Capítulo 54
Rhett y yo estábamos intentando dormir, tuvimos un día intenso, él con todo el papeleo con las chicas, jalándosela para sacar espermatozoides de calidad, las chicas elegidas pronto tendrán buenas noticias para ellos, Rhett y Dane estaban felices de poder cumplir con su obligación de darle un círculo íntimo al próximo Boss, mi hijo o hija, lo cual es un... poco extraño porque yo tomé el poder hace poco y no pienso abandonarlo rápido, pero pasarán años antes del traspaso así que ¿Por qué preocuparse de eso ahora?
Mi día estuvo ocupado por razones totalmente diferentes, tuve que pasar por obligación todo el puto día con las mucamas para la supervisión de los cuartos, los colores, los muebles, la seguridad, porque muchos querrán matar al heredero del poder para ponerse en el trono, lastima que no podrán poner un solo pie en esta casa, vivo con dos asesinos formidables sobreprotectores hasta decir basta y un castañito obseso por mi seguridad, así que... todo bien, todo seguro.
— No puedo dormir... — admití en medio de un suspiro— Extraño a Ardan me acostumbré a dormir con ambos.
Rhett giró en la cama y me acercó a su cuerpo, frotando mi espalda.
— Debo decir que yo también lo extraño — suspiró— Me gusta Ardan, ese... maldito rubio hizo lo imposible para que... me gustara y lo consiguió, es extraño estar los dos solos ¿No crees?
— Ofendes a Boris — Carcajeé bajo, mirando sobre mi hombro al pequeño oso que duerme plácidamente— Pero sí, es extraño, me acostumbré a dormir y despertar con ustedes en la cama ¿Cuánto más tardará su viaje?
— Se fue hoy, no exageres — riendo— Pero... ya que él no está y a mí me da un poco de vergüenza hablar sobre el tema estando el rubio presente ¿Podemos... hablar? Eres en quién más confío para hablar sobre esto.
Me alejé un poco de él apoyando mi peso en el codo, recostándome de lado.
— Tienes toda mi atención, sabes que siempre puedes contar conmigo.
Adoptó mi posición y relamió sus labios, la confusión visible en su rostro.
— Bueno es que... yo quería saber cómo... te sentiste antes de tu primera vez.
Abrí mis ojos con sorpresa, esperé de todo menos eso.
— Bueno... fue difícil tomar la decisión, no porque hubieras sido tú —me apresuré en decir— Estaba asustada porque perder mi virginidad podría ser catastrófico para mí, podía perderlo todo, podían catalogarme como indigna, entonces... Estaba aterrada, además, fue doloroso, pero luego me sentí muy bien, duele sólo el comienzo porque el cuerpo, mi cuerpo, no estaba acostumbrado a ese tipo de... acciones, pero cuando comienzas... ya no puedes parar, entras en un estado de frenesí, el dolor pasa a segundo plano, te sientes tan bien, cosquillea cada rincón de tu cuerpo... quieres más y más y más de esa sensación desconocida que te hace perder la cabeza, es increíble —le sonreí— ¿Estás... pensando en hacerlo con Ardan?
Se sonrojó.
— Bueno... tomé la decisión en Hawái, él me estaba coqueteando y yo insinué que lo haría para cuando él mejorara, pero... me estoy acobardando, digo... quiero hacerlo, se sintió bien ese juego con los dedos y el vibrador, pero me da miedo que me duela y entonces pensé en ti, yo fui un bruto contigo, siento que Ardan me va a partir en dos y va a ser el karma por no haber sido delicado contigo.
Acaricié su rostro, deslizando mi índice por su frente para estirarle el entrecejo.
— Bueno, sí, fuiste un bruto, pero luego lo pasamos muy bien. En cuanto a Ardan, no te preocupes del dolor, él es realmente tierno y paciente — sonriendo— Para nuestra boda y la primera vez que estuvimos juntos, ya había pasado un tiempo desde que estuve con alguien, Ardan simplemente no caía, estaba muy apretado todo ahí abajo, pero él fue muy delicado, muy dulce, me preparó bien y preguntó todo el tiempo si es lo que quería, si estaba bien o si quería seguir, para él, mi placer y mi bienestar estaba por sobre su propio placer, sabes que Ardan es un tipo dulce, romántico y atento cuando se trata de nosotros, si quieres hacerlo con él, te aseguro que estarás en muy buenas manos.
Rhett asintió intentando ocultar la sonrisa traviesa que se formó en su rostro, alguna imagen se le pasó por la cabeza y probablemente quiere recrearla.
— Está bien, está decidido, lo haré con él en cuanto regrese, nos divertiremos mucho los tres.
— No, yo no — acercándolo a mi cuerpo, acariciando su cabello dejando que su cabeza descansara en mi pecho— Esa noche será tu noche, quiero que Ardan te preste toda la atención del mundo a ti, quiero que se tome su tiempo y te ame como tú lo mereces, yo ya tuve mi primera vez con él y es justo que tú tengas la tuya.
— Aradia, pero...
— Pero me quedaré mirando porque es lo más sexy del mundo verlos a ustedes dos ¿Puedo?
Carcajeó rodeando mi cintura con sus brazos.
— Eso era lo que me incomodaba, hacerlo sin que tú estés ahí, pero si estarás mirando, todo está perfecto, sólo tengo... una petición ¿Podrías ayudarme con una cosita?
— Las que quieras.
Me pareció un poco descabellada su petición, pero si eso lo ayuda a relajarse y dejarse llevar, lo haré por él, haría lo que fuera para que se sintiera cómodo.
***
Una de la tarde, bajé del auto con Travis de la mano, esperando a que mis hermanos bajaran del auto tras de mí, reuniéndonos en la entrada para entrar a la casa principal Marchetti, anoche llamé a mamá y le pregunté si podíamos venir a comer, claro que aceptó de inmediato prometiendo tener preparados nuestros platillos preferidos.
— ¡Mis niños bellos, llegaron!
Ares atrapó a mamá antes de que se lanzara sobre mí, no sería bueno que los bebés tengan demasiado movimiento, ya bastante sorprendida me tiene que mi propio bebé haya sobrevivido a todos los golpes y heridas que gané en ese horrible día en el que Eris desapareció, impresionante la fortaleza de mi hijo o hija, digno heredero del Boss.
— Sólo iba a abrazarla, y a mi nieto.
Se excusó mamá dejando caer sus extremidades mientras Ares la cargaba de la cintura sin problema con un solo brazo, caminando hacia el comedor.
— Sí claro, mamá, no engañas a nadie.
Sonrió Eris, inclinándose para besar su mejilla a modo de saludo.
— El egoísta de tu hermano no me deja besuquearlas como mis princesas merecen — hizo una mueca— Tampoco me dejó saludar a este bello chiquillo ¿Cómo estás, Travis?
— Muy bien, abuela ¿Y usted? ¿Cómo se ha sentido?
Tan educado mi chiquillo.
— Muy bien, tesoro, de maravilla ¿Ves Ares? Él sí pregunta.
Ares carcajeó.
— Mamá, sólo no quiero que hagas que mi hermanito o mi sobrino piensen que hay un terremoto, los golpes son peligrosos.
— Yo recibí balazos estando embarazada de Aradia, tenía una panza enorme — explicó la mujer— ¿Y crees que algo me pasó? Claro que no — se contestó sola— Somos mujeres fuertes, sólo mira a tu hermana, parece que se peleó con un cuchillo y se calló de las escaleras desde el piso cien — carcajeó— Y camina como si nada.
Entrando al comedor, viendo a papá supervisar las comidas hablando a las mucamas de lo importante que es satisfacer el hambre de dos embarazadas peligrosas si las hacen enojar teniendo objetos afilados o puntiagudos cerca, lo cual fue muy gracioso de escuchar.
— Mujeres Marchetti Petrova, hermano — le dije— Algún día vas a entenderlo.
Al escuchar mi voz, papá volteó el rostro, sonriente al vernos a todos ahí, pero la felicidad se transformó en confusión al ver a mamá siendo cargada por Ares.
La curiosidad le ganó y terminó acortando la distancia, sujetando a mamá para ponerla de pie.
— ¿Puedo preguntar qué pasó?
Besando la coronilla de cada uno a modo de saludo, incluida la de Travis, ese gesto hizo sonrojar al pequeño, ocultándose tras mi cuerpo, aún lo atemoriza un poco, pero mi padre intenta ser menos intimidante en su presencia.
— Mamá tiene la manía de lanzarse sobre Aradia, Ares la sujetó antes que eso para que los bebés no sufrieran daño alguno.
Explicó Eris.
— Buena atrapada, campeón — felicitó papá— Sería mejor si mi esposa con falta de tornillos intentara no lanzarse al piso tan seguido, es peligroso.
— La tía tampoco debería estar en el piso, es peligroso.
Dijo Travis sin salir de tras de mi cuerpo.
— Me agradas, chiquillo. Te confío a mi hija, los animales que tiene por pareja no van a cuidarla tan bien ¿Me prometes que vas a cuidarla?
Travis se inclinó lo suficiente para mirar a mi padre, asintiendo.
— Se lo prometo.
Acaricié el cabello del niño y sonreí a papá, quien me regresó la amplia sonrisa.
— ¿Cómo te has sentido, tesoro? ¿Nauseas? ¿Vómitos? ¿Dolor de estómago? ¿Cuándo vas a dejar que Yura venga para hacerte el ultrasonido y todo eso? Quiero ver a mi nieto, quiero fotos.
Carcajee negando divertida.
— Vas a ser un abuelo muy obsesivo, tu nieto estará más que protegido con todos los sobreprotectores que tiene cerca. Ardan está en un viaje de negocios, en cuanto regrese, llamaré a la abuela y le pediré que venga, también estoy ansiosa de ver ese punto gris que debería ser el bebé entre tanto negro. No se ve nada, pero quiero fotos, quiero ver al bebé, quiero escribir mes a mes sobre él, estoy muy ilusionada.
— Ya veo... más le vale regresar pronto ¿Cómo se atreve a dejar a mi niñita estando embarazada? ¿Dónde está el imbécil de Rhett? Creí que vendría contigo.
— Iba a venir, sí, pero se quedó atendiendo unos asuntos míos, era la única manera de que pudiera venir hoy.
Chasqueó la lengua.
Todos sabemos que Rhett le agrada, pero le encanta hacerse el duro.
— Bueno, vamos a comer entonces, tu mamá lleva al menos una hora preguntando si está listo el almuerzo, temo que me apuñale si no la alimento pronto, estos días es aterradora.
Tembló.
— Aradia está igual, las mucamas tiemblan cuando la ven, Rhett y Ardan se aseguran de alimentarla antes de cualquier conversación que pueda perturbar su estado de ánimo — carcajeó— Le tienen miedo.
Explicó mi hermana.
— Esa es mi chiquita cruel.
Felicitó papá.
Pasamos a la mesa agradeciendo la rapidez del servicio, viendo la humeante y generosa porción de lasaña repleta de queso en mi plato, podría salivar de tan sólo olerla, hace mucho que no como esto y de mano de quienes me acompañaron toda la infancia.
Las mucamas que ayudaron en mi crianza me felicitaron hasta decir basta, recibí abrazos y besos por parte de ellas, me atiborraron de pastel de chocolate y rollitos de canela, Rose lloró al escuchar la noticia de mi embarazo, ella es la jefa de mucamas en esta casa, estaba muy feliz por el regreso de mis padres también, lleva años trabajando en esta casa, es una señora de edad muy activa.
Oh joder... cómo extrañaba al personal de esta casa, ellas saben absolutamente todo de mí sin la necesidad de expresarles mis deseos, ellas lo saben todo.
Todos silenciaron al escuchar mi móvil anunciar una llamada, lo divertido fue ver la cara de mis padres al ver el nombre de quién estaba llamando.
"Papi".
— Caesar ¿Estás llamando a tu hija?
Se burló mamá, bebiendo de su té.
— ¿Por qué puedo imaginarme quién es el bastardo que llama a mi niñita?
Preguntó mi progenitor mientras le temblaban las cejas.
Intenté reprimir la risa para que el hombre no se enojara más y contesté la llamada.
— Hola, amor, debe ser temprano en Chile ¿Ya estás listo para ir a trabajar?
— Estoy listo, sí, y mi primer pensamiento al abrir los ojos fue llamar a mi esposa ¿Cómo te has sentido? ¿El bebé te ha dado problemas?
Sonreí como tonta llevando un poco de pastel a mi boca.
— Me siento de maravilla, no te preocupes, el bebé no me da problemas, estoy perfecto.
— ¿Y tu cuerpo? Las heridas deben ser un problema ¿Las mucamas te han dado problemas? ¿Has comido bien? ¿Quieres que renueve al personal? Diablos... me gustaría tanto estar allá, pero Max es una mandona.
Carcajee, su preocupación es adorable.
— ¿Te fuiste ayer y ya me extrañas tanto? — papá dejó caer el tenedor, aún no se acostumbra a esto— Mi cuerpo está bien, las heridas sanando, sabes que nunca han sido impedimento, soy una mujer fuerte, y estoy comiendo bien, de hecho, estoy en casa de mis padres ahora con los chicos, y no, no quiero que cambies al personal, no me agradan las mucamas, pero no me sentiría cómoda con desconocidos recorriendo los pasillos y preocupándose de nuestras comidas.
— Podría ocuparme de que fueran mujeres de confianza, puedo entrevistarlas yo mismo, sabes que no se me escapa nada, sólo quiero que estés cómoda, María me llamó y dijo que...
— No me interesa lo que María diga — rodando los ojos— Sólo... ¿Cuándo vas a llegar? Te extraño.
— Dos días más, dame sólo dos días, Bombón... y lamento lo de María... ¿Sabes? Se acabó, no más incomodidades para ti, cambiaré el personal, asegúrate de no volver a casa esta noche, cambiaré todo para que mañana regreses a tu casa, porque es tu casa, Aradia, compréndelo, no puedes estar incómoda en tu espacio.
— Pero Ardan, yo dije que...
— ¿Confías en mí?
— Por supuesto.
Respondí sin dudar.
— Entonces vas a estar bien, jamás pondría malas mujeres al cuidado de mi mujer y mi hijo.
— Bien... — rodé los ojos— Pero ¿Y Rhett? Dane vive su propia luna de miel con Ox aprovechando que Vincenzo y Sabina no están, así que...
— Lo llamaré ahora ¿O creías que desatenderé a mi futuro esposo? Adoro a ese hombre tanto como a ti, amor. Lo llamaré y le diré que vaya a la casa principal Marchetti con Boris por hoy ¿Eso está bien para ti?
— Sí, claro que sí, entonces te encargo avisarle al castaño, lo estaré esperando aquí, y... gracias por esto, sé que... debe ser difícil cambiar a todo el personal y...
— Por ti, lo que sea. Ellas te faltaron el respeto antes hablando esas tonterías sabiendo que quizá podías oírlas, debí cambiarlas hace mucho tiempo, lo lamento, Bombón.
Hablé otro poco con él y corté la llamada sintiéndome en las nubes por sus preocupaciones y atenciones, Ardan sin duda me cambió la vida, sé que Rhett se lo pasará increíble con él, está en buenas manos.
— ¿Qué fue todo eso del personal?
Preguntó papá, curioso.
— No me llevo bien con las mucamas, así que Ardan las cambiará ¿Podemos quedarnos todos aquí esta noche? —señalando a mis hermanos y a Travis— Rhett y Boris también, Ardan se encargará de tener todo listo mañana.
— Claro que pueden quedarse, que pregunta tonta es esa — dijo papá— Rose, prepara los cuartos para todos, por favor.
— Por supuesto, señor.
Afortunadamente mamá cambió el tema de conversación, decía tener hambre a pesar de haber arrasado con los postres en la mesa, terminó pidiendo un pote de helado enorme antes de proponernos ir a la sala de juegos, quería jugar Xbox con los mellizos y enseñarle a Travis en el proceso, eso me dio tiempo suficiente para hablar con papá a solas.
— ¿Qué es lo que querías preguntarme?
Sujetando los libros que quería llevar a mi propia casa, mis favoritos.
— Eem... ¿Tienes hierba de la paz que me compartas?
Se le cayeron los libros ante mi pregunta.
— Aradia, no puedes fumar, estás embarazada, eso le hará mal al bebé.
Agachándose para recoger su desastre, imité su acción y comencé a apilar los libros.
— No es para mí, es para Rhett.
— ¿Quiere golpear a Ardan sin sentir remordimientos?
Alzando una ceja, confundido.
— Em... sí, algo así ¿Tienes o no? Siempre puedo llamar al abuelo, él tiene por montones y no hará tantas preguntas.
— Tengo, claro que tengo, no necesitamos al tonto de tu abuelo ¿Cuánto quieres?
— Lo suficiente para dejar a ambos como imbéciles.
Sonrió con malicia.
— Eso puede matar a Rhett, Ardan tiene aguante, es un De Santis.
Ni que lo digas, papá...
— Yo supervisaré todo, les tendré un ojo encima en todo momento.
Sonriendo maliciosa.
— Ok, está bien, te daré una buena cantidad para que se maten a diario, no me hago cargo si se le pasa la mano a uno, es tu responsabilidad.
— Sí, no te preocupes, me haré cargo.
Regresamos a la sala de juegos luego de haber dejado los libros en el cuarto que ocuparía, tenían fruta picada en la mesa y no pude evitar arrasar con todo mientras le volaba el trasero a Ares con el Mario Kart, sin duda extrañaba estos momentos familiares, hasta Travis dejó de esconderse de papá, es más, papá se lo llevó el diablo sabe dónde para poder hablar con él mejor, el sonido de las armas en el exterior me hizo sonreír, estaba enseñándole tiro.
Gracias papá...
Rhett y yo dormimos en su antiguo cuarto, tuvimos sexo recordando lo que hicimos hace meses en esas cuatro paredes, rememorando la pasión y reafirmando cuanto nos amamos, cuanto esperamos para poder estar así siempre, juntos.
Fue bueno regresar a casa por una noche, es bueno no olvidar de dónde vinimos y cuanto nos ha costado el camino hasta lo que somos hoy.
***
Ardan regresaba a casa esta noche, Rhett no deja de pasearse de un lugar al otro, los chicos se fueron a la cama temprano, Ares y Eris estuvieron practicando combate mano a mano con mi castaño y quedaron muertos, era su intención esperar al rubio, pero el cansancio les ganó y fueron a dormir, no sin antes pedirme que los disculpara con mi esposo, que lo intentaron, pero fue imposible para ellos esperar.
Travis se fue a la cama casi junto con ellos, Boris lo siguió a la segunda planta, besé la frente del pequeño, la nariz de mi oso que hoy dormiría con el niño ya que necesitábamos la cama para lo que tenemos planeado con Rhett y entonces bajé.
Estaba todo preparado, los porros bien organizados en la mesita junto al sofá, la película erótica/romántica para hacernos los inocentes, el lubricante en la mesita de noche en el cuarto junto con los preservativos, este primero, cortesía de Santino, hablé con él sin que nadie más nos escuchara, quería que Rhett lo pasara bien sin que se lastimara y el rubio se deshizo de todo lo que tenía en casa por mi incomodidad, necesitamos ese lubricante si queremos que siga caminando al día siguiente.
Santino ni siquiera se inmutó cuando le pregunté qué debía comprar, había demasiados tipos de lubricantes y no sabía cual era el correcto, así que mi padre sustituto me dio una charla de treinta minutos creyendo que sería yo la que le metería los dedos, pero se tranquilizó al saber que era Ardan el protagonista de la noche, él sabe cómo hacerlo y estaba seguro que su hijo estará en buenas manos.
Poca fe me tiene el castañito padre sustituto.
— Señora, el amo a llegado.
Anunció Lisa, la nueva jefa de mucamas, una chica de unos veintisiete que cocina como los dioses, nunca probé un pie de limón más suave y rico que el suyo, Ardan eligió bien.
— Avísale que estamos en la sala, gracias Lisa.
Asintió amable y desapareció, segundos después Ardan entró en el espacio caminando a grandes zancadas, abrazando a ambos, cada uno con un brazo.
— Agh... joder, tres días fue demasiado, los extrañé.
Besándonos en la boca a cada uno, Rhett temblaba, debe estar muy nervioso, pero quiere hacerlo, por eso la hierba de la paz, necesita relajarse o de seguro le va a doler.
— También te extrañé, ambos te extrañamos, dormir solos no es lo mismo ¿Cierto Rhett?
— S-sí... la cama es demasiado grande si no estás en ella.
— Es lo más romántico que me has dicho castañito — acariciándole el cabello— ¿Y los niños?
Mirando a nuestro alrededor, estábamos solos.
— No pudieron aguantar, están dormidos — informé— Dijeron que los disculpara contigo, que mañana sin falta se te lanzan encima.
Ardan carcajeó.
— Estaba preparado para las tacleadas de Ares, una lastima —suspiró— Muero de hambre, le pediré a Lisa algo de comer y regreso.
— Yo voy, voy yo, no te preocupes, esperen aquí.
Me escapé de la sala antes de que pudiera protestar, caminando a paso rápido a la cocina, viendo a las chicas limpiar y preparar cosas con rapidez, me agradan estas chicas, debimos cambiarlas hace mucho.
— Señorita ¿Se le ofrece algo?
Se apresuró a preguntar Lisa.
— Sí ¿Podrían preparar algo para Ardan? Y luego lo haremos según el plan, pueden retirarse a sus habitaciones y nos vemos mañana por la mañana.
— Por supuesto, señora, le llevaremos algo de inmediato.
— Y algo dulce para mí, por favor.
— Por supuesto.
Dejé la cocina y regresé a la sala, Ardan y Rhett estaban sentados cada uno en un extremo del amplio sofá, Rhett lo miraba de reojo cada tanto, estaba nervioso.
— Las mucamas dijeron que se tardarán un poco — mentí— ¿Por qué no te relajas? Un poquito de hierba de la paz no le hace mal a nadie ¿No crees?
Propuse tomando dos del montón que me dio papá, extendiendo uno para cada uno.
— No podemos fumar, podemos hacerle daño al bebé.
Dijo Ardan horrorizado.
Estando fuera, me preguntaba al menos cinco veces al día cómo estaba y si el bebé me ha dado problemas cuando el bebé se comporta muy bien, ni antes ni ahora me ha dado problemas, razón por la cual ni siquiera había puesto en duda si existía la posibilidad... bueno, me lo hubiese planteado si me preocupara de cuando debía llegarme el periodo, de nuevo, Rhett es quien se encarga de comprar mis cosas, el cajón en dónde guardo mis tampones está lleno, el castaño no hizo las compras, estos son del mes pasado, mes en el que no me llegó, así que...
— Pues vayan a fumarlo fuera, la comida tardará un poco, elegiré la película mientras tanto.
Ardan miró a Rhett.
— ¿Tú quieres?
El castaño asintió.
— Sí, vamos fuera — tomándolo de la mano— Llevo fuego.
Ardan pareció sorprendido por su pequeña acción, alzando una ceja en mi dirección, sonriente, mientras seguía al castaño al exterior, podía verlos perfectamente encender el porro y botar el humo, uno junto al otro, hablando, relajándose.
— Esto va a salir mejor de lo que pensaba.
Viendo a las chicas organizar la comida en la mesa ratona, dos copas, vino, una copa para mí y jugo de arándano para no sentirme desplazada, es una pena que no pueda beber, pero debo cuidar a mi pececito.
Las mucamas dejaron para mí unas cocadas en un pocillo, unos chocolatitos, unas gomitas de dulce y brownies cortados pequeños, me están mimando un montón, tienen cosas deliciosas preparadas para mí todo el tiempo.
— Vaya... ¿Tienes más hambre tú o yo?
Tomando una patata frita del plato, tomando asiento a mi lado.
— No lo sé, las mucamas me sobrealimentan — dije— pero no me estoy quejando.
Puntualicé.
— Me aseguraré de ejercitar tu cuerpo lo suficiente entonces, Bombón.
Besando el dorso de mi mano.
— No, hoy no me apetece — Dije— El bebé dice que no tiene ganas.
Tomando el pocillo de los chocolates, apoyándolo en mis piernas, Rhett me miraba desde mi otro costado, riéndose disimuladamente al ver la decepción en el rostro del rubio.
— Pero te extrañe...
— Junta ganas entonces, hoy no es negociable, no quiero.
Metiéndome un puñado de chocolates a la boca gimoteando del gusto, estaban deliciosos.
— Está bien... ¿Y qué hay de ti, Rhett? ¿Te frotarás conmigo mientras finges dormir?
Tomando otra patata, mirando al castaño con coquetería.
— Podría frotarme contigo mientras sigo despierto —respondió— Aradia no quiere hoy, porque hoy es mi noche, me la cedió, dijo que sólo va a mirar ¿Ya te recuperaste, rubio?
Ardan se atoró con la patata al entender el significado de sus palabras, golpee su espalda mientras Rhett le acercaba una copa de vino, el rubio la bebió hasta la mitad, mirándonos con sorpresa.
— ¿Esto fue un plan de ustedes dos? ¿Por eso toda la parafernalia del vino y el porro?
— Pues sí — dije— La hierba, el vino, que las mucamas y los niños se fueran a la cama temprano, el que yo sea espectadora hoy, todo está a favor de ustedes— levantándome del sofá— Es la noche de Rhett, quiero que te concentres sólo en él, que su primera vez sea memorable, como la mía contigo.
Sonrió enternecido, viéndome cambiar de lugar, dejando a Rhett en medio ahora.
— ¿Estás seguro de que es lo que quieres?
Preguntó al castaño que apretaba con fuerza su copa entre sus manos.
— Estoy seguro, sí, pero nervioso, por eso te pedí fumar, para relajarme, lo he estado pensando por días, y me... gustaría dar ese paso contigo.
Creo que no va a ser necesario la película erótica, Ardan tiene un gran problema en sus pantalones.
— Entonces ven aquí — palmeando su regazo— Nos tomaremos todo el tiempo del mundo, confía en mí.
Rhett bebió su copa por completo, la dejó en la mesita de noche y tomó asiento a horcajadas sobre el rubio, Ardan tomó sus manos al ver que no sabía dónde ponerlas y las acomodó en sus propios hombros para que el castaño lo abrazara.
Las manos de Ardan masajearon su culo y lo mecieron sobre él para crear un poco de roce que hizo jadear a ambos. Me pareció muy sexy la forma en la que el rubio lo sujetó por el mentón para abrirle la boca y besarlo con delicadeza, colando una de sus manos bajo su camiseta para acariciar su espalda.
Esto de ser espectadora en primera fila me está gustando, tengo el mejor ángulo para ver como mis esposos disfrutan del otro, y se pondrá mejor.
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BUENAS BUENAS HIJAS DE SATÁN
PAPI ARDAN NO ESTABA, PERO ARADIA Y RHETT SÍ QUE LO EXTRAÑABAN
RHETT INCLUSO SE PLANTEÓ EL HACERLO CON ÉL EN CUANTO LLEGARA
SEAMOS SINCERAS, EN SU POSICIÓN ESTARIAMOS IGUAL DE ANSIOSAS, YO NO SÉ CÓMO LOGRÓ ESPERAR TANTO
YO LE HUBIERA DICHO QUE SÍ A PAPI ARDAN EN UN SEGUNDO.
ARADIA LO PREPARÓ TODO PARA ELLOS, INCLUSO LE PIDIÓ HIERBA DE LA PAZ A SU PAPÁ
CAESAR PIENSA QUE ES PARA GOLPEARSE JAJAJAJA POBRE ILUSO, ES PARA OTRO TIPO DE CONTACTO FISICO
NATASHA COMO SIEMPRE UNA MAMÁ EJEMPLAR, LA ADORO
ARES YA LE CONOCE LAS MAÑANAS, ME ENCANTA SU DINAMICA FAMILIAR
ARDAN LLEGÓ A LA CASA Y BESÓ A AMBOS COMO ESTÁ ACOSTUMBRADO A HACER
LAS MUCAMAS NUEVAS SON UN COMPLETO AMOR, TIENEN A ARADIA MUY MIMADA
PERO LO IMPORTANTE
HOY ES LA NOCHEEEEE
PAPÁ SANTINO PUSO EL LUBRICANTE Y LA BENDICIÓN
NOS LEEMOS EL PROXIMO CAPITULO BESTIES
BESITOS EN LA COLA
Xoxoxo
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