Prologo

Las primeras luces del amanecer iluminaban las altas torres de Piltover, la ciudad que parecía inquebrantable. Sin embargo, la llegada de un extraño forastero estaba a punto de cambiarlo todo. TN no tenía un título, ni un pasado conocido. Sin embargo, desde el momento en que sus pies tocaron el suelo de Piltover, las cosas comenzaron a moverse. Los enforcers, acostumbrados a ver con desdén a aquellos que no se ajustaban a las reglas de la ciudad, no sabían qué hacer con él. Su presencia era intimidante, como una sombra que envolvía cada rincón de la ciudad, sin que nadie pudiera explicarlo.

Aunque sus ropas no indicaban riqueza, su actitud y la forma en la que caminaba por las calles de Piltover denotaban algo mucho más grande que una simple aparición. Los rumores comenzaron a esparcirse rápidamente: un hombre misterioso había llegado, alguien con un poder desmedido que incluso los nobles temían. Los enforcers, en su mayoría ineptos para lidiar con amenazas fuera de su control, no podían siquiera intentar detenerlo. Sin que nadie lo notara, comenzó a infiltrarse en los círculos más altos de la sociedad de Piltover.

El Consejo de Piltover, que normalmente se mantenía firme, empezó a mostrar fisuras. Los murmullos se hicieron más frecuentes, las decisiones comenzaron a hacerse a puertas cerradas, y el miedo a un cambio inminente creció en el aire. El joven forastero parecía tener una habilidad inhumana para influir en las decisiones más importantes. Había algo inquietante en su calma, en su mirada calculadora que hacía que incluso los más poderosos se sintieran vulnerables.

En Zaun, las calles siempre estaban llenas de violencia, caos y desdicha. Sin embargo, TN llegó allí también, y con su poder, comenzó a reformar la estructura misma de la ciudad. Los criminales que gobernaban bajo las sombras no tardaron en entender que su dominio sobre el inframundo ya no era seguro. TN no necesitaba violencia para tomar el control; lo hacía con su mente y con sus estrategias. Los mismos criminales que alguna vez habían trabajado para Silco comenzaron a ser sus peones en una red más amplia de poder.

Silco, el líder de Zaun, conocido por su influencia y su despiadada ambición, vio cómo su imperio se tambaleaba bajo la presión de este nuevo poder. No fue necesario un enfrentamiento directo. TN simplemente manipuló las piezas en el tablero, asegurándose de que aquellos que le eran leales pudieran ascender, mientras que los que se oponían a él caían de maneras tan silenciosas que nadie se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde.

La gente hablaba del misterioso aumento de poder en las zonas más oscuras de Zaun, como si un nuevo líder, aún sin nombre, estuviera tomando el control de la ciudad. Incluso los más bajos entre los criminales comenzaron a seguir la sombra de este extraño individuo, pues su influencia no solo les aseguraba una protección sin igual, sino que parecía ofrecerles la posibilidad de obtener lo que siempre habían soñado: poder real.

En Piltover, los ricos y poderosos se dieron cuenta rápidamente de que las cosas ya no funcionaban como antes. En los salones del Consejo, las discusiones eran cada vez más tensas, y sus decisiones comenzaban a verse influenciadas por alguien más. TN, sin levantar un solo dedo, movía las piezas a su favor. Desde contratos secretos hasta alianzas estratégicas, todo parecía caer bajo su control, y a medida que los acontecimientos de la ciudad se desmoronaban, su poder aumentaba.

Fue durante una de las sesiones del Consejo, cuando los nobles de Piltover discutían la reciente oleada de problemas provocada por un fenómeno en la ciudad, que la atmósfera se tornó aún más pesada. El liderazgo de Piltover, que siempre había sido firme, parecía vacilar frente a la inminente amenaza que se cernía sobre ellos. Un incidente extraño, algo tan incontrolable como impredecible, había puesto en peligro el orden establecido. En medio de las discusiones sobre cómo solucionar el caos, la figura de TN seguía acechando desde las sombras, como si su presencia ya hubiese sido el catalizador para todo el conflicto.

Aunque TN no se involucraba directamente en los eventos, todos en Piltover y Zaun comenzaban a sentir los efectos de su influencia. Los viejos conflictos de la ciudad empezaron a estallar con más fuerza. Vi y Jinx, las dos hermanas atrapadas en su propia tragedia, se convirtieron en piezas en su juego. TN no forzó su mano, pero las decisiones que tomaba, como si estuvieran fuera de su control, alteraban las vidas de aquellos que más luchaban por mantener el orden.

En Piltover, las luchas por el control del Hextech, una fuente de poder que todos querían pero pocos podían controlar, se volvieron aún más intensas. Las tensiones entre las facciones rivales aumentaban, con familias como los Medarda tratando de obtener el poder necesario para tomar el control, mientras que los enforcers, a menudo mal dirigidos, no podían frenar el avance de quienes querían aprovecharse de este nuevo caos. Aunque TN no tomaba parte activa en el enfrentamiento, su influencia era evidente. Unas cuantas decisiones estratégicas, movidas desde las sombras, hacían que los eventos se desbordaran sin que nadie pudiera evitarlo.

Por un lado, Piltover se veía acosada por la creciente presión de los eventos, mientras que Zaun se sumergía aún más en la oscuridad. Silco, incapaz de manejar las fuerzas que TN había puesto en movimiento, comenzaba a perder el control de sus propios seguidores. Lo que era una rebelión, una lucha por la libertad, pronto se convirtió en una lucha por la supervivencia bajo la tiranía de un nuevo poder, un poder que ni Silco ni nadie podría desafiar.

El nombre de TN se convirtió en sinónimo de poder absoluto. Los rumores de su origen, su fuerza y su dominio comenzaron a llenar las bocas de todos. En Piltover y Zaun, la gente hablaba de él en susurros, pero nunca se atrevía a pronunciarlo en voz alta. ¿De dónde venía este hombre? ¿Qué lo había llevado a tener tanto poder? ¿Qué quería realmente? Las respuestas a estas preguntas eran elusivas, pero todos sabían una cosa: TN había llegado para quedarse.

Ni los enforcers ni el Consejo de Piltover pudieron hacer nada para detener su ascenso. Cada uno de ellos sentía la presión de la sombra que lo observaba, esperando el momento adecuado para dar el siguiente golpe. Los intentos de resistirlo solo reforzaron su poder. Los enemigos de TN se desmoronaron uno por uno, no por la fuerza, sino por el agotamiento y la desesperación.

Y mientras tanto, el mundo en el que Piltover y Zaun vivían, el mundo que todos conocían, seguía adelante, sin darse cuenta de que el verdadero cambio ya había comenzado.

Pero la pregunta que todos se hacían era simple: ¿Quién era este hombre?

Nadie sabía cómo había llegado a Piltover o Zaun, y menos aún cómo había adquirido tal poder. Nadie entendía cómo era posible que un joven de 18 años, un forastero sin nombre ni pasado conocido, hubiera sido capaz de trastocar por completo el equilibrio entre las dos ciudades.

¿Qué lo impulsaba? ¿Qué buscaba? ¿Por qué le temían incluso aquellos que se creían invencibles?

Lo único que estaba claro era que TN no había llegado para formar parte de este mundo. Él había llegado para gobernarlo. Y mientras los poderosos de Piltover y Zaun se preparaban para una guerra que podría destruirlo todo, él solo observaba, en silencio, como una sombra que acecha desde las alturas.

No hubo una guerra para ganarla, ni un enemigo a derrotar. En lugar de eso, todo comenzó con un simple, pero poderoso, acto de presencia. Y aquel acto fue el primer paso que llevaría a las dos ciudades hacia un destino inevitable.

Volvamos a donde todo comenzó, al puente que une Piltover y Zaun.

El Puente de las Dos Ciudades, como se le conocía, no era solo un cruce de caminos; era el símbolo tangible de la brecha entre las dos sociedades. Arriba, Piltover con su opulencia, su imponente arquitectura de cristal y metal, donde la riqueza y el poder se encontraban en el aire. Abajo, Zaun, sumida en la oscuridad de la pobreza y el caos, donde la vida luchaba por mantenerse a flote entre los vicios y la desesperación.

Pero TN vio más allá de todo eso. Para él, el puente no era una barrera; era una oportunidad. Un lugar donde los hilos invisibles del destino comenzaban a entrelazarse, y con cada paso que daba sobre el pavimento desgastado de este cruce, los destinos de ambos mundos se sellaban.

Era una noche oscura, la niebla flotaba sobre la ciudad como una capa espesa que todo lo cubría. La luna se reflejaba débilmente sobre el agua que corría abajo, entre las estructuras industriales de Zaun, mientras las luces de Piltover brillaban en lo alto. El puente, normalmente un lugar de tránsito, estaba vacío aquella noche. Nadie se atrevía a cruzar. No después de lo que había ocurrido.

TN caminaba lentamente sobre el puente, sus pasos resonando en el silencio. No había señales de los enforcers, ni de los criminales. Solo él, con su aura imponente, dominando el espacio a su alrededor. No necesitaba decir una palabra. Su presencia era suficiente para que las sombras de las ciudades se apartaran, sin atrever a desafiarlo.

Este puente era su campo de juego, su territorio. Aquí, en este punto de equilibrio entre dos mundos, todo lo que había estado a punto de estallar comenzaba a desmoronarse. Las políticas de Piltover, los secretos de Zaun, los sueños rotos de los más desfavorecidos y las aspiraciones de los más poderosos: todo se conectaba aquí, en el centro de todo.

Era un momento de quietud antes de la tormenta.

Aunque TN no necesitaba alinear a los líderes de Piltover o Zaun, ya había puesto las piezas en su lugar. Había presionado donde debía, se había infiltrado donde lo necesitaba, y había esperado pacientemente mientras los conflictos entre las dos ciudades llegaban a su clímax. El caos era su aliado. Mientras los ojos de todos se dirigían a los rostros conocidos, los eventos que realmente importaban se deslizaban en las sombras, con TN como el titiritero que tiraba de los hilos.

La brisa fresca de la noche movía sus cabellos con suavidad, pero TN permaneció impasible, su mirada fija en el horizonte. En algún lugar, más allá de la neblina, las viejas luchas se reavivaban. Los ecos de las decisiones pasadas resonaban por las calles, pero lo que nadie sabía era que él había sido el verdadero motor de todo este conflicto.

Aquí, en este puente, donde las dos ciudades se tocaban pero nunca se entendían, TN había comenzado a tomar el control. Y mientras observaba las luces titilantes de Piltover a lo lejos y los oscuros callejones de Zaun por debajo, una única pregunta rondaba en su mente: ¿Que deberia hacer ahora?

La respuesta era clara, aunque solo un puñado de personas lo sabía: TN era la sombra que siempre había estado allí, la pieza que faltaba en el gran tablero de Piltover y Zaun. Los poderosos no podían verlo venir, y los débiles nunca tendrían la oportunidad de desafiarlo. Su ascenso no había sido un accidente. Él había sido el arquitecto de su propio destino, y este puente era solo el principio.

Un puente que conectaba dos mundos, pero que, bajo su influencia, pronto se convertiría en un solo imperio.

Pero incluso en ese momento, algo aún más grande comenzaba a tomar forma, algo que ni siquiera él había anticipado del todo.

Porque al final, todo tiene un comienzo.

Y el de esta historia... había comenzado aquí.

La historia de Arcane fue cambiada, pero no por los héroes que todos conocían. Sino de un hombre cuya presencia era más poderosa que cualquier arma. Y su reino comenzaba con el miedo.

CONTINUARA.................................................................................................................

Y bueno aqui les dejo el prologo de esta historia que ya tenia en mente hace meses.

Pero la verdadera razon es por que me inspire en el trabajo de DreamFicx, llamado ARCANE: MONARCA DE LAS SOMBRAS

Vayan a leerla y dejando sus votos, esta increible.

Y bueno eso seria todo, esperen las siguientes actualizaciones

Nos vemos

Jinx 

Palabras: 2028

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