08; Audición

El aclamado y esperado domingo para muchos bailarines por fin había llegado, muchos postulantes llegaron al edificio, y la fila para inscribirse a la audición y retirar su número era inmensa, toda la entrada al edificio estaba consumada en multitud agobiante de gente.

El nivel de solicitud que tenía la codiciada compañía y academia de danza había dejado boquiabierto al propio erizo, cuando Amy le había convencido de presentarse a la audición, lo había dicho de una forma que le había hasta convencido de que él sería capaz de quedar dentro; Por supuesto esa mentalidad se fracturó completamente al ver la multitud de gente que lo único que esperaba era bailar frente a la directora de la majestuosa compañía.

Se mordió los labios ansioso ante los nervios que le carcomían, no sabía en qué estaba pensando. Llevaba sin practicar la danza desde hace años, y sin siquiera dedicarse a retomarla de a poco se le ocurre ir de picada a una audición, era notorio que fallaría. Sentía que las intensas lecciones de ballet que tuvo con Amy los dos días anteriores ya se le habían olvidado al pararse frente al edificio, aunque los dolores musculares permanecían recordándole el ejercicio muscular.

En desconsuelo abrió la hoja de papel que traía doblada y abrazada entre sus manos, aquel formulario rellenado con su letra casi ilegible donde sólo reposaban sus datos en busca de exhibirse frente a quien definiría su futuro. Inhaló aire y lo retuvo entre sus pulmones abrazando fuertemente la hoja sobre su pecho, tenía que calmarse.

—¡Sonic! —se escuchó un grito a la lejanía, estando este absorto en su paz mental— ¡Sonic! —le volvieron a llamar, levantando la cabeza curioso ante el escucha de su nombre de pila, viendo a una eriza rosa correr hacia él con apuro— ¿Qué crees que haces? —cuestionó con la respiración agitada, el mencionado enarcó la ceja confundido. ¿Qué más se suponía que iba a estar haciendo?

—Pues... Estoy esperando a que se libere la entrada del edificio para pedir mi número —Respondió en un tono que señalaba que aquello era la cosa "más obvia del mundo". La eriza rosa sólo se explotó a reír, desconcertando al ojiverde— ¿De qué te ríes- ¡Oye! —exclamó asustado cuando la eriza le agarró de la muñeca y lo jaló sacándolo de la multitud y guiándolo a una entrada más apartada. Sonic ya no sabía si estaba asustado por la audición o por los movimientos bruscos y repentinos que hacían la fémina frente suyo— ¡¿Amy?! ¡Me estás alejando de la inscripción!

—No Sonic, te estoy dando el pase VIP para que te inscribas de una vez —Respondió la eriza mientras continuaba jalando al varón hacia una puerta más despejada, saludando a quienes la vigilaban quienes le dejaron pasar de inmediato. Apenas entraron ésta comenzó a caminar con normalidad, permitiéndole respirar un poco al erizo— deberías ver tu cara, cualquiera creería que eres un novato en esto.

—Quizá porque lo soy —atacó el cobalto soltándose del agarre de la eriza rosa para sacudirse su ropaje, sin dejar de seguirle el paso.

Apenas él mencionó aquello, la eriza lo volteó a ver con un rostro apanicado, haciéndole creer que dijo algo que no debió haber dicho. La misma bufó negando con la cabeza, sin poder creer que a pesar de todas las indicaciones que le ofreció los días anteriores a su invitado ni siquiera se hubiera molestado en investigar cómo funcionaba una audición. Apenas Sonic volvió su atención al entorno, se dio cuenta que habían llegado al mostrador donde estaban recibiendo todos los formularios de inscripción. Por un lado estaba la inmensa cantidad de gente aglomerándose por ganar un número, mientras que por el otro lado sólo estaban él, ella y los bailarines enumerados caminando a su al rededor.

—¿Me explicas qué estás...?

—Luego —cortó Amy, para voltearse a él y extenderle la mano, el ojiverde sólo le observó la acción sin comprender, haciéndola bufar— ¡Sonic, tu papel! —exigió, consiguiéndolo de inmediato— Creo que no te das cuenta que estamos contra el tiempo —comentó volteando de vuelta al mostrador, extendiendo el papel a la recepcionista— Hola Sra Guilda, buenos días, quisiera de favor que tomase este formulario para que lo ponga en el sistema y me de su número de participante, por favor.

—¿Por quién viene el Joven? —preguntó la adulta de lentes, escribiendo desinteresadamente los datos del erizo en la computadora.

—Es el participante de interés de la directora —respondió de inmediato, aquellas palabras causaron un breve paro cardiaco en el corazón del cobalto, sus temores por fallar se habían incrementado en un tiempo récord— Gracias y disculpe las molestias —volvió a escuchar a al eriza quién llevaba un número en un papel en sus manos— Andando Sonic, iremos a calentar los músculos.

—¿C-Calentar? —cuestionó sin entender qué era lo que estaba ocurriendo a su alrededor, no entendía absolutamente nada de lo que estaba haciendo la eriza.

Sin hacer más preguntas le siguió por detrás, esta misma le entregó el papel con su número, un gigante "11" plasmado. Le indicó que se lo pegara en el pecho con el adhesivo que el papel ya tenía, y sin chistar lo hizo, después de todo, la que sabía del tema era ella.

Se adentraron a lo que parecía un salón de baile que era gigantesco, las paredes totalmente blancas, pulidas y bien cuidadas, enormes espejos en una pared completa, barras metálicas atornilladas en los alrededores de las paredes restantes, un piso de madera flotante, brillosa y clara. Y al interior, repleto de bailarines que como él, se preparaban para audicionar.

Dirigido por la eriza, se ubicaron en un rincón del salón que estaba libre para dejar sus bolsos deportivos y sentarse en el suelo. Sonic podía confirmarlo más que nunca, estaba sumamente nervioso.

—No pienses en fallar —escuchó entonces a la eriza, que tomaba un sorbo de una botella de agua. Esta le observó y le extendió la botella, a lo que Sonic la aceptó— si piensas en que harás las cosas mal, te asustarás tu solo. Haz lo que yo hago cuando estoy nerviosa —dijo con una sonrisa, teniendo el ojiazul tomando agua observándola al mismo tiempo— inhalas, exhalas y dices "que pase lo que tenga que pasar" "éste es mi sueño, daré lo mejor de mí".

—Wow, ¿siempre haces eso cuando vas a presentar? —preguntó el ojiverde cerrando la botella.

—Sí, y para audicionar también —respondió sacando sus zapatillas de punta y darles golpes contra el suelo, doblándolas con sus manos después.

—¡¿Tú también audicionas?! —preguntó sorprendido, Amy lo calló inmediatamente— pensé que tú tenías un puesto seguro.

—Pues claro que lo tengo, bobo —respondió riéndose con la ingenuidad del erizo— pero hay audiciones para papeles principales de algunas obras también —explicó.

El erizo asintió observando la botella de agua perdido en sus pensamientos, en su cabeza de forma inconsciente repasaba las rutinas que Amy le había enseñado los días anteriores, si bien las lecciones fueron apresuradas y le había enseñado lo básico para refrescar la memoria, en su mente buscaba perfeccionar la técnica según lo que había visto en videos de webtube.

—¿Me puedes explicar ahora qué fue todo lo que hiciste allí afuera? —recordó entonces el erizo, tomando desprevenido a la eriza quien estaba calentando los tobillos.

—Oh, eso —pronunció, volviendo a sentarse en indio— pues, lo que sucede es que estabas esperando entre la aglomeración de gente que es como se tiene que hacer para quienes no tienen contactos dentro del edificio —explicó— si te quedabas esperando allí no ibas a poder audicionar, los números son limitados —añadía, a lo que Sonic asintió— por donde pasamos es por donde nosotros los bailarines ya pertenecientes al equipo entramos para evitarnos ese tipo de obstáculos para ingresar al edificio. El hecho de que yo te llevara conmigo te daba la seguridad de entrar sin problemas —continuaba explicando— ahora bien, sobre el comentario afirmativo que hiciste sobre "ser un novato en esto" —dijo haciendo comillas con sus dedos— debes evitar hacerlo. Como pudiste haberte dado cuenta, quienes ya tenían su número pasaban a nuestro lado, si algún bailarín escucha o sabe que tú no llevas entrenando el ballet o eres un novato en esto de las audiciones les vas a alimentar el ego. Lo que quiero decir es que evites hacerle saber a los demás competidores que no sabes de esto, porque les das la oportunidad de aplastarte. En el mundo del baile es matar o dejar que te maten, es un área competitiva, no les des el gusto de quitarte el puesto y hacerte fracasar —finalizó con seguridad, extendiéndole el puño al erizo.

Éste se mantuvo observando su puño mientras procesaba todas sus palabras, ella tenía razón, si algo había aprendido de los deportes era que nunca debías permitir alimentar el ego de tus competidores. Chocó su puño con el de ella y le sonrió con seguridad, podía ser un campeón en el atletismo, buscaría demostrar lo mismo en ésta audición.

*

—Vamos a evaluar la resistencia, haremos sauté en primera, segunda y quinta con cambio en 8, 4 y 2 tiempos —hablaba la instructora mirando a los más de 50 chicos dentro del salón, de los cuales destacaba un erizo de pelaje azul. Esta daba las instrucciones demasiado rápido, que apenas y dejaba memorizar la rutina para el erizo— son grupo 1 y grupo 2, cuando diga el número de algún grupo éstos siguen haciendo el ejercicio y el otro vuelve a posicionarse en primera y viceversa —explicaba para comenzar a palmar— y comenzamos en 1, 2 3 y...

La música comenzó a sonar y Sonic comenzó a realizar el ejercicio, se sentía muy tenso para su gusto y sentía que aquello no le permitía estirar muy bien sus piernas. Detectó los cambios de ritmo en la música y al menos podía estar acorde con los tiempos del ejercicio.

—¡Uno! —escuchó de pronto y paró en seco. Sintió como los pulmones se le cerraron casi ahogándolo, había olvidado el método de respiración que Amy le había enseñado.

Entró en pánico teniendo el nerviosismo que le estaba consumiendo, habían pasado por ejercicios básicos que Amy le había enseñado y ahora llegaban a los de resistencia de los cuales no lo tenían preparado, agradecía que al menos la resistencia no le faltaba gracias a sus duros entrenamientos en el atletismo.

—¡Dos! —Escuchó entonces alertándolo, comenzó a saltar con una fracción de segundo tarde, lo cual le jugó en contra— ¡Azulito, vas atrasado! —exclamó la instructora, consumido por la vergüenza se apresuró a seguir los tiempos.

Observando los reflejos del espejo pudo visualizar como una figura rosa traía arrastras una silueta blanca por fuera del salón al otro lado de la ventana, tratándose de Amy y Silver. Éste último lo reconoció al instante y le saludó eufórico, animándolo con gestos que le llegaban a dar vergüenza ajena. Al menos, verlo le había devuelto los colores a su cara.

Los ejercicios que definirían su futuro para las próximas pruebas hasta que los que evaluaban pidieron que se detuvieran las pruebas. En un ambiente sudoroso, el dolor y calor agobiante que apresaba su cuerpo le recordaban el porqué se estaba esforzando tanto.

La directora se levantó observando atentamente a cada especie parada firmemente en el salón de baile, lo cual lo ponía más nervioso, sabía perfectamente que la selección para ser finalistas habían comenzado.

Se paseó por entre la multitud de chicos dando un vistazo a cada uno, con una seriedad y una mirada juzgadora que lo hacía estremecer hasta el fondo de su ser, debía admitirlo, el miedo lo consumía.

Empezó entonces a tocar el hombro de unos pocos participantes, los estudiaba demasiado bien para su gusto. Cerca de dónde estaba él tocó tan solo a un alumno, para luego posicionarse en frente de todos.

—A quienes les toqué el hombro, pasan a la segunda ronda de selección, a los demás, gracias por participar de la audición —informó, el dolor en el corazón del erizo y la decepción se apoderaron de su expresión— para los seleccionados, tomen su descanso y los veo en la tarde, los demás pueden retirarse. Es todo —finalizó.

Sonic cayó hincado sobre sus talones, buscando regular su respiración.

Ella no le había tocado, el mundo se le caía a pedazos ¿qué había hecho mal? Sus palmas cubrieron su rostro sudoroso y se lo frotaba buscando de esa forma limpiar su frustración y su dolor. Quería llorar, no podía creer que había venido a arriesgarse a cumplir su sueño y había fallado estrepitosamente en la primera etapa.

—Sonic, sonic, vamos —escuchó la voz de su mejor amigo quien se había arriesgado a ir en su busca dentro del salón. Se hincó junto a él y le abrazó los hombros— venga, hermano. Ya tendrás otra oportunidad, no te quedes aquí-

—Ya no hay más oportunidades, Silver —murmuró con un hilo de voz, pues su garganta le quemaba.

Con ayuda de su acompañero se levantó de su pozo de decepción, apenas se permitieron dar el primer paso a la salida cuando vio como la directora se dirigían a ellos, teniendo a la eriza rosa detrás quien le hacía señas de que cambiara su expresión.

—Joven —le saludó con una sonrisa cortéz.

—Eh, Ma-Madame —respondió agachando su cabeza con respeto— la-lamento seguir ocupando el espacio, ya me-

—¿Eres Sonic, no? —le interrumpió, observándolo por sobre los lentes que ella portaba.

Su garganta se cerró, estaba tan acostumbrado a que le llamaran por Maurice que había olvidado por completo que se había presentado con su nombre de pila. Le dio una mirada rápido a la eriza confidente quien le hacía muecas de que respondiese rápido o le partía la cara.

—Sí, soy yo —respondió al fin, sintiendo como el calor volvía a subirle a la cara. Silver sólo se mantenía continuando siendo su apoyo sin entender qué estaba pasando.

—Así que tú eres el joven candidato estrella que mi primera bailarina recomendó —dijo con una sonrisa para voltear a ver a la acusada, quien enrojeció al verse tan expuesta— te seré sincera erizo, no puse toda mi atención debida la multitud y por ende no pude observar bien tu técnica —confesó, anotando algo en los papeles— y siendo que fuiste recomendado por una de mis bailarinas, me parece justo que pueda visualizarte bien junto a los 20 candidatos que quedan. ¿Te parece bien?

Lo que una vez fue una mueca afligida se transformó a un rostro de emoción instantáneo. Sonrió maravillado y ahogado en sus palabras miró a Silver intentando hablar y luego volvió hacia la señora de importancia, separándose del plateado.

—¡Sí, S-Sí! ¡Por supuesto! —exclamó con emoción, asintiendo frenéticamente— Muchas gracias —dijo con anhelo

—No me agradezcas a mí, sino a mi rosita —dijo, para hacer un ademán con la cabeza y retirarse, quedando la mirada fija de dos varones en la bailarina de púas rosadas.

Viéndose expuesta a la recomendación que ella dio de él y sobre su intervención, enrojeció cohibida y los nervios se apoderaron de ella.

—E-Eh yo puedo explicarlo, ella me pidió una recomendación y- Qu-Quiero decir —sus nervios no le permitían ordenar bien sus palabras— Tu-Tu técnica es excelente, mi opinión no tiene nada que ver- yo solo- yo...-

Sus palabras callaron abruptamente cuando su boca fue cubierta por el hombro del erizo, quien había ido corriendo a abrazarla. En un momento estaba siendo consumida por los nervios sobre el suelo y al segundo se encontraba girando por los aires en los brazos del erizo azul.

—¡Amy, no lo puedo creer! —nadaba en felicidad el erizo quien abrazaba con emoción a la eriza, girandola por los aires— ¡Gracias a ti quedé clasificado! ¡Eres increíble! —gritaba con euforia, para bajarla en el suelo y tomar su rostro entre sus manos, observando aquellas joyas esmeraldas quienes le observaban con las mejillas enrojecidas— ¡No sé que haría sin ti, eres lo mejor!

El corazón de la eriza palpitaba con fuerza, la mirada del erizo transmitía una alegría tan genuina que simplemente sus halagis le hacían enloquecer el corazón. Un revoloteo en su estómago la hizo sentir inquieta y ella sólo entre balbuceos lograba responder ante los halagos de su contrario, quienes acababan entre risas y miradas vergonzosas.

El erizo plateado por su parte quedó como el mal tercio, si bien había ido a apoyar a su amigo, casi hermano, el hecho de que este mismo fuese corriendo a abrazar a quien era su objetivo de conquista y la tratase con tanta cercanía le hacía sentir algo inquieto, unos pequeños pinchazos se presentaban en su corazón. No pudo evitar fruncir un poco el ceño ante su molestia por la escena.

—Sonic —le llamó con un tono más pesado de lo que le hubiera gustado, captando la atención del mencionado— estás todo sudado y apestas a pescado, y aún así te andas restregando con la dama —le dijo para lanzarle a la cara una toalla de mano que traía en su bolsillo para él, justamente— no seas asqueroso y ve a darte un baño, puerco.

—¡Tienes razón! —exclamó con sorpresa separándose de un salto, mirando a la enrojecida Amy— ¡Perdóname Ames! Es sólo que la emoción-

—T-Tranquilo, el baño está doblando a la izquierda —le indicó rápidamente sin dirigirle la mirada, acomodando un mechón desordenado.

Sonrojado y con vergüenza agradeció apresurándose a encontrar los lavabos, debía cambiarse y disfrutar del descanso para prepararse para la segunda etapa.

Al entrar con bolso en mano, se adentró a la ducha donde se permitió un momento para reflexionar de todo lo que había ocurrido.

Se miró un momento las manos y pudo percibir la fragancia de la eriza, un olor a dulces y fresas. Sonrió inconscientemente y con sus manos cubrió su boca y nariz, buscando reflexionar.

Se excedió de confianza con su compañera femenina, la había abrazado de la emoción y sus rostros habían estado peligrosamente cerca debido a su osadía, sentía mucha vergüenza.

Esperaba que la eriza rosa no malinterpretase sus acciones, y que Silver habiendo estado presente no tomase acciones recelosas contra él. Sabía que este último quería a la eriza rosa, y lo último que quería era hacerle creer que buscaría interponerse a ello.

—Relájate hedgehog. Fue sólo un abrazo, ella lo entenderá —se dijo a sí mismo, restregando sus púas con desespero, quería olvidar esa vergonzosa escena— y la abrazaste estando todo sudado, que asco das Maurice —se reprendió aún más, tapandose la cara de la vergüenza.

Si seguía pensando en todo iba a morir de lo cohibido que estaba.

¡y el esperado capítulo de la audición ha llegado al fin! Me he extendido un poco, pero mi intención siempre fue poder transmitir toda la experiencia de una audición a ustedes. Además de, por supuesto, poder plasmar lo que era una primera experiencia para el erizo azul.

Espero les guste y lo disfruten, comenten qué les gustaría ver en el próximo capítulo, adiou!

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