Se necesita mucho valor para acabar con los enemigos pero mucho más para derrotar a tus amigos esas fueron las palabras que el actual emperador Jaider le dijo a su hija Ariana durante una de sus acostumbradas reuniones.

—¿Alguna vez tuviste que hacerlo mi honorable padre?

—En mi caso tuve que enfrentarme a alguien que era mi amigo y mi enemigo a la vez ¿te he contado cuál fue mi primera victoria?

—Creo que no, cuéntame más— dijo la princesa con curiosidad así que el emperador tuvo que acceder.

—Tenía tu edad cuando ocurrió era amigo de un duque de tierras que antes eran aliadas nuestras cuando ese amigo nos traicionó.

—¿Se puede saber su nombre?

—Arcas desde niños nos conocimos en el frente y por un tiempo logramos mantener la paz entre nuestras naciones con nuestra amistad, desgraciadamente se vio tentado por la magia oscura y se las ingenió para quererme arrebatar el trono.

Se notaba que el emperador estaba omitiendo ciertos detalles que el mismo Arcas veía de su reino.

—Mentiroso pero claro siempre los ganadores cuentan su parte de la historia cómo mejor les convenga.

Devuelta en Arbezela el emperador le contó lo que su hija Ariana quería oír.

—¿Y después?

—Tenía que proteger a Arbezela y a mis mujeres así que con el poder del Dios Astotelia lo derroté a él y a su gente desterrándolos cerca del infierno en el mundo de los monstruos, no me dio otra salida.

—Hiciste lo que tuviste que hacer con ese hechicero maligno padre.

—Sí no puede estar en nuestro mundo mucho tiempo por el hechizo que le puse así que en ese punto me tranquiliza ¿ya entiendes porqué no quería que Aria y tú fueran amigas?

—No me digas que ella...

—Así es era la hija de nuestro peor enemigo, nunca se supo la verdadera causa de su muerte aunque intuyo algún demonio que invocó por accidente como su madre.

—Entonces hice bien en advertirle a Brigitte que no volviera a la escuela real nunca más ¿cierto? ella a diferencia de su padre y hermana no es una amenaza para nosotros.

—Esperemos así siga siendo hija.

Lo que desconocían es que el templo del dios Darkius estaba reuniendo la cantidad de hechiceros suficientes para romper la barrera mágica que el dios Astotelia les había puesto y poder durar el tiempo que deseen provocando el regreso de cierta familia real que arreglaría ciertos pendientes contra el imperio de Arbezela.