Capítulo 65

Para cuando vi a Sabina entrar al cuarto en vez de a mis hombres, me quedó más que claro que no iban a venir a tener sexo sentimental y encontraron algo más interesante que hacer, lo que personalmente no sé qué sea, ya que nada les interesa más que el sexo.

— ¿Qué pasó?

Rodé los ojos, cruzándome de brazos.

— Sorpresa sorpresita, Rhett se escapó de nuevo y Ardan intenta alcanzarlo, no sé — encogiéndose de hombros— Hay tres babosos en tu despacho ¿Vamos a jugar?

En algo tendré que ocupar mi tiempo ya que mis maridos tienen cosas más importantes que el sexo, mi padre debería darles clases de prioridades.

— Vamos a jugar.

Accedí, bufando.

— Por cierto, Ardan dijo que después recibirá su castigo — extendiendo dos cuchillos de oro, del juego que le regalé al rubio hace años— Uno para Rhett y uno para él, que seas creativa y no te contengas, que eso lo excita.

Me levanté de la cama, tomando los cuchillos, ese hombre no tiene remedio.

— Es tan... idiota — guardándolos en los espacios de la alforja en mi pantalón— Yo amenazo con apuñalarlo para que se asuste, pero no, tu primo lo disfruta.

Dejando el cuarto junto con ella.

— Bueno, es un De Santis ¿Qué esperabas? Mejor amenázalo con tirar todas sus armas, eso sí que lo va a asustar.

Tocándose la panza, es una especie de tic nervioso de las embarazadas, las manos solas se van al bulto en el vientre.

— Lo tendré en mente para la próxima.

Sujetándome la panza para bajar las escaleras, esta cosa pesa un montón.

— ¿Y has pensado en nombres? — preguntó, llegando a la planta baja fresca como lechuga— Son dos niñas, en más de algo habrás pensado, las mujeres siempre elegimos el nombre, o quizá el par de bobos que tienes por esposos quisieron romper esa regla también y ya eligieron algunos.

— Bueno, ambos dijeron que podía elegir, lo hablamos, y sí, tengo un par de cosas en mente. Mamá me llamó Aradia, la primogénita con un nombre del infierno para aterrorizar a todo el bajo mundo, mis hijas serán lo mismo, por lo tanto, pensé en Perise, conocida como el hada del infierno, y Tamar, reina del desprecio, Perise será la primera en nacer y heredará el cargo de Boss, Tamar la segunda, pero no menos importante, será la mano derecha de su hermana, harán todo juntas, siempre, la misma educación, el mismo entrenamiento, las mismas oportunidades, no haré diferencias.

— Me gusta, me gusta — sujetando el pomo de la puerta del despacho— El bajo mundo va a temblar cuando se dé a conocer la noticia — abriendo la puerta para mí— Ahora, a divertirse.

Viendo a los sujetos amarrados de pies y manos en el piso, amordazados.

— Vaya, vaya, vaya ¿Creyeron que iban a poder escapar de mí? ¿En realidad creyeron que iban a poder escapar sin consecuencias? — acuclillándome frente a uno, sujetándolo por el cabello— Hay tanta seguridad en esta casa que nueve de las muchas cámaras que hay lograron captar sus rostros ¿Intentar matarme? ¿A mí? Si eso fuera fácil hubiese muerto hace muchos años.

Soltándolo y tomando uno de los cuchillos que cargaba, deslizándolo por su mejilla, disfrutando al ver su agonía.

— Embarazada y todo, mi Boss es superior, pedazos de mierda ¿Quién será el afortunado en vivir lo suficiente para entregar el mensaje?

Como lombrices comenzaron a retorcerse en el piso intentando ser elegidos, mis hombres ni siquiera hubieran pestañeado, aquí ninguna vida es superior a la otra, el azar es quién decide, siempre.

— Te dejo escoger, Sabina ¿Cuál se ve más rápido? — deslizando el cuchillo por el brazo de otro— ¿Cuál parece ser quien llegará más lejos?

Clavándole el cuchillo en la pierna a otro.

Tres sujetos ensuciando mi perfecto piso.

— Mmm... este — señalando al azar— Pero, no necesita ambos ojos ¿Cierto? Es completamente innecesario.

— Concuerdo contigo.

Pataleó e intentó gritar mientras yo lo sujetaba y Sabina le arrancaba el ojo, disfrutando al máximo de ser verdugo el día de hoy, emoción que se vio afectada por la puerta abriéndose y mi papá asomando medio cuerpo.

— Estoy en medio de un castigo papá ¿Qué no ves?

Señalando al sujeto con el cuchillo.

— ¿Averiguaste el sexo de los bebés?

Entrando a pesar de todo, cerrando la puerta, ignorando mi actuar.

— Más tarde, estoy ocupada.

Sacó su arma y le disparó en la cabeza a los tres idiotas, arruinándolo todo.

— Joder ¿Y ahora quién envía el mensaje?

Mirándolo mal.

— Sin ofender, señor Caesar, pero acaba de cagarla.

— No necesitan a uno vivo, dejen que el experto les enseñe — acuclillándose junto a nosotras— Si saben quienes fueron, sólo tienen que poner estas tres cabezas en una caja de regalo y enviárselas personalmente para que vean lo que ocurrirá si lo intentan otra vez, mensaje más que recibido.

Sabina y yo formamos una O perfecta, asintiendo.

— Aún puedes enseñarme cosas, papá.

— Por supuesto que sí, ahora córtenles la cabeza, que alguien se deshaga del cuerpo, y necesitamos cajas grandes — Sabina ya estaba comenzando a cortar, tarareando una canción mientras tanto— ¿Y qué hay del sexo? Me lo perdí.

— ¿Dónde está mamá? Me gustaría darles la noticia juntos.

— Se la llevó Rhett hace cinco minutos, el baboso dice que se está escondiendo de ti ¿Qué le hiciste?

Rodé los ojos.

— No le hice nada, él y Ardan están jugando a las escondidas, yo tengo trabajo que hacer.

— ¿Y si vamos a dejar las cabezas nosotros? Yo te acompaño, iremos con un buen número de escoltas, para que salgas un rato de la casa ¿Qué dices?

Me lo pensé, no sé si sea bueno dejar la seguridad de la casa.

— Vamos, será algo padre e hija, conmigo jamás nada te va a pasar.

Insistió mi progenitor.

— Señor C, sin ofender, pero estoy aquí y yo también quiero ir.

Puntualizó la rubia señalándolo con el cuchillo empapado en sangre, chorreando líquido carmesí a sus pies.

— Pues será algo así como salida padre, hija y casi sobrina entonces ¿Contenta?

— Contenta.

Siguiendo en su labor de cortar cabezas, muy animada.

— Cosa seria la rubia loca.

Señaló mi progenitor.

— Por algo es mi jefa de seguridad y asesina.

— Dónde ella va, yo voy, soy su sombra, señor C.

— Me queda claro, niña.

— Corte cabezas usted también ¿O tiene las manos de oro?

Papá alzó las cejas, sorprendido por como le estaban hablando, digamos que aún no se acostumbra a las faltas de respeto, o a la falta de autoridad, sigue adaptándose.

— No tengo más que una pistola encima.

Se excusó.

— Pues está perdiendo el toque — extendiéndole otro de sus cuchillos— Jamás debe ir con una sola opción encima ¿Qué pasaría si nos pillan por sorpresa? Un soldado siempre está listo.

— Y ahora me das clases ¿Qué te crees, niña? Eres igual de presumida que tu padre.

— ¿Cuál padre?

— El de los huevos de dónde saliste.

Carcajee bajo escuchándolos discutir, esta era la escena familiar con más normalidad que he tenido en la vida, quiero hacer más cosas con mi papá.

***

Con las cabezas dentro de bonitas cajas de regalo, nos montamos en el auto y fuimos directamente a entregarlas a esa casa de mierda, les di personalmente mi advertencia sin la intervención de papá, muy orgulloso al pendiente de nuestro alrededor, ya todo dicho, el olor a pólvora inundó mis fosas nasales, mis hombres encontraron muy divertido dispararle a un par de sujetos ¿Quién soy ya para acabar con su diversión?

— ¿Quieres ir por helado? Quieren, mejor dicho.

Corrigiéndose, Sabina estaba muy entretenida sacando medio cuerpo por la ventana superior del auto, disparando.

— No creo que sea buena idea pasar tanto tiempo fuera...

Papá jaló a Sabina hacia adentro, mirándola mal.

— Tonta ¿Podrías no exponerte tanto? Tú también estás embarazada.

— ¿Le dices a una De Santis que no salte a la acción? Señor C, creo que estuvo demasiado tiempo de vacaciones.

Papá rodó los ojos y miró el techo con agotamiento.

— ¿Quieren helado o no?

— La respuesta es siempre sí.

Dije yo.

— Si ella va, yo también, pero usted paga, por menso.

Apreté los labios para no reír, poner a estos dos en el mismo espacio será mi pasatiempo favorito desde ahora.

— Por el diablo... Sabina, voy a matarte.

— Mi viejo estaría muy en desacuerdo con eso, señor C.

— Vamos por helado — dije— Quiero uno de cinco sabores.

— Demasiada azúcar, Aradia.

Protestó papá tocando el hombro del chofer para que se pusiera en marcha.

— Quiero cinco sabores, papá ¿Le vas a negar su deseo a una indefensa y pobre mujer embarazada?

— De indefensa y pobre no tienes nada.

— Cinco sabores.

Cruzándome de brazos.

— ¿Chocolate, banana Split, dulce de leche? Pide lo que quieras, que yo te lo compro, Aradia — dijo Sabina— No necesitamos al tacaño de tu padre.

— ¿En qué estaba pensando cuando decidí salir con las dos?

Fácilmente se podría arrancarlos los ojos ahora, estaba un poquito superado con la situación.

— Sabina me comprará mi helado así que puedes devolverte a casa si quieres.

— Están locas si creen que saldrán sin supervisión, vamos a la heladería más cercana.

He ganado.

Y así es como terminé con seis sabores de helado, comprados por papá, por supuesto, nunca me dice que no.

***

Regresamos a casa casi a las ocho de noche, papá insistía e insistía en ir a otro y otro lugar, reservó una sala de cine sólo para nosotros, escoltas por todas partes, luego nos llevó al zoológico, la gente ni siquiera se atrevió a respirar a nuestro alrededor, mis escoltas no intentaron ser discretos, después a McDonald's, dijo que iba a llevarme a todos los lugares que no me llevó de niña y lugares a los que Ardan se le adelantó, que como papá iba a recuperar el tiempo perdido sí o sí.

Y no me quejo, lo pasamos estupendo, pero yo tenía una reunión con los lideres mafiosos y fallé, esto no debía pasar, nada se antepone a mis obligaciones y papá parece haber olvidado esa parte, podría haberme avisado que quería salir y yo modificaba mi agenda, pero hoy tenía cosas que hacer.

— ¿Dónde está mi móvil? Tú lo tomaste —señalando a mi progenitor, cargando el unicornio que Sabina se ganó en tiro al blanco— Necesito hacer un par de llamadas... varias llamadas.

Extendiendo mi mano hacia él.

— No quiero. Hoy es día de padre e hija.

— Y casi sobrina.

Puntualizó Sabina siguiéndolo al interior de la casa.

— Papá, tengo que trabajar, mi agenda debe ser un desastre, Rhett va a matarme por no aparecer durante todo el día.

— Que te diga algo y el que va a matarlo soy yo ¿Ahora sí quieres decirme el sexo de mis nietos?

— Ya te dije que cuando mamá esté contigo.

— Agh... mocosa de mierda estresante.

Se quejó lanzando el unicornio al sofá, unicornio del que Boris se adueñó.

— No es mi culpa que no comprendas, quiero decirle a los dos juntos.

— Aradia, llegaste.

Rhett asomó la cabeza por la sala y yo sentí el verdadero terror, como esposo era un algodón de azúcar, pero como Segundo, sigue siendo igual de aterrador.

— Tengo una muy buena explicación de por qué desaparecí todo el día.

— Ven conmigo, si es necesario trabajaras toda la noche para ponerte al día, hoy tenías montones y montones de documentos que autorizar, personas que recibir, idiotas que matar ¿Y que hiciste? Nada.

Miré mal a papá, todo era su culpa.

Sonriendo inocentemente extendió el móvil apagado hacia mí, una disculpa silenciosa.

— Fue culpa de él, mátalo a él.

Que se lo coman los tiburones, yo necesito salvarme.

— Vamos, Aradia, la hora corre y tenemos mucho que hacer.

Bufando caminé hacia él, siguiéndolo por el pasillo hacia la puerta exterior, dejando la casa, doblando a la izquierda.

— Creí que iríamos a mi oficina.

— Pasó algo, tenemos todo listo, los lideres están conectados, Ardan habla con ellos mientras tanto, como esposos es nuestro deber involucrarnos en tus temas para poder ayudarte.

— A la mierda ¿Por qué no llamaron a Sabina o a mi papá? ¿Qué pasó? ¿Es necesario volar? No voy a quedarme fuera.

Caminando hacia la mesa que prepararon en el exterior, había tantas pantallas como lideres de los tratados, podía verlos a todos, las luces iluminando el espacio, Ardan apoyado en la mesa hablando con ellos, las casas vistiendo como si esto fuese algo previo a la guerra, todos están aquí y comienzo a preocuparme, fui una completa irresponsable.

— Lamento la tardanza, pasaron muchas cosas hoy — posicionándome junto a Ardan— Qué es lo que está pasando ¿Qué es tan grave para tener que hacer esto?

Se me estaba subiendo la presión, estoy preocupada.

— Díganos usted, Boss, sus esposos convocaron la reunión, nos pidieron reunir a todos nuestros hombres, todos estamos en el exterior, no comprendemos.

Explicó Kenji. Me vi tentada a preguntar por Travis, pero no era el momento.

— ¿Qué está pasando?

Mirando a Rhett y Ardan, ambos sonrientes y lo suficientemente cerca para que la cámara también los mostrara.

— Como Boss, tu embarazo es algo muy importante, Aradia — explicó Rhett— Y ahora, siendo mujer, poderosa, temida, respetada, el hecho de que los bebés sean hombres o mujeres no es tema, saben que sea lo que sea, estará a la altura y podrá hacerlo igual de bien, así que pensé en anunciar el sexo de nuestros hijos a lo grande.

— El legado de los Marchetti perdura — continuó Ardan— Dos herederos igual de crueles, fuertes, dispuestos, poderosos y capaces hasta de lo imposible, como su madre.

Papá y Sabina cruzaron por detrás de la mesa guiñándome un ojo, posicionándose en sus respectivas casas.

— Por favor todos miren el cielo — dijo Rhett con el móvil pegado a la oreja— El Boss presentará el sexo de su legado.

Tan sorprendida como el resto, miré el cielo, los fuegos artificiales no se hicieron esperar, letras en rosa iluminando el cielo MDC, Marchetti De Santis Coppola, mi legado, chicas.

Miré las pantallas viendo que lo mismo pasaba en todos los países del tratado, drones soltando humo rosa formando las letras en el cielo diurno, fuegos artificiales para iluminar el cielo nocturno, haciéndoles saber a todos los lideres que mis hijas tomarán el poder.

Las casas comenzaron a celebrar mientras los fuegos artificiales siguen iluminando el cielo aquí en casa, la champaña no tardó en hacer aparición, estaban celebrando, realmente estaban celebrando que tendría niñas, no pude evitar reír mientras acomodaba mi cabello, todos estaban felices, los países aliados celebraban, ya no era una deshonra, mis hijas no vivirán el calvario que yo viví, ellas no desearán estar muertas cada día de su vida, como yo, para ellas será mejor, todo será mejor.

— Felicidades Boss — Dijo el francés— Muchas felicidades por la próxima Boss.

— Felicidades, será una líder innata, como usted.

Dijo Kenji, tan educado siempre.

Y así todos comenzaron a felicitar por la revelación del sexo, el cielo aún adornado con las iniciales de los apellidos unidos.

— ¿Por esto papá me entretuvo todo el día? ¿Esto es lo que estuvieron planeando?

Mirando a mis esposos con la sonrisa más amplia que he tenido en la vida.

— Es bueno que tu padre no quiera matarme ahora, trabajamos juntos en esto —explicó Ardan— ambos círculos, tu madre y tus hermanos, todos trabajamos para que lo de hoy fuera todo un éxito.

— Cambiaste las reglas Aradia, sólo ve lo que has conseguido — señaló Rhett a las casas bebiendo y armando toda una fiesta para celebrar la revelación de sexo— Sangre, sudor y lágrimas derramaste para que las próximas generaciones no vivan lo que tú viviste.

— Saben que sin ustedes no lo hubiese conseguido — acercándome para abrazarlos— Tuve apoyo... gracias por no dejarme sola.

Ambos besaron mis mejillas, dando un paso atrás para que mis padres me abrazaran ahora, de pasada rápida papá saludó a los líderes diciendo lo muy orgulloso que estaba de mí.

Escuchar su aprobación... siempre me ha gustado escucharlo.

— Aradia, tu mamá me contó que ya sabes la historia tras el nacimiento de los mellizos — dijo Aless jalando de mí para darme un abrazo— Si algo se complica, voy a estar para ti también, nadie murió ese día, por tu mamá haría lo que sea — se alejó un poco, sonriendo— Juré protegerla hasta el último de mis días y juré protegerte a ti, así que sólo... si me necesitas, llámame.

Se me soltaron un par de lágrimas, el embarazo me tiene hecha una llorica, pero creo que tengo razones para hacerlo.

— Gracias Aless... te lo he dicho, como papá sustituto eres el mejor.

— ¿Y yo qué, mocosa? Yo también quiero un abrazo.

Dijo Santino, acercándose para abrazarme y besar mi coronilla.

— Tú también eres el mejor papá sustituto —disfrutando de sus brazos cálidos, seguros y conocidos, como los de mi papá— ¿Quién me llevó al altar en la primera boda?

— Yo lo hice...

— Eso es porque realmente los quiero, los quiero mucho...

Papá me jaló fuera de los brazos de ambos, abrazándome de los hombros, sobreprotector.

— Ya tienen suficiente de Nat, con Aradia no es negociable.

— Eres un celoso — respondió Aless— Natasha querida ¿Vamos a hacer travesuras detrás de los árboles?

Mamá carcajeó, acercándose.

— Me puse un vestido para facilitarte la tarea.

Le siguió el juego, y papá ya se estaba jalando de los pelos, mejor dejarlos discutir a ellos con sus temas, sus juegos de intercambio de parejas no son cosa mía, yo ya tengo mi trío perfecto.

— ¿Nos unimos a la fiesta? —Preguntó Sabina, acercándose feliz, sujetada por Vincenzo antes de que se me lanzara encima, hay cosas que no cambian— Quiero bailar ¿Tienes batería para un bailecito?

— Siempre me queda energía para los desmadres, y ustedes dos —señalando a mis esposos— Espero sexo sentimental cuando nos acostemos, porque estoy feliz y esta es la mejor sorpresa que he recibido en mi vida.

Las mucamas ayudaron en la misión de ambientar el enorme almacén en la propiedad para comer, beber y bailar hasta quedar tirados.

Yo sólo sé que quiero mi sexo sentimental y me veo tentada a hacer uso de la idea de Aless y arrastrar a mis maridos al bosque para hacer lo que muchas parejas borrachas están haciendo, los niños están durmiendo en los cuartos en casa, por lo que nadie saldrá traumado hoy.







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BUENAS BUENAS HIJAS DE SATÁN

EL CAPITULO COMIENZA CON EL ESCAPE DE LOS ESPOSOS JAJAJAJAJA

Y ARADIA MUY ESPERANDO

AL MENOS SABINA FUE SU ESCAPE Y FUERON A DIVERTIRSE PARA MANDAR UN MENSAJE 

CLARO QUE CAESAR  CASI LES ARRUINÓ LA DIVERSIÓN, PERO LES ENSEÑÓ OTRAS MANERAS DE TORTURA

Y PAPI DEL AÑO LA LAS LLEVÓ DE PASEO PARA JUGAR CON SUS ENEMIGOS

AL CINE, A COMER HELADO, COMIDA CHATARRA, EL ZOOLOGICO, CELOSO POR LOS LUGARES A LOS QUE ARDAN LA LLEVÓ, ÉL QUERÍA LO MISMO

SABINA Y CAESAR TODO UN CASO JAJAJAJAJA SE TERMINARÁN MATANDO UN DÍA DE ESTOS

Y ARADIA SINTIÓ EL VERDADERO TERROR JAJAJAJA  CUANDO ESCUCHÓ QUE ALGO HABÍA PASADO SE LE SUBIÓ HASTA LA PRESIÓN

BIEN EN SECRETO QUE TENÍAN TODO ARDAN Y RHETT, PREPARARON TODA UNA REVELACIÓN DE SEXO A LO GRANDE COMO ELLA LO MERECÍA

CAESAR Y SABINA ESTABAN CONFABULADOS EN TODO ESTO, SU MISIÓN ERA ENTRETENERLA Y BIEN QUE LO HICIERON

ALESS TODO UN AMOR COMO SIEMPRE, LO AMO

Y VISITAR EL BOSQUE SE VE COMO UNA BUENA IDEA EN ESTOS MOMENTOS

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO BEBAS

BESITOS EN LA COLA 




XOXOXOXOXO♥️

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