El Gran Comedor se encontraba a rebosar cuando el ruido de las lechuzas interrumpió las conversaciones.

Todo parecía normal hasta que tres lechuzas aparecieron transportando un pesado paquete, un Deja vú pasó por la mente de Harry. La Saeta de Fuego vino a su mente. Tan absorto estaba que no se dio cuenta de cuando las lechuzas aterrizaron delante de él, pisando el bol de puré de patatas y volcando cuanto estuviese a su rededor.

No era alargado como una escoba, sino cuadrado como un pequeño baúl o regalo.

Con todas las miradas sobre él no supo si abrirlo allí. Girando la cabeza se dio cuenta que tanto Granger como Weasley estaban estirando sus cuellos para ver que era. Aun estando en la otra apunta de la mesa. Cotillas como siempre.

Decidido miró la etiqueta para saber quien era el remitente.

Draco Malfoy.

Un fuerte color rosado empezó a cubrir sus orejas hasta llegar a sus mejillas. De un vistazo ojeó a la mesa de Slytherin y allí estaba. Una intensa mirada y una sonrisa pecadora. Mordiéndose el labio dio por finalizado el desayuno, desató el paquete de las lechuzas, les dio un poco de tocino a cada una y con paso veloz salió de allí con su nueva adquisición.

Los latidos de su corazón bombeaban tan fuertes que hasta que no llegó a su habitación y cerró las cortinas de su cama con un fuerte hechizo, no pudo respirar.

Con las manos temblando y la respiración errática empezó a desenvolver el paquete.

Dentro se encontraban cuatro regalos.

Al abrir el primero, de color verde esmeralda, se encontró un hermoso colgante con una tarjeta dentro.

En la nota: Este colgante ha sido dado de padres a hijos desde el primer Malfoy. Articus Dorian Malfoy amó tanto a su prometida que decidió mandar hacer este colgante. Representa todo el amor que sintió por ella. Cada Generación, en el momento de cortejar a su prometida/o se diseñó una piedra preciosa, en mi caso la esmeralda, tan preciosa como tus ojos, para personalizar el regalo. Quiero expresar con ello el amor inquebrantable, la lealtad, la protección y la pasión. Cada regalo está destinado a uno de ellos, este es mi amor surgido por ti, espero que encuentres los regalos de tu agrado y me des una respuesta pronto.

DLM.

Con la boca abierta de la impresión y con pitidos en los oídos por el sentimiento de casi desmayo, grité tan fuerte que agradecí los hechizos puestos en la cama por las pesadillas.

¿Es lo que creo que es? ¿Draco Malfoy me estaba cortejando? ¡¡Estos eran regalos de compromiso!!

Temblando admiré el hermoso colgante que sostenía entre las manos, olvidado momentáneamente por la carta. Consistía en un colgante de oro blanco, con un pequeño dragón que abrazaba y protegía un corazón de esmeralda.

¿Significaba lo que yo creía que significaba? ¿Draco prometía proteger mi corazón?

Suspiros salían de mis labios mientras apretaba el colgante junto a mi pecho, inundándolo de calor. Decidí ponérmelo y en cuanto la cadena se cerró, todo mi cuerpo brilló con una luz cegadora. Extrañado utilicé la varita para descubrir que tenía ese colgante, estaba encantado, pero no maldecido como otros se esperarían, era irrompible, tenía fuertes escudos de protección, una interesante alarma por si el propietario se encontraba herido, un localizador, también era un traslador al que no tenía ni idea de a dónde llevaba y tenía un comunicador hacia otro portador. Algo así como los espejos de Sirius.

Iba a quitármelo para dejarlo en su caja, pero no pude, el cierre había desaparecido. Nervioso intenté sacarlo por la cabeza pero tenía el tamaño exacto para que no saliese ni queriendo. Cuando estaba entrando en crisis el piedra precios empezó a brillar y a parpadear.

- ¡Harry!, ¿Me oyes? ¿Qué está pasando?- la voz de Draco salía de él.

- ¡Draco, el colgante no sale!

- Tranquilo Harry- su voz se escuchaba risueña- eso es que has aceptado el cortejo. Una vez puesto, si el propietario tiene sentimientos por el pretendiente y desea el enlace el colgante se sellará. No saldrá a menos que algunas de las personas enlazadas no sientan amor o alguno de los dos fallezca, terminando el vinculo.

- ¡Pero Draco, no me has avisado de nada de esto antes en la carta! -refunfuñé.

- Esperaba o deseaba que aceptaras por ti mismo el enlace, lo siento.- La tristeza que transmitía me hería el corazón.

- Siento gritarte, es que no me gusta que me oculten cosas o me mientan.

- No te preocupes, la culpa es mía por lo decírtelo. Aunque no puedo negar que estoy feliz, Harry, has aceptado el cortejo. ¿te gustaron los regalos?

Sonrojado me mordí el labio.

- La verdad es que aun sigo con el primero, deseaba ponerme el colgante en cuanto lo ví.

- Harry- susurró Draco extasiado.

- ¿Hice mal?- pregunté no conociendo las reglas del cortejo entre magos.

- NO, NO- se exaltó, parecía eufórico- eso significa que de verdad estas enamorado de mí, que el colgante te atrajo al enlace.

Gemí avergonzado y tapé mi cara con el brazo mientras me recostaba en la cama.

-¿Harry?

- Déjame un momento Draco, ahora mismo quiero que se me trague la tierra.- escuché su risa a trabes del colgante.

- Si te hace sentir mejor ,yo tengo el colgante gemelo y tampoco me lo puedo quitar.

Refunfuñando, entre risas y sonrojos me percaté de que el dichoso colgante me había delatado, porque ni yo mismo me había dado cuenta de que me había enamorado de Draco Malfoy.

LOS REGALOS DEL CORTEJO

El colgante de enlace

Daga para el ritual del matrimonio

Libro antiguo sobre Hechizos y rituales oscuros y de luz

Una llave junto a una nota (Llave de la casa Potter "Godric's Hollow")

Agradecimientos a: CTM_XX, TaquitosXD, sthefanyprince, YobiNeko-sempaii, unADeScOnOcidA, ReaderCarmin, HolaK3as3, heeminoeame, GirasolDemoniaco, Parksophia24 y MagicYoon.

Gracias por la espera.