03 | Tengo un plan

Annabelle no dejaba de escuchar atentamente a Elisa. Su amiga se había presentado un par de horas después de que su tía se hubiera ido a la tienda. No esperaba su visita por eso se descolocó un poco cuando la vio de pie enfrente de su puerta, pero ya que se había dignado a dar señales de vida, no iba a dejarla fuera, además, tenía la curiosidad de saber su versión. Desde que se presentó en su casa no volvió a tener noticias de ella, ni un mensaje siquiera. Y estaba ansiosa por saber qué excusa se inventaba su amiga.

Ahora, después de los primeros minutos de incomodidad, Elisa había empezado a relatarle el porqué no acudió a la tienda aquel día.

Una explicación era lo que había deseado, pero le costaba creerse la versión que le estaba dando su amiga. Por otro lado, decidió que era mejor omitir el hecho de que se presentó en su casa y la pequeña conversación que mantuvo con Coraline, aunque dudaba mucho que su madre no se lo hubiera dicho a su hija, pero si ella no lo mencionaba, mantendría la boca cerrada.

—Te creo —soltó Annabelle cuando la joven dio por finalizado su monólogo.

Realmente no lo hacía, pero si quería averiguar la razón de por qué habían cambiado las cosas entre ellas, tenía que hacer ver a su amiga que todo estaba bien y que todo seguía igual que antes, aunque eso significara fingir, cosa que seguramente sería bastante complicada.

—¿En serio? —preguntó Elisa con sorpresa.

—Claro, ¿por qué no iba a hacerlo?

¿Acaso era tan obvia y su mirada la delataba? No quería que Elisa dudara de su respuesta, eso no ayudaría en su futura investigación. Tenía que ser creíble ante los ojos de la joven, así que mostró una de sus mejores sonrisas y volvió a hablar, esperando que esta vez su amiga se quedara satisfecha y aquella duda que poblaba sus ojos se acabara disipando.

—Está todo bien, Eli, todos nos ponemos malos en algún momento.

Esta respuesta pareció convencer a la muchacha, pues ahora una sonrisa apareció en su cara. Annabelle sonrió por dentro. Había funcionado, al menos por esta vez.

El resto de la mañana lo pasaron hablando de cosas banales hasta que salió a discusión el tema de los carnavales. Annabelle negó varias veces cuando su amiga le propuso disfrazarse, pero fue tanta la insistencia de la joven que al final terminó cediendo. Elisa podía ser exasperante en algunos momentos.

—Está bien —dijo derrotada—, me disfrazaré.

Elisa saltó a sus brazos y la abrazó con efusividad. Annabelle palmeó su espalda antes de apartarse.

—¿No tienes que irte a casa?

Elisa revisó la hora en su móvil y pegó un pequeño salto al ver que se le había hecho un poco tarde.

—¡Mierda! —exclamó colgándose la mochila al hombro—. Mamá me va a matar.

Annabelle acompañó a su amiga a la puerta y se despidió de ella con un abrazo.

—Nos vemos, Eli.

—Adiós, Belle.

Los sábados era el día de descanso para Annabelle, y aunque la visita de Elisa la entretuvo gran parte de la mañana, aún tenía un poco de tiempo para limpiar y colocar algunas cosas antes de que su tía volviera a casa. Estaba con los auriculares puestos y bailando al son de la música cuando sintió que alguien le tocaba el hombro.

—Hola, Belle —saludó su tía con una sonrisa.

—Ette —habló la joven quitándose los cascos—. Pensé que todavía faltaba para que volvieras.

—Es la una, cariño. —Sonrió la mujer ante la sorpresa de su sobrina.

—Sí. Lo siento. Se me pasó la mañana volando.

—¿Por algo en especial? —inquirió curiosa Ette.

—Visita de Elisa —confesó Annabelle.

El rostro de Annette cambió ante la mención de ese nombre. Elisa nunca había sido de su agrado, ningún miembro de la familia Dumont le despertaba simpatía. No entendía cómo su sobrina Annabelle se relacionaba con esa muchacha, pero nunca la había juzgado por ello.

—Tenías razón —soltó Annabelle dejándose caer sobre el sofá.

Annette la siguió y se sentó junto a ella.

—¿Sobre Elisa?

Asintió.

—Es una mentirosa. Pensé que éramos amigas, pero ahora me doy cuenta de que no. Los amigos no se mienten.

Annette miró a su sobrina con esa mirada de «te lo dije» y Belle se dio cuenta de ello. Su tía había mostrado en muchas ocasiones el desagrado hacia su amistad con Elisa, pero nunca le hizo caso. Ahora de alguna manera se arrepentía de haber pasado por alto los consejos de Ette. ¿Por qué las personas que supuestamente estaban a tu lado te terminaban traicionando?

—¿Cómo han acabado las cosas con ella? —preguntó Ette. Esperaba que su sobrina le dijera que ya no había ninguna relación de amistad entre ellas. Sería lo mejor.

—Como si no hubiera pasado nada.

La cara de Annette era un poema. Su sobrina le acaba de manifestar su malestar respecto a su amiga y las cosas parecían seguir igual que antes según ella. Annabelle no era tan tonta como para pasar por alto algo así, así que tenía que haber algo que se le escapaba de su entendimiento.

—Tengo un plan, Ette —confesó Annabelle al darse cuenta de la expresión contrariada de su tía.

—¿Un plan?

—Sí. Un plan para saber por qué Elisa me ha mentido. No me voy a quedar de brazos cruzados ni fingir que no ha pasado nada. Ya sabes que no soy así.

El alivio se reflejó en el rostro de Ette, aunque la idea del plan no le convenció mucho. Annabelle a veces tenía ideas muy locas, y la idea de un plan que involucrara a la familia Dumont era como caminar entre arenas movedizas. No sabías si ibas a salir a la superficie, o hundirte hacia el fondo.

———♦———

Siento no haber actualizado la semana pasada, pero hoy tenéis un nuevo capítulo y espero que lo recibáis con muchas ganas.

Al final Elisa parece que ha optado por el camino de la mentira... ¿Sospechará del plan de Annabelle o será demasiado ingenua y caerá en su trampa?

¿Por qué pensáis que Annette no tiene simpatía por los Dumont? ¿Conoce Annabelle el motivo de ese odio?

Siento que de ahora en adelante las cosas se van a poner muy interesantes 😏. ¿Qué esperáis que les pase a nuestros personajes?

Como siempre, os leo en comentarios 💜


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