En cuanto entraron a la cabaña, él la recostó en la cama cuidadosamente.

- No soy un frágil cristal - Dijo riendo

- No quisiera lastimarlos, ustedes son mi mayor felicidad. ¿Estás segura de hacerlo? Puede hacerles daño

- No te preocupes, la partera me dijo que en los primeros meses no pasa nada. Así que... - Se colocó encima suyo y le quitó la camisa - Empecemos

Sonrío pícaramente - Me encanta cuando tomas el control

Se quitó el vestido, y comenzó a besarlo apasionadamente. Lo despojó de sus prendas y sin esperar a más entró cuidadosamente.

- Espera, no seas impaciente - Rió y acarició su espalda - Con calma

- Tu sabes perfectamente que no puedo controlarme

- Te amo, los amo

- Yo también te amo

Aumentó el ritmo, el hombre la sostenía de la cintura mientras la besaba tiernamente.

Al terminar se quedaron abrazados mientras Bruno le acariciaba el vientre a su ahora esposa.

- ¿En qué piensas?

- Tengo miedo por ellos, no quiero que...

- Ellos estarán bien, no te preocupes, mi amor. Nacerán sanos y seremos una bella familia, estoy muy feliz que mis padres hayan asistido, aunque se que apenas están asimilando lo nuestro, se que nos apoyaran

- Admito que por un momento pensé que no iban a dejar que nos casaramos. Quiero hablar con ellos y explicarles las cosas

- Es buena idea - Suspiró

- ¿Qué pasa?

- Tengo que decirte algo, no lo hice antes porque no sabía como, quien me disparó dijo que tenía un asunto pendiente con alguien de la familia ¿Tu lo conoces?

- Nunca lo había visto y créeme, recuerdo bien un rostro. Tal vez alguien lo sepa, volviendo a casa les preguntaremos.

Al día siguiente, regresaron a casita, los miembros de la familia estaban tan felices, pero era obvio que aunque lo hayan aceptado Julieta y Agustín no se la iban a dejar tan fácil.

Se sentaron todos a desayunar

- Sientate allá - Señaló Agustín al pelinegro - A 2 metros de distancia - Sonrío

- ¡Papá! - Mirabel no contuvo las ganas de reír - Ya es mi esposo, tiene derecho a estar a mi lado además de que ya vas a ser abuelo

- Lo se cariño, pero...

- Como si ayer no hubieran hecho nada - Dijo Camilo el cual fue golpeado en la nuca por Félix - ¿Qué? en la luna de miel pues...

- Será mejor dejar de lado ese tema - Dijo la abuela riendo

Los demás solo veían la escena divertidos.

Más tarde, ambos le pidieron a Alma hablar. Esta tuvo el presentimiento de que se trataba de algo sumamente serio.

- Abuela, el dia en que me dispararon uno de ellos dijo que tenía un asunto pendiente con uno de la familia, ¿Tu sabes algo?

Ella suspiró, obvio si lo sabía, era un tema que por años había querido evitar, pero era necesario decirlo para evitar otra tragedia.

- Fue cuando mi Pedro y yo nos fuimos del pueblo, uno de ellos lo amenazaron, el abuelo de uno de esos hombres, obviamente nunca olvidaron su amenaza, vengarse de nuestra familia, tratar de hacernos daño y pues estuvieron a punto de hacerlo. Me siento tan mal, si no fuera por Julieta tu y mis nietos...

La abrazó - No dejaremos que cumplan su amenaza, debemos seguir en alerta

Bruno habló - Tiene razón, mamá, no dejaremos que nos hagan daño, somos una familia y nos mantenemos unidos

Pero Mirabel sabía que aunque el pueblo estuvieran pendientes todo el tiempo, posiblemente algo malo pasaría.