Capítulo 41

QUE SIGA EL CACHONDEOOO PECADORAAS

RHETT.

Desperté envuelto en una cálida sensación familiar, la seda de las sábanas me resbala por la cintura ¿Por qué estoy casi desnudo?

Abrí los ojos sólo lo suficiente, congelándome al ver que la sensación cálida era el cuerpo de Ardan, me tenía abrazado por los hombros, el yeso descansaba al otro lado de mi cabeza, yo le tenía el torso rodeado y una pierna encima, ambos en ropa interior, Aradia estaba en el otro lado, la misma posición que yo sobre el rubio.

— ¿Cuándo...? ¿Cuándo...?

Este definitivamente no era mi cuarto, era el de ellos, pero esta no era su cama, era más grande, Boris estaba durmiendo junto a Aradia ¿Cuándo o cómo llegué aquí?

— Shh... vas a despertarla — susurró Ardan— Duérmete, aún nos quedan unas horas.

— ¿Cómo...?

— ¿Cómo llegaste aquí?

Preguntó volteando el rostro, abriendo los ojos para mirarme.

Que esté tan cerca me pone nervioso, este sujeto me besó antes no una, sino que, dos veces, es capaz de cualquier cosa.

— Sí, eso.

— En vista de que no pude despertarte en el avión, te cargué hasta el auto y luego hasta acá.

Narró con total calma.

— Y la ropa...

Mirándonos.

— Te la quité, dormir con ropa es incómodo, no toqué nada más que lo necesario — guiñándome un ojo— Así que deja de sonrojarte y duérmete ¿O qué? ¿Te estabas imaginando cosas? ¿Quieres un besito de buenas noches?

Intenté alejarme, escandalizado, el rubio no me lo permitió, terminé más pegado a su cuerpo, su muslo rozándome la entrepierna, él pareció sentirlo porque su sonrisa de suficiencia se instaló en su rostro en cuanto sucedió.

— Ya déjate de juegos, Aradia ni siquiera está despierta.

Viéndola descansar plácidamente sobre el pecho del rubio, estaba vistiendo una mera camiseta grande, sonríe mientras duerma, se ve tranquila y satisfecha.

— ¿Y eso qué? Aradia quiere que tú y yo nos llevemos bien.

— ¿Por eso tienes que besarme?

Escandalizado, estaba escandalizado.

— Oye, no homo — dijo— Estamos reforzando la amistad, vamos a casarnos, acostúmbrate a los besos, las amigas se besan todo el tiempo ¿No has visto a Sabina y Aradia? ¿Por qué nosotros no podemos hacer eso?

— ¿Utilizaste las mismas tácticas para conquistar a Aradia?

Pregunté.

— ¿Por qué? ¿Está funcionando?

Sonriendo travieso.

— ¿Qué dices? No hables estupideces —cerrando los ojos con fuerza— Sigo con sueño, vamos a dormir.

Abrí los ojos en cuanto sentí contacto con mis labios, el muy hijo de puta me besó y lo hizo sonar, provocándome.

— Descansa, futuro esposo.

Bromeó, riendo bajo. Ese sonido ronco me vibró dentro del pecho debido a lo cerca que estábamos.

— Ardan... un día de estos voy a matarte.

Abriendo los ojos, sorprendiéndome al encontrarlo tan cerca.

— Si me mataras, Aradia se pondría muy, muy triste — besando la frente de nuestra chica— Avísame cuando quieras reforzar la amistad de nuevo, si quieres un beso, sólo tienes que pedirlo.

Hice el ademán de dar media vuelta para darle la espalda, él me lo impidió.

— ¿Quieres ser la cuchara pequeña? No sabía que te gustaba que te abrazaran desde atrás.

Maldita sea, hijo de puta burlón.

— Jódete De Santis — regresando a mi posición de antes, subiéndole un pie encima— Muévete y estas muerto.

Apoyando mi cabeza en su pecho. Muy avergonzado claro.

— Sí, es lo que pensé, prefieres frotarte conmigo mientras duermes, lo entiendo, soy irresistible.

Estuve tentado a golpearlo, pero si hacia eso, despertaría a Aradia y me arrancaría las bolas de un tirón, no quiero arriesgarme a eso.

Preferí cortar por lo sano, callar y volver a dormirme, sintiendo al rubio subir las mantas para cubrirme la espalda.

Es amable y detallista, Aradia no debió tardar en enamorarse de él, este hijo de puta inclusive se preocupa por mí cuando yo soy suficientemente capaz de hacer todo por mi cuenta, menos hoy, hoy estaba cansado, sentía como si fuera a caérseme el pene en cualquier momento, Aradia es cosa seria, su rostro de ángel no dice nada en cuanto a su personalidad de perra despiadada.

Me siento estúpido al desear que llegue pronto el día del matrimonio, quiero llamar a Aradia mi mujer, y Ardan me agrada, compatibilizamos bien, los tres somos altamente compatibles, este desenlace es lo mejor que pudo habernos pasado.

***

ARADIA.

Abrí un solo ojo, mirando con odio a Dane quien vino a despertarnos, fuera estaba oscuro ¿Cuánto dormimos? No hemos comido nada hoy, el sueño, el cansancio y el hambre me vuelve una persona irritable.

— Arriba trio de cachondos — jalando de las mantas, descubriéndonos— El rito del honor es en una hora ¿O prefieren perdérselo y seguir durmiendo?

Ay caray... eso sí me interesa.

Lo había olvidado.

— Rhett ¿Puedes caminar o todavía te duele el culo?

Preguntó.

— ¿Follaron mientras yo dormía? — pregunté incorporándome, viéndolos muy abrazados— ¿Por qué no me esperaron? Yo quería ver.

Protesté.

Ardan carcajeó, mirando a Rhett, quien se incorporó con rapidez, mostrándole el dedo medio a todos en el cuarto.

— No sé cuantas veces lo he repetido, nosotros no follamos, Aradia ¿Por qué querrías mirar?

— La pregunta es ¿Por qué no querría mirar? Rhett, eso es sexy.

— No follamos bombón, pero ¿Sabes qué sí hicimos mientras dormías?

Me incorporé, viendo al rubio tomar asiento y a Rhett sonrojarse hasta las orejas.

— Cuéntame los detalles sucios por favor.

Casi supliqué, esto es nuevo, novedoso y caliente, me gusta.

Dane tomó asiento al pie de la cama, él también quería escuchar.

— Nos besamos un par de veces, Rhett quería que lo abrazara por detrás para dormir, pero ¿Cómo iba a darte yo la espalda?

Fingiendo falsa modestia, está jodiendo al castaño.

— Yo no dije que me abrazaras, yo no insinué nada.

Se defendió Rhett, sonrojado.

— Entonces sí se besaron un par de veces — sonriendo traviesa— ¿Podrían hacerlo una vez más? Por favor... quiero mirar...

Dane se inclinó hacia adelante, interesado.

— Claro Bombón, las veces que quieras, para nosotros es todo un placer reforzar nuestra amistad ¿Cierto, futuro marido?

Antes de que el castaño pudiera responder, Ardan lo sujetó por el cabello para acercarlo, metiéndole la lengua en la boca, tomándolo desprevenido, su cara lo decía todo.

— Vamos ¿Qué no sabes cómo recibir un beso? ¿Quieres que papi te enseñe?

Le preguntó el rubio, besando la comisura de sus labios.

Si no estuviera dolorida y cansada, les pediría un poco de sexo, porque verlos jugar así me pone muy, muy cachonda.

— Claro que sé besar, idiota, no necesito que nadie me enseñe.

Protestó sin retroceder, se hace el duro, pero en el fondo todos sabemos que le gusta.

— Bueno, entonces demuéstralo — lo tentó, metiéndole el pulgar en la boca, aplastándole la lengua, acariciando su labio inferior después— Demuéstrame que tan bien puedes hacerlo.

— A la mierda, esto es mejor que el porno.

Susurró Dane, con los ojos muy abiertos.

— Y-yo... sí sé besar...

Se defendió el castaño nuevamente.

— Enséñamelo.

Susurró Ardan muy cerca de su boca, sujetándolo por el mentón, yendo a besarlo otra vez, metiéndole la lengua, esta vez Rhett no se resistió, respondió el beso con la misma intensidad, podía ver el intercambio de saliva, el choque de dientes, las mordidas de labio...

Le vendo mi alma al diablo si algún día estos dos follan, claro que yo debo estar presente y despierta, porque quiero estar en primera fila mirando lo bien que se lo pasan.

— ¿En qué momento estos dos comenzaron a llevarse así de bien?

Preguntó Dane, acercándose a mí para poder hablar mientras miramos.

— No lo sé, pero es muy sexy ¿No crees? Ardan tiene eso — señalándolo— Esa aura dominante que terminó enamorándome a mí también en un principio, sus palabras, sus acciones, la forma en la que te tienta, te mira y te toca hace que pierdas la cabeza, Rhett caerá en sus redes tarde o temprano.

— Las marcas en su cuello ¿Fue Ardan?

Sonriendo maliciosa al ver mis manos delineadas en su piel.

— No, esa fue yo, estas son de Ardan.

Señalando mi propio cuello.

— O sea que tú eres dominante con Rhett, pero con Ardan...

— Yo dejo que Ardan me ponga en la posición que quiera, que me escupa y me jale el pelo si así lo quiere, eso me excita, y a Rhett lo pone a mil que yo lo someta, me gusta nuestra dinámica.

— Creo que te sacaste la lotería, te apuesto un millón de dólares a que terminan follando.

— No sería apuesta entonces, porque yo también apuesto por lo mismo — acariciando el pelaje de Boris, con tanto alboroto, despertó— Mira boris, ahora tienes dos papis.

Cargándolo, viendo a mis dos próximos maridos voltear a mirarme, jadeantes y sonrojados, con los labios hinchados.

— ¿Qué?

Pregunté.

Antes de poder procesarlo, estaba entre las piernas de Rhett mientras Ardan me comía la boca, pestañee y era Rhett quien me estaba devorando, luego Ardan besaba a Rhett, esto era un completo caos, un caos muy rico.

— Lamento interrumpir su burbuja sexual, pero es necesario que Aradia camine y esté despierta, y si no se arreglan, llegarán tarde.

Este par no parecía querer soltarme pronto, entre las piernas de Rhett, apoyada contra su pecho, su mano colándose bajo la camiseta para sujetar uno de mis pechos, Ardan se acomodó entre mis piernas, acariciándome los muslos, conocía muy bien esa mirada.

— Iré por Santino, a él sí van a escucharlo.

Moví mi cabeza hacia un lado, dejando a Rhett depositar besos por la zona, Ardan no perdió el tiempo, subiendo mi camiseta, besándome el vientre y más arriba, más arriba...

— ¡Perros en celo! Eso es lo que son ¿No querían tanto que los quemaran, sádicos de mierda? — lanzándonos agua— ¿Y tú qué? Chiquilla desvergonzada, exhibicionista, te veo las tetas y no haces nada por cubrirte, eres igual de exhibicionista que tu mamá ¿Es que ninguno piensa? ¡Ya dejen de tocarse!

Rhett fue el primero en quitar su mano, bajándome la ropa de mala gana.

— Papá... nosotros...

— ¿Ustedes qué?

Interrumpió, alzando la voz.

— Sólo estábamos reforzando la amistad, vieras los besos que me da tu hijo.

Bromeó Ardan, acomodándose el cabello húmedo.

Santino giró lentamente la cabeza en dirección al castaño, entonces comenzó a reír.

— Entonces ¿Sí entregaste el culo, hijo? — Secándose una lagrima que se le escapó, afirmándose el estómago— Ay mierda, que divertido, me encantaría ver la cara que pones cuando tu ex competencia te besa.

Reprimí una carcajada sólo para que el castaño no se molestara, a Ardan le vale así que sí comenzó a reírse, sujetando a Rhett por el cabello, besándolo para satisfacer la curiosidad de Santino.

— Corrección, futuro suegro — le dijo el rubio— Estoy besando a mi futuro esposo.

— ¡Ya déjate de eso! Hasta parece que lo disfrutas.

Discutió el castaño.

— ¿Qué tú no? — tocándose el pecho fingiendo estar ofendido— Creí que teníamos algo.

Carcajee por lo bajo, viendo Santino.

— Rhett ya cayó.

— Ya cayó — de acuerdo conmigo— La cama la pedí yo, de la madera más gruesa que encontré, Ardan tiene fama de romper camas, y no creo que a Vitto le haga gracia cambiarlas a diario.

El rubio le guiñó un ojo a Rhett, sonriendo malicioso.

— Seré delicado contigo, bebé.

— Jódete.

Mirando en otra dirección, sonrojado.

Santino nos presionó una vez más, en esta ocasión, riendo, y se llevó a Boris para darle de comer mientras nosotros tomábamos un baño, un par de caricias indecentes y otro poco de coqueteo por parte de esos dos, Ardan parecía empeñado en conquistar al castaño que seguía repitiendo no homo cada vez que le robaba un beso, esto era muy divertido de ver.

Fue divertido verlos pelearse por quien me secaba el cabello, luego, en toalla, nos dirigimos al vestidor, las prendas de los tres descansaban en ese lugar, me gusta esta relación que comenzó entre nosotros.

Para esta ocasión, me decidí por unos pantalones de cargo negros, mis botas de servicio, el arnés en mi muslo para mi arma, un par de municiones, un par de navajas y cuchillos, Ardan me enseñó a jamás ir desprotegida, tomé un brasier un polo que no llegaba a cubrir mi ombligo, dos cortes a nivel de los codos para enseñar un poco de piel.

Los chicos a mis costados vistieron de la misma manera de cintura hacia abajo, camisetas holgadas hacia arriba pensando en la quemadura y el roce, iba a doler y no podían curársela, la idea era que quedara cicatriz, una profunda cicatriz.

Ambos se armaron ligeramente... bueno, Rhett se armó ligeramente, Ardan es un exagerado en ese sentido, y dejamos el cuarto, recorrimos el pasillo y bajamos las escaleras, encontrándonos con mis hermanos, recibí el abrazo de cada uno besando sus mejillas en el proceso, los extrañé, y como llegué a casa media muerta, no tuve oportunidad de saludarlos.

No tardé en darles las buenas nuevas viéndose alegrar por nosotros tres y nuestro próximo matrimonio, Ares estaba un poco reacio, pero al conocer las razones tras el comportamiento de Rhett, su molestia pasó a ser agradecimiento, luego estuvo feliz por mí, porque yo era feliz, en ese momento se puede decir que lo tengo todo.

Sólo falta que la culo suelto de mi madre regrese a casa con papá, así como van, comienzo a pensar que se quedarán a vivir allá, bueno, primero papá tiene que arrastrarse para pedirle matrimonio otra vez, las mujeres Petrova siempre conseguimos lo que queremos tarde o temprano, sólo mírame a mí.

Salí de la mansión apoyando mis manos en el culo de cada uno, Ardan cargaba a Boris, besándole la cara y hablándole como idiota, diciéndole cosas cómo "¿Quién extrañó a papi?" o "¿Quién es un buen chico? Sí, tú lo eres" definitivamente es él quien lo consiente más, Boris ganó peso desde que vivimos aquí.

Ya montados en el auto, Ardan observó su móvil con confusión, contestando.

— Papá, dime — escuchó lo que tenía que decir y a medida que mi suegro hablaba, Ardan parecía más y más preocupado— Me estás jodiendo. Papá no puede hacerlo — me miró con disimulo y volvió a escuchar— Papá ¿Sabes con quién estoy casado?

— ¿Qué está pasando?

Pregunté interesada en la conversación.

— Antes de casarme contigo mi papá me había prometido a alguien más, una Caruso... la tradición dicta que la antigua novia sea anfitriona del rito del honor, ella tiene que entregarme y presentarte... vamos directo a su casa ahora, la casa Caruso será anfitrión.

— ¿Y por qué le dices a tu papá si sabe con quién te casaste?

Pregunté.

— Porque es ella la que tiene que quitarme la camiseta y hablar mierda de cuando estaba prometido con ella, hablando luego de que se haría a un lado por el rito y mi elección... todo eso.

— Creo que tienes que cortarle a tu papá.

Dije.

— Papá... nos vemos allá.

Cortando la llamada.

— ¿En qué momento cortaste con ella? ¿Mientras tenías citas conmigo? ¿Cuándo nos comprometimos? ¿Por qué yo no sabía que ella te tenía que desvestir? ¿Y a ti quien va a desvestirte?

Mirando a Rhett.

— Emm... Tatiana, esa... esa la de las tetas grandes.

Sonriendo culpable.

— Yo corté con la chica en cuanto te fui a dejar a tu casa luego de nuestra primera cita, no sabía si funcionaría, pero no estaba jugando contigo, no jugué a dos bandos, te lo juro Aradia, sabes que yo no te miento, yo soy leal a ti.

Se excusó el rubio.

— Dane me las va a pagar, yo no sabía nada de esto, no me dijo nada.

Cruzándome de brazos.

— ¿Tu sabías lo que iba a pasar en el rito?

Mirando al castaño.

— Sí. Yo tenía todo preparado para cuando ustedes decidieran dar ese paso, la ex prometida de Ardan se llama Emma Caruso, veinticuatro años, primera relación, virgen por lo que se sabe, en defensa de Ardan, él no le tocó ni un pelo, fue un arreglo que su papá hizo. Sabes que cuando se trata de ti Aradia, hago muy bien mis investigaciones, esa chica vivía en una fantasía.

Ardan parecía querer ponerle un pedestal a Rhett en estos momentos.

— ¿Y a ti por qué tiene que desvestirte Tatiana? Ella era solo un polvo.

— Papá Santino pensó que era buena idea que me emparejara con alguien porque estaba deprimido y todo eso, puede que él me prometiera a Tatiana porque nos llevamos bien, a mí no me importaba nada así que sólo dije que sí.

— ¿Y la llamaste para decirle que estás conmigo ahora?

Puro cara de circunstancias.

—Estaba... tan feliz que ni siquiera sé si mi móvil tiene batería.

— Estaba apagado, yo te lo enchufé.

Le dijo Ardan, entregándoselo.

— La llamaré ahora mismo, le contaré que me casaré contigo.

Rodé los ojos.

— ¿Por qué yo no sabía nada? Par de idiotas, siempre me entero de todo más tarde ¿De qué te sirve llamarla si ya deben haberle dicho lo que tiene que hacer?

— Bombón... no te enojes... es que era información irrelevante, Tatiana o Emma, ninguna importa, tú eres quien nos va a marcar, piénsalo, vas a restregarle a ellas y las demás que no uno, sino que, dos hombres serán marcados por ti hoy ¿No crees que se sentirán muy celosas?

Este maldito rubio sabe justo que fibra tocar, no es nada tonto.

— Tatiana y Emma van a vérselas conmigo si tocan un solo trozo de piel, ustedes son míos — Señalándolos— Así que, si no quieren muertes hoy, manténganlas al margen.

— No seas celosa, a mí sólo me has gustado tú toda la vida ¿Por qué querría casarme con otra?

Rhett me jaló hasta sentarme sobre sus piernas, Ardan se arrastró por el asiento apoyando mis piernas en sus muslos.

— Y yo te elegí a ti, después de conocerte me cegaste, medusa, la mujer come hombres, la víbora astuta, el Boss, mi mujer.

Besando mi mejilla, Rhett repitió el proceso con la otra, así puede que se me quite un poco la molestia, si me dieran algo dulce para comer podría perdonarlos del todo, espero que haya comida en el rito porque no he comido nada durante el día y pienso emborracharme hoy, es un día de celebración.

Llegado a la casa Caruso, bajamos del auto, Ardan decidió cargar a Boris y dejar que Rhett me tomara de la mano para que las personas comiencen a acostumbrarse a vernos a los tres juntos, y debo admitir que me puse un poco nerviosa por la cantidad de personas que voltearon a vernos un tanto horrorizados, cuchicheaban sobre nosotros mientras nos acercábamos a la mesa de comestibles y yo arrasaba con las trufas.

— ¿Estás bien? No creo que se detengan pronto, dime si te molesta y los haré callar de inmediato.

Dije a Rhett acariciando su brazo, no le gusta ser el centro de atención.

— Estoy bien, no te preocupes Sweety — colocando otra trufa frente a mi boca para que la comiera— No cambiaría nada si puedo estar contigo así ahora.

Sentada sobre sus piernas junto a la mesa, Ardan estaba con Boris hablando con su padre, discutiendo con él por no advertirle antes sobre esto, Rhett y yo jamás hemos asistido a un rito del honor, las malas lenguas dicen que las cosas se ponen un poco intensas, aquí vienen sólo adultos de más de veintiún años.

La verdad, ya se me pasó la molestia, creo que sólo tenía hambre.

— A ti quería encontrarte, mentiroso, infiel ¿Cómo te atreves? Acaban de decirme que van a marcarte hoy ¿Quién es la zorra que va a marcar a mí prometido?

Tatiana. Y muy furiosa se plantó frente a nosotros.

¿No le dice nada que yo esté sentada sobre sus piernas? ¿Soy invisible?

— Yo soy esa zorra ¿Tienes algún problema?

Alzando la mirada, lamiendo el chocolate de mi dedo.

— B-Boss — ahora no soy la zorra eh— ¿Por qué...? ¿Por qué Rhett? Usted se casó con Ardan, yo pensé que Rhett estaba disponible, su papá lo prometió conmigo.

Carcajeé bajo, sujeté el mentón de Rhett y planté un beso en sus labios, mirando a la chica después.

— Ardan es mío y será marcado hoy, Rhett también es mío y lo marcaré también, ambos son mis parejas y si cometieron la estupidez de prometerte a mi hombre, pues te informo que simplemente jugaron contigo, Rhett siempre fue, es y será mío.

La mano en mi cintura dio un ligero apretón, al dueño debió darle gusto lo que escuchó.

— Pero Boss... en nuestra mafia las promesas se cumplen, usted siempre dice eso.

— ¿Estás intentando robar lo que es mío?

Alzando una ceja en su dirección.

— N-no, yo sólo digo que lo prometieron a mí primero, usted lo desechó y se casó con otro, entonces yo...

La bala que disparé le rozó la mejilla incrustándose en la pared tras la chica, un hilillo de sangre escurriendo por el corte.

— Fallé a propósito, la próxima vez no voy a fallar.

Rhett besó mi hombro.

— Tatiana, creo que no te quedó claro lo que dije el día que nos comprometieron — comenzó a decir el castaño— Dije expresamente que no me interesaba lo que pasara conmigo, que yo sólo cumpliría mi deber para darle un heredero a la casa Coppola para entregárselo al próximo Boss como su Segundo. Yo no te quiero, no te voy a querer nunca, yo elegí a Aradia, siempre ha sido Aradia.

— ¿Y yo qué? Estoy pintado, me ofendes Rhett, creí que habíamos tenido un momento.

Dijo Ardan llegando a nosotros luego de su breve charla, recargándose en el respaldo de la silla, intentando alivianar el ambiente, Boris corretea a su alrededor.

— Y elegí a este de aquí también — rodando los ojos— Me voy a casar con ellos, así que dedícate a cumplir con tu parte en el rito y déjame en paz antes de que el Boss te dispare, yo no soy quién para detenerla.

— ¿Con ambos? ¿El Boss se quedó con ambos?

Acaricié el rostro de Rhett y Ardan, uno con cada mano, sonriéndole maliciosa.

— Yo tengo todo lo que quiero siempre, no me interesan los medios para conseguirlo. Si valoras tu vida, da media vuelta y márchate.

Indignada y triste, Tatiana se fue para conservar su dignidad antes de que se le escapara una lágrima, dejándonos en paz.

— ¿Emma va a venir a joder también?

Consulté.

— No, Emma es inteligente, hará lo que tiene que hacer nada más.

Asentí, viéndolo entregarle a Rhett un vaso con líquido ámbar.

— ¿Y esto?

Recibiéndolo, probando un poco.

— El alcohol es buena anestesia, hay que beber rápido, nos llamarán en veinte minutos para prepararnos ahí atrás.

Apurando el líquido por su garganta.

Rhett se puso más nervioso con el paso de los minutos, Tatiana comenzó a hacer correr la noticia de nuestro matrimonio, los murmullos se hicieron más molestos, las miradas menos disimuladas, a Ardan no parecía importarle, nunca le importó lo que los demás dijeran a sus espaldas por casarse conmigo, pero Rhett siempre estuvo un paso tras de mí, él me dijo que no le gustaba ser el centro de atención y probablemente es de él de quién hablan, es el tercero en la relación.

— Ya regreso — Robándole el vaso a Ardan, bebiendo su contenido, el muy inteligente trajo la botella y una cubeta con hielo para estar rellenándose el vaso— No se muevan de aquí.

Bebí el contenido y se lo devolví, levantándome del regazo del castaño, comenzando a caminar hacia el centro de la estancia, una sola mirada al chico de la música fue suficiente para que la apagara, los ojos atentos a mí, las personas tomando su debida distancia, mirándome temerosos, luego de haber matado a los ancianos y a Fabio, nunca volvieron a mirarme como si no fuera nadie, me temen, temen a lo que pueda hacerles, y deberían, porque mataré sin distinción al que lastime a mis personas queridas.

— Al parecer están olvidando su lugar — dije en voz alta, mirándolos a todos— ¿De quién creen que están hablando? — sujetando mi arma, cargándola, viendo a algunos temblar— ¿Quién fue el imbécil que está hablando mal de lo que es mío? Si nadie habla, le dispararé a lo primero que tenga en frente.

Intercambiaron miradas, miradas acusatorias entre sí, hasta que tuve cinco sujetos frente a mí y dos chicas, Emma y Tatiana.

— De rodillas.

Ordené.

Disfruto tanto esto, joder.

— ¿Quiénes se creen que son para hablar mal de mis parejas? — viéndolos acatar mi orden, temblando— Lo que yo haga o deje de hacer no tiene porqué dar paso a habladurías — golpeando a uno en el rostro con la cacha del arma, escuchando al público soltar un grito ahogado— Ardan es mi esposo, Rhett lo será muy pronto, y así como besan el piso por el que yo camino, harán lo mismo con ellos, sus palabras pesan tanto como las mías, así que ya va siendo hora de que recuerden para quién trabajan — disparándole a uno en el brazo— Yo no soy una persona indulgente, no soy paciente, no tengo corazón, mataré al que sea que quiera pasar a llevar a lo que es mío ¿Está claro?

— Sí, Boss.

Respondieron a coro, temblorosos.

— Castigo nivel rojo para todos estos imbéciles — señalando a quienes tenía arrodillados— A las chicas se las llevarán después, necesito que me sirvan de algo primero, van a iniciar el rito y van a ser muy respetuosas con mis parejas. Rómpanles las piernas a estos bastardos.

Mis escoltas rápidamente acataron la orden, llevándose a los sujetos, las chicas que intentaron suplicar, fueron silenciadas de un golpe por mi gente, siendo llevadas allá atrás dónde deben comenzar a prepararse, el rito está por comenzar.

— Más les vale recordar lo que he dicho, una sola palabra mal intencionada y los mataré.

Advertí antes de comenzar a caminar de regreso a mis chicos, la gente abriéndome paso para no chocar conmigo por accidente.

— Ah, y pon la música de nuevo —mirando al DJ— Se supone que esto es una fiesta.

Guiñándole un ojo.

La música comenzó a sonar otra vez, todos disfrutando como lo hacían antes, fingiendo que nada pasó, siendo inteligentes, y con esto, los murmullos terminaron y nadie miró otra vez, debí haber hecho esto en cuanto llegué.

— No debiste hacer eso, estaba bien, en serio.

Dijo el castaño, aún así tiró de mí, acomodándome entre sus piernas, abrazó mi cintura y apoyó su frente en mi pecho.

— Estabas incómodo, era muy notorio, no me quedaré de brazos cruzados para ver como te retuerces de los nervios.

Acariciándole el cabello.

— Me sentí como todo un damo de la mafia siendo protegido por mi brillante Boss.

Dijo Ardan, dándome un beso.

— ¿Tú también le dices damo de la mafia? — preguntó Rhett, carcajeando— Con Aradia bromeábamos sobre eso antes.

— ¿Ves cómo sí tenemos muchas cosas en común?

Sujetándole el rostro, robándole otro beso.

Comienzo a pensar que Ardan realmente se está esforzando en conquistarlo, la pregunta es ¿Por qué? No, la verdadera pregunta es ¿Cuándo Rhett dejará de hacerse el difícil? Quiero acción.

— A la mierda hermanito ¿Estás probando el lado oscuro del amor? — Dijo la rubia en cuanto llegó de la mano de Vincenzo, cada día pasan más tiempo juntos— Te dije que el mismo sexo puede hacer maravillas con uno, en la vida hay que explorar, no te encasilles y vive la vida.

Aconsejó.

— Yo le digo lo mismo, se hace el duro, pero le gusta que le haga cosas ¿Cierto bebé?

Ronroneó Ardan, acariciándole el labio inferior con su pulgar.

— Jódete Ardan, deja de jugar conmigo.

Protestó el castaño, sonrojándose.

— ¿Ese es el problema, crees que estoy jugando? — preguntó— ¿Por qué jugaría con mi futuro marido? Ya admítelo — sujetándole el rostro con una mano, levantándoselo para que lo mirara— Te gusta lo que te hago ¿Hablamos de mi muslo y tu entrepierna mientras dormíamos? Me despertaste varias veces porque no dejabas de frotarte.

Fuertes declaraciones.

Sabina tomó mi mano, tirando para ponerme a su lado y poder mirar mejor lo que sucedía, hasta Vincenzo pareció interesado, el hijo de puta le hizo señas a Aless, Santino y Vitto, Dane llegó después por curiosidad y Ox sigue pegado a él, todos viendo como Ardan le habla sucio a Rhett y este sólo se sonroja, sin retroceder, sin hablar, sólo quedándose ahí, quieto, hipnotizado por las palabras del rubio.

— Yo sé que es mi primo y mi hermano, pero si olvido que son mi primo y mi hermano, la situación se me hace muy erótica, podría mojarme, creo que me mojé.

Dijo la rubia sin apartar la vista.

— De mí no son nada y creo que también tengo un problema dentro del pantalón.

Aclaró Dane, recibiendo un manotazo de Ox en respuesta.

— Ese problema en tu pantalón debe ser sólo por mí.

Dane entornó los ojos y le apretó el paquete, alzando una ceja.

— Tú tienes una erección, no seas sínico, sólo disfrutemos de la vista.

— A que está bueno lo que me estoy comiendo.

Dije silbando al ver como Ardan se le acercaba lento, acechándolo sin soltarlo, metiéndole la lengua en la boca, besándolo con agresividad, haciendo sonar ese beso, mirando con tal intensidad al castaño que se me endurecieron los pezones hasta el punto de ser doloroso, humedeciéndome la entrepierna, empapándome las bragas.

— A la mierda — dijo Santino, sorprendido— Ese es mi hijo.

Celebró.

— No quiero ser yo quien los interrumpa, venía a buscarlos.

Dijo Dane.

— Yo los interrumpo, te aseguro que luego del rito se sentirán aún más cachondos, comenzarán a entregar ACATHA y todo el mundo pierde la cabeza, entonces...

Aless calló al ver la mirada de odio que le dedicamos todos los presentes.

— Era broma, una bromita nada más.

Recibiendo el manotazo de Santino que sin duda se merecía, caminando en dirección a ese par.

— El cachondeo más tarde, llegó la hora, muerde almohadas —mirando a Rhett— Rompe camas — mirando a Ardan— Vayan ahí atrás, está todo listo.

Señalando el pasillo oculto tras las puertas de vidrio.

— No soy gay.

Se defendió Rhett, los labios enrojecidos, brillantes e hinchados, jadeante por ese beso, siendo soltado por el rubio, sonriendo travieso.

— No es necesario que lo seas para explorar un poco más allá de tu nariz, hijo — lo calmó Aless— Ahora ve a hacer lo tuyo, Aradia está por dejar un lago a sus pies gracias a su escena.

Le mostré el dedo medio por delatarme, puede que se me escaparan un par de jadeos pequeñitos ¿Cómo contenerse?

— ¿A sí? — Ardan me miró de pies a cabeza— ¿Por eso aprietas las piernas Bombón? — estirando su mano hacia mí, llamándome— ¿Te pone que Rhett se comporte así conmigo?

Tomé su mano y me acerqué, recibiendo ese beso morboso del rubio y las caricias indecorosas en mi vientre y caderas por parte de Rhett, besando la piel expuesta en mi espalda.

— No tienes idea de cuanto me pone — respondí— Por eso, vayan a prepararse, quiero marcarlos ya, quiero que lleven mi nombre, así como yo llevo el suyo.

Rhett se levantó, sujetando mi rostro para besarme también, escuchando a Sabina hacer comentarios otra vez de que si olvidaba quienes éramos, se cachondea.

— Regresamos pronto.

Dijo Rhett, separándose.

— Si van a follar, quiero estar yo presente — señalándolos, viéndolos alejarse— Me gusta esto, me gusta mucho.

— Soy muy convincente.

Dijo Ardan, rodeando a Rhett por los hombros.

— Y yo sé muy bien que no voy a decirte que sí.

Se defendió el castaño, empujándolo todo el camino hasta perderse tras las puertas dobles.

— Rhett se está perdiendo lo bueno de la vida — dijo Ox— Yo ni siquiera me etiqueto, sólo sé que me gusta Dane y no me interesa lo que diga el resto — besándolo en los labios— ¿Cierto guapo?

— A mí me gustas también y me gusta el morbo de la situación, yo también quiero cachondear.

Respondió Dane, jadeante y emocionado.

— Aless ¿Realmente se ponen un poco locas estas fiestas luego del rito del honor?

Consulté.

— Sí, no estaba bromeando cuando dije que repartirán ACATHA en un rato más, este lugar será un festival de sexo, por eso sólo vienen mayores de cierta edad, ustedes ni siquiera deberían estar aquí.

Señalando a mi círculo íntimo, a Ox, y a mí.

— Bueno... ya que no hay misión de por medio, no hay roles extraños, podría probar...

Quizá sea buena idea...

— No. No, no y no — dijo Santino, señalándonos— El que consuma una sola pastilla, le meteré los dedos hasta que vomite y luego lo envío directo a casa para que se pierda la fiesta.

— A mí méteme los dedos todo lo que quieras, bebé.

Le dijo Aless, coqueteándole.

— Agh, papá que asco.

Se quejó la rubia.

— ¿Asco? ¿Recito en voz alta lo que estabas diciendo hace un momento?

Debatió Aless.

— Me da igual — encogiéndose de hombros— ¿Quieres que te diga lo que hago con mi viejo cuando estamos solos?

Provocándolo.

— Oye rubia... a mi me gusta tener la cabeza sobre los hombros.

Susurró Vincenzo al ver como Aless estiraba la mano hacia sus cuchillos.

— Y seguirá estando ahí, viejo — colocándose delante de él— Si mi papá te hace algo, me corto el cuello y aquí mismo, haré un gran gran desastre con mi sangre, habrá tanta que te vas a resbalar en ella papá Aless y terminarás en el piso chapoteando en la sangre caliente de tu hija.

Extremista. La rubia es una loca extremista, Aless ni siquiera supo que responder a eso.

La música cesó y la luz se hizo más tenue, hicieron entrar en una plataforma firme un caldero con el fuego em su máximo punto, el fierro con el que se marca al ganado metido dentro con la intención de dejarlo al rojo vivo.

La gente hizo espacio, formando un círculo, abriendo un pasillo para dejar pasar a Emma y Tatiana, ambas temblando como gelatina, nerviosas por su destino al terminar el rito.

— Quédate aquí —dijo Santino, sujetándome el brazo— Van a llamarte.

Asentí dejando de caminar, estaba a punto de ir yo también.

— Estamos hoy aquí reunidos para celebrar el rito del honor en el que Ardan De Santis y Rhett Coppola juran fidelidad a su esposa hasta el último de sus días, honrando su promesa.

Dijo Emma.

— Que entren los esposos del Boss.

Dijo Tatiana rodando los ojos, la mala cara no se la quitaba nadie.

Ardan y Rhett ingresaron al círculo, cada quien poniéndose en frente de su antigua prometida.

— Yo, Emma Caruso, renuncio a ti porque he comprendido que desde este momento ya no eres un hombre disponible. Renuncio a ti honrando la promesa del rito, comprendiendo que tu mujer cumple su función y podrá serte de utilidad para los fines que estimes convenientes. Lamento no haber tenido más tiempo contigo, lamento que te pusieran en la lista para seducir al Boss, lamento que tu prima lo haya hecho sin consultarme antes si yo estaba de acuerdo, eras mío, era a mí a quién invitabas a esas citas fuera de este mundo, era yo quien dormía en el cuarto que ella debió usar, era a mí a quienes tus mucamas le rendían respeto, yo era quien debió tener tu corazón, yo debí compartir la cama contigo, yo debí ser quien recorriera el altar para sellar mi promesa contigo, dije que estaría siempre a tu lado, que cumpliría mi rol de esposa al pie de la letra con lo que se esperaba de mí, sé que hubiese sido buena para ti, sé que conmigo tu vida no sería tan caótica, pero te arrancaron de mi lado y lamento que esa mujer haya sido el Boss porque de ser así, estoy de brazos cruzados y no puedo hacer nada en contra de ella.

¿Estaba llorando? ¿De verdad estaba llorando?

Sentiría lastima, pero estoy muy celosa en estos momentos.

— Di algo al menos...

Suplicó Emma.

Ardan suspiró, apoyando su mano en la cabeza de la chica.

— Yo lamento haber hecho que tuvieras esperanzas, nunca estuvo en mis planes casarme contigo, deja de llorar, nunca fui tuyo.

Soltándola.

Sus palabras no hicieron más que herir a la chica, los hombros le temblaban mientras su llanto se intensificaba y cumplía con la siguiente parte, quitándole la camiseta.

Ahora viene el turno de la otra chica.

— Yo, Tatiana Caruso, renuncio a ti porque he comprendido que desde este momento ya no eres un hombre disponible. Renuncio a ti honrando la promesa del rito, comprendiendo que tu mujer cumple su función y podrá serte de utilidad para los fines que estimes convenientes. No estoy de acuerdo con esto, no estoy de acuerdo con nada de esto — pateando el piso, comenzando a llorar— No es justo que ella pueda tener todo siempre, eras mío ¿Por qué tuviste que volver a ella? Lo pasábamos bien juntos en el pasado, antes de que ella te obligara a ser suyo ¿Te obligó cierto? El Boss tiene mala fama, cada hombre que mira o seduce termina perdido por ella ¿Qué tiene de especial? No entiendo... te juro que no lo entiendo... ¿Por qué no puedes quedarte conmigo?

¿Ella quería humillarse así? ¿En serio? A mí me daría vergüenza comportarme así delante de tanta gente.

— Siempre fue Aradia, yo nací porque nació Aradia, crecí para ella, me hice fuerte para protegerla, me hice inteligente para serle de utilidad, me hice su amigo para poder ser su confidente y me hice su amante porque fue mi decisión, ella fue la primera chica de la que me enamoré y es un honor para mí que ella me permita seguir a su lado después de todos estos años.

Tatiana la quitó la camiseta a regañadientes, abrazándola contra su pecho.

— Pero ¿Por qué? ¿Por qué podrías quererla a ella? No funcionará, nada funciona, tú sólo eres su juguete, tú...

El cuerpo de Tatiana cayó al piso acompañado de un ruido sordo, ensuciando el piso con la sangre que sale de su sien a borbotones, la chica ni siquiera tuvo oportunidad de cerrar los ojos antes de morir.

— Ups, se me escapó — dijo Sabina, jugando con el arma que tenía en la mano— Eso pasa cuando hablan mal de mi Boss, se me escapan los balazos, pero yo saco la basura, tranquilos, continúen.

Tomando a Tatiana del cabello, comenzando a arrastrarla.

— Supongo que tú eres más inteligente.

Le dijo la rubia a Emma, mirándola sobre su hombro.

— S-sí, yo no hablaría nunca mal del Boss.

Miré a Vincenzo, tan confundido como yo.

— ¿En qué momento se fue?

Preguntó.

— Yo quiero saber lo mismo, estaba aquí hace un momento.

Respondí, viendo a la rubia sacar a Tatiana del círculo, entregándosela a uno de mis perros.

— No te escucho cantar, pajarito.

Le dijo Sabina a Emma, presionándola.

— S-sí, claro — carraspeó la Caruso— Por favor, abran paso a la esposa. Boss, acérquese al círculo.

Miré a Santino.

— Ahora sí, niña Boss.

Soltándome.

Asentí y comencé a caminar con seguridad por el pasillo que formó la gente siendo seguida por mis familiares y amigos, ubicándose en primera fila.

— Estamos hoy aquí reunidos para presenciar el mayor acto de amor que un hombre de la mafia italiana puede ofrecerle a su mujer, permitiéndole marcarlo con la inicial de su nombre, una marca que nada cubrirá, nada borrará, demostrándole que nunca habrá otra mujer más que ella, jurándole fidelidad hasta el ultimo respiro.

Emma volteó para quedar frente a mí, bajó la mirada y apoyó una rodilla en el piso, tomó mi mano, besó el dorso y la apoyó en su frente, rindiendo sus respetos.

— Boss, quiero anunciarle que, en representación de las mujeres de las cuatro casas, respetándola a usted como su legitima mujer, renunciamos a cualquier intento de acercamiento con dobles intenciones hacia sus parejas, juramos lealtad y fidelidad al tratado, honrando el rito — levantándose lentamente, mirándome— Ahora sus parejas dirán sus votos, iniciando el rito del honor, dejando atrás la inmadurez, convirtiéndose en verdaderos hombres.

Emma se hizo a un lado, señalando a Ardan y Rhett, ambos intercambiaron miradas, el rubio le dio el pase al castaño para que fuera primero, sin dudar, se plantó frente a mí, apoyó una rodilla en el piso, tomó mi mano izquierda, besó el dorso y la apoyó en su frente, rindiendo sus respetos.

Ahora sí que estoy nerviosa, nunca pensé que escucharía votos en el rito de honor de parte de Rhett, se me contrae el estómago al intercambiar miradas con el castaño, muero por hacerlo mío, muero por hacer míos a ambos.










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BUENAS BUENAS PECADORAAS

ME EMOCIONÉ Y TERMINÉ ESCRIBIENDO UN CAPITULO MÁS LARGO DE LO NORMAL JAJAJAJAJA 

TERMINÉ DEJANDOLAS A MEDIAS, SIENTO QUE ES ALGO MUY MÍO DEJARLAS CON GANAS DE MÁS

INICIANDO CON LA REVISIÓN NOCTURNA DEL CAPITULO

RHETT ESTÁ SIENDO COMPLETAMENTE ACECHADO POR EL LEÓN

ARDAN NO DESPERDICIA EL TIEMPO, SEDUCE A RHETT CON TODO LO QUE TIENE

ÉL QUIERE UN RIAL MATRIMONIO TRIAL

ME ENCANTÓ VER A DANE Y ARADIA CHISMOSEANDO MIENTRAS ESOS DOS SE METÍAN LA LENGUA HASTA LA GARGANTA

EN MI CABEZA ARDAN ES DEMASIADO SEXY, DOMINANTE, CON ESA AURA DE CACHONDEO QUE A UNO SE LE IMPOSIBILITA DECIRLE QUE NO

YO POR ESE HOMBRE ME ARRODILLO Y LE HAGO LO QUE ME PIDA, CUALQUIER COSA, LE LADRO SI ME LO PIDE, LE DIGO MEOW SI ESO QUIERE, LO QUE SEA POR TI PAPIII

LO SIENTO, PIERDO LA COMPOSTURA SEGUIDO JAJAJA

SANTINO TERMINÓ SIENDO ESPECTADOR DE LAS TRAVESURAS DEL RUBIO CON SU HIJO, PAPI SANTINO PARECE FELIZ, QUE VIVA EL POLIAMOR

LOS DETALLES DEL RITO TERMINARON ENOJANDO A ARADIA, LUEGO NOS DIMOS CUENTA QUE EN REALIDAD TENÍA HAMBRE Y LE IMPORTA UNA MIERDA PORQUE SU HOMBRES SERÁN AÚN MÁS SUYOS AL FINALIZAR LA VELADA JAJAJAJAJA

TATIANA NO PARECÍA QUERER VIVIR, SABINA SILENCIOSA Y AGIL COMO UN RATÓN SE COLÓ HASTA LLEGAR AL CENTRO DEL CIRCULO, DANDOLE EL CASTIGO CORRESPONDIENTE POR INSULTAR AL BOSS, RUBIA YO A TI TE HAGO LO QUE ME PIDAS TAMBIÉN

CREO QUE MI DEBILIDAD ES LA LOCURA DE SANTIS

Y EL ESPECTACULO QUE DIERON EL RUBIO Y EL CASTAÑO? RHETT LITERALMENTE SE DEJÓ HACER MIENTRAS ARDAN LO SOMETÍA, TODOS LLAMANDOSE ENTRE TODOS PARA VER EL ESPECTACULO, CACHONDEANDOSE

Y LLEGÓ EL MOMENTO DE ESCUCHAR LOS VOTOS SEÑORAS Y SEÑOREEEES

ARADIA DARÁ POR INUGURADO SU CORRAL CON SUS DOS UNICAS VACAS EXCLUSIVAS PARA QUE LE DEN LECHE. 

NOS LEEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO PECADORAS

BESITOS EN LA COLAAA



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