Zane se encontraba con Adeline, ella estaba a punto de articular palabra cuando por tercera vez en el dia lo interrumpió un dolor de cabeza. Se llevó la mano derecha a la frente y se hecho yacía atrás de modo que su codo golpeó la pared.

-¿Te encuentras bien? -Le preguntó ella.

Ya estaba harto de esa maldita jaqueca, ni siquiera tenía idea de porque le sucedía.

Apenas conciente de lo que hacía, dio dos pasos atras y se sentó de nueva cuenta en la mesa con la espalda recargada en el borde de la mesa. El primero en notar que algo andaba mal, fue Cole, pues se levantó de su lugar y dando un empujón a Jay se puso a su lado.

-¿Qué tienes? -Le preguntó el chico pelinegro a su derecha.

No quisó responder, podría jurar que era el momento más inconveniente para los mareos, sintió que venían. Cerró los ojos e ignoro las preguntas a su alrededor.
Se quedó quieto, eso habnia funcionado la última vez. Respiró hondo, los demás seguian hablándole, pero no le importó. Pasaron algunos segundos, el dolor comenzo a menguar y su estómago dejó de jugarle una mala broma.

Abrió los ojos y vio a todos a su alrededor, Cole estaba muy cerca suyo mientras los demás estaban de pié.

El muchacho a su lado lo miró un momento y luego sonrio.

-Ven, les dije que no vomitaría -dijo Cole acomodándose las gafas.

-Yo no me hiba a arrisgar -declaró Kai elevando las manos.

-Ya suficiente tuviste con lo del baño -Jay rió al final, pero zane no le halló la gracia.

-Será mejor que te bayas a descansar -dijo Adeline.

Al instante, todos se voltearon a verla con hastío. Y como si fuera poco, resultó ser que Jay es bueno con el sarcasmo pero malo para contenerse...

-Gracias por el dato Adeline. Dejame anotarlo -enseguida extendió su mano izquierda, y simuló que en la otra tenía un lápiz, comenzó a hacer como si escribiera -Lunes, día uno, semana uno, 11 pm; Adeline sugiere que Zane baya a descansar... ¡Después de casi haber vomitado por segunda vez en el día, y para variar sobre nosotros!

Su grito se escuchó por toda la cafetería, no obstante Adeline tampoco se contuvo.

-¡Deberías ver con quien te metes, enano!

-¿O qué? ¿Me vas a hechar a tu hermanito encima igual que lo hiciste con Zane?

Adeline se quedó muda, no respondió y a Zane no le pareció ver ningun tipo de reacción. Finalmente, volvió su mirada a él.

-¿Cryptor te...? -Comenzó a decir en un tono apacible, pero Kai no la dejó terminar la pregunta.

-Hump... como si no te hubieras enterado.

Ella rodó los ojos, lanzó un bufido, y se fue, tal y como la vio llegar esa mañana: con largas zancadas.

-Te acompañó a tu habitación... -le dijo Cole y lo ayudó a ponerse de pie.

Por última vez, miró en la dirección que se fue la muchacha de cabello castaño.
Se le notaba muy molesta, y en el fondó, Zane sabia que estaba herida.

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Fue como si en ese preciso las cosas fueran de reversa: Adeline estaba molesta con él, de nuevo. Y el y Cole se dirigían a la habitación, por segunda vez.

Justo cuándo daban vuelta de camino al ascensor Zane se dio cuenta de lo que estaba a ponto de hacer: no hiba a faltar a clases solo por unas náuseas momentáneas, ya se le habían pasado, seguro estaría bien.

-No... -comenzo diciendo llamando la atencion del chico a su lado -No quiero saltarme clases.

-Muy tarde -dijo Cole inexpresivo.

Volteó a verlo solo para encontrarse con una expresion afligida. El chico sintió su mirada, pero no desvío la vista y siguió caminando recto.
Ambos se detuvieron frente a las puertas, Cole pulsó la flecha que indicaba la subida.

Pasó un momento y las puertas aún no se abrían.

-¿Te sucede algo? -le preguntó Zane.

-No -respondió volviendo a pulsar el botón.

Finalmente las puertas se abrieron cediéndole el paso a ambos chicos.

Cole se metió al elevador, presionó el número seis y se recargó de forma brusca el la pared, algo alejado de él.

-¿Es por la pelea? -Preguntó mientras las puertas se cerraban.

Silencio.

-No -respondió finalmente.

-¿Fue lo que dije en la mañana?

-No -Respondió esa vez con cierta desesperación.

De nuevo silencio.

-¿Entonces que es?

De repente sintió como el piso bajo el dejaba de moverse y el ascensor se detenía con un movimiento de tope. Cole también lo notó, pues se movió de su lugar y por primera vez en todo el camino ambos cruzaron miradas. Segundos despues, las luces se apagaron.

-¡No puede ser! -gritó el muchacho pelinegro que enseguida se dirigió a presionar el botón de emergencia.

Una tenue luz azúl iluminó el recinto.

-¿Estamos atrapados? -al instante se dió cuenta de lo estúpida que sonó la pregunta -No respondas.

No se nesesitaba ser un genio para darse cuenta de que Cole estaba entrando en pánico; presionaba el botón con ansiedad.

-Calma, sí la luz de emergencia se encendió estaremos bien -le dijo bajándole la mano.

Una voz les impidió seguir hablando.

-Ugh... ¿Hola? -Comenzó a hablar una mujer por el intercomunicador.

Zane se acercó para responder.

-Si, Nesecitamos ayuda...

-Eso ya lo sé -hubo una pausa -Todos los elevadores del dormitorio B (O sea, el suyo) están en las mismas condiciones. Hubo un problema con una baja de energía, por lo cuál tuvimos que deshabilitar los acensores -terminó diciéndoles la mujer haciendo énfasis en "deshabilitar"

-¿Deshabilitar? -Exclamó Cole.

-Hay otras seis personas atrapadas en el cuarto piso. Ustedes se detuvieron a la mitad de un piso.

-¿Qué quiere decir? -Intervino Zane.

-Que no podemos reanudar la función por que hay posibilidades de que ocurra un accidente ¿Comprenden? -dijo la mujer como si fuera lo mas normal del mundo -tendran que esperar a que logremos sacar a las personas que se quedaron en decenso en el piso 4. Será mas fácil, y ahorraremos tiempo.

-¿Y que no pueden sacarnos a nosotros también? -Cole parecía cambiar de actitud de un momento a otro, ahora, estaba a la defensiva.

-Entiende que no muchacho; por ninguna circunstancia intenten salir a la fuerza. Sólo esperen.

-¿Por cuánto? -No le gustaba mucho la idea de esperar, sí así sería, quería saber por lo menos cuanto duraria su "estancia" ahí dentro.

-El equipo sacará a los demás en treinta minutos o menos. Las funciones se reanudarán cuando sean seguras. Pero aún así iremos a sacarlos en poco menos de una hora.

-¡¿Una hora!? -Gritarón ambos al unísono.

-No entren en pánico. No intenten salir. Esperen. -Decho esto se escucho como cortaba la linea.

-Hubiéramos tomado las escaleras... -susurró Cole en voz baja pero audible.

Zane apartó la mirada de las puertas, algo le decía que por mas que las viera no se abrirían. Volvió su mirada a su compañero, que para su sorpresa, lo estaba observando fijamente.

Apesar de que la iluminación no era la mejor, pudo notar que un color rosa adornaba las mejillas del pelinegro.

-¿Q-Que...? -Reprochó, pero sonó poco natural. Se acomodó las gafas y volvió su vista a otra parte.

. . .

Sería una hora muy larga.