Parte siete
— ¡Por favor! Necesito pasar más tiempo con él. — Suplicó la nación al borde de las lágrimas. Pedía que le permitieran volver con Manuel, sabía que el castaño se iba a quedar unos días más para orientar a San Martín.
El general expresó su duda con tan sólo el gesto de enarcar una ceja, tenía a su pequeña patria a punto de llorar, no podía negarse a tal petición, incluso si eso era desobedecer una orden de Buenos Aires que pedía la inmediata presencia del país.
— De acuerdo, mi pequeño. — José respondió a la necesidad del albi-celeste.
— ¡Muchísimas gracias! — Saltó lleno de felicidad, quería disfrutar su tiempo con Manuel. Abrazó con fuerza a San Martín — Aprecio que me dejes cumplir mi capricho, realmente quiero permanecer a su lado, como pudiste ver su salud no es muy buena y él… es muy especial para mí.
Tembló, tembló un poco por la preocupación que le causaba.
— Lo he notado, ustedes son muy cercanos.— Acarició la espalda del menor al escuchar los pequeños sollozos — Belgrano es muy fuerte, hizo un gran trabajo, no creo que una enfermedad lo derrote.
— Soy consciente de ello, pero no puedo evitar sentir este miedo que me carcome cada día. — Confesó ocultando su rostro en el cuello del mayor. — Si él desapareciera de mi vida… yo… yo
— Tú seguirás adelante haciéndole frente al dolor — La voz característica de esa persona fue percibida por ambos muchachos, los ojos de la nación brillaron al ver el rostro de aquel al que consideraba su padre.
No tardó mucho en separarse del de cabello negro y correr en dirección de su admirable abogado.
— Mi adorada nación no sufras por mí, es lo único que te pido — Lo cubrió con sus brazos llenando de besos la frente del niño. — Quiero que seas fuerte y afrontes cualquier problemática con valentía, que nadie te quite tu libertad ni tu sonrisa porque eso es mi mayor tesoro.
— Te quiero Manu.
Se fundió en la calidez que le provocaba escuchar los latidos del corazón de Belgrano, esa señal de vida le tranquilizaba en las noches.
— Yo también te quiero.
San Martín observó la escena con una sonrisa.
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