Capítulo 43

ADVERTENCIA. LENGUAJE EXPLICITO, CONTENIDO SENSIBLE. 

No sé qué o cómo pasó, es como si una espesa capa de neblina me rodeara, nublara mis sentidos y se disipara en el mejor momento de todos.

Ardan, Rhett y yo estábamos dentro de la casa nuevamente, un rincón lo suficientemente oscuro para nuestras perversiones, tenía a Rhett entre las piernas, su cabello cosquilleando en la cara interna de mis muslos, mientras Ardan invade mi garganta sin la intención de ser delicado, éramos sólo nosotros tres, no existía nadie más, no éramos capaces de ver más allá, es por eso que no importaba cuantas personas hubiera en este lugar, todas estábamos disfrutando, todas pendientes únicamente de lo que teníamos en frente... o entre las piernas.

Ardan me soltó dos segundos antes de correrse, derramando su esencia en mi rostro, eso pareció excitarlo de sobremanera, tomó un poco y lo llevó a mis labios para que chupara ¿Lo sorprendente? Rhett levantó la cabeza y lamió mi mejilla llevando consigo parte del semen de Ardan, tragándoselo.

El rubio empujó a Rhett contra mi pecho y caminó hasta ubicarse tras él, Ardan estaba metido completamente en su faceta de dominante y sabía muy bien cómo someternos a ambos sin descuidarnos ni un poco.

— Aquí... algún día meteré lo mío aquí... —Apretando el trasero del castaño, dándole una nalgada, acariciándolo después— Y te gustará tanto que vas a pedirme que te lo meta a diario.

Mordiendo su hombro con tal fuerza que Rhett terminó soltando un gritito, eso de seguro dejará marca.

— Algún día... — se esforzó en decir el castaño— Pero hoy no... yo no... no estoy listo.

Abrazándome con fuerza, refugiando su rostro en mis pechos.

— Jamás te forzaría — repartiendo besos por su espalda desnuda— Todo a su tiempo, cuando tú quieras, cuando te sientas seguro — estiré mi mano, masturbándolo mientras acariciaba su cabello y lo dejaba juguetear con mis pechos para que se relajara— Seré paciente, muy paciente, como nunca lo he sido.

— Gracias...

Murmuró Rhett, dejándose llevar por Ardan, acomodándose entre sus piernas, sintiendo al rubio jugar con su pecho.

— Aradia, creo que necesita ayuda para aliviarse ¿Por qué no pones tu linda boquita aquí?

Sujetando el pene del castaño, masturbándolo lentamente, besando su cuello en el proceso.

— Por supuesto que sí, cuidemos de nuestro chico — acariciando sus muslos mientras me inclinaba hacia adelante— Te daré toda mi atención ahora — besando su glande— Tú sólo relájate y disfruta.

Rhett se deshizo en los brazos del rubio, lo besó, dejó que lo tocaran y al mismo tiempo enredó los dedos en mi cabello, marcando el ritmo, alzando las caderas para poder llegar un poco más al fondo, ahogándome en ocasiones, su tamaño no era ninguna broma.

— Aradia, cariño, creo que olvidaste el protocolo ¿Qué hacemos antes de una mamada?

Levanté la cabeza, abrí la boca y saqué la lengua, sujetó mi mentón, complacido por mis acciones, derramando un hilillo de saliva, guiándome inmediatamente hacia el pene de Rhett para que se mezclaran los fluidos, todo esto muy morboso, muy caliente.

Lamí mis labios cuando levanté la cabeza luego de haber tragado todo lo que me entregó.

— Los quiero a los dos dentro — sonriendo maliciosa— Si nos vamos a casa ahora, te dejaré meterme uno de tus juguetitos por el culo.

Mirando a Ardan.

— Hecho.

El yeso no fue impedimento para cargarse a Rhett al hombro y a mí sujetarme de la cintura con las extremidades colgando hacia abajo, sin importarle que estuviéramos desnudos, nos sacó de casa, saludando a Aless y Santino en el proceso, estaban de exhibicionistas follando sobre el capot de nuestro auto, tuvimos que pedirles amablemente que se movieran no sin antes escuchar un "Usa lubricante hijo, la saliva se seca y de seguro querrás caminar mañana" dijo Aless, y también "Me hubiera gustado que alguien me aconsejara eso cuando tu papá me remodeló los intestinos por dentro" luego de eso, Santino le dijo que le recordaría la sensación doblándolo sobre el capot del auto, metiéndole los dedos por el culo, usando su pene para terminar de dilatarlo.

Como consecuencia, estuvimos atascados unos minutos dentro del auto, enrollándonos de todas maneras mientras el vehículo se movía al ritmo de las embestidas, no les importó nada que los estuviéramos viendo y parecían no querer salir en un tiempo próximo, razón por la que le toqué el vidrio a mi chofer, estiré mi brazo hacia el claxon y lo hice sonar hasta que Aless me mostró el dedo medio y ocupó la pared para "Mostrarle a su marido como se hace" dudo mucho que lleguen a casa temprano hoy.

Para cuando logramos llegar a casa, me sorprendió no sentir ni una pizca de pudor al entrar a casa sin una sola prenda cubriéndome, fuimos recibidos por las mucamas como siempre y luego emprendimos camino hacia el segundo piso, a nuestra habitación, Boris no estaba, probablemente se quedó con Eris.

— Ya regreso — dijo Ardan, plantando un beso en mis labios— Iré por lo que voy a meterte en el culo, mi amor, diviértanse sin mi mientras tanto.

Le guiñó un ojo a Rhett antes de abandonar el cuarto para ir el diablo sabe dónde.

— No pienso desobedecer, él dijo diviértanse.

Dijo Rhett, sujetándome por la cintura haciéndome retroceder hasta caer de espalda en la cama, atrapando mi boca en segundos, besándome como si su vida dependiera de ello mientras separaba bien mis piernas con su rodilla, penetrándome, ambos siseando de placer cuando por fin estuvo todo dentro, robándome el aliento, no creo poder acostumbrarme nunca al tamaño de mis hombres, los siento tan profundo y en todas partes que podría correrme sólo con tenerlos a ambos dentro, llenándome.

— Tengo una idea muy divertida, Rhett — mordiendo mi labio inferior cuando tocó ese punto que tanto me gusta, gimiendo— ¿Por qué no vas por tu collar y lo reestrenamos? Tengo muchas ganas de jalar de él mientras te monto.

Apretó los dientes, soltando un gruñido gutural que me remeció por dentro, obedeciendo de prisa, prácticamente saltando fuera de la cama en dirección al walk in closet, regresando con la cajita entre las manos.

Hincada sobre la cama, lo vi adoptar la misma posición ofreciéndome el artículo, no dudé en tomar el collar y ajustarlo a su cuello, enganché la correa y tiré la caja al piso, haciendo girar el cuero en mi mano, dando un tirón, acercándolo a mí lo suficiente para morder su labio inferior.

— De espaldas en la cama, perro — deslizando mi lengua por la comisura de su boca— Las manos arriba, vas a dejar que yo lo haga todo.

Tragó grueso obedeciendo, recostándose de espaldas en la gran cama, su pene erecto y emocionado por estas prácticas, Rhett era un fetichista, le encanta cuando tomo el control.

En cuanto subió ambas manos, me acomodé en su pelvis, sostuve su pene y me autopenetré, bajando lentamente hasta tenerlo completamente lleno.

— Aquí es donde siento lo tuyo — tocando cierto lugar en mi estomago— Tan profundo... — moviéndome hacia adelanta y hacia atrás, escuchándolo soltar una maldición ahogada— Si quisiéramos hacer un bebé sería tan fácil luego de todo el esperma que tengo dentro — jalando de la correa— Si no me cuidara tendríamos tantos, tantos bebés...

Tensándola todo lo posible, levantando el culo lo suficiente hasta tener sólo el glande dentro, bajando de golpe, escuchándolo soltar un grito ahogado antes de correrse en mi interior.

— Uy... eres un perro muy malo — deslizando mi índice por su pecho, golpeando su tetilla, sujetando el índice con el pulgar para que le doliera más, y funcionó, levantó el pecho y se quejó, tuvo el ademán de bajar sus manos, se lo pensó mejor y las regresó a su posición— ¿Te corres por un poco de charla caliente o es esto lo que te gusta, sucio pervertido?

Repitiendo el movimiento, subiendo hasta dejar sólo el glande dentro, bajando con fuerza otra vez, y otra vez... y otra vez... usando la correa para mantenerlo en su lugar, escuchando todos los sonidos que escapan de su boca, excitándome.

— Tus manos... t-tus manos...

Se las arregló para decir.

— ¿Qué sucede con mis manos?

Meciendo mis caderas hacia adelante y hacia atrás.

— Son mi collar favorito ¿Podrías... usarlas?

Sonreí maliciosa, deslizando ambas manos por su pecho hasta llegar al collar, lo quité del camino y en su lugar rodeé su cuello, apretando con fuerza.

— Asqueroso pervertido, te encanta sentir que vas a morir mientras te corres ¿No es así? — moviéndome con brutalidad, su cuerpo temblaba con cada sentón, yo estaba en mi limite también, se siente increíble, todo mi cuerpo es una zona erógena ahora gracias al ACATHA— Levanta las caderas.

Exigí.

Tembloroso hizo lo que le pedí, levantando las caderas cada vez que yo descendía y apretaba su pene en mi interior, un hilillo de saliva escurrió de la comisura de su boca, su rostro se tornó rojo, no era capaz de mantener el ritmo de sus caderas, estaba realmente quedándose sin aliento, pero no me pidió parar, no hizo ni un solo movimiento.

— ¿Qué pasa? ¿Ya no puedes más? ¿Esto es todo? ¿Quieres que pare?

Intentó hablar, pero simplemente no salieron palabras de su boca, en su lugar, sólo negó, colocando el rostro más lascivo que he visto en mi vida, sus ojos enrojecidos por las lágrimas, el rostro húmedo, labios inflamados y rojos, saliva escurriendo por su barbilla...

Rhett, lo siento, pero no puedo más.

Con una mano apreté su cuello en los lugares indicados y la otra la posicioné de manera que podía cubrir nariz y boca, incapacitándole el poco aire que pudiese ingresarle mientras movía mis caderas con rudeza, sintiendo mi humedad escurrir por los muslos, excitada al ver su rostro rojo, sabiendo que estaba ahogándose, aún así no hizo nada, sólo intentó mover las caderas como le pedí hasta que ya no pudo hacerlo, entonces quité ambas manos, viéndolo toser, respirando largas bocanadas de aire.

— El sexo mientras te estrangulan se siente tan bien... — jadeando— Por favor... no te detengas...

— No pensaba hacerlo, perro, aún no me corro así que hazlo bien esta vez.

Regresé mis manos a su cuello apretando con fuerza, sin delicadeza, exigiéndole que moviera las caderas, maliciosa, apreté su cuello con una mano y llevé dos de mis dedos a su tetilla, la apreté y retorcí, frotándola con mi pulgar, su rostro se tornó rojo otra vez, gimiendo de forma entrecortada, intentando buscar aire, y desobedeciendo mi orden, rodeó mi cintura con su brazo y me penetró tan profundo que terminé corriéndome demasiado, mojándolo a él en el proceso, un orgasmo sublime.

— Perro desobediente — soltándolo jadeante, intentando recuperarme— Te corriste dos veces dentro de mí, pero me gusta tanto estar llenade ti...

Rhett medio sonrió, jadeante, intentando componerse, esto fue... intenso, fue un silbido sensual lo que llamó nuestra atención, giré la cabeza y ahí estaba Ardan, desnudo, con una caja sujeta con el yeso, usando su otra mano para masturbarse, su esencia derramada por su palma.

— Verlos de esta manera siempre va a ser mi espectáculo favorito — acercándose— ¿Pueden continuar o quieren un descanso?

— Puedo continuar.

Respondimos al unísono, mi cuerpo sigue pidiendo sexo a gritos, el cosquilleo simplemente no se detiene.

— En ese caso Bombón, apóyate en el pecho de Rhett, voy a hacer un par de cosas que de seguro van a gustarte.

La expectación y la incertidumbre me hicieron temblar, recostando mi pecho en el de Rhett, sintiendo suaves caricias en mi espalda mientras el rubio se posicionaba tras de mí, derramando liquido frío y viscoso en mi trasero.

— Dime si te duele y me detendré — susurró, besando una de mis nalgas— Dime si te arrepientes y nos detendremos.

Mordisqueando la otra, volviéndome loca.

— Estoy bien, continua, quiero hacerlo.

Respondí segura, moviendo el culo con ansiedad, sólo quería que me tocaran, quería sus manos por todo mi cuerpo, que apagaran este incendio que me está consumiendo.

El primer dedo fue incómodo, Ardan lo metió lentamente, lo retiró con el mismo suave movimiento, introduciéndolo otra vez mientras repartía besos por mi espalda y le pedía a Rhett moverse en mi interior lentamente para que el placer nublara la incomodidad.

— ¿Estás bien? ¿Puedo meter otro?

Jadee, apoyando mi frente en el hombro del castaño.

— Sí, estoy bien, continua.

Con la debida autorización, un segundo dedo me dilató, ese sí me dolió un poquito, tensé el cuerpo y apreté los dientes, sintiendo a Ardan quedarse quieto hasta que le dije que estaba bien y podía seguir, fue así hasta que logró meter cuatro dedos sin lastimarme, más bien... se sentía rico, sus atenciones, el pene de Rhett haciendo estragos en mi interior, sus besos, sus caricias... se siente delicioso.

— Aquí va, Aradia, traje una bonita cola de gato para ti — cubriendo el plug de lubricante— Respira profundo y relájate, se sentirá bien.

Lentamente introdujo el juguetito que se acomodó en mi culo sin problemas, sintiendo a Ardan masajear mis nalgas después, apretando y separando para apreciar su obra de arte.

— Hermosa... te ves hermosa...

— ¿Qué más trajiste? Es obvio que una cola no es todo lo que hay en la caja.

Mirando por encima del hombro, viendo esa sonrisa traviesa que me pone los pelos de punta y me revoluciona las hormonas posicionarse en su rostro.

— Bueno... pensé que quizá querrías probar cosas nuevas —Levantando unas cuerdas rojas— Entrégame el control, te juro que no voy a lastimarte, sólo quiero mostrarte el placer de dejar que otro haga de ti un desastre.

Colocando unas orejas de gato en mi cabeza, tenía también un collar entre las manos, el outfit completo.

¿Qué hago? ¿Se lo permito? No estoy segura de si sea buena idea...

— Sí lo permites Aradia, dejaré que Ardan meta un dedo en mi culo, pero solo uno.

Puntualizó el castaño.

Ardan y yo intercambiamos miradas, interesados por las cartas sobre la mesa.

— Trato hecho ¿Cómo me quieres?

Moviéndome demasiado rápido al erguirme, sintiendo el plug y el pene del castaño rozarse en mi interior.

— De espaldas en la cama, mi amor, dobla las rodillas.

Me levanté de encima de Rhett, haciendo una mueca al sentir sus fluidos dejar mi vagina, la sensación es un poco extraña, eso no fue impedimento para hacer lo que el rubio me pidió.

— Tranquila, nunca haría algo que te lastime — dijo depositando un beso en mi rodilla— Esta es una cuerda especial encerada y de algodón — explicó— Lo que haré será unir tu tobillo con tu muslo, y lo juntaré con tu muñeca, necesito que acomodes ambos brazos a los costados de tu cuerpo ¿Quieres hacer eso?

Atrapé mi labio inferior entre mis dientes y bajé ambos brazos, asintiendo.

— Buena chica.

Felicitó, besando mi rodilla otra vez sin dejar de observarme.

La confianza que inspira me envuelve... lo dejaría hacer lo que quisiera conmigo, sé que con él voy a estar a salvo siempre.

Sin que el yeso fuese un problema para él, se las arregló para comenzar a hacer una serie de nudos alrededor de las extremidades mencionadas, primero ató mi tobillo al muslo lo suficientemente apretado para que no pudiera moverme, pero sin llegar a lastimarme, y luego unió la muñeca a estos.

— ¿Te sientes cómoda? ¿Quieres continuar?

Preguntó.

Rhett se encargó de acariciar mi cabello y transmitirme paz, dejando al rubio hacer, pronto será su turno.

— Sí estoy bien, continua.

Asintió repitiendo el proceso con el otro lado, dejándome expuesta y completamente a su merced, él podría hacer lo que quiera conmigo en este estado.

— Muy bien, lo has hecho muy bien — deslizando su palma desde mi vientre bajo hasta el centro de mi pecho— Tengo otro juguetito para ti ¿Aceptarías una apuesta?

— ¿Qué te tres entre manos?

Alzando una ceja hacia él, gimiendo al sentir su mano jalar lentamente del plug, quitándolo hasta la mitad, volviendo a insertarlo un poco más adentro esta vez.

— Esto — levantando un vibrador— Lo ataría a ti en la potencia máxima, si puedes tolerar diez minutos, haré lo que tú quieras, puedes correrte claro.

— Siempre haces lo que yo quiero, ese no es un buen trato para ti ¿Qué ganas si pierdo?

— Me dejarás meterlo aquí.

Apoyando su mano en mi culo.

Ok, un plug es una cosa, pero ¿Su pene? Son veintiséis gruesos centímetros macizos que bien podrían incapacitarme.

— De acuerdo, sé que no voy a perder — asentí— Y si en el remoto caso de que pierda, sé que no vas a lastimarme, así que de acuerdo.

En mi mente claramente dije que no, pero mi boca, mi cuerpo y mi mente no están en el mismo bando en esta ocasión, yo quería todo lo que pudieran hacerme, todo lo que fuese contacto y placer lo quería.

— Bien entonces, ataré el vibrador y cronometraré los diez minutos, en ese tiempo, me encargaré del culo de Rhett — mirando al castaño— Te aseguro que vas a pedir más que un dedo.

Alabado sea Satán por permitirme ver lo que le hará en vivo.

— Ya lo veremos.

Sin desviar la vista, vamos progresando.

Ardan tomó otra cuerda y la ató alrededor de mi cintura, sujetó el vibrador de cabeza redonda que tomó de la caja y lo aseguró de tal manera que quedó firmemente acomodado sobre mi clítoris.

— Ultima oportunidad ¿Segura?

Preguntó con los dedos sobre el botón de encendido.

— Segura.

Presionó el botón y en segundos solté un jadeo, no pensé que fuese a sentirse así de intenso.

— Al máximo fue lo que acordamos.

Subiendo la intensidad.

Me temblaron las piernas de forma inmediata, el orgasmo me atravesó de forma brutal, entreabriendo los labios para soltar un grito cargado de placer, jalando de las cuerdas.

— ¿Quieres declararte como perdedora?

Preguntó el rubio.

— No, no pienso perder.

Sintiendo un nuevo orgasmo formarse en mi vientre bajo, mierda... esto va a ser una real tortura, pero no me gusta perder, no voy a perder.

— Avísame cuando te rindas — depositando un beso en mi rodilla— Estaré justo a tu lado.

***

ARDAN

Mordí mi labio al ver a Aradia completamente entregada al placer, se ve exquisita con esas cuerdas alrededor de su blanquecina piel, nunca creí poder verla tan entregada, tan dispuesta al morbo... no creí que fuese a aceptar jamás.

Sin duda, este matrimonio es lo mejor que me ha pasado en la vida.

— Muy bien, tú solito accediste, yo no te pedí nada — Yendo hacia Rhett, diez centímetros más allá que Aradia— ¿Aún estás dispuesto?

— Aradia accedió porque yo accedí, ella lo hizo, lo justo es que yo lo haga también.

Sus manos estaban temblando, está nervioso, pero su pene brincó emocionado, aún erecto, su cuerpo está ansioso, pero la incertidumbre de lo desconocido es lo que lo asusta, no deja de mirar las cuerdas.

— No voy a atarte — aseguré, sujetando su mentón para que me mirara— Primero debes confiar en mí, confiar plenamente en que no te haré daño, aún no me conoces lo suficiente — acariciando su muslo— Si en algún momento quieres parar, dímelo y nos detendremos inmediatamente.

El gritito que soltó Aradia nos hizo voltear el rostro, estaba en medio de un squirt, sus piernas temblaban, el rostro rojo y un par de lágrimas escapándosele de los ojos. Giró el rostro, apretó los dientes y negó, ella iba a terminar estos diez minutos cueste lo que le cueste, ni siquiera lleva un minuto, le va a costar soportar.

— ¿Qué tengo que hacer?

Preguntó Rhett, decidido.

— Date la vuelta, apoya el pecho y ambas rodillas en la cama, levanta el trasero, será más cómodo para ti en esa posición.

Pensé que se resistiría más a la idea, pero no tardó en dar media vuelta y hacer lo que le pedí, permitiéndome una visión perfecta de su culo y junto a él, mi mujer exudando sexualidad.

Gracias al diablo por permitirme vivir este momento, estoy en la puta gloria.

— Está un poco frío.

Avisé antes de derramar un poco de lubricante entre sus glúteos, unté mis dedos también, acariciando sobre su agujero, sintiendo su cuerpo temblar.

Reuní todo mi autocontrol para hacerlo de la forma más delicada posible, sin presionarlo, lo que menos quería era asustarlo, quería que Rhett confiara en mí, que se entregara.

Empujé lentamente mi dedo sintiéndolo quejarse, me detuve y esperé a que se relajara para empujar unos centímetros más, besando su nalga, mimándolo para que su cuerpo no estuviera tenso.

— ¿Sabías que los hombres tiene el punto G en el trasero? La próstata puede generarte mucho placer si sabes dónde y cómo debes presionar.

La teoría no era suficiente, por lo que empujé mi dedo hasta meterlo por completo, golpeando hacia arriba, escuchándolo gemir con fuerza, su culo apretando mi dedo, y Rhett, asustado por el sonido que acaba de salir de él, cubrió su boca, mirando a Aradia sorprendido.

¿Se avergüenza?

— Sentirse bien por esto no es malo — quitando e introduciendo mi dedo otra vez, golpeando el mismo punto reiteradas veces, deleitándome con el sonido de sus gemidos— Aradia está muy expuesta ahora, ella no se avergüenza de correrse, o de poner juguetes en su culo — estirándome para besar la rodilla de mi mujer— Ella sabe que este es un espacio seguro, tú y yo somos su espacio seguro, aquí nadie va a dañarte Rhett, nadie quiere lastimarte, sólo quiero hacer que te sientas bien, que pruebes cosas nuevas.

— E-está bien... mete otro dedo.

Pidió apretando las sábanas con fuerza.

— ¿Estás seguro?

Alzando una ceja, sorprendido. No creí que fuese a acceder tan rápido.

— Sí, lo estoy.

Introduje otro dedo muy cuidadoso, lento, tomando pausas cada vez que se tensaba, sintiendo la humedad cubrir mi glande, los gritos y gemidos de Aradia me vuelven loco, la entrega de Rhett, desconcertado, creí que tendría que esperar más para hacerlo llorar de placer, para ver a ambos de esta manera.

¿Qué más puedo pedir? Lo tengo todo.

— ¿Qué te parece si introduzco un vibrador pequeño aquí? Es muy pequeño, no mide más que mis dos dedos juntos, te aseguro que va a ser el mejor orgasmo de tu vida.

Movió su cabeza, observándome por encima de su hombro, los ojos brillantes, mejillas sonrojadas, labios entreabiertos... mierda... que sexy es.

— ¿Va a doler?

— Jamás.

Prometí.

— Entonces... está bien.

Podría haber saltado en un pie, pero me controlé, tomando el pequeño vibrador de la caja, también el mando para poder controlar la intensidad. Lo unté de lubricante y empujé lentamente, su agujero lo recibió bien, él estaba bien, pero las cosas se descontrolaron cuando encendí el pequeño objeto, viendo a Rhett correrse rápidamente... quizá no debí poner tanta potencia, quizá debí empezar lento... pero quería que viera lo intenso que es correrse por el culo, las maravillas que puedo hacerle si me permite jugar con su cuerpo.

— ¿Estás bien?

— Sí... puedo soportarlo.

Sus piernas apenas lo sostenían, Aradia hizo un buen trabajo con esos sentones, el semen de Rhett no es tan blanco como al comienzo, pronto caerá rendido al sueño, pero satisfecho.

Me vi en la necesidad de bajar de la cama, dar un par de pasos hacia atrás, aumentando la potencia al vibrador de Rhett otra vez, observando como ambos se retuercen de placer, deleitándome con el sonido de sus voces, masturbándome sin pudor al mirar la escena.

— Pensar que ambos son míos me hace sentir afortunado — dije apretando los dientes— ¿Quieren parar?

— ¡No!

Gritó Aradia siendo atravesada por un nuevo orgasmo, las mantas bajo su peso completamente empapadas.

— T-tampoco yo...

Las piernas le fallaron en cierto punto, cayendo sobre la cama, ese movimiento, el apretar el vibrador en su interior hizo que sintiera el movimiento más profundo, corriéndose de forma intensa en un squirt, intentó cubrirse, avergonzado, sin poder detener las contracciones de su cuerpo.

— Quiero parar... quiero parar... ya no puedo más...

Dijo Aradia, el rostro empapado en lágrimas, un hilillo de saliva escurriendo por su barbilla, tan mojada...

— Por supuesto Bombón, lo has hecho increíble.

Caminando hacia ella, apagando el vibrador, observando el desastre que hice de su cuerpo.

A su lado, Rhett no pudo más y terminó perdiendo el conocimiento, demasiadas emociones por un día, apagué su vibrador y me dediqué a soltar a Aradia, besando cada lugar dónde las cuerdas se marcaron, estirándome para besarla a ella después, jalando el plug fuera en el proceso, escuchando una leve protesta de su parte.

Luego, fui con Rhett, encargándome de recuperar el vibrador, besando su sien por el esfuerzo, susurrándole lo buen chico que era a pesar de que no podía escucharme.

— Sigues duro... yo podría ayudarte.

Dijo Aradia al borde de la inconciencia, siempre pensando en los otros antes que en ella.

— No Bombón, gracias, pero siento que, si te follo una vez más, se me va a caer el pene, yo también estoy cansado.

Acariciando su cadera.

— Llenaré el jacuzzi, me encargaré de limpiar a ambos e iremos a la cama, si estás muy cansada, puedes cerrar los ojos, me encargaré de ti.

Asintió ligeramente antes de cerrar los ojos y dormirse, ella también estaba exhausta.

Tal y como mencioné, caminé hacia el cuarto de baño y comencé a llenar el jacuzzi, derramando un poco de espuma con aroma a lavanda, la aromaterapia era una de las formas que utilizaba luego del sexo, proporcionándoles calma y seguridad.

Para mí, el aftercare era importantísimo, compartir momentos íntimos con quienes se entregaron completamente a mí es fundamental para reforzar la confianza y hacerles saber que esto no fue un mero acto cruel de abuso de poder, o pasar a llevar sus derechos sexuales, este fue un disfrute mutuo, consensuado, y ellos son personas importantes para mí.

Al terminar de llenar el jacuzzi sintiendo el aroma a lavanda inundar el cuarto de baño, fui primero por Aradia sentándola en el lugar, yendo rápidamente por Rhett, apoyándolo a su lado, salí nuevamente hacia la puerta del cuarto que da al pasillo, viendo a María, la mucama en jefe y sus chicas esperar.

— Gracias María, ya sabes que hacer, los juguetes en el lugar de siempre, recuerda que es un secreto, mi esposa no se debe enterar aún.

— Por supuesto señor, seremos discretas.

Ingresando al cuarto con la intención de limpiar todo el desastre mientras yo me ocupaba de mis parejas. Entré al agua, tomé la esponja, apliqué jabón y limpié muy bien sus cuerpos, quité el semen que Aradia aún tenía dentro, escuchándola jadear entre sueños, dejándose hacer, luego me encargué del lubricante que quedó dentro de Rhett, lavé el cabello de cada uno, me bañé rápidamente yo y los saqué del agua, cubriéndolos con toallas para regresarlos a un cuarto completamente limpio, con sabanas y mantas nuevas, no había rastro de nuestras practicas aquí, por eso me agrada María, sabe justamente lo que necesito sin que se lo pida, es discreta y leal, eso la a llevado a trabajar para mí por años, inclusive los años que me... me perdí.

Sequé el cabello de cada uno sin molestarme en vestirnos, hicimos las suficientes cosas para perder el pudor, por lo que sólo me digné a recostarme en medio de ambos, cubrirlos con las mantas hasta el cuello y atraerlos hacia mí.

Antes de que el sueño me arrastrara, sentí a Rhett subiendo su pierna sobre la mía, frotándose descaradamente, soltando bajos gemidos en mi oído.

— ¿Cómo debería responder a esto, castañito? — riendo entre dientes— Me pones las cosas muy difíciles para mantener el autocontrol.

No tuve que esforzarme tanto para conciliar el sueño, estaba tan cansado, con los músculos tan fatigados que terminé durmiendo sin siquiera saber cual de los dos se estaba frotando con mi muslo ahora, ya mañana veré si estamos en condiciones de cobrar castigos, no se me ha olvidado que Aradia me debe su culo... claro que no lo he olvidado...

***

A la mañana siguiente desperté completamente dolorido, la cabeza se me parte y me duele el pito luego de todo el sexo que tuvimos, joder, que manera de follar anoche, afortunadamente todo sin accidentes, sobrevivimos al ACATHA sin hacer cagadas que nos cuesten el matrimonio, el único problema ahora es que prácticamente no puedo moverme, me duelen hasta las pestañas.

— Buenos días chic...

Fruncí el ceño al no ver a Aradia en la cama, la gaveta que trajo desde su casa para guardar sus armas favoritas estaba abierta y faltaban varias de ellas, lo cual era sospechoso, sólo Rhett descansaba en la cama muy pegado a mí, babeándome el pecho.

— Rhett, oye Rhett — moviéndolo— Rhett despierta, es importante.

No hubo caso, por más que intenté moverlo, no cedió, nada pudo arrastrarlo fuera del sueño.

A duras penas salí de la cama, estirando la espalda en el proceso, tomé unos pantalones de pijama deslizando las piernas por ellos sin preocuparme por la ropa interior, abandonando el cuarto, buscando a Aradia.

No estaba por los pasillos, no estaba en el comedor, era medio día, deberían estar comenzando con la comida, en cambio, el lugar estaba vacío, pensé que podía encontrar a mi mujer buscando refrigerios por la hora, pero nada, decidí ir a la sala y me congelé al ver a Ares llorando con Boris en brazos, las mucamas estaban aquí, todas ellas mordisqueándose las uñas, intentando consolarlo.

— ¿Qué pasó? Ares ¿Por qué estás llorando?

Al verme, lloró con mayor intensidad, levantándose y viniendo hacia mí, rodeándome con sus brazos, buscando consuelo.

— Oye campeón ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? ¿Dónde están tus hermanas?

Abrazándolo de regreso, el corazón me salta dentro del pecho de forma dolorosa, estaba preocupado, muy preocupado.

— Eris... Eris tenía una misión hoy, fue con su escuadrón, no era algo difícil — comenzó a contar tomando pausas, se ahogaba con las lágrimas— Pero era una trampa, fue una maldita trampa...

¿Le pasó algo a Eris?

Sostuve a Ares por los hombros haciéndolo para atrás para que me mirara.

— ¿Dónde está Eris ahora? ¿Qué pasó?

— Se la llevaron — gimoteó de la pena, terminando de rodillas en el piso— S-se la llevaron los Lombardo como advertencia, quieren la cabeza de Aradia — masajeando su pecho— Algo le están haciendo a Eris porque me duele, puedo sentir que está sufriendo, no está bien y Aradia no me dejó ir... necesito saber si están bien... se fue hace horas y no he podido contactarla.

El terror me invadió por completo, nunca en mi vida mi mente quedó en blanco ante una situación en la que debería actuar con rapidez, tenía tanto miedo de que algo le pase a esas chicas, mi familia, que casi terminé de rodillas en el piso con Ares, ahora entiendo la desesperación del chico, ambos sabemos que pueden estar muertas.

— ¿Hace cuanto se fue Aradia?

— Unas dos horas — respondió— Intentó despertarlos, pero ninguno se movió, Sabina fue la única que la acompañó junto con otros tres escuadrones, los Lombardo le enviaron una foto de Eris inconsciente... su cabeza sangraba tanto... —jalándose del cabello por la desesperación— Santino, Aless y Vitto la acompañaron — sujetó mi pantalón— Por favor... por favor Ardan... — temblando de pies a cabeza— Ve por mis hermanas... no dejes que nada les suceda a mis hermanas, si ellas... — no pudo pronunciar la palabra mueren, no pudo— Si les sucede algo... me muero... yo me muero...

Me acuclillé frente a él, besando su coronilla, sujetando su rostro.

— Pase lo que pase, las traeré a casa amigo, mientras tanto, necesito que te compongas y seas el hombre de la casa mientras no estoy, necesitamos preparar insumos clínicos, incluidos suturas, no sabemos con qué nos encontraremos, traeré a tus hermanas de regreso, pero necesito tu ayuda aquí, necesito que seas valiente.

Asintió poniéndose de pie tembloroso, con mucho esfuerzo, intentando ser firme, eso fue suficiente para mí, mantendrá su mente ocupada y al mismo tiempo me ayudará.

Giré en redondo y corrí de regreso a las escaleras, recorrí el pasillo y quité las mantas de la cama zarandeando a Rhett con agresividad, golpeándole la mejilla con mi palma para despertarlo, eso fue suficiente para arrancarlo fuera del sueño, mirándome horrorizado.

— Algo pasó, tenemos que salir ahora.

Pestañeó repetidas veces, desconcertado.

— Rhett reacciona, algo pasó, Aradia podría estar muerta, Eris hecha pedazos, necesito que te muevas, hay que salir ya.

Eso fue suficiente para hacerlo salir de la cama, ignorando las muecas de dolor, corriendo al vestidor para prepararse, para ambos prepararnos, no sabemos con lo que nos enfrentaremos.

Prometí a Ares traer a sus hermanas de regreso, se lo prometí, sí... pero nunca dije en qué estado las regresaría, no sé con qué voy a encontrarme.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

BUENAS BUENAS NO SON, LO SABEMOS, POR ESO COMENCEMOS CON EL RESUMEN RAPIDO DE LOS ACONTECIMIENTOS

PRIMERO, TODO RICO, TODO BIEN EN LA CASA CARUSO, TODO ERA UN FESTIVAL DE SEXO Y A NADIE LE IMPORTABA SI HABÍA PERSONAS FOLLANDO A DOS METROS DE DONDE ESTABA

LA ACATHA PARECIÓ NO HABER SIDO TAN DESTRUCTIVA ESTA VEZ

ARADIA DECIDIÓ PROBAR COSAS NUEVAS QUE DISFRUTÓ

PERDIÓ LA APUESTA, TIENE COSAS QUE PAGAR

Y RHETT? RHETT DE A POQUITO SE VA ENTREGANDO, PERO ENTRE ARADIA Y ARDAN EL POBRE TERMINÓ INCONSCIENTE DE LOS PRIMEROS

ARDAN SE SIENTE EL SER MÁS AFORTUNADO DE LA VIDA

PERO SIGUE HABLANDO EN CLAVE, SOLTANDO PEQUEÑOS DETALLES Y PISTAS SOBRE SU PASADO ¿QUÉ OCULTA?

LUEGO TENEMOS UN AMARGO DESPERTAR

ARADIA NO ESTÁ

ERIS EN PELIGRO

ARES DEMASIADO NERVIOSO PARA PODER REACCIONAR

¿LLEGARÁN LOS CHICOS A TIEMPO?

¿POR QUÉ ARADIA NO CONTESTÁ?

¿ESTÁRAN BIEN?

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO BBCITAS

BESITOS EN LA COLA, HASTA AQUÍ MI REPORTEE








Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top