Capítulo 5: Consecuencia
BAEKHYUN
(Seal – Kiss from a rose)
Solía haber una torre gris sola en el mar
Te convertiste en la luz de mi lado oscuro
El amor siguió siendo una droga que es la droga y no la píldora
Pero sabías que cuando nieva
Mis ojos se agrandan y
¿La luz que brillas se puede ver?
Baekhyun abrió los ojos con torpeza, cegado por la potente luz sobre él que le martilleaba la cabeza. Como aquella luz, el resto del cuarto era blanco y a lo lejos escuchaba el pitido de máquinas. Estaba en un hospital, lo supo de inmediato.
Sentía la boca seca e incapaz de soltar media palabra, solo intentarlo dolía.
—Es por la anestesia —le dijo la enfermera que lo controlaba y a quien él recién notó—. Has salido de operación hace unas pocas horas y es normal que aún te sientas ofuscado, deberías descansar un poco más.
Su bebé, quiso preguntar por su hijo pues al bajar su mano hacia su vientre lo sintió vacío y plano. Un temor atroz lo embargó y le creó miles de pesadillas. Recordó a Chanyeol, aquellos disparos, la sangre...
Abruptamente se movió de la cama intentando pararse, pero la herida en su vientre le causó dolor, tal que se quedó quieto, apenas respirando.
—No intentes pararte todavía. Tu cesárea fue un éxito y tu hijo está sano, pero tardarás en recuperarte.
—Mi... be-bé.
—Nació unas pocas semanas antes de lo debido y ahora está en neonatología para monitorearlo, pero en poco tiempo lo tendrás contigo.
Nena, te comparo con un beso de una rosa en el campo
Ooh, entre más consigo de ti, más extraño se siente sí
Ahora que tu rosa está floreciendo
Una luz llega a la penumbra en el campo
—¿Chanyeol?
—¿Mmh? ¡Oh! Hablas del hombre que llegó contigo esa noche, ¿cierto?
Baekhyun asintió vagamente.
—Está inconsciente todavía. Lamentablemente perdió mucha sangre y sacar las balas fue muy riesgoso. Pero es un hombre fuerte...
Nuevamente, a la cabeza de Baekhyun solo podían llegar aquellos tórridos recuerdos de Chanyeol protegiéndolo a pesar de estar malherido. Sollozó. Él había cumplido su promesa de cuidarlo siempre, de todo y de todos. Lo logró y en ese momento Baekhyun dejó de tener dudas. Quería y estaría con Chanyeol a pesar de los riesgos. Confiaría en el mafioso con la misma intensidad con la que él lo protegió.
Inconsciente...
Ese era el único 'pero' en su vida. Chanyeol estaba aún en riesgo, caminando temblorosamente sobre el delgado hilo entre la vida y la muerte, a expensas de caer al vacío y no volver a abrir los ojos.
Sobrecogido por ese pensamiento, Baekhyun sintió un dolor en el pecho, aquel que fue recurrente durante esos meses alejado de su amante. Era el dolor de la pérdida. Y se preguntó qué haría sin Chanyeol, qué pasaría con su hijo...
Chanhyun. El nombre estaba ya decidido, pero no era suficiente... Su bebé necesitaría a su padre, no solo a una entristecida madre que lo cuidara con el mismo amor que su difunto padre.
"Tienes que volver..., él debe conocerte".
Hay tanto que un hombre puede decirte
Tanto que puede decir
Sigues siendo mi energía, mi placer mi dolor
Nena, para mí, eres como una creciente
Adicción que no se puede negar
Pasaron tres días y Baekhyun estaba cerca de recibir el alta, tal vez esa misma tarde. Durante los primeros días recibió la visita de JongDae y Minseok que llegaron a carreras en un vuelo privado desde Corea; también conoció a aquella pareja tan extraña que le salvó la vida. Kim Jongin y su esposo Do Kyungsoo. El pequeño hombrecito era un torbellino apenas controlado por su serio marido.
—Estuvimos siguiendo a los japoneses apenas pisaron Francia —le dijo—. Chanyeol pidió mi ayuda para protegerte. Lamento haber llegado tarde.
No fue tarde, no tanto al menos.
—Hemos visto a tu hijo, es precioso —le dijo el doncel—. Lamentablemente tiene esas feas orejas grandes de Chanyeol, pero nada que no pueda arreglarse con cirugía.
Baekhyun quiso reírse mucho, pero los puntos sobre su vientre aún no se lo permitían. El médico le dijo que habría de regresar dentro de quince días para quitarle los puntos y para hacerle varias valoraciones al infante.
Su hijo era precioso, pequeño y de tez pálida como la suya propia, con, como dijo Kyungsoo, aquellas orejas distintivas de Chanyeol, nariz pequeña y respingada, y ojos oscuros. Era la perfecta mezcla entre ellos dos.
—La enfermera me dijo que esta misma tarde podrías salir, así que iré a tramitar tu salida —le dijo Jongin antes de salir del cuarto.
—Tienes hijos... —comentó lánguidamente Baekhyun.
—Sí, tengo dos. Un niño de cinco y una niña de dos.
—¿No te da miedo lo que-?
—Sí, pero yo nací en este entorno, Baekhyun. Soy hijo de un mafioso chino, así que siempre he estado involucrado en este mundo tan turbio. Pero..., sí temo por mis hijos y por mi esposo. Sé que él los protegerá y que cuidará de mí, y aun así no puedo evitar preocuparme.
¿No me dirás, que es sano, nena?
Pero ¿Sabías que cuando nieva
Mis ojos llegan a ser más grandes
Y la luz que irradias no se puede ver?
Baekhyun se mordió los labios.
—Tú tienes mucho miedo, pero Chanyeol te ha demostrado que puede cuidar de ti y si aún el no pudiese hacerlo, ahora eres nuestra responsabilidad también. Los aliados de Chanyeol se toman muy en serio el tema de los esposos y los cuidan más que a nadie.
—Yo..., no sabría qué hacer.
—Chanyeol te lo enseñará todo. Confía en él. La vida tiene demasiados riesgos sin estar inmersos en la mafia, así que de ello no puedes escapar. Es mejor enfrentar esos miedos y peligros junto a una persona que te ama.
Había visitado a Chanyeol muchas veces al día luego de esa charla, cuando el médico le aconsejó empezar a caminar para recuperar la movilidad. Primero fue a ver a su hijo, lo cargó en sus brazos y le dio de lactar. La sensación era extraña, pero confortable. Su pequeño Chanhyun era demasiado impaciente por su comida, tan impaciente como su padre.
Cuando vio a Park por primera vez luego de aquella noche, lloró mucho junto a su cama. Estaba pálido, conectado a tubos y máquinas, completamente ajeno del mundo. Su respiración pausada era lo único que le decía a Baekhyun que Chanyeol seguía con vida; lo único que lograba mantenerlo a flote.
Nena, te comparo con un beso de una rosa en el campo
Ooh, entre más consigo de ti, más extraño se siente sí
Ahora que tu rosa está floreciendo
Una luz llega a la penumbra en el campo
—Fui tan egoísta —empezó a hablarle como había hecho antes—, simplemente hui pensando en cuidar de mí y de nuestro bebé, pero te lastimé mucho. Debí quedarme a tu lado... Tú tenías razón, podías e ibas a protegerme de todo. Siempre dijiste que darías tu vida por mí y yo, yo daría la mía por escucharte de nuevo. Nuestro pequeño Chanhyun debe conocer a su papá y yo..., yo quiero tener a mi esposo conmigo. No puedes dejarme, no puedes.
Aunque refunfuñara, nada parecía dar resultado y eso lo desesperaba más. Había llorado tanto, les había rezado a todos los dioses, pero ninguno escuchó sus súplicas; fue entonces que se preguntó si ello era un castigo por su cobardía, por confiar tan poco en el hombre que sacrificó su vida por la suya.
—... Ba-baekhyun...
****
Un año después.
Aquel jardín tras la preciosa casa de Chanyeol estaba decorado con linternas antiguas y flores perfumadas. El camino de pétalos sobre los adoquines hacia la pequeña cúpula era la calle más encantadora que Baekhyun vio jamás. Ese día, después de tanto tiempo, se convertiría en el esposo de Chanyeol. Organizar la boda fue un reto, especialmente porque Park y él estuvieron en desacuerdo en muchas cosas. Las flores, si blancas o rojas. El lugar, si en un hotel o en su jardín. Si debía ser una ceremonia religiosa o no. Pero Baekhyun encontró la forma de 'hacerle entrar en razón' sobre lo que sería su boda: arrodillarse frente a él, no precisamente para rogarle.
Y ahora, muchos de sus deseos de boda fueron cumplidos, claro que Chanyeol se salió con la suya en cuanto a las flores y sobre la cúpula. Baekhyun nunca hubiese creído que un hombre como Chanyeol habría de interesarse tanto por organizar la boda, pero así fue, y en aquello que ni una felación lograba dictar un vencedor, lo hacía con dardos. Las opciones colgadas en la pared y con los ojos vendados. Fue muy entretenido, especialmente porque luego de ello a Chanyeol le gustaba mantener a Baekhyun vendado y con el culo desnudo y empinado contra su cuerpo.
He sido besado por una rosa en el campo
He sido besado por una rosa en el campo
Y si tuviera que caer ¿Todo se acabaría?
—Deberías ir a vestirte —le recomendó Minseok—. Kyungsoo está vistiendo a Chanhyun.
Baekhyun se lo imaginaba. Kyungsoo, con su experiencia como madre, era sumamente rudo con Chanhyun, lo trataba como a su juguete, especialmente porque el niño era muy inquieto y tendía a sacar de quicio al doncel.
—Chanyeol llegará en media hora junto a JongDae.
—Tu esposo debe estar curándole la borrachera a Chanyeol —musitó con gracia.
—¡Hey! Tú también tuviste despedida de soltero y Chanyeol no sabe que bailaste con un stripper descaradamente.
—Dijiste que lo olvidarías.
—No, hay que ser justos. Pero JongDae me dijo que tu prometido se comportó como todo un caballero. No había mujeres, difícilmente licor y juegos de azar.
—Si me dices que jugaban solitario entonces te creeré —se mofó.
Regresó a la amplia recámara que les pertenecía a los dos. Hace meses que Chanhyun no dormía con ellos y tenía su propia habitación justo cruzando el pasillo. Chanyeol dijo que era mejor tener privacidad y Baekhyun sabía perfectamente a lo que se refería.
Sacó del ropero su traje, un saco blanco con solapa negra, un pantalón negro y camisa blanca con un listón de seda negro. Junto a este dejó una caja rosa que contenía su regalo de bodas para Chanyeol. Le hacía especial ilusión que la noche llegara a su clímax entre los brazos de su esposo.
Una vez bañado y habiendo perfumado su piel con aceites y esencias, Baekhyun se calzó el traje y peinó su cabello lacio. Faltaba apenas media hora.
Hay tanto que un hombre puede decirte
Tanto que puede decir
Sigues siendo mi energía, mi placer mi dolor
Nena, para mí, eres como una creciente
Adicción que no se puede negar
Golpearon la puerta y la voz de Chanyeol lo saludó del otro lado.
—Quiero verte —le dijo.
—Falta muy poco —contestó acariciando la madera de la puerta.
—Estoy ansioso... He deseado que lleves mi apellido desde aquella noche que te conocí en París.
—También lo he querido mucho.
—Te quiero besar —le dijo—, pero he de esperar a hacerlo en el altar, como mi esposo.
—Te amo.
—También te amo. Por favor no te arrepientas —le suplicó—, seré un buen esposo.
—Ya lo eres.
Chanyeol se fue poco después, y Baekhyun se derrumbó en un foso de ansiedad. La música empezó a sonar en el jardín, suave y melódica, cuando los invitados estuvieron ya todos en sus lugares. Desde el alto ventanal vio a Chanyeol caminando hacia su lugar junto al ministro que oficiaría su boda.
Había llegado el momento.
Salió apretando entre sus manos el ramo de flores rojas que con tanto empeño escogió Chanyeol. El mafioso hizo el arreglo él mismo.
La puerta al jardín estaba frente a él, abierta y presentándolo ante todos. Chanyeol lo miró a los ojos y sonrió ampliamente. Estaba orgullosos de lo bello que lucía su esposo.
Baekhyun empezó a caminar al altar bajo aquella típica canción, la marcha nupcial, pero entonces Chanyeol caminó hasta él y lo sujetó por la mano. Él mismo lo llevaría al altar.
¿No me dirás, que es sano, nena?
Pero ¿Sabías que cuando nieva
Mis ojos llegan a ser más grandes
Y la luz que irradias no se puede ver?
—Eres todo lo que siempre he querido —le dijo en voz baja mientras caminaban al altar.
El ministro comenzó la ceremonia, y después de algunos minutos Baekhyun miró de soslayo a Chanyeol y lo encontró mirándolo con una sonrisa boba en los labios. Lo había estado mirando desde que llegaron frente al ministro.
—¿Park Chanyeol, acepta usted a Byun Baekhyun como su esposo?
—Sí, acepto —contestó y ni entonces pudo apartar la mirada de su doncel.
—¿Byun Baekhyun, acepta usted a Park Chanyeol como su esposo?
—Sí.
—Entonces, por el poder conferido en mí, los declaro marido y esposo. Pueden besarse.
Chanyeol lo sujetó por la cintura, lo apretó contra su cuerpo antes de besarle la boca, jugueteando con esos apetitosos labios para abrirlos y probar, como si fuera la primera vez, su boca.
—Soy el peor hombre para ti, creo, pero te daré el mundo; te daré cuanto quieras para verte feliz.
—Solo te tengo a ti y a nuestro hijo, y ya soy feliz, mi Chanyeol.
Nena, te comparo con un beso de una rosa en el campo
Ooh, entre más consigo de ti, más extraño se siente sí
Ahora que tu rosa está floreciendo
Una luz llega a la penumbra en el campo
Cerca de la una de la mañana, cuando la casa finalmente quedó vacía y Chanhyun se marchó con Minseok y JongDae, en la recámara principal el calor se encendió. Las sábanas ardían y el aire era denso, demasiado pesado como para respirar. La fricción de dos cuerpos en la cama era el único sonido obsceno.
—Mmgh —gimoteó Baekhyun brincando sobre la polla de Chanyeol.
El hombre le dio una nalgada.
—Los conejitos saltan mejor —le reprendió—. Quiero que te tragues toda mi polla.
Baekhyun sollozó en pleno éxtasis.
Su cuerpo cubierto con las descaradas piezas de encaje que le regaló Kyungsoo era la perfecta representación del pecado. Tenía sus senos redondos y pesados abrazados por un brasier de encaje blanco transparente. Su ingle tenía una braga del mismo material que dejaba a la vista su miembro y su humedad. Chanyeol solo la hizo a un lado cuando quiso penetrarlo. Aquella braga tenía en la parte de atrás una borla blanca que imitaba la cola de un conejo. Sobre su cuello tenía un collar apretado, y sobre su cabeza una diadema con orejas de conejo.
Chanyeol enloqueció al verlo así al llegar a la recámara. Baekhyun estaba ya empapado y follándose con los dedos cuando vio a su marido llegar. Ahora lo tenía clavándose contra su verga con firmeza mientras veía los pechos del doncel saltar y salirse del brasier. Los apretó con sus manos hasta que un poco de leche tibia se resbaló de ellos.
—Voy a joderte toda la noche, amor, y mañana cuando despiertes volveré a tomar tu culo a mi antojo.
—¡Ah, sí, sí, más! —chilló como una perra en celo—. Chanyeol, jódeme más.
El cuerpo de Baekhyun cayó contra el pecho de Chanyeol debido al cansancio. Su culo seguía degustando del grosor del mafioso, pero le era imposible ya moverse. Sus manos se aferraron a los gruesos hombros ajenos, apretándose contra el pecho de Chanyeol para que sintiera sus senos mojados.
Chanyeol movió sus caderas para continuar follándolo, metiendo rápidamente su verga en el mojado agujero del doncel. Sus manos repasaron la espalda de Baekhyun hasta su culo, acariciando esas sonrosadas mejillas. La diestra bajó hasta el abusado hoyo y ahí metió dos dedos.
—¡Mmgh!
Baekhyun se sintió demasiado bien al ser estirado demás a pesar de tener la polla de Chanyeol dentro ya. La fricción y las acariciar que le daba Chanyeol lo estaban enloqueciendo.
—Sí, más profundo —le suplicaba con aquella voz lasciva—. Quiero correrme, mmgh. Haz que me corra, Chanyeol. ¡Ah, sí!
—Zorra descarada —le dijo en un fuerte fruñido cuando derramó su semilla dentro del culo de Baekhyun.
El doncel ronroneo al sentir la calidez de su esperma salir de su polla en un fuerte orgasmo que lo dejó adormilado.
—Agh, mi culo está tan sensible... —Pero Baekhyun sabía lo que quería, lo que su cuerpo necesitaba a pesar del reciente orgasmo—. Chan..., ¿puedo contarte un secreto? —le preguntó al oído, acurrucándose contra su cuerpo—. Quiero que vuelvas a follarme ahora..., me gusta tener varios orgasmos seguidos.
Chanyeol se carcajeó.
—Eres así de puta, Baekhyun. ¿Quién lo diría con esa carita de ángel que tienes?
—Tú me hiciste así, ¿lo recuerdas?
Claro que lo recordaba.
Hace muchos años, en su primer aniversario, Chanyeol lo ató a la cama y lo folló sin descanso una y otra vez, haciendo de Baekhyun un pobre agujero usado que no tenía suficiente. Tuvo tantos orgasmos continuos esa noche que casi pierde la conciencia, pero le gustó tanto que nunca se negó a que Chanyeol lo jodiera duramente toda la noche. Lo disfrutaba. Era una perra, y no le importaba en lo más mínimo.
—Cumpliré cualquier capricho tuyo, cariño, especialmente este.
Si, te comparo con un beso de una rosa...
FIN
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top