Capítulo 53

Hice la fila en la farmacia con toda la calma que la situación me permitía, repiqueteando un pie en la cerámica, consciente de las viejas chismosas que miran mis pies desnudos y un poco sucios por la corta caminata, me quemé los pies todo el camino.

Sí señora, perdí mis zapatos, seguía ebria cuando me los quité y no recuerdo donde quedaron.

— Buenos días ¿Qué es lo que busca?

Preguntó la amable mujer tras la caja registradora.

— Test de embarazo — dije más ansiosa de lo que pensaba, estoy preocupada— Lo siento — acomodando mi cabello, intentando respirar— Necesito un test de embarazo... por favor.

— Por supuesto ¿Qué marca prefiere? Tenemos siete diferentes.

— Deme uno de cada marca.

Meneando la cadera de un lugar al otro, nerviosa, esto era grande, algo muy grande, y si sale positivo, además de provocarle un infarto a Rhett, mataré a papá, Ardan ya había expresado su deseo de ser padre, se siente listo, pero esos otros dos... es que si sale positivo se van a morir.

— Aquí están, señorita.

Extendiendo la bolsita hacia mí, pagué y dejé la farmacia atrás, caminando de regreso al salón seguida muy de cerca por mis perros.

— Boss, perdone mi atrevimiento ¿Se siente bien? Está pálida.

Sujetándome por el brazo antes de que terminara en el piso por mi torpeza, había tropezado, me doble un dedo y ahora me palpita el condenado, joder.

— Estoy bien, estoy bien, sólo... pensando, pero gracias.

Regresando a caminar por mi cuenta.

Y no le mentía cuando dije estar pensando, en cierta parte fue un descuido de mi parte, confío tanto en Rhett que ni siquiera me tomo la molestia de recordar mis cosas porque sé que él va a ocuparse, no me preocupé de mi agenda cuando lo dejé en el calabozo para que sufriera, y no tomé las precauciones debidas cuando Santino tomó su lugar, la que corría el riesgo de embarazarse era yo y si sale positivo nadie más que yo tendrá la culpa.

Regresé al salón viendo a Rhett en la misma posición en el piso, estaba pensando, Santino se encontraba acuclillado a su lado intentando hacer que entrara en sí, mamá y la abuela fueron quienes se acercaron a recibirme.

— ¿Estás bien, cielo? Sé que es una noticia grande y que debes estar muy preocupada, sé el miedo que se siente la incertidumbre.

Dijo mamá.

Y claro que lo sabía, si mi embarazo la pilló por sorpresa.

— Estoy bien — sonreí— Si sale positivo le echaré la culpa a Hawái, aquí me hicieron a mí, aquí hicieron a mi hermanito o hermanita nueva —tocando su panza— Es el aire.

Por la forma en la que botó el aire contenido, veo que le alivia saber que me lo estoy tomando con humor.

— El aire de Hawái engorda y hace bebés, no le diremos eso a tu padre o no querrá volver a venir — sonrió ella— ¿Quieres ayuda, cariño?

— No mamá, gracias, iré a calmar a mi chico primero, temo que le de un paro cardiaco.

— Si — asintió— Sí, la verdad yo haría eso primero, los Coppola son unos dramáticos.

Santino le enseñó el dedo medio.

— Nosotros manejamos sus vidas, si se mandan una cagada, es nuestra cagada — respondió mi suegrito— Claro que Rhett se preocupa.

La abuela le dio un apretón a mi hombro antes de darme un leve empujoncito hacia mi pronto marido, caminé hacia él y me acuclillé.

— Oye, ya no te atormentes — sujetando su mentón para que me mirara— Si es positivo, ya está, lo aceptamos, no voy a borrarlo, los niños son una bendición, y si es negativo, llamamos al ginecólogo, me cambio el implante y listo, es simple, solo hay dos opciones y ninguna es terrible.

Me asusta la primera opción, pero es él quien necesita ser calmado ahora.

— Pero yo debía preocuparme que sólo existiera la segunda opción, era mi obligación y yo...

— No es tu culpa porque cuando llamaron estabas en medio de un castigo que yo impuse así que deja de llorar sobre la leche derramada, es mi culpa, además, cuando se tiene sexo sin protección, lo más probable es que lleguen bebés y nosotros hemos tenido mucho de eso, no es ningún tormento para mí criar un ser vivo con los dos amores de mi vida.

Se acercó para abrazarme relajando un poco su tensa postura, me encargué de acariciarle la espalda hasta que sus temblores cesaron, él realmente estaba preocupado.

— ¿Compraste el test?

Preguntó luego de un rato.

— Compré siete — carcajeando bajo, alejándome un poco para verle la cara— Dame un momento, iré a hacérmelos al baño y ya veremos que sucede.

Me levanté con toda intención de cumplir con lo que dije, pero una mano pequeña sujetó mi vestido impidiéndome seguir caminando, Travis.

— Tía... si llega un bebé ¿Qué pasará conmigo?

Preguntó con sus ojitos húmedos y la preocupación visible en sus facciones.

— ¿Qué va a pasar, dices? Pues nada, tesoro — apoyando mi mano en su cabeza— Seguirás viviendo conmigo, seguiré queriéndote, seguiré protegiéndote, eres mi chiquillo, te dije que siempre estaré contigo y pienso cumplir mi palabra.

Suspiró aliviado abrazándose a mi pierna.

— Gracias... tía...

— Nada de gracias, chiquillo tonto — acuclillándome para besar su mejilla— Si llega un bebé, nada va a cambiar nunca porque yo decidí criarte, así que nunca dudes de que seguiré haciéndolo hasta el final.

Travis se quedó con mamá y la abuela mientras yo iba al baño, leía rápidamente las instrucciones y me preocupaba de hacerme todos los test de la manera correcta, colocando la alarma para que me avisara cuando debiesen estar listos, regresando con todos al salón sin preocuparme por secarme las manos, deslizándolas por mi vestido antes de morderme una uña y pasearme de un lugar a otro, los segundos eran demasiado largos hoy.

— ¿Qué crees que dirá Ardan si sale positivo? — preguntó mamá, tomándome de la mano para llevarme con la abuela a tomar asiento, Sabina no tardó en llegar, todos llegaron— Rhett está en medio de una crisis existencial aún.

Viéndolo sentado mirando la nada, no reacciona.

— Ardan quería ser padre, el tonto ya estaba pensando en decorar cuartos — sonreí— Estoy segura de que le encantará la idea, Rhett tiene que calmarse, ninguno de los dos resultados es malo ¡Oye Rhett! Ven aquí, ya te dije que no te culpo de nada.

Si me escuchó, nadie se dio cuenta, no sé siquiera si respira.

— Caesar actuó muy parecido cuando nos enteramos de mi embarazo, el primero —dijo mamá— Al comienzo nos asusta, pero a medida que pasa el tiempo y te haces la idea, ves cómo se mueves en la ecografía, escuchas su corazón... —sonrió— Es imposible no amar aquello que crece dentro de uno, yo te amé mucho antes de que nacieras, deseaba conocerte antes de poder sentir que te movías dentro de mí — tomó mi mano— Ser mamá fue lo mejor que me pasó en la vida, me sentí completa cuando llegaron mis niños al mundo.

Tomando las manos de mis hermanos, besando cada una.

— Bueno, si lo pones así, creo que me gustaría que saliera positivo —dije yo— Me siento preparada, tengo dos personas increíbles a mi lado, tengo a mi familia apoyándome, una casa grande, el respaldo de las cuatro familias que sé que darán la vida por mi criatura sea hombre o mujer... estoy lista, sea cual sea el resultado, lo estoy.

— Y sé que si sale positivo serás una madre estupenda — dijo mi abuelo— Eres una perra, tesoro, pero también eres humana, y buena, sólo pregúntale a Travis — acariciando la cabeza del pequeño— Él conectó contigo, te quiere y quiere quedarse a tu lado, eres buena, los hijos que vengan de ti serán afortunados de tenerte como madre.

Se me saltaron un par de lágrimas mientras sonreía, era tranquilizador saber que si salía positivo tendría mucho apoyo.

— Imagínate, tú y yo estaríamos embarazadas juntas, será divertido sacarles canas verdes a todos —me animó mamá— Será bueno si sale positivo, ser madre joven tiene sus ventajas, creces junto con tus hijos, eres más cercana a ellos, los comprendes mejor porque no has olvidado tus etapas de la juventud, será algo bueno, te lo prometo.

— Yo quiero ver la cara de Caesar — sonrió Vincenzo acariciándose el mentón— Si sale positivo hay que llamar a la ambulancia antes de que regrese, porque el hombre se nos va a morir.

— Ahora si que va a querer matar a mi sobrino — carcajeó Aless— ¿Estarán vivos? Dudo mucho que estén hablando como personas civilizadas.

— Se comportarán — dije yo— Ambos me lo prometieron, ambos cumplen sus palabras siempre.

Suspirando.

Me duele la panza de los nervios, se me retuerce todo.

— Oye Sweety — dijo Rhett, acercándose— Si... si sale positivo, casémonos lo antes posible, me gustaría que estuviéramos casados antes de darles la noticia a las casas y las mafias internacionales.

— De acuerdo, hagamos eso.

Accedí. Si lo tranquiliza, le daría eso, podía dárselo.

— Nosotros planeamos nuestra boda en una semana — dijo la abuela Yura— Alexei y yo estábamos un poco ansiosos, si quieren algo bonito, pomposo y rápido, dejen que los ayudemos.

— Ok, no nos adelantemos a los hechos — calmó la rubia— Primero esperemos a ver el resultado, luego planeamos, felicitamos y lloramos de alegría, esperemos.

Tomando mi mano, dándole un apretón.

Decidimos hacer caso a su consejo y esperar, esperamos pacientemente hasta que la alarma sonó, mi estómago dio un vuelco al escucharla y forcé a mis piernas a ponerse de pie mientras el bochorno se hacía presente, las manos me temblaban, no sabía cual de los resultados quería más, no sabía cuál me decepcionaría más.

— Hagamos esto juntos.

Propuso el castaño entrelazando sus dedos con los míos.

— Quiero vomitar de los nervios.

Admití, comenzando a caminar a paso lento hasta el baño sin soltarlo.

— ¿Lo dices en sentido figurado o realmente quieres vomitar?

— No lo sé... Demonios, ayer bebí tanto... ¿Y si sale positivo y le hace mal al bebé?

— Sería el bebé del Boss, de seguro eso no le afectó ni un poco.

Parando ambos frente a la puerta, la insistente alarma perforándome los tímpanos.

— ¿Lista?

Preguntó sujetando el pomo.

— Sí, lista.

Abrió la puerta y ambos ingresamos al espacio, ninguno quería mirar los test sobre el mesón, somos un par de cobardes.

— A la mierda, ok, mi madre no crío a una perra cobarde — solté a Rhett, frotando mis palmas, cerrando los ojos con fuerza— Bien, estoy lista.

Abrí los ojos de golpe mirando todos los test de embarazo, observando luego el rostro de Rhett a través del espejo, los ojos apretados con fuerza, las manos en puño, parecía tener estreñimiento o estaba a dos pasos del paro cardiaco el pobre, una de dos.

— Positivo —Dije yo— Felicidades, papá.

Abrió los ojos de golpe volteando para mirarme con sorpresa, miró los test para confirmar que no lo estaba jodiendo, mirándome otra vez, acunando mi rostro.

— ¿Cómo te sientes con esto?

Preguntó.

— Bueno... me hacia más ilusión el positivo que el negativo, yo... estoy muy feliz, carajo —riendo sin poder contener la sonrisa— Vamos a tener un hijo.

Rhett carcajeó conmigo tomándome en sus brazos, haciéndome girar, besándome antes de depositarme en el piso.

— Vamos a ser padres maldita sea, vamos a tener un hijo.

Sonriendo amplio, tocándome la panza plana.

— Vamos a dar la noticia, de seguro se alegran.

Tomamos los test y salimos al exterior, todos levantando la cabeza al vernos acercarnos.

— Está feliz, ahora debemos averiguar por qué.

Susurró Dane a Ox en un volumen demasiado alto.

— Vamos a ser padres, es positivo.

Sonreí amplia mostrando uno de los test.

Mamá fue la primera que dio un gritito de emoción lanzándose sobre mí, cayendo ambas al piso, Santino y Aless felicitaron a su hijo, mis tías no dejaban de besuquearme las mejillas mientras el tío Jasha intentaba que mamá y yo no muriéramos aplastadas por nuestra familia, fui felicitada por todos, abrazos y besos por montón, Rhett se ve feliz, yo estaba feliz, estamos muy felices, sólo falta contarle a Ardan.

— Según esto tienes más de tres semanas — Dijo mamá— ¿Quieres saber de quién es o que sea lo que el diablo quiera y a la mierda?

Preguntó.

— Me da igual de cual de los dos sea, será un Marchetti después de todo, Rhett... para el matrimonio hay que hacer un nuevo contrato con los términos, es molesto, pero se exige que así sea.

— Lo sé, ya lo tengo listo — encogiéndose de hombros, restándole importancia— Sé que todos los hijos que Ardan y yo tengamos contigo deben mantener tu apellido, ahora necesito hablar con la clínica de fertilidad porque si tú tendrás hijos, necesito darle un Segundo al mando al heredero o heredera.

— Oye, yo también quiero llamar, acordemos una cita doble — dijo Dane— Entre antes, mejor.

— Vincenzo, pídeme matrimonio.

Todos volteamos con rapidez al escuchar las palabras que salían de la boca de la rubia, Aless casi se cayó de culo si no fuera porque Santino lo sujetó.

— R-rubia ¿Lo dices en serio? ¿Puedo proponértelo? Me has dicho que no quieres casarte tantas veces que yo pensé que...

— Bueno las cosas son diferentes ahora — cruzándose de brazos, mirando en otra dirección, sonrojándose— ¿O pensabas que iba a dejar que otra perra te tomara? Eres mío, viejo. Nos casamos y te quemaré con mi inicial, no pienso entregarte a nadie más... y me quitaré el implante, tengamos un montón de niños.

Bueno, si Aless se mantuvo en pie antes, ahora sí que se cayó de culo.

— Rubia... nada me haría más feliz — sonrió Vincenzo, sacando el collar que siempre carga en el cuello ocultando un bonito anillo de oro y diamantes, uno que nunca vi hasta ahora— Hombre precavido vale por dos — explicó arrodillándose frente a ella— Siempre preparado para cuando me permitieras hacerte mía bajo todas las de la ley.

Sabina lo miró con sorpresa, secándose las lagrimas que se le saltaron, sonrojada a más no poder, Ox no le daba crédito a la situación y Santino se mantenía acuclillado junto a su esposo para echarle aire, Rhett los estaba grabando, de seguro se hermana atesorará esto por siempre.

— Rubia, estás loca y cada noche que paso contigo temo amanecer muerto porque eres demasiado bruta con tus juegos, tengo más cicatrices en el cuerpo desde que te conozco y marcas de dientes que de seguro se quedarán ahí por semanas — Sabina sonrió— Pero no hay otra persona con la que yo quisiera unirme, rubia... me atrapaste, me... me atrapaste tanto que no soy capaz de verme a mí con nadie más, mataría a quién sea que quisiera cortejarte, eres lo mejor que ha llegado a mi vida luego del bastardo huérfano de mi hijo.

— Papá...

Se quejó Ox, haciendo reír al resto.

— Rubia... No me importa que tan loca estés, no me importa tu apellido, no me importa lo que digan, tú ya eres mía, soy tuyo, pero de todas maneras sería un honor preguntarte si... si tú quisieras ser mi esposa.

Quitando el anillo del collar, alzándolo hacia ella.

Joder, que romántico.

— Te lo había dicho antes, viejo, no está en mis planes entregarte a nadie más, eres mío, eres el único que me ama, me entiende y me acepta por lo que soy, nada me hará más feliz que casarme contigo, pero no voy a mudarme a tu casa, estás loco si esa idea pasa por tu mente, mi deber es quedarme con mi Boss y lo sabes.

Señalándolo.

— Bueno, yo me mudaré entonces — sonrió Vincenzo, deslizando el anillo por su dedo— Después de todo, creo que alguien más saldrá beneficiado por ello.

Señalando a Ox con disimulo comiéndole la boca a Dane con descaro, un bonito anillo decorando su dedo anular en la mano izquierda.

— A la mierda, hijastro ¿Te le propusiste? ¿Por qué no esperaste cinco minutos para que lo hicieran público? Repítanlo.

Ox le mostró el dedo medio sin separarse de Dane, Vitto se acercó para darles un abrazo y felicitaros.

— Joder... han pasado muchas cosas hoy — dijo la abuela— Muchas cosas buenas, brindemos por esto... Hija ¿Qué estás haciendo?

Atrapándome con el cuchillo a milímetros de mi brazo, Rhett me lo quitó.

— Me quito el implante ¿Para qué lo quiero ahora?

Dije haciendo una mueca, quiero mi cuchillo.

— Quítame el mío también — dijo Sabina extendiendo el brazo hacia mí— Hay que comenzar a practicar desde hoy ¿Cierto, viejo? Espero que no produzcas leche en polvo.

— Bien sabes que no es el polvo, rubia, gustoso comienzo a practicar contigo hoy mismo.

Abrazándola desde atrás, besando su mejilla.

— Y te quedaste en la familia, puto Vincenzo — se quejó Aless— Hazla feliz o voy a matarte, te juro que voy a matarte, aunque Sabina me mate después a mí.

— Trato, no está en mis planes lastimarla.

Respondió Vincenzo.

— Bueno ¿Qué esperas? Quítamelo.

Insistió Sabina.

— Mejor hagamos eso en el cuarto —dijo mamá— Si se lo quitan les sangrará bien feo, tendrán que coserse al menos un punto, sé lo que les digo.

— Ok, señora mamá Natasha, usted nos quita el implante más tarde.

Sonrió Sabina dándole un abrazo bien apretado, besándole la panza después, estaba muy contenta.

Comenzamos las celebraciones, bebiendo para brindar por todas las cosas buenas que pasaron hoy, claro que yo cambié el alcohol por un jugo natural, no más mierdas en mi cuerpo, hay que cuidar al... ¿Cómo le dice mamá? ¿Pequeño monstruo? Para mí es más como un pececito en una pecera grande por ahora, después se le irá reduciendo el penthouse.

— Llegaron.

— Ya están aquí.

Todos se callaron en cuanto papá y Ardan entraron al espacio, Rhett y Dane estaban hablando con la clínica de fertilidad, estaban dispuestos a pagar lo necesario para que el proceso fuera lo más rápido posible.

— Nadie murió ni nada — dijo papá al ver que todos se quedaban callados y se empujaban entre sí— Ya arreglamos las cosas. Aradia... tenías razón, es un buen hombre.

Admitió en medio de un suspiro.

— Te lo dije, mi esposo es imposible de odiar.

Tomando dos de los test de embarazo, ocultándolos tras mi espalda, caminando hacia ellos.

— Sí... es un hombre razonable, hablamos varias cosas, me sorprende la habilidad que tiene para leer mentes.

— No leo mentes, señor, sólo no soy ciego — dijo el rubio— No era justo que se sintiera incómodo, al darme cuenta, era necesario que le hiciera saber mi punto de vista.

— Sí, ok, después se la chupas, ahora préstenme atención.

Dije yo con voz temblorosa, nerviosa por segunda vez, riendo un poco al ver el horror con el que papá me miraba.

— Aradia... esa boca...

Me regañó.

— Lo siento papá, son los nervios.

— ¿Nervios de qué? Te dije que no iba a matarlo ¿Dónde está mi esposa?

Mirando por encima de mí.

— Préstame atención, viejo — dije yo— Tengo que hablar sobre algo importante.

— No me digas que tienes que irte...

La decepción en su voz era palpable.

— No, no es eso, es mejor que eso, es algo bueno.

— Algo bueno —alzando una ceja en mi dirección— ¿Rhett murió?

Santino le lanzó una botella que afortunadamente esquivó sonriéndole a su amigo con suficiencia, jactándose de sus reflejos.

— Era una broma, Santino, relájate.

— No es gracioso, Caesar.

Se quejó.

— Bueno ¿Me vas a escuchar o no? Tú te quedas justo dónde estás.

Señalando al rubio que comenzaba a correrse.

— Creí que era sólo con tu papá, lo siento.

Parándose frente a mí otra vez.

— Ok... antes de que me den ganas de vomitar nuevamente por los nervios, extiendan su mano hacia mí.

Confundidos siguieron esa orden, intercambiando miradas un segundo antes de mirarme otra vez.

Y antes de acobardarme, puse un test sobre la mano de cada uno, papá se puso pálido y a Ardan casi se le salieron los ojos.

— Estoy embarazada, más de tres semanas según el test — señalando el que sostiene el rubio— Sor...presa.

Sonriéndoles amplia.

Fue Ardan quien reaccionó primero, carcajeó y me besó antes de alzarme en sus brazos y besarme el rostro repetidas veces.

— ¡Vamos a ser padres! Amor, eso es... es... wow, te amo, creo que te amo mucho más justo ahora —bajándome al piso— ¿Somos padres felices?

Preguntó, y eso llamó la atención de papá, mi madre vino a hacer que reaccionara, cerrándole la boca.

— Somos padres muy felices —sonreí yo— Así que comencemos a preparar esos cuartos, Ardan De Santis, los bebés llegarán antes de lo planeado, pero estamos listos.

— Tu papá me preguntó lo mismo cuando estaba embarazada de ti — explicó mamá al ver la sorpresa en el rostro de mi progenitor— Me alegra saber que son padres felices, chicos, felicidades.

— Gracias Natasha, gracias — dijo Ardan sonriente— La verdad es que estoy muy feliz.

Iba a responder, pero la lagrima que se le salió a papá me alarmó un poquito.

— Papi ¿Estás bien?

Acercándome a él, no le despegaba la vista al test de embarazo.

— ¿Papá?

Al segundo siguiente estaba siendo abrazada por él, abrazada realmente fuerte.

— Felicidades tesoro... felicidades... que tú seas feliz, que te sientas bien con la noticia... joder... es... demonios, no sé qué decir, pero al menos sé que estás en buenas manos, Rhett es tu mejor complemento, Ardan es un hombre que realmente te ama, estás en buenas manos, como padre no podría pedir nada mejor para ti... felicidades, tesoro...

Que papá estuviera feliz con esto lo era todo, él, que siempre se mostró reacio a mis relaciones...

Devolví el abrazo con la misma fuerza, llorando como una cría.

— Gracias papá... por estar feliz por mí.

— La felicidad de un padre siempre será ver feliz a sus hijos, lo entenderás ahora que serás mamá, mi niña — acariciando mi cabello, besando mi coronilla— ¿Cuándo planean hacer su boda nueva?

— Lo antes posible — dije yo alejándome un poco para ver a papá y a Ardan— Rhett quiere casarse antes de darle la noticia a las casas, es tradicionalista ¿Te parece bien, amor?

Preguntándole al rubio.

— Me parece perfecto, en estos momentos sólo quiero volver a casarme contigo, nunca pensé que sería más feliz que cuando me diste el sí en nuestra boda, pero ahora...

Papá me liberó de sus brazos, tomó mi mano y la de Ardan, colocando la mía sobre las suyas.

— Cuídala bien, ella es uno de mis tesoros, te la confié en el pasado, te la confío ahora y sin devoluciones.

Ardan sonrió besando mi mano, abrazándome por la cintura con su brazo libre.

— La cuidaré con mi vida, Caesar.

— Gracias por no ser un idiota.

Le dijo mamá acariciándole el pecho a su esposo, permitiendo que él la abrazara.

— Prometí que iba a cambiar, quiero a mi familia unida, no más peleas tontas.

— Hablando de familia unida, no sabes quién más se va a casar.

Dije yo tomándolo desprevenido.

Casi se cayó de culo cuando escuchó sobre su primo y mi mejor amiga, pero de todas maneras los felicitó, también a Dane y Ox, casi tuvo otro infarto cuando escuchó que en cuatro días tenían la cita para elegir a la mujer que llevaría los hijos de mis dos amigos.

Sabina que le falla el cerebro en ocasiones, cuando nos descuidamos, se quitó el implante, dejó el vestido lleno de sangre, Vincenzo tuvo que llevársela al hotel para que se cambiara de ropa, regresaron una hora después, tenían hora para casarse mañana mismo, dijeron que no desperdiciarían más tiempo, ahora debemos conseguirle un vestido a la rubia en tiempo récord y hoy nos vamos de fiesta, su despedida de soltera y al mismo tiempo festejar todas las cosas buenas que están sucediendo.

***

Regresamos a casa pocos días después, Rhett y Dane estaban en la clínica de fertilidad, firmando el acuerdo de confidencialidad y el contrato con los términos, en cuanto a mí, estaba despidiendo a Ardan y Max, esta ultima estaba esperando en casa a mi esposo, arrastrándolo prácticamente del cabello hacia el avión, deben volar a chile para la inauguración de un nuevo hotel D/S en chile, claramente el dueño debe estar presente.

Antes de irse, Max me juro y re juró que mi esposo no le interesa en lo más mínimo y que jamás quiso pasarme a llevar al no contarme nada, la tranquilicé diciendo que la entendía porque no era información que le tocara a ella compartir y que se nota a kilómetros que no le interesa, ella es un Santino en femenino, le maneja la agenda a la perfección y le salva el culo cuando es necesario, Max es una buena mujer, me agrada, acordamos reunirnos a su regreso para ir a comer algo, se alegró mucho por mi embarazo, dijo que le traerá un regalo al bebé.

— Agh... que voy a hacer en esta casa tan grande yo solita ¿A qué hora llegará Rhett? ¿A qué hora llegarán los mellizos de su misión? ¿Cuánto tardará Travis en su entrenamiento con los De Santis? ¿Cuántas vacaciones de luna de miel se tomará Sabina? No quiero toparme con las mucamas... — lanzándome sobre la cama— Hoy no voy a comer.

Abrazando a Boris, pronto me abandonará también para ir con el instructor.

— Ah... tengo hambre...

Suspirando.

Tres toques en mi puerta anunciaron la llegada de algún visitante inesperado, permití el paso y la sonrisa se me borró al ver a María parada ahí.

— Señorita, es hora de la comida, preparamos su favorito.

— No tengo hambre María, pero gracias.

Asintió un poco apenada.

— De... acuerdo señorita... el instructor de Boris está abajo también.

— Llegó tu entrenador, bonito — rascándole tras la oreja— Ve abajo, ve abajo.

Se bajó de la cama de un salto y desapareció al trote, pasando por el lado de María.

— Los cuartos fueron desocupados ya, el señor dijo que usted elegirá la decoración del cuarto, los colores y demás.

— Tres cuartos de niños, tres cuartos de niña —levantándome. María no me dejará en paz— ¿Tienen las telas para las cortinas? ¿El muestrario?

— Lo tenemos todo, estamos esperando instrucciones.

Troné mi cuello.

— Ok, decidamos eso mientras almuerzo algo, y quiero que el pasillo esté a la vista, será difícil para los niños abrir y cerrar la puerta.

— Por supuesto, señorita.

Siguiéndome de cerca por el pasillo directo al comedor, tengo mucho que decidir aún, mataré el tiempo mientras llegan las personas de esta casa que sí me agradan.








~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

BUENAS BUENAS HIJAS DE SATÁN

COMENZANDO EL CAP ARADIA TODA VALIENTE FUE A COMPRAR LOS TEST DE EMBARAZO

SE QUEMÓ LOS PIES EN EL CAMINO, PERO ESO NO FUE IMPEDIMENTO, LA ANSIEDAD SE LA ESTABA COMIENDO

RHETT ESTABA A DOS PASOS DEL INFARTO, SE SENTÍA RE CULPABLE EL CHIQUILLO

Y SANTINO RESPALDANDO SU PREOCUPACIÓN JAJAJAJAJA NO AYUDAS PAPI

TRAVIS TODO PREOCUPADO DE SABER QUÉ IBA A PASAR CON ÉL SI DABA POSITIVO:C POBRECITO MI NIÑO

NATASHA CONTANDO COMO SE ENAMORÓ DE SU BEBÉ ANTES DE QUE NACIERA Y LO MUCHO QUE LE GUSTABA SER MAMÁ ES OTRO NIVEL, AMO

SABINA EXIGIENDOLE A VINCENZO QUE LE PROPONGA MATRIMONIO JAJAJAJAJA AMÉ

NO PUSE SU BODA PORQUE ESO AMERITA UN CAPITULO COMPLETO DIGO YO JAJAJAJAJA ESOS VOTOS VAN A ESTAR MUY DIVERTIDOS

OX Y DANE NO PERDIERON EL TIEMPO, EL PELINEGRO ESTABA LISTO PARA CUANDO LLEGARA EL MOMENTO

RHETT ENSEGUIDA SE MOVIÓ PARA HABLAR CON LA CLINICA DE FERTILIDAD, TODOS SE PUSIERON EN CAMPAÑA INMEDIATAMENTE AL VER EL POSITIVO EN LOS TEST

ARDAN? ARDAN ES PERFECTO, ESE HOMBRE PREGUNTA SI SON PADRES FELICES ANTES QUE TODO, ESO LE TRAJO RECUERDOS AL ZAR

AL PARECER ESOS DOS LIMARON ASPEREZAS, NECESITO SABER QUÉ HABLARON 

EL ZAR FELIZ Y FELICITANDO A SU HIJA ES ALGO QUE NECESITABA VER

Y MARIA SIGUE AHÍ ENCIMA JODEEER, QUE NO SÉ COMO ARI LA SOPORTA, LOS CELOS NO ME DEJARÍAN

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO BESTIES

BESITOS EN LA COLA

Xoxo

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top