Capítulo 52
Si no fuera por Rhett, no llego a la boda, he dormido unas dos horas aproximadamente, sigo ebria, razón por la que llevo mis Converse en vez de tacones, no soy capaz de pararme demasiado lejos del piso, todavía me da vuelta todo, e insisto, Rhett fue mi hado madrino, me vistió, maquilló y peinó, me subió a su hombro y me sacó del cuarto con Travis de la mano, Ardan todavía se estaba pensando si ir o no a la boda, no quiere amargarle el día a mamá, está vestido, pero se quedó sentado en la cama, dijo que nos alcanzará pronto si se decide.
— Veo que Sabina no es la única en calidad de bulto — dijo Vincenzo, cargaba a la rubia de la misma manera que Rhett a mí— Ayer se les pasó la mano, bebieron demasiado, todo es culpa de la señora mamá Yura.
— Se quedó dormida en el piso, con eso te lo digo todo —suspiró mi segundo— La bañamos y a la cama, se durmió antes de apoyarla en el colchón, no tienes idea de lo que me costó sacarla de la cama para que se preparara.
— Sé perfectamente cuanto te costó, mira esto — mostrándole unas feas mordidas en el brazo, rastros de sangre en el espacio de cada diente— Esta perra rabiosa olvidó que hoy era la boda y no se quería levantar.
— Me siento fea — dijo la rubia sin levantar la cabeza— El blanco no me queda, parezco un fantasma.
Se quejó.
Mamá puso como condición que todos vistiéramos de blanco hoy, bermudas y camisa para los chicos, vestidos para las chicas, no quiere que su segundo matrimonio parezca funeral.
— Te ves hermosa — dije yo— Te daría, te re daría, rubia, a ese nivel.
— ¿Lo dices en serio?
— ¿Cuándo te he mentido?
— Ay gracias morenita, yo también te daría, te metería los dedos hasta que salieran arrugados.
— Demasiada información — se quejó Vincenzo— Yo no entiendo su extraña relación lésbica, ayer se besaron más de una vez.
— Se le dice reforzar la amistad, viejo — dijo la rubia— Deberías intentarlo alguna vez.
El pelinegro resopló y siguió caminando junto a Rhett, rumbo al cuarto de Santino y Aless, mamá debe estar arreglándose ahí y debe ser un manojo de nervios justo ahora, Santino siempre ha sido su estilista personal, su confidente y su mejor amigo.
Tres toques fueron suficientes para que la puerta fuera abierta, Aless nos dejó pasar y nos guío al cuarto donde mamá se miraba al espejo, observando todos sus perfiles.
— ¡Llegaste! — dijo mi madre en cuanto me miró, pidiéndole a Rhett que me bajara para darme un abrazo, el rubio me sujetó de la cintura para no perder la estabilidad— A la mierda, apestas a tequila —miró a Travis— Ups... perdón cielito, tu abuela es un poco grosera ¿Chocolate?
Extendiéndole tres cuadraditos de la barra que tenía entre las manos, espero que no me haya ensuciado.
— ¿Abuela?
Preguntó el pequeño, recibiendo los cuadraditos luego de soltarle la mano a Rhett.
— Pues sí, mi hija dice ser tu tía, pero te cuida como si fueras su hijo, así que dime abuela, será agradable de oír, chiquillo.
— Entonces... abuela Natasha, gracias por el chocolate.
Mamá dio un par de brincos y bailó contorneándose hacia los lados, metiéndose un cuadrado en la boca.
— Me gusta como suena eso, me gusta mucho, dime abuela de nuevo.
— Abuela Natasha.
Y bailó otra vez.
Ok... es que mamá no madura, bueno... es que es bipolar, es infantil cuando le conviene y una perra sin corazón cuando la situación lo amerita, aprendí muy bien de ella a diferenciar las dos cosas.
— Joder... Aradia, dile algo a tu mamá, me tiene con el corazón en la mano — se quejó Santino— El vestido es blanco y tu mamá tiene las manos llenas de chocolate ¿Y si lo ensucia?
En efecto mamá tenía las palmas con chocolate, no sabe comer.
— Mamá, tenemos que estar abajo en quince minutos —dije yo quitándole el chocolate— Santino límpiale las manos — viendo las toallitas húmedas que cargaba— ¿Cómo te sientes? ¿Nerviosa?
Utilizando dos dedos para sujetar el chocolate, comenzando a comerlo, no he desayunado y no es muy bueno que no coma si quiero intentar no arrancarle la cabeza a nadie.
— Estoy nerviosa, muy nerviosa — extendiendo las manos hacia Santino para que las limpiara— He vomitado dos veces solo hoy en la mañana, esto de estar embarazada es un cincuenta y cincuenta, los vómitos son el cincuenta por ciento que odio de crear seres vivos dentro de mí, me siento de la mierda — miró a Travis— Lo siento, cariño... tienes una abuela muy grosera.
Carcajee.
— Algo me dice que Travis ya se está acostumbrando ¿No es así, chiquillo?
— Así es, tía, la abuela Natasha me gusta mucho.
— No digas eso delante de mi esposo porque es un tonto — susurró mamá, riendo— Hablando de esposo ¿Dónde está tu otro esposo?
Suspiré.
— Ardan no sabe si sea correcto que vaya a la boda, dijo que no quiere amargarte el día, que sabe que discutirá con papá... No logramos convencerlo de salir del cuarto, está vestido, pero no sé si asista.
— ¿Qué se va a perder mi boda? — preguntó indignada— Es que ese tonto me va a escuchar — sujetándose el vestido— Ábreme la puerta, Lucifer — dejando el cuarto, caminando por el pasillo— Rhett, no dejes que termine en el piso, no quiero sangre en su vestido.
Aún no olvida ese tonto apodo... algo me dice que, si la pobre criatura que lleva dentro es mujer, se llamará Lucia Fernanda.
— Sí, mi dama.
— Soy sólo Natasha ahora — le dijo, esperando a que abriera la puerta, cosa que no pude, Rhett abrió— La dama eres tú y Ardan — carcajeó— Me gusta no tener títulos.
Yendo hacia el cuarto, plantándose delante del rubio que no se movió de dónde lo dejamos antes, sentado en la cama con los codos apoyados en sus muslos, pensando.
— Levanta el culo, tienes que asistir a mi boda.
Le dijo mamá soltándose el vestido, un vestido precioso, un pronunciado escote hasta poco más arriba del ombligo, espalda completamente descubierta, delicados breteles para mantener todo en su lugar, falda larga y abierta en el costado izquierdo, mostrando con orgullo su tatuaje, el vestido era blanco y de encaje, era precioso, mamá se ve preciosa.
— Mi dama ¿Qué hace aquí?
Preguntó Ardan con sorpresa.
— Otro más — rodó los ojos— Soy sólo Natasha, las damas de la mafia son Rhett y tú, idiota, mira que faltar a mi boda cuando tomaremos una foto familiar — señalándolo— Eres el esposo de mi hija, mi yerno, sobrino de Aless, claramente te quiero en la maldita foto y en mi día feliz. Y no te preocupes por el baboso de mi esposo, lo mantendré a raya.
Ardan no quitó la expresión de su rostro, mirando al castaño y a mí antes de volver a mirar a mi madre.
— La rubia me dijo que pensabas devolverte a Italia porque no querías que Aradia o yo discutiéramos con Caesar, eres tan bueno que llegas a ser idiota — siguió regañándolo— Pones un solo pie en un avión y yo misma me encargo de que te rompan las piernas al llegar a casa, y yo sí me aseguraré de que estén bien rotas ¿Fui clara?
— Sí mi dam... Natasha — respondió con rapidez— Fue solo una idea... No puedo dejar a mi esposa y mi chico, sería una falta de respeto para ellos.
Eso yo no lo sabía...
No sabía que le afectaba tanto la situación con mi padre que quería irse.
— Bueno, todo resuelto, todo solucionado, levanta el culo y nos vamos, casi es hora de bajar y perdí mi ramo.
— ¿Natasha? Natasha aquí estás — dijo la abuela, entrando al cuarto— Santino me dijo que viniste a tirarle las orejas al yernito —entregándole el ramo que hasta ahora estuvo perdido— Me llamó tu papá, está con el resto acompañando a Caesar, dijo que podría desmayarse de los nervios, cree que no vas a llegar porque discutieron ayer.
Mamá rodó los ojos.
— ¿Por qué me casé con un hombre tan tonto? Si estuviera enojada se lo hubiese dejado más que claro — suspiró— Vamos entonces antes de que mi viejo esposo sufra algún paro cardiaco, quiero darle el sí antes de que eso pase.
Seguimos a mamá al exterior, cerrando la puerta del pasillo, viendo a Travis de la mano con Santino ¿Cómo no? Ese hombre es capaz de ganárselos a todos, es de mis personas favoritas.
— ¡Tía!
Se emocionó al verme, tomándome de la mano.
— Vámonos chiquillo, vamos a ver a la abuela Natasha casarse.
Siendo sujetada por el rubio ahora para caminar derecha y no partirme la cabeza en el piso, sujetando la mano del pequeño hombrecito a mi lado, subiendo por grupos a los ascensores, esperando a quienes tomaron el ultimo turno para caminar todos juntos hacia la entrada del hotel dónde el abuelo Alexei esperaba.
— Tesoro, te ves hermosa — besando la frente de mamá— ¿Lista para una boda digna de una princesa como tú?
Asintió, rodeándole el brazo, mamá se acercaría con él, por lo que nosotros nos adelantaríamos para ir a la ceremonia en la playa, un bonito altar verde en su totalidad con un montón de flores de colores vividos, precioso, un pasillo señalado por arreglos florales, y junto a todo esto, el saloncito que ocuparíamos para comer y divertirnos, estaba todo preparado ya, las mucamas esperando dentro y mis perros probando que no vaya a salir dañada por lo que me lleve a la boca.
Si supieran que ayer comí y bebí todo lo que encontré, les daría un infarto.
— Travis, te quedas con Ardan y Rhett ¿Ok? Yo estaré adelante para entregar los anillos, soy la primera hija — guiñándole un ojo— Recemos para que no termine en el piso.
Carcajee, tomando la cajita con los anillos que el castaño me ofreció.
— ¿Quiere que la ayude a llegar y luego me regreso con los tíos?
Si todos los niños fueran como Travis, no me molestaría tener siete.
— ¿Harías eso por mí, chiquillo?
Asintió acercándose a mí, tomando mi mano.
— Bueno, pues vamos allá, lleguemos al altar juntos, chiquillo.
Caminando con él por el pasillo sujetándome de sus hombros en ocasiones para no terminar en el piso.
Yo no sé qué fue peor idea, si beber tanto anoche o hacer la boda tan temprano, yo podría seguir desparramada en la cama, definitivamente para mi boda no puedo quedar en calidad de bulto, ese día sí debo usar tacones y mantenerme de pie por mi cuenta.
— Vaya, la princesita sádica parece haber tenido una buena noche — dijo papá, recibiéndome— ¿Segura estás en condiciones de quedarte parada y no caerte?
— Claro que tuve una buena noche, y sí, soy perfectamente capaz. Gracias, tesoro.
Le dije al pequeño que me sonreía.
— Sí, gracias Travis por hacer llegar a mi hija sin más marcas en su cuerpo.
Travis se ocultó tras de mí, retrocedió dos pasos y salió corriendo en dirección a Ardan y Rhett, abrazando al primero para ocultar su rostro.
— Estira el entrecejo, asustas al niño — tocándole la frente— Supongo que vas a comportarte hoy para que todos tengamos un día agradable, mis chicos se perdieron la despedida de solteros porque pensaron que tendrían que quedarse contigo ¿Podrías intentar ser más amable? Los padres de Ardan jamás me han hecho un desaire, me gustaría que él se sienta tan cómodo como yo con su familia.
Suspiró.
— Hay cosas que tú no entiendes, Aradia, me... me cuesta aceptar ciertas cosas, la cago sin darme cuenta, suelto palabras sin pensar, y luego, cuando lo proceso... — suspiró— No hablemos de esto ahora ¿Luego?
Asentí frotándole el brazo, se le ve nervioso.
— Luego — accedí— Y no pienses cosas extrañas, eres mi papá, mi héroe y te amo, nadie te va a quitar ese lugar en mi corazón.
Sonrió besando mi mejilla.
— Perdón, tesoro — esta vez si sonó sincero— Te juro que hablaré con Ardan, he sido una mierda con él, con Rhett lo normal porque a ese chiquillo lo conozco de toda la vida, pero tu... esposo perfecto... — suspiró— Sí quería matarlo, iba a matarlo, si no me hubieras detenido lo hubiese conseguido, estás en todo tu derecho de enojarte conmigo, yo discutí con media familia para que aceptaran a tu madre y yo...
— Tú hiciste lo mismo, sí — mirando ambos hacia el hotel— Viene mamá, hablemos luego.
Soltando al hombre, caminando a pasos lentos, pero seguros a un costado para no interferir, entregaría los anillos y ya podría sentarme en el piso para que todo deje de dar vueltas.
Mamá sonreía al final del pasillo, iba descalza, se ve tan cómoda que patee mis propias zapatillas para sentir la arena bajo mis pies, viendo a mamá caminar del brazo de su padre.
El abuelo Alexei se ve orgulloso, feliz de ver a su hija así de emocionada, se aseguró de llevar el ritmo de la caminata ya que la loca de mi madre podría haber corrido por el pasillo y lanzarse sobre papá, pero eso arruinaría la música, las cámaras y los videos, papá quería documentar todo para que pudieran verlo a través de los años, el matrimonio que sí los hizo felices.
— Te ves hermosa, mi amor.
Dijo papá recibiendo la mano de mi madre que Alexei le ofreció, una tradición en la que el padre entrega a la hija.
— Te lo dije hace años y te lo repito, hazla llorar y voy a matarte.
Le dijo el abuelo.
— Lo sé, Alexei, no está en mis planes hacerla llorar otra vez.
— Eso dices cada vez antes de cagarla.
Le recordó él.
— Pero esta vez hablo en serio, no planeo hacerlo otra vez.
Alexei asintió y fue a su asiento junto a su esposa, dejando a mis padres en el altar, arrodillándose frente a la persona que los casaría, sujetándose de la mano.
— Nos hemos reunido el día de hoy para renovar los votos de esta hermosa pareja, Natasha Petrova y Caesar Marchetti, dos personas que han mantenido sus promesas de amor, de respeto, en el que han pasado por momentos tanto buenos como malos y los han sabido sobrellevar, un matrimonio que obtuvo frutos, Aradia, Eris, Ares y el pequeño que se está formando en el vientre de la radiante novia — señalando a mamá— Hoy, ambos han decidido reafirmar su compromiso mutuo y recordar cuales fueron las razones que los llevaron a querer construir una vida juntos a pesar de las adversidades, recordar por qué se enamoraron y señalar por qué siguen haciéndolo. Pero como sabemos que no todo es bueno, esta es una muy buena oportunidad para empezar de nuevo después de atravesar momentos difíciles — papá besó el dorso de la mano de mamá— O si en algún momento no pudieron celebrar su boda como ustedes lo soñaban — este hombre es un genio o un visionario— Ahora abro paso al señor Caesar para que renueve sus votos con su esposa.
Papá y mamá se movieron de modo que quedaron frente a frente sin soltar sus manos, me acerqué a ellos arrodillándome de modo que quedé a unos sanos diez centímetros de ellos, esperaría a sus votos y le entregaría su anillo a cada quien, regresando a mi asiento después para desparramar mi etílico cuerpo.
— Principessa, llevamos poco más de veinte años casados, veintiún años conociéndonos, veintiún años de peligro, peleas, reconciliaciones, pero sobre todo... amor — besando sus manos, mirándola con un amor único— No tienes idea del bien que me haces, sin ti mi vida sería una basura, tú me hiciste conocer el amor, la felicidad, me diste la paz y la confianza para poder descansar por las noches sabiendo que alguien más estaría cuidando de mí, me enseñaste a abrirme a las personas, me diste tres hermosos niños que amo con mi vida... bueno, cuatro —tocando su panza plana, haciendo reír bajito a mi madre— Me lo has dado todo Natasha, me has dado tanto que 1.5 billones ha sido la mejor inversión de mi vida ¡aush! —sobándose el brazo dónde mamá lo golpeó, mi padre la compró por esa cantidad de dinero para hacer que fuera libre— Prosigo, animal, psiquiátrica de mierda — haciéndole una mueca— Y a pesar de saber que eras libre, que te había comprado y que nadie volvería a lastimarte jamás, decidiste quedarte a mi lado y me amaste por quien yo era, soportando las miradas, los comentarios, los abusos... — cerró los ojos negando por unos segundos— No tienes idea de lo avergonzado que me sentía de hacerte pasar por eso, lo inútil, la basura que yo era por no poder defender a la mujer a quien amo, a mis hijos... Nunca me sentí peor en mi vida, la culpa y la vergüenza no me permitía verlos a la cara, comencé a distanciarme y para cuando me lo hicieron ver... mis hijos ni siquiera podían enumerar con los dedos de una mano las cosas que hicimos juntos, nunca vi películas con ellos, nunca nos fuimos todos de vacaciones, nunca tuve una lección de tiro con los chicos, mucho menos los saqué a pasear a caballo o los cargué cuando se quedaban dormidos en el sofá hasta sus cuartos, nunca... — tragó grueso— Nunca fui un padre justo y equitativo, los mellizos... tengo tanto por lo que disculparme con ellos, me siento tan mal padre... — miró a Ardan unos segundos, luego regresó la vista a mi madre— Quiero cambiar, quiero ser una persona de la que mis hijos se sientan orgullosos y quieran pasar tiempo conmigo, quiero ser el hombre que sigas amando por muchos años más, Natasha, mi compromiso contigo es hasta la muerte, y cuando yo de mi ultimo respiro, quiero sentir al menos que fui la mejor versión de mí con mi familia... con mis hijos ya la cagué, pero te juro que seré un padre presente con este nuevo bebé, seré todo lo que no pude con mis otros tres hijos — mirando a cada uno de nosotros— Perdónenme chicos... perdónenme por no haber estado presentes, por exigirles y verlos únicamente cuando tenían trabajo, por... no poder protegerlos — sus ojos se aguaron— Perdón por no haber podido ser el padre que necesitaban.
Se me saltaron las lagrimas joder, hasta la borrachera se me pasó, no pude evitar inclinarme hacia adelante y rodear el cuello de papá con mis brazos, Ares y Eris se nos sumaron segundos después, arrodillándose junto a papá, llorando con escándalo.
— Entendemos, nosotros entendemos papá — dije— No es fácil ser el Boss, no es fácil vivir bajo el escrudiño constante de las cuatro casas, era incluso menos fácil tener que consultar todo con esos viejos de mierda que gracias al diablo están quemándose en el infierno ahora, nosotros entendemos y te lo dije, te amo y tienes un lugar en mi corazón, eres mi héroe, soportaste abusos por años para mantenernos seguros a nosotros, podrías habernos abandonado para seguir adelante por tu cuenta y en paz, pero no lo hiciste, pudimos habernos ido al culo del mundo, pero todos sabemos que no habríamos sobrevivido por nuestra cuenta, te forzaste a soportar, te obligaste a seguir adelante para mantener a nuestra familia a flote y con vida, nosotros lo sabemos, por eso nunca te vamos a culpar, recuperemos el tiempo perdido de ahora en adelante.
— Lo siento papá... lo siento si hice que te sintieras mal con algo que dije o hice — decía Eris entre lágrimas— Cómo Aradia dice, te amo, y ahora que vivo con ella y veo todo lo que hace y la presión que los ancianos ponía sobre sus hombros... si yo hubiera sabido que ese calvario lo viviste por años... si yo... hubiese prestado más atención... perdón papá... perdón por haberme enojado contigo, por juzgarte, por recriminarte el no pasar tiempo con nosotros... yo no sabía... era inmadura, infantil, una tonta... perdón... recuperemos el tiempo perdido, aún no es tarde, nunca será tarde.
— Así es papá, nunca es tarde — le dijo Ares— Lamento que... los recuerdos que tengamos sean más discusiones u ordenes para alguna misión, lamento... todo lo que dije en el pasado, no me gusta ver llorar a mi melliza, odiaba que estuviera triste por no pasar tiempo contigo... por eso yo... perdón papá, yo tampoco sabía lo duro que era ser Boss y vivir bajo es escrudiño malicioso de todas las personas que esperaban demasiado de ti... Con Aradia vimos de primera mano lo duro que era, aprendimos mucho ahora que vivimos con ella, me arrepiento de todo lo que te dije en el pasado... perdón papá... Ahora que lo sé me arrepiento tanto... tanto...
Papá nos abrazó a los tres, besando la coronilla de cada uno, llorando desconsolado por nuestras palabras, por nuestro perdón y nuestro te amo, porque realmente lo amamos, es nuestro padre y siempre hizo todo para mantenernos a salvo, sólo que fuimos tontos y no supimos verlo, criticamos sin habernos puesto en sus zapatos, me destroza verlo así.
— Quien debe disculparse soy yo —dijo papá— La presión de mi cargo no era justificación para no verlos, todos pudieron cumplir con sus deberes con el trabajo y la familia, pero yo no pude, no supe hacerlo y no tienen idea de cuanto me arrepiento... recuperemos el tiempo perdido, ahora que no soy Boss, que no hay ancianos, que podemos ser solo una familia normal, podremos hacer todo aquello que no pudimos, lo haremos todo.
Mamá se inclinó hacia nosotros secando las lagrimas de papá, los cuatro frente a él que poco a poco nos soltó para que mamá pudiera reconfortarlo, ella es su lugar seguro, su amor.
— Para mí es un honor seguir casada contigo, tontito, te lo dije hace más de veinte años y quiero repetirlo, contigo conocí lo que era ser feliz, contigo supe lo que es dormir tranquila sabiendo que tú vas a protegerme de lo que sea que quiera lastimarme, contigo supe lo que era el amor propio, supe lo fuerte que era, lo capaz — secándose las lágrimas— No tengo idea de cómo has soportado mis arrebatos todos estos años, soy consciente de que soy un dolor en el culo cuando tengo hambre o cuando me molesto, que en ocasiones me comporto de manera infantil adrede, pero es porque quiero que mi esposo me mime, porque a pesar de los años, tus brazos siguen siendo mi hogar, y ahora escuchando a los chicos... ellos tienen razón, te juzgamos todo el tiempo, te recriminamos tus acciones, me dejaste sola criando a nuestros hijos, lo hiciste, sí, pero fue porque querías que tuvieran una infancia tranquila, querías que vivieran, que se hicieran adultos, que encontraran el amor... siempre luchaste contra viento y marea, remando solo para que esta familia no se rompiera y yo tampoco lo vi, yo, que te conozco mejor que nadie... y me disculpo por ello, me disculpo por haber escapado a Rusia otra vez, siempre escapo cuando las cosas me explotan en el rostro y me asusto... me aterraba que estuvieras cansado de nosotros, que nuestra familia fuera una piedra en tu camino, estaba... aterrada, pensé que por estas razones no pasabas tiempo con nosotros, escapé porque temía que me pidieras el divorcio y yo no estaba lista para dejarte ir, nunca estaré lista para separarme de tu lado... por eso... por eso hice lo que mejor sé hacer, mentí, pensé que si ya no eras Boss tendrías más tiempo para mí, fui egoísta y moví los hilos a mi antojo para que tú y yo regresáramos aquí solos, te quería todo el tiempo, encima de mí, debajo, besándome, tocándome, diciendo que me amas cada vez que hiciéramos contacto... yo te quería a ti, quería a mi marido, extrañaba al hombre con el que me casé, yo no me había casado con ese trabajólico que no dormía en nuestra cama y no tenía tiempo para hacer el amor conmigo... esa no es la vida que quería para mí, por eso te empujé a tomar la decisión que tomaste y... me arrepiento de engañarte, pero volvería a hacerlo, ya que gracias a eso todos somos felices ahora, nosotros renovamos nuestros votos, Aradia está felizmente casada, tranquila, feliz y viva, ella quiere vivir y eso es... es el mejor regalo que podría darnos — acariciando mi brazo— Ares y Eris son capitanes de escuadrón, son fabulosos en todo lo que se proponen, y al verlos sé que hicimos un buen trabajo, y que podemos seguir haciendo un buen trabajo porque si el diablo lo permite aun tenemos mucho, mucho tiempo con nuestros hijos, recuperaremos el tiempo perdido.
Papá acunó el rostro de mamá y con amor, la besó lentamente, separándose luego y secando sus lágrimas, cada quien barriendo las lagrimas del contrario mientras yo abrazaba a los lloricas de mis hermanos, observando los tres la escena.
— Eres una psiquiátrica de mierda, yo debería internarte, loca, creí que querías divorciarte, creí que me odiabas.
— Te odiaba, sí, pero no estaba dispuesta a dejarte ir, por eso teníamos que venir, teníamos que recordar lo que era ser una pareja, yo quería a mi marido de regreso.
— Y te juro que nunca más volveré a ser ese hombre desatento y frío, te lo juro amor... te lo juro por nuestros hijos, celebraremos nuestro amor a diario, te diré cuanto te amo cada vez que abras los ojos y antes de que los cierres, seré alguien digno de ti.
Extendí los anillos hacia ellos, viendo como cada quién deslizaba el anillo por el dedo anular de la mano izquierda, depositando un beso sobre este, viéndolos besarse otra vez, abrazándose.
Miré hacia nuestra familia, Santino estaba llorando como si se hubiese roto un grifo, Sabina lloraba sin secarse las lagrimas mientras Vincenzo le acariciaba la espalda, Travis también estaba llorando, Ardan lo tenía en brazos para consolarlo, guiñándome un ojo en cuanto hicimos contacto visual, sonriendo, la abuela Yura y mis tías estaban igual, llorando y abrazándose entre sí mientras el abuelo la buscaba para besarla y acariciarle la espalda, susurrándole un te amo que me resultó de lo más tierno, hoy aquí abunda el amor, Dane y Ox también estaban besándose, Rhett buscaba la mano de Ardan disimuladamente, mano que el rubio entrelazó con la suya y besó, sonriéndole coqueto, sonrojando al castaño.
Esto es lo que quería joder... quería que todos fuéramos felices.
Fue divertido ver como la persona que ofició la renovación de votos hablaba mientras hipaba por el llanto, lo de hoy... fue emotivo, fue una ceremonia preciosa y agradezco que quedará el registro, porque desde este punto, la familia Marchetti Petrova será diferente, más sincera, más unida, seremos realmente una familia.
Nace pronto hermanita, todos estamos preparados para recibirte, el mundo es mucho mejor ahora, un mundo donde no van a juzgarte, donde no te odiarán por ser chica, nadie te mirará mal, es más, nadie te va a mirar si no se los permito, como Boss, te juro que las cuatro casas estarán a tus pies, a los tuyos, los de mis hermanos y a los de mis padres, por supuesto que haré que besen los de mis maridos también, y temblarán cuando escuchen sobre mis hijos.
La lealtad y el respeto llegaron a través del miedo, y si es necesario haré que sigan temiéndome para que siga así.
***
Para cuando la ceremonia terminó y caminamos todos hacia el salón, lo primero que hice fue beber un trago para bajar el nudo en mi garganta, aún estaba un poco sensible, tanto, que, al ver a mis chicos, fui directo a abrazar al que tenía las manos libres, llorándole encima, estaba feliz y sensible.
— Nena... deja de llorar — dijo Rhett, frotando mi espalda— Todo salió fabuloso, fue una renovación de votos de otro nivel, tu papá se sacó una carga enorme del pecho, debió ser difícil para él soportar todo por su cuenta, es bueno que se haya retirado, les hizo bien a todos.
— Y yo ya sé por qué me odia — dijo Ardan— Su discurso — me miró— Teme que le quite a sus hijos, su esposa habló conmigo toda la tarde, no le gusta que te llame mía, él me ve como amenaza, teme quedarse solo, y sé lo que se siente la soledad — bajando a Travis— Iré a hablar con él, esta vez sin violencia, lo prometo — besando mi frente— Tranquilizaré a tu padre y regreso con ustedes.
— Ardan... te amo ¿Me das un besito?
Sonrió amplio, sujetó mi mentón para levantar mi rostro y me besó delicadamente.
— Regreso enseguida, Bombón.
— Gracias por hablar con papá y por entenderlo.
— Al verlo vulnerable ahora pude comprender la vida que tuvo y los miedos que sigue cargando, lo entiendo, entiendo que me odie, es necesario que hable con mi suegro, no tardo.
Caminó hasta mis padres, felicitó a mamá, besó su mejilla y le regresó el abrazo que ella le dio, mamá estaba llorando y cuando llora, sumando el embarazo, no hay quien la calme a menos de que coma algo dulce, Santino ya se le estaba acercando con un rollito de canela entre las manos para subirle el ánimo, y mientras alimentaban y consolaban a la bestia, Ardan le dijo tres cosas a papá y ambos caminaron fuera del salón...
Espero que todo salga bien entre ellos, me haría feliz que se lleven bien.
— Oh una alarma ¿Alarma de qué?
Preguntó Rhett, tomando su móvil, me alejé un poco para que pudiera hacer sus cosas con calma.
— Mierda, es la cita con tu ginecólogo, te toca cambio de implante — dijo mirándome preocupado— Espera, llamaré y agendaré otra cita para ti, iremos en cuanto regresemos.
Esperé y miré a Rhett hacer su llamada, susurrándole a Travis si podía traerme un rollito de canela porque llorar tanto me abrió el apetito, tomando la mano del castaño esperando que hiciera esa llamada pronto porque quería amor, quería que siguiera hablándome.
— ¿Doctor Fiore? Habla Rhett Coppola, hoy tiene cita con mi Boss, estoy seguro de que se acuerda de nosotros — esperó— Sí, su nombre es Aradia Marchetti.
Esperó.
Podía escuchar que el doctor le decía algo al otro lado de la línea, pero no entendía las palabras, sólo sé que a medida que el especialista soltaba palabras, Rhett se ponía más y más pálido.
— ¿E-está seguro? — me miró— ¿Y qué pasaría si no le quitamos el implante a tiempo?
Alcé una ceja, recibiendo el rollito que Travis me trajo, dándole una mordida.
— Y-ya veo... Gracias doctor, lo llamaré si necesitamos de su servicio.
Cortó la llamada y se puso de rodillas frente a mí.
— ¿Qué pasó? ¿Por qué tienes esa cara? Si se venció hoy no creo que pase nada mal.
Tomó mi mano.
— Aradia soy un imbécil, anoté mal, la cita era hace dos meses, me llamaron para preguntar por qué no llegaste, saqué cuentas y llamaron en las semanas que estuve en el calabozo, y como querías destituirme en ese tiempo, papá Aless formateó mi móvil porque tú no querías que me encargara de tus cosas, e-entonces no vi las llamadas perdidas.
Me atoré con el rollito, golpeándome el pecho para hacerlo pasar, consciente de que nuestros familiares nos miran extraño.
— Ok... ¿Y qué te dijo que pasaba si estaba vencido?
— Dijo que era necesario que lo cambiáramos antes de los tres años, que tú te pusiste el de tres años en vez de el de los cinco porque supusiste que tendrías que quitártelo para cuando los ancianos te obligaran a casarte y claramente te obligarían a tener hijos, no podías llevar métodos anticonceptivos, estaba prohibido, se supone que no debías necesitarlos porque debías ser virgen, e-entonces dijo que gradualmente iba perdiendo su efectividad h-hasta que ya n-no funcionaba más.
La que palidecía ahora era yo.
— Me estás diciendo que quizá yo esté...
Asintió.
— Creo que deberías hacerte un test de embarazo — eso llamó la atención de mamá, se acercó— Perdón... perdón... apreté mal en el calendario, es mi error... oh maldita sea voy a vomitar, esta es una cagada enorme ¿En qué estaba pensando?
Jalándose del cabello.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué tendrías que hacerte un test de embarazo?
Preguntó mamá.
— Nos... equivocamos con las fechas, esta mierda ya no sirve — señalando el implante— Y... puede que esté embarazada, carajo.
Abanicándome, me siento abochornada, esta información no es nada simple de digerir.
— Fue mi error... oh mierda, que cagada... — Rhett estaba en shock— No lo planeamos así, si ese test sale positivo le cagué la vida a Aradia, ella quería hijos en varios años más... por el diablo... qué hice...
Boté el aire tembloroso, dándole una buena mordida a mi rollito, estaba nerviosa y cuando estoy nerviosa se me abre un agujero negro en el estómago.
— Voy a comprar un test — dije— Voy y vuelvo, saldremos de dudas ahora mismo.
Dejando a Travis encargado con mamá ya que Rhett no sale de su shock, dejé el salón y la playa sin preocuparme de ir descalza, buscando una farmacia seguida por mis escoltas.
Oh mierda, que cagada... ¿Qué vamos a hacer?
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BUENAS BUENAS HIJAS DE SU CHINGADERA MADREEE
PASARON MUCHAS COSAS HOY, TODAVÍA ESTOY PROCESANDOO
PRIMERO, RHETT HIZO LO QUE MEJOR HACE, HACER QUE ARADIA HAGA SUS COSAS JAJAJAJAJA SIN ÉL, ARADIA LLEGARÍA TARDE A TODAS PARTES
NATASHA NO CAMBIA SU ESENCIA, SANTINO ESTABA POR PERDER LA CABEZA AL VERLA COMER CHOCOLATE VISTIENDO EL VESTIDO BLANCO
NUESTRO POBRE PAPI MORIRÁ DE UN PARO UN DÍA DE ESTOS
Y NATASHA JODER, APENAS SE ENTERÓ DE QUE ARDAN NO SABÍA SI IR A LA BODA, FUE DERECHITO A BUSCARLO, NADIE SE ATREVE A DECIRLE QUE NO, ASÍ QUE TERMINÓ POR SEGUIRLA
QUÉ LES DIGO, YO ESCRIBIA LOS VOTOS DE CAESAR Y LLORABA SOLA, ME METO TANTO EN EL PERSONAJE QUE LO RE SENTÍ
Y SUS HIJOS? NOOOO, ES QUE FUI LAGRIMAS, ESTADO: LIQUIDO TODO EL RATOO
Y LOS VOTOS DE NATASHA? ELLA SIENTE QUE CAESAR ES SU LUGAR SEGURO, LE DIJO QUE SUS BRAZOS SON SU HOGAR, TODA UNA ROMANTICA LA APUÑALADORA 3000
Y TERMINÓ CONTANDOLE A CAESAR QUE TODO FUE UN PLAN PARA ESTAR A SOLAS, BIEN GANADO TIENE SU APODO DE PSIQUIATRICA DE MIERDA JAJAJAJAJA LOS AÑOS NO LE PASAN LA CUENTA A ESTA MUJER
Y ARDAN LOGRÓ DEDUCIR POR QUÉ EL ZAR LO ODIA, TEME SER DESPLAZADO, ARDAN LES DA EL TIEMPO QUE ÉL NO LE DIO A SUS HIJOS Y LO VE COMO UNA AMENAZA, HABLA BIEN DE ARDAN EL QUERER TRANQUILIZARLO
LUEGO TENEMOS LA CAGADA DE RHETT, APRETÓ MAL Y PARA CUANDO LO LLAMARON, ÉL ESTABA EN EL CALABOZO
AHORA QUE PROCEDEEEEE, LLAMEN A LA AMBULANCIA ANTES DE QUE AL CASTAÑO LE DE UN PAROOOO, LOS COPPOLA SON PROPENSOS A SUFRIR INFARTOS Y DESMAYOR JAJAJAJAJA POBRE SANTINO CUANDO ESCUCHE LA CAGADA
NOS LEEMOS PRONTO BEBAS
BESITOS EN LA COLA, SE LES AMA
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