"Completada"

Zane sintió que las lágrimas estaban a punto de venir en el último momento. Llevaban ahí si al caso treinta minutos; ninguno había pronunciado palabra, ni se había movido de su lugar. Ya no aguantaba ni un segundo más en esa prisión.

Su vista se comenzó nublar e hizo un esfuerzo por mantener la respiración pausada. Finalmente se dio por vencido, y con la total certeza de que Cole no voltearía a verlo, se quedó llorando en silencio como idiota.

Cuando por fin llegó la ayuda (mas tarde de lo esperado para variar) sintió que el ascensor se movía bruscamente hacía arriba y frenaba con un golpe sordo unos segundos después. Se aseguró de limpiar bien sus mejillas con la manga de la camisa, y se puso de pie. Se acercó a la esquina donde había dejado su mochila, se la hecho al hombro sin ganas y rogando que las puertas se abrieran de una vez se quedo quieto con la vista al frente.

Desesperado, hecho la cabeza atrás suspirando, se sentía bastante asfixiado "sólo" en silencio. Al volver a su postura normal, por pura coincidencia, su mirada se topó con el mucacho de gafas, y apesar de que estaba de espaldas notó como se llevaba una mano a la cara y se restregaba la mejilla con furia.

Se alejó de la pared del ascensor como si ésta le quemara, se escucharon unos fuertes chirridos fuera, lo cual sólo significaba que ya estaban a la raz del suelo. Las luces de emergencia se apagaron y una segante luz blanca iluminó el recinto. Le causó gracia la forma en la que se abrieron las puertas, como si nada hubiera pasado.

De inmediato escuchó el barullo que se había formado afuera. Además de los técnicos, había maestros que impedían el paso a los alumnos curiosos. Le pareció que la situación era totalmete exagerada.

Cole salió primero, uno de los maestros se le acercó para hablarle. No pudo seguir obserbandolo más, pues una maestra lo tomó del antebrazo y lo sacó del ascensor, había estado tanto tiempo en silencio, que ahora le parecía extraño esar rodeado de tantas personas.

Demasiadas personas, flotaba la idea en su mente -Mucho ruido...

-¡Aquí no hay nada que ver! ¡Todos a sus clases! -Gritaba el maestro que se le había cercado a Cole.

Dos chicos se escaparon de los maestros. Como era de esperarse eran Kai y Jay que venían a su encuentro. Ambos se le acercaron a Cole que estaba más cerca, el pelinegro les dio un empujón y siguio su camino.

Kai se dio la vuelta, viendo en la direccion en la que se había ido, mientras que Jay miraba a Zane interrogante; lamentablemente Jay no tardó en notar su mirada afligida.

-¿Éstas bien? -le habló Kai angustiado -¿Qué le pasó a Cole?

-¿Te sientes bien? -Dijo Jay repetitivo, se veía igual de angustiado.

-Yo... -dijo sin aire -Estoy bien -Mintió, pues se sentía terrible.

Los otros dos tenían la mirada clavada en él.

-¡A sus clases! -Se escuchó de nuevo el grito del maestro. Ya quedaban pocos muchachos.

Kai y Jay cruzaron miradas y despues lo vieron apaciblemente. No parecían querer dejarlo.

-Iré a la habitacion un rato - Limitó a decir.

-Tranqulo amigo... Ya es la última clase -Kai le sonrió suavemente -Menos de una hora.

-Si, y sí nesesitas algo -Posteriormente Jay se dió dos golpecitos en la bolsa del pantalon donde se veía un bulto cuadrado (Su celular) -Solo diré que debo ir a hacer pis... -dijo  haciendole un giño.

-Gracias. De verdad...

Estaban por darse la vuelta, cuando Jay se volvio a él.

-¡Oh! Casí lo olvido -se metio la mano al bolsillo -Ten. Ya se que no la traes... -Dijo entregándole una llave.

Las tomo y asintió

-Como nosotros salimos antes ni te molestas en... -Kai comenzó a hablar, pero lo interrumpió un grito.

-¡Muchachos! -era el mismo maestro gritón de hace rato, pero ahora les gritaba a ellos desde la vuelta del pasillo -¡Por las escaleras!

Ambos se alejaron corriendo, el maestro le dio una palmadita a Kai en la espalda para apresurarlo, justo antes de perder de vista a Jay (a la vuelta del pasillo) le pareció ver que se estaba tropezando, cuando menos lo pensó escuchó un golpe sordo.

Al principió se asustó...

-¡Estoy bien! -Gritó el chico pelirojo.

Zane sonrió. De verdad eran los mejores amigos... y acababa de perder a uno. Pensar en eso sólo hizo que se deprimiera.

Y lo extrañará demaciado.

***************

Apenas llegó a su habitación, lanzó su mochila al lado del closet, se quitó la corbata, los zapatos y se desfajó la camisa desabotonándola por el cuello.
Volvió su mirada en busca del reloj, y al no encontrarlo recordó que Cole lo había tirado esa mañana. Sintió un hueco en el estómago al recojer el aparato de la alfombra. Se acercó a la cómoda y lo puso en su lugar, aunque estuviera roto... 

Observó su habitación. Al parecer él y Jay habían devividido la alcoba en dos partes. 

De un lado, donde se encontraba el escritorio, había un montón de papeles, hojas y libros; formulas pegadas en la pared y fotos personales. Reconoció que ese era su lado.
Del otro, donde se encontraba la televicion, bueno... pilas y pilas de cajas de vídeojuegos amontonadas en un rincón, obviamente, no podían faltar los experimentos de robótica. Ese era el lado de Jay.

Cansado de observar, algo afligido se metió entre las sabanas de su cama, y harto de tanto pensar, se quedó dormido.

Al abrir los ojos se encontró con una luz blanca. Brillaba directamete desde arriba. Aún cuando cerro los ojos podía ver su brillo.
Escuchaba suaves voces, cortas y fuera de su alcance. No podia descifrar lo que decían. No podía sentir su cuerpo.

-¿Esta despierto? -Pudo escuchar la voz de una mujer lejos de el -¿Puedes oirme?

¿Le estaba hablando? Sin más asintió, más no supo si lo logró.

-¡Rápido! -exclamó la mujer -¡Cierren la cámara!

Enseguida, escuchó un chirrido, y gritos difusos.

Alguien le gritó algo a la mujer en medio del escándalo. Sin embargo no pudo entender ya que estaba muy lejos.

-¡No! -respondió histérica y enseguida le pareció escuhar sus pasos y de algun modo, sintió que se alejaba de su lado.

Por más de un minuto esas voces difusas no dejaban de llegar a sus oidos. Hasta que finalmente la mujer regresó.

-¡Segunda variable! -grito ella.

Nuevamente le habló.

-Haces un buen trabajo -No podia verla, pero algo en el tono de su voz le dijo que sonreia.

Se acercó para susurrarle, sintió su respiracion en su oido.

-Primera variable...

De un segundo a otro sintió una fuerte punzada de dolor en  el brazo, como una... inyección.

-Completada.

Dicho esto, todo se desvaneció.

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