Al despertar, la chica notó a su madre sentada a su lado.

- ¿Cómo estás, mi vida?

- Un poco mejor, gracias Ma'

Suspiró y le acarició su mejilla - Esto que te está pasando solo significa una cosa, Mirabel y lo sabes bien.

No le quedaba más remedio que aceptarlo - Así es, estoy embarazada.

- Obviamente que es de con quién te ibas a casar ¿Me dirás quién es?

- Mamá... No puedo, además de que él no está enterado y no quiero que lo sepa por ahora.

- ¿Por qué no?
Merece saberlo

- Es una situacion muy delicada como te había dicho - Agachó la cabeza - Además de que en cuanto sepan quien es me van a tachar de loca o enferma.

Ahí es donde comprendió todo, unió las piezas del "rompecabezas" sentía que le faltaba el aire.

- No... ¿Bruno y tú...

- Si, así fue, me enamoré de él y... sucedió, simplemente sucedió.

- ¡No, tu tío no!

- Mamá...

Esta se fue rápidamente y fue detenida por la abuela, los demás detrás de ella.

- Hija ¿Qué tienes, por qué lloras?

- Eran ciertas nuestras sospechas, mamá, Mirabel si está embarazada y el padre es... - Se formó un nudo en su garganta

- ¿Es quién?

- Bruno.

Dicho esto Agustín totalmente molesto quiso buscar al pelinegro, pero fue detenido por su esposa.

- ¡No, Agustín, no!

- ¡Tiene que darnos una explicación de porqué con mi hija!

- Mirabel no quiere que él sepa de su embarazo por ahora y debemos respetar su desición.

Ahora la abuela habló - Lo siento, Julieta, pero debo hablar con Bruno y decirle - Dicho esto se fue a buscarlo.

Los demás solo se quedaron en silencio viendo la escena, totalmente sorprendidos. Dolores e Isabella poco después fueron con Mirabel quien lloraba desconsoladamente.

- Están molestos conmigo.

- No, eso no es cierto.

- Isa por favor, es obvio que si, ahora odian a Bruno y todo es por mi culpa.

Dolores la abrazó - No es tu culpa, deben entender que se aman.

- Pero ya no estamos juntos, por favor les pido que ya no hablemos más de esto. Quiero descansar un poco, me estoy volviendo a sentir mal.

Ellas asintieron y salieron sin decir más.

- ¿Qué podemos hacer para ayudarlos? - Preguntó  Isabella a su prima.

- Por ahora trataremos de hablar con la familia y después tratar de convencer a Bruno que le diga la verdad sobre las visiones. Ellos merecen ser felices.

[...]

- ¿Por qué no nos lo dijeron antes? - Decia Alma Bruno.

- No es algo que planeé, solo sucedió, mamá.

- Ahora Mirabel está esperando un bebé tuyo - Le pareció extraño que este no se inmutara ante la noticia - ¿Ya lo sabías, cierto?

- Si, lo vi en una segunda visión  - Optó por no contarle más sobre esta ya era muy difícil de decir - No quiero que se dé cuenta de que ya lo sé, aunque me duela me alejarme por ahora.

- Tiene que sentir el apoyo del padre de su bebé, no puedes simplemente alejarte, tienes que ser responsable.

- Lo sé, pero... Lo siento, se que te desepcioné, que debo ser considerado un enfermo por haberme enamorado de mi sobrina y...

- No estoy desepcionada ni mucho menos molesta, solo que nunca me esperaba esto, nadie de nosotros.

- Pero Julieta y Agustín deben querer matarme, estuve de esa manera con su hija menor y que está esperando un hijo mío y no me siento capaz de enfrentarlos, soy un maldito cobarde.

Lo abrazó - Se lo duro que es esto, pero quiero dejarte en claro que cuentas con todo mi apoyo, ambos, son mi familia y los amo.

- Muchas gracias, mamá, por favor cuida a Mirabel, te prometo que muy pronto hablaré con ella.

«En cualquier momento va a pasar lo peor y no podrás hacer nada para evitarlo por más que quieras« De nuevo aquel pensamiento lo torturaba.

¿Por qué estaba pasando esto? Se sentía sumamente culpable.