Capítulo 67

Viernes por la tarde, todo era horriblemente caótico, mis padres vinieron a casa para pasar el día todos juntos, mamá se entretenía mirando a papá y Ardan discutir sobre quién era mejor en tiro, Rhett era el mediado que se encargaría de que nadie se matara hoy, Santino y Aless eran una masita tierna, que junto a Vincenzo, apenas dejaban al trio de embarazadas poner un pie frente al otro, ellos querían traerlo todo, cualquier cosa, lo cual era... muy conveniente porque sinceramente quiero que estos bebés nazcan pronto, me canso de sólo respirar, definitivamente este será el primer y ultimo embarazo, quizá si estuviese creando a solo un ser humano, las cosas serían diferentes.

— ¿Sucede algo, Bombón? Tienes mala cara.

Ardan dejó de jugar a discutir con papá y se acercó a pasos agigantados, acuclillándose frente a mí.

— ¿De nuevo te cuesta respirar? ¿Quieres que te busque algo?

Se acercó Rhett, adoptando la misma posición, apoyando su mano en mi panza.

— Sí... o sea, no — suspiré— Es sólo que estoy cansada todo el tiempo, me pesa la panza, es sólo que quiero que pase el tiempo rápido, pero estoy bien, no se preocupen.

Ardan acunó mi rostro entre sus manos, besando mis labios.

— ¿Helado de chocolate con salsa de chocolate y galletas encima?

Hablándome mimado, y estoy tan sensible estos días qué, si sigue hablándome así, terminaré llorando.

— Si por favor...

Asintió mirándome con ternura, besando mis labios.

— Ya regreso.

— Ardan que sean dos, igual de contundente, por favor.

Le dijo mamá desde su tumbona, frotándose crema en la panza, se ve fresca como lechuga, que envidia.

— Tres, Alex dice que tiene hambre.

Dijo Sabina señalando su panza, se ve igual de fresca y sigue haciendo de las suyas, Vincenzo prácticamente dejó de trabajar para perseguirla porque la muy suicida sigue yéndose en misiones sin pensar en el peligro, no es capaz de quedarse quieta.

— Tres helados para las damas entonces, ya regre... señora Natasha — mirándola con pánico— Creo que... o se orinó o rompió fuente.

Mamá se miró la entrepierna y cómo efectivamente goteaba agua desde la tumbona, miró a mi padre quien ya estaba comenzando a entrar en pánico.

— Definitivamente yo controlo mis esfínteres, ya viene el bebé.

— ¿Qué hacemos? ¿Qué vamos a hacer? Todo está en casa, la ropa, los pañales, tus cosas ¿Qué vamos a hacer? —paseándose de un lugar al otro— Ya va a nacer...

Aless rodó los ojos y fue hacia mamá para ayudarla a ponerse de pie, sonriéndole.

— Caesar, eres un imbécil ¿Se te olvida y aquí hay dos embarazadas más y hay de todo? — le dijo Santino— Contrólate o voy a abofetearte.

— Y tiene la mano pesada —dije yo poniéndome de pie— Arriba entonces, te daré un cuarto mamá, Rhett, que las mucamas preparen las cosas, Dane, las vacunas y la ropa, Aless, sube a mi madre, por favor, mi papá necesita ser abofeteado primero, esa es misión de Santino.

Con ayuda de Ardan quien me cargó para no hacer el esfuerzo de subir escalón por escalón, seguí a Aless y mamá hasta el cuarto, Dane vino a dejar un camisón para mi madre y dejó el cuarto otra vez, Ardan siguió su ejemplo para poder ayudar a mamá a sacar la ropa, quedando solo Aless, mamá y yo dentro.

— Ok, guapa, hagamos esto otra vez, levanta los brazos.

Le pidió Aless, comenzando a desvestirla, las atenciones que tenía con ella eran... únicas, me alegra que mamá tenga tantas personas que la apoyen en su vida.

— Ok, ahora el camisón, yo me encargo de todo, tú sólo sigue sufriendo que ese bebé nacerá muy rápido, igual que los otros.

Le puso el camisón y luego le quitó la ropa de cintura hacia abajo, acomodándola en la cama, cubriéndola con las sábanas.

— Ok, pequeña Boss, estamos listos.

— Sigamos entonces.

Abrí las puertas del cuarto y dejé entrar al personal para que acomodaran las cosas, mamá estaba en medio de una contracción y me alegro de que al menos Aless mantenga la calma, aún no llega mi papá y estoy pensando seriamente en ir a golpearlo.

— Agua tibia, toallas limpias, pesa y la pequeña bañera a la derecha junto con las vacunas. Cuna, ropa, pañales y productos personales a la izquierda. Material quirúrgico en caso de una emergencia al fondo — dando instrucciones, viendo a todo el mundo moverse— Y alguien llame a mi padre ¿Qué tanto hace?

— Sigue paseándose abajo ¿Lo traigo, mi dama?

Preguntó Ardan a mamá, metiendo su cabeza al cuarto.

— Sí, trae a ese tonto y que Santino venga también, no puedo parir sin Santino.

Le dijo mamá estrujando la mano de Aless a más no poder.

— Voy corriendo.

En menos de cinco minutos ambos estaban en el cuarto, jadeantes y asustados, Ardan riendo tras ellos.

— Mentí.

— Imbécil, me dijiste que ya estaba saliendo — volteó papá muy dispuesto a pegarle— Voy a matarte.

— ¡Caesar Marchetti! — le gritó mamá— Se me está partiendo la vagina ¿Y crees que es momento de jugar?

Miré a mi madre, el rostro rojo por el esfuerzo, comenzó a sudar por el dolor, Santino rápidamente se acercó, tomando la goma que lleva en la muñeca siempre en caso de que mamá la necesite, atándole el cabello para que no le molestara, mientras papá se acerca a paso lento y preocupado, bordeando la pared, como si mi madre fuese capaz de dispararle o apuñalarlo en estas condiciones.

— ¿Necesitas algo, bebé?

Llegando a la cama, analizando el peligro.

— Mirarte para odiarte por hacerme otro hijo, porque en estos momentos te odio, lo sabes ¿Cierto?

— Fuerte y claro, mi amor — tomando asiento al otro lado de ella, sujetando su mano libre— Lamento haber usado mi pene para preñarte.

— Aagh... por favor, sigo aquí, no me gustan las imágenes mentales — quejándome— Ardan, necesito que salgas, voy a revisar a mamá.

Asintió bastante preocupado, mirando la situación.

— Oye bombón.

Acercándose a mi posición mientras todos los no necesarios dejaban el cuarto.

— ¿Qué ocurre?

— ¿Podemos no volver a tener un bebé? No si vas a sufrir como tu madre...

Mirandola con lastima.

— Mmm... bueno, estas dos no fueron planeadas y aquí están — tocándome la panza— ¿Quién sabe lo que ocurra en el futuro?

— ¿Quieres tener otro? ¿No ves a tu mamá como sufre?

Mirándome como si estuviera loca.

— Exactamente por mi madre — viéndola— Es el cuarto hijo, si odiara esto, se hubiese detenido después de mí. Somos mujeres, Ardan, nuestra capacidad para tolerar el dolor es mucho mejor que la de ustedes, en nuestro chip viene incorporado el ser unas perras poderosas, así que no te preocupes, que pase lo que tenga que pasar que yo voy a estar bien.

Besando sus labios para calmar su ansiedad.

— Esperaré afuera ¿De acuerdo? Si te duele algo, si sientes alguna molestia, si algo sucede, sólo... sólo llámame, estaré justo fuera de la puerta.

— Cada vez que eres así de tierno, recuerdo por qué me casé contigo — besándolo otra vez— Ahora fuera, tengo un bebé que recibir y contigo aquí no se puede.

— ¡Sí señora!

Besó mi mejilla y dejó el cuarto, cerrando la puerta.

Entonces subí a la cama de rodillas, acomodándome la panza a como podía, separando las sabanas para poder revisar a mamá.

— Preguntaré por cortesía solamente ¿Te molesta mamá que te revise con Aless y Santino aquí?

Viendo al castaño acomodarse tras ella para que mamá cargara su peso, secándole el sudor de la frente con el dorso de su mano, besándole la coronilla.

— Me han visto la vagina más veces de las que puedo contar con una mano, sólo haz lo que tengas que hacer — apretando las manos de los chicos a su lado otra vez— Joder... como duele esta mierda, ya lo había olvidado.

Soltando un grito acompañado del llanto, realmente le dolía, y yo comenzaba a temer por mi propio parto ¿Y si me va como a mamá con los mellizos?

Oculté mis propios miedos en lo más profundo de mi ser para revisar a mamá, siete centímetros de dilatación, faltan tres para que por fin pueda comenzar a pujar y yo no podía imaginar cómo un bebé va a salir por su vagina.

— Cuales son tus apellidos, Aradia.

Dijo mi madre, más bien, lo gruñó.

— Marchetti Petrova.

Mirandola confundida, no entiendo a qué va con esto.

— ¿Y entonces por qué te ves tan pálida y aterrada? Sobreviviste a muñecas cortadas, bombas, atentados, disparos, puñaladas, golpes, secuestros ¿Y te asusta tener un bebé? — me mira como si también me odiara, pero eso se lo atribuiré al dolor— Las mujeres Petrova no bajamos la cabeza ante nadie, el dolor es parte de lo que somos, viene incluido en el paquete, y te juro que en este caso, vale la pena, porque luego de todo ese dolor, llega a tu vida un pequeño ser que te amará incondicionalmente, que cambiará tu vida para bien — se tensó otra vez, respirando de forma trabajosa— Cuando los mires a la cara... te darás cuenta de que pasarías por este dolor mil veces si puedes volver a tenerlos entre tus brazos.

— Tu mamá dice que me odia porque le gusta canalizar el dolor de esa manera, gritándome, maldiciéndome, estrujándome los dedos hasta casi fracturarlos, pero me ama, yo lo sé y la entiendo, admiro a esta mujer por querer pasar por esto de nuevo, y Ardan se veía muy asustado antes, te prometo que hablaré con tus esposos después para enseñarles el camino de la paternidad.

Sonreí.

— Gracias... la verdad sí me da miedo toda esta situación, pero seguiré el consejo, después de todo, esto no se puede revertir — tocando mi panza— Ok, pero esto no es sobre mí, denme la charla más tarde — revisando a mamá otra vez— Nueve centímetros —mirando a las mucamas que se quedaron dentro— Preparen la bañera, las vacunas y las toallas, estamos casi listos.

— Sí señorita.

Comenzando a moverse, acercándome lo necesario.

— Vamos hermosa, trae otro Marchetti Petrova al mundo, te juro que lo protegeré con mi vida igual que a los otros tres príncipes.

Le susurró Aless, besando su mejilla, mamá llorando y todo, asintió sonriéndole, para ella es tranquilizador tenerlo aquí, la conexión que tienen ambos ni papá pudo cortarla, Aless le proporciona seguridad.

— Me duele... Quiero pujar... ya quiero pujar...

Papá le quitó los pequeños cabellos que se le pegaron al rostro, acariciando su rostro.

— Falta poco, cariño, muy poco y todo acabará, eres increíble ¿Te lo he dicho?

— Me gusta tenerte aquí, Caesar...

Apoyando su rostro en la gran mano de mi padre.

— Y siempre me tendrás, Pastelito.

Una ultima revisión y ya contábamos con los centímetros necesarios, mamá mantuvo sus piernas arqueadas y bien separadas, las mucamas listas para asistirme, Santino apoyando sus manos en la panza de mi progenitora, susurrándole palabras tranquilizadoras, siempre siendo un apoyo, todos.

— ¡Ya vine! ¡Ya llegué! — entró Vitto con estruendo— Natasha, llamé a tus padres y ya vienen en camino, subiéndose a la cama, tomando asiento junto a Aless, apoyando su mano en la rodilla de ella para mostrarle su apoyo— Todo está listo, el cuarto del niño está preparado para su llegada, así que sólo puja mujer de ovarios de oro, que nosotros nos ocupamos de todo el resto.

Asintió nostálgica, llorando otra vez, mirándome.

— Todo listo mamá, es hora de pujar, recibamos al menor de los Marchetti Petrova.

— Y el ultimo — aseguró papá— Natasha, ya no estás en edad, cariño.

— ¿Estás diciéndome vieja? — le gruñó— Si te contara todas las veces que me han pedido un polvo en mis salidas por ahí con mis escoltas, no quedarían hombres en Italia.

— Nena... lo digo por tu seguridad, eres hermosa, eres la mujer más hermo... carajo...

Se quejó cuando mamá lo apretó tan fuerte que los dedos comenzaron a ponerse morados. Mamá estaba pujando entre gritos y maldiciones, había sangre y liquido en la cama, Santino empujaba su panza, ayudándole a pujar, Aless soportaba el dolor como todo un De Santis, papá estaba haciendo uso de toda su fuerza interior para no pedirle que lo soltara, estaba soportando.

— Otro poco, mamá, ya veo la cabeza, falta muy poco.

— ¡No vuelvo a tener hijos! ¡Caesar, te odio a ti y a tu pito!

Pujando con fuerza, el rostro rojo, sudada, el dolor expresado en cada movimiento, pero eso no la detuvo, siguió pujando, siguió haciéndolo, haciendo honor a su apellido, las Petrova no se doblegan ante nada ni nadie.

— ¡Salió la cabeza, mamá! Saliendo los hombros, ya podremos recibir al nuevo integrante de nuestra familia.

— Carajo, carajo, carajo...

Un ultimo esfuerzo, saqué un hombro del bebé primero, luego el segundo y el resto del cuerpo salió casi por su cuenta, unido al cuerpo de mi madre por el cordón umbilical, rápidamente lo limpié, revisé que no hubiese tragado liquido y entonces... comenzó a llorar.

— Tenemos un bebé saludable.

Anuncié sonriente, viendo el rostro cansado, pero lleno de alivio de mamá, papá, Aless, Vitto y Santino lo miraban de la misma manera.

— Airam Marchetti Petrova — dijo mamá— Bienvenido al mundo, mi amor.

Se lo entregué para que pudiese verlo de cerca, papá sostenía sus brazos débiles y temblorosos para que pudiera cargar a su bebé, ambos besando su cabeza, llenándolo de promesas y de amor.

¿Y Airam? Airam significa libertad, Airam es un príncipe libre que jamás tendrá que vivir bajo las reglas de nadie más que las suyas... y las de mamá, por supuesto, a lo que voy es que nadie lo mirará con desprecio, nadie lo insultará y nadie deseará su muerte, Airam llegó en el mejor momento de la vida de todos.

— Papá ¿Quieres cortar el cordón?

Pinzándolo y extendiendo unas tijeras hacia él.

— Uy... no he hecho esto nunca, tu bis abuela cortó el tuyo, y Aless el de los mellizos ¿Les haré daño si lo corto?

— Está bien, Caesar, Airam estará bien, no te preocupes por nada.

Lo tranquilizó mi madre.

— Córtalo papá.

Repetí, viéndolo acercar las tijeras y cortar con un poco de miedo, pero al ver que nada pasaba, se relajó.

— Airam debe tener su primer baño, mamá, ponerle las vacunas y vestirlo, dáselo a las mucamas mientras termino contigo, hay que retirar la placenta.

— Sí, está bien, está bien.

Entregándoselo a Lisa, mi jefa de mucamas quien rápidamente se puso a trabajar con las otras dos que la asistirán.

— ¿Quieres descansar, amor? Yo puedo encargarme de todo mientras tanto, te ves cansada.

— Tengo que darle leche a Airam, después de eso, quizá si duerma un poco.

— Mamá, aún me faltan unas semanas, pero tengo leche, podría darle yo y así tú descansas, estará en buenas manos.

— Que conveniente es tener una hija pronta a parir — sonrió— Entonces encárguense de todo, yo sí necesito dormir un ratito, mi cuerpo no es lo que era antes.

Retiré lo ultimo de la placenta y la cubrí, mirando a papá.

— Yo la baño, cariño, nos encargaremos de cambiarla.

— Enviaré mucamas para que limpien el lugar, quédense a dormir hoy para que mamá descanse, me haré cargo de Airam así que sólo acompáñenla.

— Gracias tesoro, por todo.

Sonrió papá.

— No es nada, sabes que haría lo que fuera por mi familia.

Me quité los guantes y la pechera, desechando todo antes de ir al baño para lavar mis manos muy bien antes de regresar al cuarto y cargar a Airam con un poquitín de dificultad, apoyándolo en mi panza, delineando su nariz con mi dedo, viendo su pequeño cuerpo, escuchando sus quejidos... era hermoso.

— Estaré con los chicos en mi cuarto, me ocuparé del bebé en todo momento, así que no te preocupes, papá.

Asintió antes de pedirle a Vitto que fuera a llenar la bañera, ellos se encargarán del resto, por lo que yo sólo dejé la habitación, viendo a toda nuestra familia esperando fuera, incluido Travis que no dejaba de saltar de un lugar a otro, ansioso.

— Les presento a Airam Marchetti Petrova.

Descubriendo al pequeño para que pudieran mirarlo.

Ares y Eris lo cargaron primero, haciéndole mimos, encantados con su nuevo hermanito, Vincenzo lloró pensando en que pronto cargaría a su hijo también, pronto nos llenaríamos de bebés.

Quien se quedó con Airam fue Ardan, Rhett se vio obligado a alejarse para resolver unos asuntos por mí, se encargaría de todo mientras tanto, todos se dispersaron para que pudiera alimentar a la nueva criatura, entrando a nuestro cuarto, acomodándome en la cama y liberando uno de mis pechos antes de recibir a mi hermanito y poner mi pezón en su boca, viéndolo succionar animado, un bebé saludable y con mucha hambre.

— ¿Cómo te sientes, Bombón?

Tomando asiento a mi lado, dejando que el bebé sujetara su dedo, sonriéndole cálido.

— Estoy bien, no fui yo la que parió un niño hoy — sonriendo— Y amamantar me está doliendo un poco, se siente extraño, pero supongo que con el tiempo te acostumbras.

— Me da mucho miedo que algo te suceda, Aradia... No me gusta que sientas dolor y escuché a tu madre.... Parecía estar sintiendo mucho de eso...

Acariciando mi panza, apoyando su mano en el lugar dónde las pequeñas se movían.

— El dolor, trae recompensa, escuchaste cuanto le dolió a mi madre, sí, pero mira esta cosita de aquí ¿No crees que valió la pena?

Se acercó lo suficiente para que pudiera recargar mi espalda en su pecho, acariciando mi panza en movimientos circulares mientras Airam bebía.

— Vale la pena, tienes razón ¿Tu papá vio los ojos de Airam? Es su vivo reflejo, cabello negro, ojos grises, pero tiene la piel tan clara como tu madre ¿Cómo serán nuestras niñas? ¿El cabello de quién? ¿Los ojos de cual de nosotros? ¿Qué rasgos predominarán? ¿Qué personalidad tendrán? Porque no mentiré, los De Santis sí somos diferentes, somos peculiares.

— Y eso me encanta de ti, me enamoré porque eras tú ¿Recuerdas? Y sean como sean las niñas... las amaremos.

Ardan le sacó los gases al bebé y entre ambos lo mudamos, recostando a Airam entre ambos, cubriéndolo con su manta, arrullándolo hasta dormirse.

Ya quiero que nazcan... quiero que este lugar esté lleno de niños.

— ¿Crees que puedo ser un buen padre, Aradia?

Preguntó el rubio de repente, arrancándome del letargo.

— Serás el mejor, no tengo dudas sobre eso.

***

Mi trabajo de parto se adelantó dos semanas, estaba discutiendo con un par de imbéciles en mi despacho cuando reventé fuente y las contracciones comenzaron, por supuesto no iba a desgastarme con estos dos, embarazada y todo, sigo siendo el Boss, tomé el arme y les disparé en ambas piernas para que no pudieran moverse del lugar hasta que alguien me reemplazara, y por alguien, debería ser Rhett como mi segundo, pero además de mi segundo, es el padre de estas niñas, por lo tanto, Dane se hará cargo.

Las mucamas corrieron la voz rápidamente y en menos de tres minutos ya estaba siendo llevada arriba por Ardan, Rhett estaba ya en el cuarto coordinando todo lo que necesitaríamos, notificando a las casas que comenzó el trabajo de parto, preparando la fiesta de bienvenida como era tradición, aunque yo no sé cómo lo hacen esas mujeres para seguir adelante luego de expulsar un niño, mamá estaba agotada ¿Por qué yo sería diferente?

Mamá, papá y Airam llegaron más rápido de lo que pensé, mi progenitor se quedó con mi hermano pequeño y Travis que la ansiedad se lo está comiendo vivo por conocer a sus hermanitas, Ardan y Rhett se encargaron de acomodarme en la cama y ponerme cómoda en lo que mamá se ponía todo su equipamiento y contaba cuantos centímetros de dilatación tenía.

— ¡Llegó el momento! — dijo mi progenitora con emoción— Te diré lo que me dijo Santino en mi primer parto, mi amor ¡Eres una guerrera, no una perra débil! — señalándome— Recuerda toda la mierda que has superado, parir un bebé... o dos, es un juego de niños, tú puedes.

Estrujé las manos de mis esposos sintiendo una nueva contracción, el dolor me atraviesa, me duele todo y a la vez no sé dónde específicamente.

— Ahora comprendo por qué odiabas a papá... — gruñendo— Los odio a ustedes dos en estos momentos por haberme preñado.

— Fue Ardan, Ardan tiene la culpa.

Se defendió Rhett.

— No, fue Rhett, él se descuidó, nosotros follábamos pensando que el implante servía, tu culpa.

Lavándose las manos del asunto al ver que realmente estaba odiándolos.

— Viene Aless en camino — avisó mi mamá ignorando al par de tontos que tengo por maridos— En caso de que... algo se complique, pero no creo — se apresuró a decir— Mi parto y el tuyo no tienen por qué ser iguales, los estados de animo influyen y yo estaba muy angustiada en ese tiempo, ya sabes lo que dicen, si eres pesimista, sólo te pasarán malas cosas, y tú has sido una pre mamá muy feliz así que no serán iguales, no habrá problemas.

Ardan la miró y luego me miró a mí, preocupado.

— No va a pasar nada malo, Bombón, me aseguraré de que así sea.

Ahora era un manojo de nervios.

— ¿Y si sí me pasa?

— Aradia, no hables estupideces — me regañó Rhett— Jamás permitiremos que algo te suceda, todo estará bien.

— ¿Y si sí pasa? No hemos hablado de eso, muchas cosas pueden salir mal si no estamos preparados para eso. Si algo me sucede, las niñas tienen que sobrevivir, ellas son la prioridad, no yo.

— Aradia, nada va a pasar.

Dijo Rhett, molesto y preocupado por igual.

— ¿Y si sí? Tengo miedo, Rhett, y me duele, me duele mucho todo.

— Seis centímetros.

Avisó mamá.

— Te juro por mi vida que nada te va a pasar, mi tío se a preparado en caso de que algo suceda, estarás bien, eres toda una guerrera ¿No? Y prometiste quedarte siempre conmigo ¿Aún no comienza y ya quieres rendirte?

Ardan tenía razón... ¿Por qué siempre me rindo antes de comenzar? ¿Por qué siempre me pongo en el peor escenario?

— ¿Cómo es una mujer Petrova, Aradia?

Me preguntó mamá, seria.

— Fuerte, despiadada, cruel, inmune al dolor, y capaz de renacer de las cenizas si es posible.

— ¿Entonces? ¿De qué mamadas te estás preocupando? Esto es un tipo diferente de dolor que agregaremos a la lista — tres toques en la puerta desviaron nuestra atención— Ese debe ser Aless, tú tranquila, no mirará, sólo se quedará dentro en caso de que lo necesitemos.

— De acuerdo.

Asentí rápidamente, estrujando las manos de mis maridos, soportando una nueva oleada de dolor.

— ¡Adelante!

Gritó mamá dejando pasar a Aless.

Todo lo que pude ver es la mirada curiosa de mis familiares, Sabina se muere por entrar, está preocupada.

— Pequeña Boss, tú tranquila — dijo acercándose de manera que no invadiera mi privacidad, sentándose junto a Ardan— Me ocuparé de todo, así que tú solo maldice a tus esposos y rómpeles los dedos.

— No les des ideas, papá, por favor...

Dijo Rhett, tomando la liga que mantiene en su muñeca siempre, consejo de su padre, atando mi cabello mientras Ardan seca mi sudor, son todo un equipo ahora.

— Ocho centímetros — avisó mamá— Estamos cerca, cariño, muy cerca.

Dándome ánimos.

Tres toques en la puerta volvieron a interrumpirnos.

— ¡¿Aún nada?! ¡Estoy a dos segundos de un paro cardiaco!

Gritó papá desde el pasillo.

— Joder... ese hombre siempre queriendo tener paros o infartos — rodó los ojos mi madre— No se queda tranquilo en mis partos y tampoco los tuyos, joder con los hombres Marchetti.

No estaba de ánimos para responder, soporté el dolor, me puse de pie y doblé mi cuerpo en la cama, mamá hizo girar mi cadera para aliviar el dolor mientras Ardan acariciaba mi espalda, sentía que rompería mis dientes en cualquier momento por la presión ejercida, esos dos centímetros fueron todo un tormento, una hora por esos dos centímetros, joder... pero al menos sé que Eris y Ares se encargan de la fiesta, Santino les está ayudando, sólo debo preocuparme por parir dos niñas sanas, sólo eso y ya.

— Ok, tesoro, llegó el momento — dijo mamá acomodándose entre mis piernas otra vez— Puedes hacer esto, necesito que pujes, tuvimos esas lecciones sobré qué y cómo pujar, así que adelante, estamos aquí para ti, trae a mis nietas al mundo.

Sujeta por Ardan y Rhett, pujé con fuerza sintiendo una fuerte presión en mi entrepierna, nunca sentí un dolor como este y yo pensé que ya lo había sentido todo, pero la vida está llena de sorpresas.

— Vamos, hija — me animó mamá— Veo la cabeza, otro esfuerzo, estas niñas están ansiosas por conocerte.

Ya vienen, ahí vienen y todo va bien por el momento, pronto estarán conmigo, pronto estas bebés amadas y esperadas por todos vendrán a atemorizar al bajo mundo.





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BUENAS BUENAS HIJAS DE SATÁAAAAN

CÓMO LAS TRATA LA COCHINA VIDA?

REGRESAMOS CON TODO EN ESTE CAPITULO

LOS BEBÉS ESTÁN COMENZANDO A NACER

CAESAR SIGUE SIN SUPERAR SU MIEDO AL PARTO JAJAJAJAJA SIGUE DANDOLE UN MIEDO TERRIBLE

ALESS ES TODO LO QUE ESTÁ BIEN EN ESTA VIDA, ES QUE LO AMO

SANTINO SIGUE SIENDO SU APOYO PARA PARIR, ESTE HOMBRE ES OTRO MÁS QUE ES TODO LO QUE ESTÁ BIEN EN ESTA VIDA.

ARADIA AL VER EL SUFRIMIENTO DE SU MADRE COMENZÓ A TEMER, Y ES QUE NO ES NINGUNA BROMA PARIR UN CRÍO

PERO NATASHA SUPO TRANQUILIZARLA, NAT, TE REZO, MUJER

ARADIA FUE LA PRIMERA EN DARLE LECHE A SU PEQUEÑO HERMANO, NAT ESTABA MUY CANSADA Y NECESITABA COMPONERSE

ELLA Y ARDAN SE ENCARGARON HASTA QUE ELLA PUDO HACERLO, ARDAN TODO PREOCUPADO DE SU PUEDE SER UN BUEN PADRE ¿QUE NO VE A TRAVIS? ESE NIÑO LO AMA, ÉL SERÁ UN INCREIBLE PADRE

Y LLEGÓ EL PARTO DEL BOSS!!

ARADIA ESTÁ CON EL MIEDO VIVO A QUE ALGO LE PASE YA QUE A SU MAMÁ LE RESULTÓ ASI EN SU PARTO MULTIPLE

ALESS LLEGÓ COMO APOYO EN CASO DE QUE ALGO SUCEDIERA

PARECE IR TODO BIEN EN ESTE MOMENTO 

YA QUIERO CONOCER A ESAS NIÑAAAAAS

AAAAAAAH!!

NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO BBCITAS

BESITOS EN LA COLA





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