estoy feliz de ver que la gran mayoria deci-cidió tomar esta materia como optativa. Ahora, para dar comienzo a la clase, tienen que saber tres cosas ba-básicas: vamos a alimentar, proteger y aprender sobre las criaturas mágicas.
Ariel escaneo rápidamente al grupo de Slytherin y Hufflepuff, antes de hacer un movimiento con la mano, indicandoles que la siguieran al bosque.
—¿Alguien sabe que clase de cri-criatura es un Mooncalf? —preguntó Ariel haciendo que todos se detuvieran frente al bosque prohibido.
—Un Mooncalf es una criatura tímida que solo sale de su madriguera durante la noche de luna llena. Son clasificadas por el Ministerio con un xx, lo que significa que no son peligrosas y que se pueden domesticar.
Ariel no pudo evitar que una sonrisa llena de orgullo se extendiera por toda su cara, su hijo obviamente sabía todo lo que alguien podría saber sobre las criaturas mágicas, había nacido rodeado de ellas, y compartía el mismo amor que Ariel por los animales.
—Muy bien señor Malfoy, diez puntos para Slytherin. Pero para la próxima vez seria conveniente que levante su mano antes de hablar, asi todos podrán tener la oportunidad de participar en la clase si a-asi lo desean.
Mientras Ariel continuaba con le clase, explicando a fondo sobre los Mooncall, Albus Severus se volteó en su lugar para mirar a su mejor amigo con burla.
—¿Mamá ha comenzado con su favoritismo, regalandonos puntos solo por que su hijo respira?
Scorpius puso los ojos en blanco, pero aún así no pudo evitar sonreir.
—¿Tu mamá no tiene favoritos? Oh cierto que tienes dos padres... —le dijo con burla—Sabes que ella nunca haría algo como eso, esos diez puntos me los merecía porque sabía muy bien la respuesta —le sonrió a su mejor amigo con autosuficiencia— ahora cállate, ¿viste lo feliz que está mí mama? No quiero que papá se entere que estuve parloteando en la clase de mamá en lugar de prestarle atención, no me dejara en paz nunca.
Cuando la clase terminó Albus se alejó con la excusa de que tenía algo que hacer para que Scorpius pudiera saludar a su madre correctamente.
—Ha sido una muy buena clase —murmuró el rubio acercándose a su madre, la profesora Malfoy.
Ariel sonrió en su dirección y estaba a punto de responder, pero tres chicos comenzaron a correr a su alrededor.
—¡Hola tia! —gritaron dos voces al mismo tiempo.
—Hoy esta completamente encantadora querida profesora, la invitaría a una cena si no supiera que esta usted casada —dijo la tercera voz.
—Oye.
Los gemelos Scamander frenaron del golpe haciendo que James Sirius Potter chocará contra ellos.
—Amigo, ella es nuestra tía, no le hables asi.
James sonrió con arrogancia y se volvió hacia Ariel para guiñarle un ojo.
Lysander lo golpeo en la nuca.
—¡¿¿¿Qué???! Dijiste que no le hablará.
—Buenos dias muchachos —Ariel los saludo con una sonrisa—Ly no golpees a tu amigo y tu James deja que coquetearme. No estoy interesada, estoy fe-felizmente casada.
—¡Entendido señora! —murmuró el chico haciéndole un saludo militar antes de darse la vuelta y salir corriendo con los gemelos Scamander detrás.
Scorpius se quejo a su lado, estirando su mano para tomar a Willy.
—Detesto a los Potter. Albus y la tía Lizzy son los únicos cuerdos en esa familía —él arrugo su nariz antes de voltearse— tengo que irme a la próxima clase o el profesor Longbottom va a matarme.
Ariel vio como su hijo comenzaba a correr en dirección hacia el castillo y ella lo imito, obviamente que se salto la parte de correr.
Ser profesora en Hogwarts en un principio fue un poco extraño. Cuando Ariel terminó su séptimo año en la escuela, ya podía hablar correctamente (gracias a Lizzy), se trababa algunas veces pero no fue nada comparado con su tartamudeo habitual.
En ese momento, Ariel había decidido que quería viajar por el mundo con su abuelo para descubrirlo todo sobre los animales, habia perdido el contacto con Draco luego del colegio, pero cuando volvió a Londres él se presento repentina y extrañamente en la casa de sus abuelos.
Draco Malfoy había crecido solamente para mejorar, habia tantas cosas estúpidas que habia hecho en el pasado de las que ahora él mismo se avergonzaba.
Ambos habían mejorado para mejor. Draco le había pedido matrimonio luego de salir un tiempo y Ariel no se pudo resistir a si que solo dijo que si.
—¿Mamá?
Gemini Malfoy la saco del mundo de sus recuerdos, rodeandola con sus brazos.
—¿Como estas, cielo?
—Excelente, acabo de salir de una clase ridícula sobre los boggarts.
Una risa se escucho detrás de las dos haciendo que ambas voltearan para que a Draco Malfoy.
—¿No tienes que ir a otra clase ahora, Miny? —le preguntó alzando una ceja en su dirección.
La chica se quejó.
—¡Entiendo, no tienes que correrme para quedarte a solas con mamá!
Ariel sonrió cuando Draco se acercó a ella y paso uno de sus brazos por su hombro.
—Los mocosos han crecido —le dijo, orgulloso, mirando como su hija se alejaba de ellos.
—No los llames mocosos —dijo Ariel con calma— ellos son nuestros p-pequeños occamys.
—Esa es la comparación más fea que he escuchado —Draco se rio— si hubieses llamados a tus hijos hipopótamos hasta sonaría mucho mejor.
Ariel lo empujó un poco con diversión.
—¿Que haces aquí?
—McGonagall me dejo pasar. Pensaba en sacarte de clases y llevarte a una cita—le dijo sonriendo de forma coqueta— cuando ibamos al colegio nunca tuvimos una cita formal. Ariel Scamander ¿aceptarias venir a una cita conmigo en Hogsmeade justo ahora?
La rubia sonrió.
—Dejame pensarlo.
—¡Arieeel!
—Ya lo pensé, acepto. Voy a ir contigo.
Draco sonrió y se agachó un poco para darle un rápido beso.
—No puedes resistirte a mis encantos.
Y Ariel no fue capaz de negar aquello. Ella sin duda amaba profundamente a Draco, había parendido a amar lo bueno y lo malo de él, amaba la família que tenían y estaba profundamente feliz de tenerlo en su vida.
Si había algo que Ariel podía decir con seguridad era que luego de la lluvia siempre salía el sol, lo había hecho para ella, había tenido tantos malos momentos en su vida pero ahora ella feliz.
Era la felicidad que siempre había deseado tener, rodeada de las personas que amaba.
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