[17] En peligro
Durante el desayuno Bruno intentaba no hacer contacto visual con nadie de la familia mientras que estos solo se limitaron a esperar a Mirabel quien aún no se encontraba ahí.
- ¿Y Mirabel? - Preguntó la abuela a Isabella.
- Seguramente aún debe estar en su cuarto, ¿Quieres que vaya por ella?
- Si por favor.
Mientras la joven se iba Julieta miraba a su hermano con molestia al igual que Agustín. Camilo no pudo aguantar más eso y decidió hablar de una vez por todas en defensa de su prima y tio, golpeando la mesa asustando a todos.
- ¿¡Hasta cuándo van a hablar del tema!? Ya han pasado 4 días y siguen ignorandolos, ellos se aman ¿Por qué no pueden entenderlo?
Pepa asintió a lo que su hijo dijo - Él tiene razón, Bruno ha demostrado miles de veces que la adora y viceversa, y si tal vez debieron haber esperado un poco para un bebé, pero ya está hecho.
- No puedo creer que apoyes esto siendo nuestro hermano, además él solo se aprovechó de Mirabel.
- ¡Eso no es verdad, Julieta! - Dijo Bruno ya harto de la situacion - Yo nunca me habría aprovechado de ella ni de ninguna otra mujer porque eso es lo que es, una mujer que es libre de tomar sus propias desiciones y decidió estar conmigo, solo que yo estúpidamente decidí alejarla cuando mi deber es estar para Mirabel, para nuestro hijo.
Y cuando el matrimonio estaba por decir algo más Isabella regresó sumamente alterada.
- ¡Mirabel se fue! Dejó una nota diciendo que es mejor quedarse sola a que sea odiada por la familia.
La abuela leyó la nota en voz alta y rápidamente el pelinegro se alejó corriendo, los demás detrás de él, Dolores hizo uso de su poder mientras que Luisa la cargaba para evitar que hiciera esfuerzo físico.
Mientras tanto, Mirabel ya se hallaba en el río, el lugar especial de su amor. Sabía que esa era una mala idea considerando que su embarazo le hacía imposible el seguir avanzando como quisiera ya que era obvio que su familia ya deben de estar buscandola.
- Creo que debería de conciderar esto - Tocó su vientre y suspiró cansada - Ay mi pequeño, tu mami a veces suele ser un poquito impulsiva ¿Deberíamos volver? Si, es lo mejor.
Pero justo cuando estaba por regresar sintió la presencia de alguien más, se dió la media vuelta y vió al mismo chico de la fiesta que quería darle una sustancia desconocida en su bebida. Venía acompañado de otros 2 chicos a caballo.
- Hola Mirabel Madrigal - Le sonrío maliciosamente y disfrutó ver la expresión de miedo de esta - Ese día no tuve el tiempo de presentarme, soy Julio Martínez.
- ¿Qué quieres de mí, por qué quisiste darme eso?
- Digamos que es por venganza, tengo un asunto pendiente con alguien de tu familia y que mejor que usar a su preciado milagro para ser el primer paso de verlos sufrir. Piénsalo, estarían tan perdidos sin la magia y lo que ahora mantiene la armonía se irá para siempre.
- ¿Con quién tienes ese asunto pendiente, por qué haces esto?
- Con mucho gusto te respondería, pero ya no quiero esperar a más.
En ese momento llegaron los demás, Bruno sin dudarlo se acercaba corriendo, Julio sin más sacó un arma dispuesto a apuntarle al hombre, pero Mirabel al querer alejarlo recibió el disparo.
Julio y sus secuaces se fueron como los cobardes que eran.
- ¡No, Mirabel, no! - Él la tomó con delicadeza, notó la gran cantidad de sangre, la herida estaba situada en su abdomen.
- Debemos llevarla a casa para que pueda curarla, ¡rápido! - Musitó Julieta con desesperación.
Se apresuraron a llevarla para que los remedios de la mujer hicieran efecto antes de que fuera demasiado tarde.
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