La noche para Erza fue maravillosa, pudo bailar con el joven durante un buen rato aunque para ella fue como si hubiera sido dos minutos o menos, sentir las manos de Natsu agarradas a su cintura o enlazadas con sus propias manos como si fueran de verdad una pareja fue una sensación mágica para ella, una magia cálida que nunca antes había sentido en su vida.

Después de aquello y la cena la fiesta duro un poco más aunque los invitados ya estaban algo agotados de tanta fiesta y muchos se fueron retirando hasta que el servicio les pidió amablemente que se dirigieran a descansar.

  — Ha sido una fiesta increíble— Wendy se restregaba los ojos por el sueño.

— Si, nunca...había bebido tanto alcohol como hoy— Kana iba haciendo eses sujetada por Levy y Erza aunque no es que estuvieran mucho mejor que ella.

Tras dejar a Kana con cuidado en su cuarto y comprobar que se había quedado dormida se fueron a sus habitaciones, Erza se dirigía a la suya que quedaba un poco más apartada del resto de chicas cuando escucho unos pasos.

— Venga ya falta poco—dijo una voz conocida.

— Natsu...no puedo pagar mi renta, hagamos una misión— la otra también le sonaba.

Con cuidado se acerco hasta las voces y vio a ambos tirados en el suelo, la maga no paraba de abrazar al joven que trataba de quitarla de encima aunque a los ojos de Erza acostumbrada a malinterpretar ese tipo de situaciones casi tanto como Juvia sintió una pequeña furia que le iba subiendo por todo el cuerpo. Pero ese odio paso a dolor cuando vio que esta le dio un beso en la mejilla pero desde su perspectiva pareció ser en los labios haciendo que ella sintiera un profundo dolor en el pecho.

Se marcho de allí con paso lento, parecía hacer eses como las de Kana pero eran como si estuviera en otro mundo y sin vida, con lentitud llevo la mano al pomo y abrió la puerta, entro y cerro la puerta para después apoyar su espalda en ella.

— ¿Qué me esta pasando?— preguntaba llevando su mano a su cara mientras lloraba.

La fantástica noche se convirtió en una de las peores para la maga que ni se quito el vestido, tal cual se arrojo a la cama mientras aún mantenía el llanto, no sabía que era más doloroso, si lo que había visto o lo que sentía que no terminaba de comprender, nunca antes ni por Jerall sintió tal cosa pero al verlos tan juntos el uno del otro, Lucy no golpeaba tanto a Natsu como ella ni con la misma fuerza, siempre realizaban misiones o incluso este se metía en su bañera.

— Baño— pensó ella.

Entonces recordó todas las ocasiones donde ella estaba con Natsu juntos tomando un baño, puede que no fuera tarde, que quizás solo le había besado por el alcohol, poco a poco se iba animando aunque en ese momento el sueño le venció y pudo dormir un poco.

A la mañana siguiente bajo a desayunar algo más tarde y se sorprendió de ver a todos allí a esa hora, al parecer se habían levantado a esa hora por la gran fiesta de anoche y la resaca.

— Buenos días Erza-san— Wendy estaba comiendo aunque a medida que pasaba los minutos parecía caerse de sueño.

— Anoche fue interesante— Kana bebía zumo de naranja dado que le habían prohibido tomar alcohol a esas horas.

— Ara ara que buen día hace hoy, deberíamos hacer algo— se acerco Mira con su sonrisa y con un zumo mientras miraba todo el lugar.

El desayuno fue de lo más tranquilo debido a que ninguno tenía fuerzas ni para armar escándalo como estaba acostumbrado a hacerlo cuando estaban en el gremio y solo querían comer para recuperar fuerzas. Cuando salieron el sol les dio de pleno a todos pero a los pocos segundos les encanto, aquel clima era lo mejor para terminar de recuperarse, Lucy y Natsu fueron corriendo hasta la playa ante la mirada de la pelirroja.

— No voy a rendirme, aún tengo una oportunidad— pensaba feliz.

Entonces se dio cuenta de lo que había dicho y se puso algo roja, quizás realmente sentía algo por Natsu, algo que no era simple amistad o admiración, solo quedaba una cosa que podía ser aquello...era amor.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 3: Lucy vs Erza.