Morado y Azul
Espíritu y Serenidad
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Jae Beom estaba en un bar de la ciudad, compartiendo más que nada la alegría de sus amigos por ser el mes de la comunidad LGBT, porque claro, no se necesita ser parte de ella para poder celebrar y conmemorar lo que se ha logrado con los años, sumandole –también – lo que está por venir.
Mark le había propuesto salir junto a su novio y un par de amigos para despejarse de sus pesares.
"Necesitas un respiro, bro" le había dicho.
Tuan no estaba equivocado, sí que lo necesitaba. Los proyectos y exámenes finales le estaban cobrando cuota, por lo tanto, Lim supuso que acompañar a su amigo a aquél bar era una buena idea. Se vistió con unos jeans rasgados y un simple suéter blanco que hacía juego con su gorra verde y decidió dejarse los aros en las orejas junto con el piercing en su labio. Nada llamativo ni fuera de lo normal.
Cuando subió al auto de Jackson- el novio de su amigo- recibió un halago por parte del mismo.
"Mira nada más, esta noche los pretendientes te van a llover"
"Así como las propuestas ardientes" le siguió Mark.
Eso le hizo reír en el momento, creyendo que era parte de las bromas usuales que recibía por parte de los dos, pero se vio sorprendido cuando varias personas se acercaron a él a decirle lo caliente que era, otros pidiendo por una noche desenfrenada y sin compromisos.
Él les rechazaba de manera gentil y después de dejar en claro que no estaba ahí por eso y de dejar varios corazones rotos según YuGyeom -amigo de Mark- les deseaba suerte encontrando a alguien que sí accediera. Eso sólo hizo que sus pretendientes de esa noche quedaran más que convencidos sobre la total pérdida de que no bateara para ese lado, en caso de los hombres.
"Lo lamento, no me interesa", les había dicho, y a pesar de eso algunos se quedaban a entablar conversación alguna con él. Eso estaba bien. Podía con eso y con los tragos que le fueron invitados.
Tras unas horas perdido, encontró la mesa donde estaban reunidos sus amigos.
—¿Qué tal te fue? ¿Muy agobiado por las propuestas?— habló Jackson.
—No tienes ni idea.
Tal vez para todos los presentes fuera una situación graciosa, pero para Jae Beom dejó de serlo desde el momento en el que un tipo le tocó el trasero.
Jae Beom se sintió observado así que volteó para darse cuenta de que había pasado desapercibido a un chico de cabello castaño, sentado al lado de YuGyeom. Jackson lo presentó como amigo suyo antes de salir disparado junto a su novio porque con voz melosa e insistente le decía Jacky, bebé, quiero bailar.
Se sentó frente a él y le sonrió amablemente para después presentarse.
—Jae Beom.
—JinYoung— la sonrisa le fue devuelta por parte del castaño que tenía un color rosadito en sus mofletes. El lo atribuyó al alcohol consumido.
Se quedaron solos una vez que YuGyeom fue raptado por un chico con mejillas abultadas que le recordó el aspecto adorable de las nutrias. JB tomó un gran trago de su bebida, percatándose que JinYoung le miraba curioso tras su propio vaso. Cuando se vio descubierto se mordió el labio inferior y sostuvo su bebida con las dos manos. Lim solo pudo pensar en lo adorable que se veía comportándose de esa manera.
Inició una conversación con el chico, quien poco a poco se fue desenvolviendo con él, descubrió que congeniaban bastante bien y después de un par de tragos, JinYoung comenzó a ser mucho más suelto.
El castaño lo miraba con ojos brillantes y una sonrisa impregnada en el rostro que descansaba grácilmente sobre sus manos. Era muy sencillo hablar con el chico, y Jae Beom piensa que lo que hacía el ambiente tan agradable no era la música ni las luces del lugar, sino él.
Esa noche JinYoung se había negado a acompañar a Jackson a ese bar. Llevaba algo de tiempo desde que mantuvo una relación con alguien, su corazón aún podía percibirse débil y agrietado, sin embargo, daba lo mejor de sí para darle seguimiento a su vida. Él no fue para ligar, lo que necesitaba era divertirse con sus amigos y dejar al menos durante unas horas, el pensamiento sobre lo hundido que se sentía.
JinYoung no era de hacer amigos cada dos por tres y sólo hablaba cuando era necesario o consideraba que valdría la pena. Jackson le mencionó que no iría solamente con Mark, sino con dos amigos más, amigos que Park no conocía. El extranjero sabía de su incomodidad por conocer nuevas personas y se le hizo muy lindo de su parte haberle comentado. El castaño se lo pensó muy bien, ya era hora de regresar a las salidas nocturnas para despejar su mente, además Jackson se tomó la molestia de invitarlo, por lo tanto, conocer a sus amistades no le haría mal.
Al menos no se alejó de la realidad ya que fue fácil hablar con YuGyeom, el único que se encontraba con ellos en la mesa, pues el otro chico a quien llamaban JB estaba siendo arrastrado de un lado a otro, según el novio de Wang. Pasó buenas horas divirtiéndose con ellos pero de momento a otro, mientras se dedicaba a beber su martini, su vista se perdió entre los cuerpos que iban moviéndose alrededor. Veía chicos con sus parejas, disfrutando de la compañía y JinYoung se preguntó cuándo volvería a disfrutar de aquello. Dándole el último trago al martini, decidió que ya era hora de levantarse y darse otra oportunidad para tener compañía, más no para una relación, quería esperar un poco antes de tener algo serio.
JinYoung estaba dispuesto a salir en busca de alguien que bailara con él y quién sabe, si encontraba al adecuado tal vez podrían darse un par de besos. Estaba rodeado de hombres guapos pero aún no se decidía por alguno, pues a pesar de aparentar buen prospecto carecían de una chispa que él asumía necesaria para estar con alguien. Continuó con su búsqueda y cuando estuvo a punto de rendirse, sus ojos captaron algo interesante.
Un hombre caminaba en dirección hacia donde estaban, siendo reflejados los colores del arcoíris en su rostro por las luces artificiales del lugar. Cuando se detuvo frente a ellos, sintió un aura proveniente de aquél sexy chico, aura que poco a poco fue incrementando hasta llegar a él.
Estaba apresado, era fuerte, sofocante en buen sentido, llegaba a cada uno de sus puntos profundos... Llegaba hasta las grietas de su corazón. Y cuando por fin entró en el radar del hombre, algo se movió en su interior.
Su espíritu parecía reanimarse, parecía moverse y revivir. Incluso ahora que seguía hablando con él, era como si su alma gritase "Hey, estoy aquí. Seguimos vivos".
JinYoung encajaba en el espacio de Jae Beom, se conectaban, la personalidad del chico iba muy bien con la suya y sabía que JB también era consciente de eso. Su cuerpo percibía la serenidad en la que ambos estaban. Era algo muy gratificante.
JinYoung tenía los codos apoyados sobre la mesa y sostenía su cabeza entre las manos, aplastando sus mofletes teñidos. Era imposible no admirar al hombre.
—Eres muy guapo.
Jae Beom se atragantó al oírle y fue así como supo que lo había dicho en voz alta, pudo ver tras su mirada titubeante un pequeño indicio de sentirse avergonzado. Él no quería incomodar.
—Gracias... Tú eres lindo.— JinYoung no se esperaba aquello, pestañeó con ojos agrandados y la boca levemente abierta.
—¿En-en serio?
—Sí, lo eres— fue inevitable soltar una risilla sutil por sus palabras sinceras. —Adorable también.
Oh, por Dios. Este hombre.
Esta vez el castaño se cubrió la boca con ambas manos y dejó escapar una risa apenada que envió alegría a Jae Beom.
JinYoung estaba a gusto con él, demasiado. Su corazón bombeaba emocionado por seguir hablando con el chico de ojos pequeños y lo hizo más rápido cuando Jae Beom se sentó a su lado después de haber ido por más bebida para ellos dos.
—Aquí tienes— sus dedos se rozaron cuando le entregó el vaso. Tal vez para JB fuese algo insignificante pero para Park fue algo que tuvo un peso fuerte, pues la corriente que sintió le hizo confirmar que Jae Beom le gustaba.
—Gracias.
Se quedó perdido por la manera en la que bebía su trago, en las manos marcadas por venas que sostenían el vaso y en sus ojos oscuros. Cuando el pelinegro volteó para verle, sus miradas conectaron y JinYoung sintió esa chispa que estaba esperando. Estuvo a punto de pedirle que lo acompañara a bailar, pero fueron interrumpidos por un chico delgado que tenía sombras vibrantes en los párpados.
—Hola, primor. ¿Te gustaría un poco de brillo?— el chico se dirigió a JB.
—Lo siento, paso.
—¿Y tú, lindura?— le preguntó con una sonrisa radiante. —Vamos, se verá espectacular en ti.
—Yo...— JinYoung dudó un momento, pero al final respondió. — Está bien— aunque no muy convencido.
—¡Esa es la actitud!
El chico, que dijo llamarse BamBam, comenzó a maquillar a JinYoung, iniciando con los labios y dejándolos de un color cereza muy bonito. Luego pasó a dibujarle un corazón pequeño de color rosa en la mejilla. Estaba por darle los toques finales con los destellos pero alguien más lo llamó.
—No creo que a tu novio le moleste terminar por mi, ¿cierto?— preguntó dirigiéndose más hacia el chico de gorra que hacia él.
—Para nada.
Luego de dejarle las cosas a Jae Beom, el tal BamBam los dejó solos nuevamente.
El pulso de JinYoung incrementó por dos simples razones. La primera debido a que JB se acercó demasiado a su rostro para terminar el trabajo que Bam había iniciado, y la segunda fue porque el chico no desmintió ser su novio.
Podía ver a Jae Beom nervioso, los dedos le temblaban al aplicar los brillitos en sus párpados, tal vez temiendo lastimarlo por accidente. Una vez terminado, Park pestañeó con lentitud y nuevamente quedó atrapado bajo esos ojos gatunos, que a pesar de ser pequeños, tenían todo un mar de misterio en su interior.
Con sus finos dedos, JinYoung acarició el rostro de Jae Beom por el lado izquierdo, desde la sien hasta la mejilla, esparciendo delicadamente brillos azules.
—Combina con tu mirada.— Park habló con voz suave, tratando de explicar con dulzura por qué lo había hecho. Jae Beom no dijo nada, quizás no le había gustado tal atrevimiento de su parte cuando apenas lo conocía. —Disculpa si te molesté, pero creí que te verías... bien con este color.
JinYoung tuvo que morderse la lengua para evitar decirle creí que te verías como un jodido ser celestial.
—No te preocupes. Gracias.
Durante los siguientes segundos se mantuvieron callados, aunque seguían cerca uno del otro. En su temor por haber arruinado las cosas, JinYoung dijo lo primero que se le vino a la mente.
—¿Quieres bailar conmigo?
Listo, por fin había tenido el suficiente valor para decirlo. Aún cabía la posibilidad de que lo rechazara, pero al menos se había quitado ese peso de encima.
Justo cuando creyó que se negaría de una manera amable, Jae Beom respondió.
—¿Por qué no?
El castaño había escuchado de la propia boca de Jae Beom que desde su llegada sólo se había dedicado a ignorar los pedidos de las personas que se acercaron a él. Para bien o para mal, JinYoung fue el primero en querer sacarlo a bailar. Su mente comenzó a trabajar con rapidez.
¿Y si se daba cuenta de que se sentía atraído por él? No podía saber con exactitud si aquello le causaba incomodidad y fingía no sentirla, o si en verdad quería hacerlo por diversión. Sea como fuese, no había nada de malo en eso, sólo bailarían.
Él quiso probar su suerte, no esperó que el pelinegro se dejara tomar de la mano sin hacer intentos por soltarse en ningún momento. JinYoung aprovechó para halarlo un poquito hacia él a medida que se hacían paso entre la gente y cuando estuvieron en un lugar cómodo, los dos se dejaron llevar. En todo momento Park lo tocaba suave, a veces en la cintura, otras veces en los brazos o sostenía sus manos. Era muy buen bailarín, no podía desviar los ojos debido a sus movimientos que por más simples resultaban hipnotizantes.
En su mente decía que no había problema, estaba muy juntito a él por la cantidad de personas a su alrededor, pero luego de un par de canciones se dio cuenta que esa era solamente una excusa. Realmente quería estar cerca de Jae Beom.
JinYoung le sonrió con atisbo de inocencia y diversión por aquello.
Cielos, el calor comenzó a sofocarlo.
Vio a Jae Beom quitarse la gorra que llevaba y peinar sus cabellos con los dedos. El mayor carraspeó al fijarse cómo JinYoung le observaba, tan cautivado sin poder desviar su atención. Park tomó la gorra de Lim y se la colocó, sonriendo cómplice después de haberlo hecho y preguntando con la mirada si aquello no le molestaba. Por supuesto que no lo hizo.
—¿Puedo tocar tus orejas?
De acuerdo, eso sonaba extraño.
JinYoung pensaba en lo sexy que era Jae Beom con todos esos aritos y el piercing en la boca. Vio que la pregunta le tomó desprevenido pero no se negó ante su petición.
Jae Beom sintió como sus orejas quedaban calientes al instante en el que los dedos de JinYoung comenzaron a jugar con los aros. Lo observó bien, el castaño estaba completamente embobado con sus aros y Jae Beom se preguntó si realmente era por las perforaciones en sus orejas o era por él.
Cuando pasó a jugar con el piercing en su labio, JB sintió que la garganta se le secó.
—Me gustan— le dijo refiriéndose a los aros y el piercing— Te hacen ver muy interesante y demasiado... Guapo.
Ahí estaba otra vez diciendo cuán agradable a la vista era. La alarma en Jae Beom se encendió pero se mantuvo sereno para no denotar su ligero desconcierto. Cada segundo era más evidente la atracción que JinYoung sentía hacia él. Tal parece que comenzó a importarle una mierda si era muy obvio, el castaño no lo podía evitar.
Se mantuvo entretenido con JinYoung durante un par de canciones más, mientras que este continuaba acariciando sus orejas por uno que otro instante hasta que se cansaron de estar rodeados y regresaron a la mesa.
Una fina capa de sudor se apreciaba en ambos. Al ver que se estaba abanicando con la mano, Jae Beom tomó una servilleta y se la entregó, pero en vez utilizarla para sí mismo, Park la usó para retirar las gotitas que caían por la sien de Lim. Lo hacía a toquecitos, queriendo besar por donde pasaba los dedos. Tenía tantas ganas de besarlo, pero no podía hacerlo. Mark había dicho que a JB no le interesan los hombres, eso hizo que su repentino enamoramiento por él fuese detenido.
JinYoung ansiaba acercarse más, pero al parecer eso no sucedería.
Cuando acabó se mordió los labios para evitar lanzarse sobre las piernas ajenas y saborear su piel, sus manos picaban por enredar los dedos en ese cabello húmedo y su cuerpo entero ansiaba su toque.
Suspiró aliviado cuando Jackson y Mark se acercaron.
—Chicos, es hora de irnos.
Pero entonces ese alivio se esfumó. JinYoung no quería irse. Tal vez no viese al pelinegro en bastante tiempo. Había sido la primera vez que se sentía de esa manera luego de meses hundido en sus problemas. Al menos se dio el lujo de aprovechar cada segundo en el auto estando a su lado en la parte de atrás.
—¿Jae Beom?— el nombrado dejó de observar por la ventana y centró su atención en él.— ¿Me permites tu teléfono?
—Claro.
JinYoung tecleó apresurado, Lim pudo ver lo que era hasta que su teléfono le fue entregado.
Había registrado su número.
"Jinnie ♡" aparecía en la pantalla.
Park le tendió su móvil, dándole a entender que quería su número telefónico. A pesar de que no había pasado nada y JinYoung no intentó un movimiento apresurado, durante un mínimo instante se sintió nervioso al imaginar que se negaría debido a la atracción que sentía. Su corazón pudo latir de nuevo cuando Jae Beom murmuró lo bien que le había caído, motivo por el cual registró su número devuelta.
Finalmente el auto se detuvo. JinYoung había llegado a casa. Un sentimiento amargo lo invadió, pues no quería despedirse de Jae Beom, no aún. Cabizbajo y con voz bajita habló cerca de su oído, queriendo hacerse pequeño en el asiento para no ser visto por los que estaban sentados al frente.
—Fue lindo conocerte— su corazón latía intenso y su rostro... Oh, su rostro. Podía sentir como ardía en gran parte. —Espero verte pronto.
—También lo espero.
Bajó del auto de Jackson no sin antes agradecer a sus amigos la salida de esa noche. Si no fuera por ellos, tal vez no habría conocido a Jae Beom. Se despidió una vez más de Lim moviendo su mano de un lado a otro y él devolvió el gesto.
Una vez que entró a su hogar, se apoyó contra la puerta y revisó su teléfono buscando el número del pelinegro.
Sonrió alegre cuando visualizó en su pantalla.
"Beommie ♡".
Ambos conectaron, JinYoung lo pudo percibir. Algo en él se removió, algo profundo, y la serenidad que arropaba su espíritu se expandió por todo su ser.
Hacía demasiado que no se sentía tan bien estando al lado de alguien. Quería sentir todas aquellas emociones gratas una vez más, lo ansiaba.
Jae Beom era el chico.
¡Hola de nuevo!
Había enviado esta historia a borradores porque sentí que podía mejorarla. Ya que estoy algo conforme con el resultado la he vuelto a publicar.
Ahora, ¿por qué no cambié JB por Jay B? Fácil, simplemente porque marca un antes tanto en mi proceso dentro de esta plataforma como en el momento en que Jae Beom aún no había cambiado su nombre artístico.
-Las palabras al inicio son el significado del color que representa.
-Sigue siendo esa historia corta y azucarada de 4 capítulos.
‐Gracias por tomarte el tiempo en leer esto.
.
Pd: nunca imaginé que JinYoung con corazones en las mejillas sería real. Alabado sea el Homecoming.
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