Como era de esperarse siempre tenían que interrumpir esos estúpidos oficiales, arranco con brusquedad hacia el escondite su pasajera tenia una herida algo profunda pero no tardarian mucho en llegar, digo su auto era muy veloz así que, fue pan comido dejar a esos idiotas atrás.

-Oye ¿Te encuentras bien? - Dirigio su vista al retrovisor y después a la pierna de la chica.

No escucho respuesta alguna, al parecer estaba muy nerviosa o tenia el suficiente miedo como para no contestarle.

-Te hice una pregunta - Movio sus dedos lentamente mientras la seguía observando.

-N-no... - Contesto tímidamente.

-Que mal ¿Porque? - Pregunto curioso.

-P-porque un vidrio cayo en mi pierna y estoy perdiendo algo de s-sangre - Apreto su pierna para tratar de evitar que se desangrara.

-Oh lindura siento tanta tristeza por ti, pero tranquila ya casi llegamos ¿Que tipo de sangre eres? - Sonrio dulcemente.

- A-AB positivo - Se aferro a su pierna, sentía que las fuerzas se Iban de el.

-Que curioso yo igual! Por cierto intenta no desmayarte... - Se sentía solo y quería hablar con alguien.

Creo que en verdad había sido tarde, la chica se desmayo casi cuando termino de decirlo se molesto pero ya que, cuando llegaron estaciono y bajo del auto para despues cargarla, a decir verdad era algo pesada se veía delgada, no entendía exactamente el porque pero siguio su camino hacia el laboratorio.

-Mira ya casi llegamos a mi lugar favorito- Encendio las luces y la acosto en la camilla.

Como estaba inconsciente tuvo que revisar su pulso era algo débil así que se apresuro en tomar los instrumentos de trabajo, analizo un poco su herida.

-Vaya esta chica se clavo casi todo el vidrio ya que - Suspiro pesadamente y puso manos a la obra.

Coloco sus guantes en sus manos y su cubre bocas, desinfecto su herida y también la lavo, quito los trozos de vidrio con unas pequeñas pinzas cuando logro removerlos todos, se percato de que no era su única herida, también tenia una en el estomago y un pequeño rasguño en el rostro, hizo lo mismo que hace unos momentos a diferencia que tuvo que vendarla y coserla. Solo que al parecer había perdido bastante sangre. Abrio el congelador para ver si tenia suministros de ese tipo de sangre efectivamente se le habían acabado, no tenía otra opción así que conecto una pequeña aguja (Catéter) a su pliegue del codo (ligamento) y un tubo hice lo mismo con el y empezo la transfusion de sangre.

Cuando por fin su pulso volvió a la normalidad, coloco una bendita en su herida y la de ella, solo tenia que esperar unos minutos para que despertara opto por tomar un libro y comenzar a leer tranquilamente. Luego de unas horas por fin despertó al parecer estaba alterada.

-¿Donde estoy? - Giro su cabeza a todas partes.

-En mi laboratorio, me tome la libertad de curar tus heridas - Aparecio justo enfrente de ella.

-¿Donde esta Yurio? - Inquirió de un de pronto.

-¿Yurio? - Rodo los ojos, siempre preguntaban por seres queridos.

-Si Yurio mi hermana - Intento levantarse de la camilla.

-Si fuera tu no lo haría, puede que te caigas!!! - Tomo su cintura con cuidado.

-Eh? - Se apoyo en sus hombros poniendo las manos detrás de su cuello ya que casi perdía el equilibrio.

-Te lo advertí todavía tu pie no esta bien - La recosto nuevamente en la camilla.

-¿Porque haces esto? - Cerro los ojos.

-¿Hacer que? - Se sento en una silla al lado de la camilla.

-¿Porque me estas cuidando?... ¿Porque curaste mis heridas si tu fuiste el causante?...Y además ¿Porque no me has matado? - Abrio los ojos lentamente.

-Eso no puedo contestarlo... - Se levanto precipitadamente de su asiento.

-¿Que? ¿Porque? - El tono confundido era sobresaliente.

-Porque... Ni yo lo se... - Suspiro pesadamente y se lavo el rostro con agua fría.

-¿No lo sabes?.. Bueno solo una última cosa... - Se sento en la camilla, no podía estar quieto.

-¿Cual es? - Seguía lavando su rostro.

-¿Enserio no sabes donde esta Yurio? - Su voz sonó algo quebrada.

-Bueno... No tengo idea siendo sincero Otabek se la llevo a su coche... - Seco su rostro suavemente.

-Entiendo... - Las lágrimas rodaron por sus mejillas, extrañaba a su unico hermano.

Demonios ahora estaba llorando, sinceramente era algo insoportable, ya que para Victor no sabia exactamente como lidiar con esto, se molestaba cada vez más por no saber que hacer.

-¿Podrías callarte? - Grito enfurecido.

-L-lo siento... - Sollozaba limpiando las lágrimas con mis manos.

-Ahg enserio no entiendo a las chicas, son tan complicadas por eso prefiero a los hombres son mucho mejores y menos complicados - Estresado por sus sollozos tomo un vaso de vidrio sirviéndome agua.

-Las chicas no son complicadas!! Simplemente alguien sin sentimientos como tu no las entiende!! - Grito y se levanto medio cojo hacia el.

Perfecto lo único que en verdad colmaba su paciencia que se pusieran sentimentales, apreto el vaso con fuerza cosa que hizo que se rompiera con facilidad, era oficial su paciencia y cordura se habían ido.

-¿YA VISTE LO QUE ME HICISTE HACER? - Se abalanzo contra ella estrellándola en la pared.

-¿Es mi culpa que usted sea tan estúpido como para romper un vaso? - Se puso de puntillas para gritarle en su cara.

-Mira niña te callas o acabarás como las de ese resto - Saco su pistola y le apunto en la cabeza.

-Adelante no dude en hacerlo quiero ver si es capaz - Aun mantenía aquella mirada inexpresiva y seria.

Guardo silencio, por algún motivo no podía jalar el gatillo era como si le fuese imposible, lo único que se le ocurrió en esta situación fue improvisar.

-Interesante, muy interesante - Guardo la pistola en el saco.

-¿Que demonios es interesante? - Pregunto seriamente.

-El como ver que ni siquiera te dio miedo mi arma, normalmente se asustan y piden clemencia... - Se llevo una mano a la barbilla pensativo.

-Usted esta LOCO - Agarro un bate de béisbol que estaba cerca y lo golpel en el estomago para salir corriendo.

-INSOLENTE! - Tomo su estómago con fuerza y comenzo a perseguirla.

A pesar de que tenia una pata coja, a esa cerda se le daba muy bien correr sin embargo no se daba cuenta que este lugar es muy grande y conocía cada rincón de un posible escondite, como era de esperarse eligió el peor lugar para esconderse la habitación de Victor.

-Uno... Dos... Tres... TE ENCONTRÉ! - La tomo del cabello y inmediatamente se le cayo, creo que usaba peluca.

-Dejame ir maldito psicópata! - Perdio el equilibrio y empezo a arrastrarme.

-Oh una cerda revolcándose - Observo esa escena y no dudl en tomarla de una pierna para arrastrarla hacia el.

Ella intento safarse lo provocó más y no tuvl otra opción mas que atarle los brazos y las piernas.

-¿Vez lo que estas causando? Yo podría dejarte sin problemas en mi laboratorio y tampoco no me vería en la necesidad de usar esas cuerdas, pero no te sabes comportar... - Se puso a su altura en el piso y la reproche.

-¿Que quieres de mi? ¿Porque no me dejas ir? - Intentl quitarse las cuerdas pero estaban demasiado apretadas.

-No se que es lo que quiero exactamente de ti es lo mismo que me estoy preguntando ¿Porque no te dejo ir? Fácil ya sabes mi identidad y iras con la policía para salvar a tu hermana y yo iré a la cárcel - Hizo un ademán con la mano y se senté en frente de ella.

-ES LO QUE TE MERECES!!! TU Y TUS ESTÚPIDOS AMIGOS!!! OJALA TE REFUNDAN EN LA CÁRCEL MUY PRONTO!!! - Seguía con su intento de quitarse las cuerdas.

La golpeo en el rostro con la mas mínima fuerza, no queria ensuciar ese rostro.

-Espero que tu hermana pueda sobrevivir a Otabek... Tiene gustos muy peculiares con las chicas sabes? - Saco unas fotografías de su bolsillo del pantalón y se las mostro.

La chica quedo horrorizada, las fotos solo contenían partes del cuerpo mutiladas, cambiadas de lugar o simplemente llenas de sangre y con varios moretones.

-¿Lo vez? Tuviste suerte de que yo no soy así - Subio y bajo los hombros.

-Tu debes ser peor - Lanzo un escupitajo en su cara.

Me limpie el rostro como si nada hubiera pasado, se acerco a ella y le dio un beso en la frente para ir bajando hasta su cuello y dejarle un chupete.

-¿Para que el chupetón? - Seguía serio pero en verdad muy confundido.

-Significa que eres de mi propiedad... Hagamos algo, si te portas bien dejare que veas a tu hermana ¿De acuerdo? Pero si te portas mal como estas haciendo le pediré personalmente a Otabek que le corte la cabeza a tu hermana y te la mostraré para que me creas ¿Lo entiendes? - Acaricio con delicadeza su rostro y apreto su mentón para atraerla hacía sus labios.

-Entendido... - Se acercó un poco mas hacia el rostro de su secuestrador hasta quedar a unos centímetros de sus labios.

-Vaya al fin te estas comportando, vas por buen camino - Sus labios se rozaron un poco.

El tenerla tan cerca le asqueaba, seria mejor si fuera hombre pero ya que solo nuestro labios rozaron, eran suaves como su piel y su rostro esto le estaba haciendo perder el control.

-¿Eres virgen? - La observo de pies a cabeza.

Ella ascendió con la cabeza, el sonrio de oreja a oreja, la cargo nuevamente en brazos y la acomodo en la cama.

-Creo que esta noche tu virginidad se irá - Susurro en su oreja para acariciar sus piernas.

Creo que a pesar de todo lo que le había hecho no era tan mala, simplemente tenia que saber como tranquilizarla, siguio con dl pequeño juego de acariciar sus piernas y sus muslos, en la habitación los gemidos ligeros se hicieron presentes por parte de la chica. Sus sentimientos estaban combinados, el placer y la emoción por probar su interior hacían que su miembro empezará a reaccionar.

Hola fujoshis 7uuu7 lo se se viene lo hard preparen los pañuelos, me encanta hacerlas esperar muajajaja okno.

Bueno sin mas que decir gracias por leer, no dudes en dejar tu estrella, un comentario y seguirme hasta la próxima :3.

Todos los derechos al autor de la imagen utilizada