[20] ¿Felices?

Y llegó, el día en que se convertirían en marido y mujer aunque sería de manera simbólica.
Era bueno que ya se encontraba bien de salud, pero para la chica aún habia un tema que la ponía triste, la ausencia de sus padres en el día más importante de su vida.

Se colocó su vestido el cual había bordado ella misma y se miró en el espejo. Lágrimas comenzaron a salir, no podía creer que estaba a punto de casarse con el hombre de su vida, el que se convirtió en su mejor amigo estos años, simplemente se sentía muy feliz de poder compartir el resto de sus vidas.

- Te ves muy hermosa - Le dijo Isabella mientras terminaba de ponerle el velo y hacerle un ramo de rosas blancas - Pareces una princesa

- Gracias - Musitó con tristeza tomado las flores

Sabía cuan mal se sentía por el hecho de que sus progenitores se negaron toda la semana en asistir. La abrazó - Nos tienes a nosotros, ya todos aceptamos que ustedes se aman

- Pero los que me gustaría que lo aceptaran ni siquiera quieren hablarme o por lo menos verme con un lindo vestido de novia como solían decir, que el verme lista para contraer matrimonio los llenara de felicidad total. Ni siquiera el asunto de mis bebés los ha orillado a charlar con nosotros. Aceptemoslo, ellos nos odian por haber cometido un pecado, que no podremos casarnos por la iglesia como debería de ser

- Mirabel...

- Será mejor irnos, ya nos están esperando

Le hizo caso y ambas salieron de la casa rumbo al río. Poco después llegaron al lugar, Alma casi lloraba al ver a su nieta, a su "Milagro" besó su frente y acarició su mejilla - Te ves preciosa mi vida, estoy tan feliz por ustedes

- Gracias abuela, gracias por estar aquí

- No me perdería la boda de mis amores

Suspiró - ¿No te dijeron nada?

- No salieron de la habitación desde anoche. Cariño...

Optó por cambiar la conversación - ¿Y Bruno?

- Oh justamente ya viene

El mencionado se impresionó bastante al verla, ante sus ojos Mirabel era el más perfecto ángel, su razón de ser, su alma gemela. Se acercó y tomó su mano.

- Te ves tan hermosa

- Y tu tan apuesto

Y sin más comenzarían con la ceremonia. El estar rodeados de mariposas hacían el momento mucho más significativo, bello y mágico.

La chica enfocó su mirada hacia otro lado, el hombre sabía perfectamente el porque.

- No vendrán - Se formó un nudo en la garganta - No lo harán

Besó el dorso de su mano - Se lo difícil que es para ti esto, también me duele que mi hermana me crea la peor persona del mundo por haber cometido un pecado

- Aceptemos la realidad, ellos jamás nos perdonarán

- ¡Esperen! - Gritó Agustín  llamado la atención de todos - ¡No comiencen!

- ¡No van a impedir que lo hagamos, papá! - Dijo Mirabel molesta

- No venimos a detenerlos - Dijo Julieta acercándose a la pareja y tomar sus manos - Al contrario, venimos para estar aquí

- ¿Q-Qué?

- Estuvimos toda la noche pensando y lo entendimos, ustedes se aman, no los odiamos si es lo que creían - Miró a su hermano y sonrió - Se que contigo mi niña será feliz, siempre demostraste que es muy importante su bienestar para ti y eso me alivia. Y Mirabel - La abrazó - Perdoname por hacerte creer que estaba molesta contigo, tenía que asimilar esto y...

- Tranquila mamá, estoy tan feliz de que estén aquí, que toda mi familia esté aquí con nosotros. Ahora me siento completa

Después de tan conmovedor momento ahora si dieron inicio y a pesar de que eran concientes de que aún faltaba mucho por vivir estaban dispuestos a enfrentar sea lo que el destino les tuviera preparados.

Y dando el «Acepto« se dieron un beso, ya eran esposos.

Miraron el hermoso paisaje y el arcoiris que adornaba el cielo, cortesía de Pepa. Uno de los mejores días de sus vidas.

- También me alegra que estés aquí con nosotros, papá - Dijo Bruno mirando hacia el río

Un par de horas después llenas de festejo aunque solo fuese familiar, los Madrigal se alistaban para volver a casita, pero no sin antes de comunicarles a los recién casados sobre su regalo de bodas.

- Les tenemos preparado una sorpresa - Musitó Dolores - ¿Ven la cabaña que está allá? - Señaló a la construcción que se encuentraba en la montaña - La construimos para que pasen su luna de miel - Guiñó el ojo - Tómense el tiempo que quieran, los estaremos esperando y no se preocupen, que tendré tapones en mis oídos para no escucharlos

Dicho esto se fueron dejándolos solos.

- ¿Qué te parece? Es un buen regalo de bodas

- Se los voy a agradecer infinitamente. En fin - Cargó a su ahora esposa - Te llevaré a tu palacio, mi "reina"

- Vamos, se que estás ansioso

- ¿Puedes culparme?

Mirabel no pudo contener las ganas de reír.

Sin más se encaminaron para seguir con la "Celebración"

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Se viene la luna de miel uwu

Gracias por leer, hasta la próxima :3



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