Capítulo 39
PRECAUCIÓN, LEER SENTADAS, PECADORAS.
Cobardemente me oculté en el cuarto de Sabina hasta llegada la hora de marcharse. Fue la rubia quien buscó mis cosas en el cuarto que usé, luego me ayudó con las perforaciones en las tetas, había que volver a poner el aro para que no cerrara, la ayudé a ella con el mismo tema y entonces me fui al balcón, cerrando las puertas de vidrio, Sabina iba a despertar a Vincenzo para que tomara una ducha y se vistiera, estábamos por irnos y él sigue pareciendo muerto, afortunadamente no fue el caso, se levantó tambaleante y entró al baño, desnudo, la rubia no le dijo de mi presencia y yo me voltee apenas las sábanas comenzaron a resbalar por su cuerpo, no quiero traumarme tan temprano.
Lo siguiente fue la diplomacia, busqué al líder estadounidense y le agradecí por la ayuda brindada hoy, él agradeció mi presencia en el trabajo exitoso de la noche pasada, los clubes cerraron, los burdeles quebraron, y las chicas están a salvo, inclusive, me entregó el dinero en efectivo de lo que habíamos acordado por esto, Vincenzo y Sabina me ayudaron a cargar con los maletines directo al auto, yéndonos inmediatamente después, fuimos los últimos en salir de esa casa. Martin condujo como loco por las calles haciéndonos llegar casi a tiempo y con vida luego de casi haber chocado unas tres veces, Martin también es un hombre de acción.
— Aradia, joder, niña — bufó Santino bajando el móvil que tenía pegado a la oreja, ayudándome a salir del auto— Te estoy llamando y no respondes, me preocupé, luego llamé a tus escoltas y me dijeron que nada de información de ubicaciones por teléfono, casi me da algo.
Llevándose la mano al pecho.
— Yo también estoy bien papá, gracias.
Dijo la rubia fingiendo estar molesta.
— Yo pensé que estabas follando por ahí con Vincenzo hija, de ti no me sorprende nada. Y sinceramente, de ti no me preocupo, temería más por quién quisiera meterse contigo, a ti no te para nada ni nadie.
— Aaww papi es lo más lindo que me has dicho hoy — lazándose a los brazos de Santino besándole la mejilla— Te amo papá Santino, gracias por quererme a pesar de no ser tu hija biológica.
Santino frunció el ceño, cargando a Sabina como princesa.
— ¿A qué viene ese comentario mi amor? Tú eres mi hija y te amo sin importar de dónde saliste.
— Es que estuvimos hablando de hijos, y de qué hacer en la posición de Aradia, yo le decía que mis padres jamás hicieron diferencias con el baboso de mi hermano y yo, entonces ella me dijo que no importaba si...
Vincenzo le cubrió la boca antes de que la rubia metiera la pata, lo pusimos al día mientras arreglaba su maleta, en parte estaba feliz de que Rhett no hubiera faltado a su palabra, dice que no lo amenazará esta vez porque hay que tener muchos huevos para dejar que el amor de tu vida se case con otro sólo por su bienestar mientras él se moría por dentro.
— ¿Qué ibas a decir? ¿Por qué estaban hablando de hijos? Aradia, no me dirás que...
— ¡No! — me apresuré a decir— No joder, claro que no, soy demasiado joven para eso, sólo surgió él tema, nunca está demás hablar sobre los hijos, sabemos que en algún momento tenemos que parir un par de críos.
— En mucho tiempo más, por favor, son mis tesoros, unos bebés todavía — besando la mejilla de cada una— Los bebés no necesitan tener bebés.
— Estoy de acuerdo con eso, Sabina sigue siendo un bebé, toma leche a diario, mucha leche, se atraganta la maldita.
Le dijo Vincenzo con una sonrisa traviesa.
— Voy a matarte.
Santino soltó a Sabina y tomó a Tacha que descansaba junto a sus pertenencias esperando que subieran todo al avión, la cargó y apuntó a Vincenzo, no estaba bromeando, mi tío comenzó a correr para esquivar las balas mientras se reía a carcajadas por su travesura.
— ¡No me mates al viejo! — gritó Sabina, siguiéndolo— ¡Si le das en un órgano importante te voy a quebrar el brazo con el que le haces ciertas cosas a papá Aless!
Amenazó, alcanzándolo.
— ¿D-dé qué estás hablando?
Santino dejó de disparar, dándole atención a la rubia, Vincenzo nada de tonto trotó de regreso al avión y subió antes de que le volaran la cabeza.
— Papá... ustedes son unos descarados, lo hacen con la puerta abierta sabiendo que todos pasamos por ahí, no tienes idea los traumas que tengo por tu culpa y la suya.
Dando media vuelta, caminando entre saltos fingiendo falsa inocencia, sabe que con esto Vincenzo va a estar a salvo porque Santino tendrá otras cosas en las que pensar.
— Ya están subiendo nuestras cosas — dijo la rubia apenas llegó a mi lado, Santino caminaba más lento, procesando— Vamos arriba, quiero echar una buena siesta antes de llegar, no dormí nada anoche con el vigoroso de tu tío.
— No tantos detalles, gracias.
Subiendo juntas las escaleras.
— Mi viejo es lo mejor del mundo ¡Oye viejo!
Llamando la atención de Vincenzo de pie en el pasillo del avión hablando con parte de los perros.
— ¿Qué pasa, rubia?
— ¡Te amo!
La sonrisa que se formó en los labios de mi tío lo dijo todo, estaba enamorado hasta los pies, y la tonta a mi lado sigue diciendo que es algo pasajero cuando acaba de declararse otra vez delante de muchas personas, ambos están perdidos.
— Yo también te amo, rubia loca.
Dejando lo que estaba haciendo para venir con ella, acunar su rostro y besarla. Es bueno verlos tan felices.
Dándoles espacio comencé a caminar por el pasillo del avión, encontrándome con Rhett de frente, este mirándome entre la sorpresa, la ansiedad y el miedo.
— ¿Qué pasa?
Pregunté comiéndome los nervios, sigue siendo extraño poder hacer cosas de pareja con él, como tocarlo, besarlo, acariciarlo... poder decirle que lo amo estando aún casada con Ardan.
Pero me gusta el calor familiar que siento en el pecho al pensar que los tengo a ambos, que fui correspondida por ambos.
— Es que no sé si lo que pasó fue real o producto de mi imaginación... estoy confundido y Ardan se la pasa burlándose de mí, no me dice nada.
Miré al rubio sentado junto a la ventana, sonriente.
— Durmió treinta minutos y se desorientó, creo que es mejor que le digas tú.
Comentó riendo.
— ¿Qué parte crees que no fue real?
Estirándome hasta tocar su rostro, viendo una lagrima impactar con mi mano al caer.
Ver a Rhett llorar sigue siendo nuevo para mí, Rhett no es de demostrar sus emociones, esto debe haberlo superado y por fin logró dejarlo salir, ese dolor en su pecho ya no está más, llorar le hará bien.
— Todo — apoyando su mano sobre la mía— La parte en la que te... conté ciertas cosas sobre Fabio y yo, y que nosotros tres...
Señalando a Ardan en el proceso, dejando la frase a medio decir.
— Fue real, todo fue real — Mirando de reojo a Santino congelarse en su sitio, acaba de subir— Me voy a divorciar y podremos comenzar todo de nuevo, te amo Rhett, aún y a pesar de todo ¿Cómo quieres que te lo confirme?
Le tembló el labio inferior mientras sonreía.
— Quiero... que me des un beso, quiero sentirte.
— Todos los que quieras.
Inclinándose hacia mí, sin dejar de tocar su mejilla, lo besé con calma, dejándolo sentir cuanto lo quería, deslizando mi lengua con suavidad entre sus labios para acariciar la suya, saboreando la gloria de su boca, haciéndole saber cuanto lo extrañé, cuanto necesitaba esto.
— Eres un llorón, un llorón marica — carcajeó Sabina, mirándolo— Y te haces llamar mafioso, el super Segundo de la mafia italiana, el segundo al mando del Boss, Rhett el marica.
Sujetándose el abdomen mientras se doblaba de la risa, claramente Rhett lo miró con odio autentico, mostrándole el dedo medio.
— Sabina, cállate.
— Sí papá.
Dedicándole un saludo militar a Santino cuando se acercó, mirándonos con confusión.
— ¿Se puede saber qué está pasando aquí? ¿Cómo es eso de que te vas a divorciar? ¿Qué... mierda pasa?
Rhett palideció en su lugar acercándose a mí.
— ¿Quieres mantener esto como secreto? Podemos inventar algo, cualquier cosa.
Susurró.
—No quiero mantenerte en secreto — tomando su mano, entrelazando sus dedos. Santino no perdió de vista nuestra demostración de afecto— Santino, Ardan y yo vamos a divorciarnos.
El rubio se levantó del asiento y se colocó a mi lado, rodeando mi cintura con su brazo bueno, besando mi sien, lo que confundió más al castaño.
— Vamos a casarnos otra vez en Brasil, los tres — aclaró Ardan— Rhett jamás traicionó a Aradia, estaba siendo extorsionado por Fabio, me lo contó hace unas semanas y decidí ayudarlo para regresar con Aradia, sentí que estaba interfiriendo con los sentimientos de ambos, sé cuanto le afectó a Aradia lo que pasó con Rhett, resulta que Rhett y yo estamos dispuestos a compartir, ambos amamos a esta mujer y esta mujer nos ama, lo justo es compartirlo todo.
— Ambos estábamos dispuestos a hacernos a un lado por su felicidad — señaló Rhett— Aradia nos eligió a ambos, Ardan y yo nos llevamos bien, los tres somos compatibles, así que lo estamos haciendo funcionar.
Aless llegó parándose junto a su marido, frotándole la espalda, Santino no pestañeó, no se movió y no estoy segura de si respiró mientras le contaban todo esto, tiene a Tacha en la mano, no sé si nos abrirá a balazos o tendrá un infarto, ambas son posibilidades muy factibles.
— Aradia ¿Qué pasó? Creí que querías matar a este par.
Preguntó luego de unos segundos.
— Sigo queriendo matarlos, su castigo está lejos de terminar — encogiéndome de hombros— Pero ya sé que haré por el tatuaje, una acción equivalente.
— ¿Qué cosa, tesoro?
— Por la tarde se llevará a cabo el rito del honor, voy a marcar a ambos como míos, ambos están de acuerdo.
El labio inferior de Santino tembló, una lagrima se deslizó por su ojo antes de ir hacia Rhett y abrazarlo con fuerza, frotándole la espalda, el castaño le devolvió el gesto un poco más tarde, sorprendido.
— Yo sabía que tus actitudes debían tener una justificación muy buena, pero nunca quisiste contarme — llorando— Has estado sufriendo todo este tiempo, viste a Aradia casarse con otro, planificaste su boda conmigo... no debió ser fácil, no debió ser nada fácil mi niño — acariciándole la espalda— Pero escuchar esto, que Aradia accedió a marcarte como suyo y que tú aceptaste... ese juramento hijo... no hay nada más valioso, más importante que ser marcado por nuestra pareja. Joder... estoy tan feliz...
Aless se acercó, frotándole la espalda a su marido, sonriendo enternecido.
— Ya sabía yo que esa actitud de mierda que tenías debió tener una razón muy buena, el amor nos hace cometer estupideces, los Coppola hacen estupideces todo el tiempo para cuidar a quienes quieren.
— ¿Tú también estás marcado Aless? — pregunté— Nunca los he visto sin camiseta o con la camisa abierta, tengo curiosidad.
— Claro que estoy marcado, eras muy pequeña para recordar nuestro rito del honor— desabotonando su camisa— Santino y yo nos marcamos el mismo día, ese fue uno de los mejores días de mi vida.
Luciendo con orgullo la S en su costado, justo sobre la V dirigida hacia su pantalón.
— Yo quiero eso... — A Ardan le brillaban los ojos— Aradia yo quiero eso... ¿Me darías el honor? ¿Me marcarias?
Sujetando mi brazo, moviéndolo con insistencia. En ocasiones no representa la edad que tiene el infantil.
— Dije que pensaba marcarte hoy, se están haciendo los preparativos, hoy habrá fiesta en casa ¿Por qué vuelves a preguntar?
— ¿Y yo? ¿Me darás el honor, Aradia?
Preguntó Rhett, aún dudoso de que todo esto esté sucediendo.
— Por supuesto, tú eres mío, no sabes cuanto quiero ver mi inicial en tu cuerpo.
— CofCofSádicaCofCof.
Dijo la rubia, ganándose una mirada de advertencia de Santino.
— Dos strikes Sabina — amenazó Rhett— Al tercero...
— ¿Al tercero qué, hermano marica? — lo retó— ¿Quieres liberar algo de energía? ¿Así de feliz te sientes?
La sonrisa del castaño me huele a problemas, dio un paso atrás, separándose de Santino, fue la rubia quién atacó primero, golpeándolo con el puño apretado directo en el rostro, puño que Rhett le regresó, la rubia terminó botándolo al piso para golpearlo mejor, el espacio estrecho le ayudaba a mantenerlo en su lugar mientras este le devuelve cada golpe recibido.
— A la mierda, yo no crie personas, crie animales — sujetando a Sabina por el pelo para levantarla mientras esta se quejaba— ¿Qué les he dicho de pelear? ¡Mírense los rostros, joder!
Santino comenzó a regañarlos en alemán haciendo que ambos se arrodillaran en el piso y subieran los brazos, Aless intentó hacer que se calmara, una sola mirada lo hizo retroceder y buscar su asiento pidiéndole perdón a sus hijos de forma silenciosa, hombre inteligente prefiere mantener la cabeza sobre los hombros.
Decidí alejarme de los regaños antes de ser involucrada, tomar a Ardan y sentarnos un poco más atrás, él en la ventana, yo en medio, dejando el espacio libre para Rhett, ya vendrá aquí cuando Santino termine con él.
— Sigo enojada, no te hagas ideas raras, pero quiero amor.
Tomando su brazo para rodearme con él, apoyando mi rostro en su pecho.
— ¿Y si le vemos el lado positivo a lo de anoche y olvidamos lo malo?
Se aventuró a preguntar.
— ¿Qué sería eso?
Cerrando los ojos, disfrutando de las caricias en mi cabello.
— Gracias a que probamos lo que sería estar juntos los tres, tú dejaste de mentirte, Rhett deja de ser un muerto en vida y yo puedo seguir a tu lado sabiendo que me amas y que no quisiste dejarme ir.
Sonreí.
— Sabes que te amo, yo realmente te amo, me gusta quién soy cuando estoy contigo — estirando mi mano para acariciar su pecho sobre la camiseta— Yo no podría renunciar a ti.
Frotó mi espalda y besó mi coronilla.
— Si te juro de rodillas que no volverá a pasar lo de anoche ¿Me perdonarías? Nunca más haré algo que tú no quieras, nunca sin importar las circunstancias, no tienes idea de lo avergonzado que me siento cada vez que recuerdo, yo jamás te habría faltado el respeto, siempre te pregunto lo que quieres a pesar de ser un poco... rudo contigo en la cama, yo siempre pregunto y ayer... no sé qué pasó, no sé... no me gusta, no puedo dejar de pensar en lo que te hicimos... estoy tan arrepentido.
Siendo sincera, disfruté lo de ayer y quiero verle el lado positivo, las acciones de ayer me regresaron a Rhett y no perdí a Ardan en el proceso.
— A la mierda, ya no quiero estar enojada — botando el aire contenido— Tenía pensado enviarlos con Isla a Inglaterra para que aprendieran a tratar a una mujer — irguiéndome en cuanto Rhett tomó asiento, extendiendo una mano hacia él para entrelazar nuestros dedos, tomando la mano del rubio también— Iba a enviarlos, llamaría a Isla en cuanto terminara con ustedes y los vibradores, pero me estoy arrepintiendo, no los quiero lejos.
— ¿Con Isla? —Ardan se horrorizó— ¿Y dejarme a merced de esa loca de Malia? Sabes que esa chica no me da tregua ¿Y si se mete a mi cuarto en la noche e intenta abusar de mí? — tocando su pecho, indignado— Aradia, haré lo que me pidas, pero no me mandes con esa enferma, yo sólo le soy fiel a mi mujer y no quiero que nadie más me toque.
— Olvidé completamente a Malia — dije— No, no voy a enviarlos ni muerta, se quedan conmigo par de idiotas y espero que el dolor del rito de honor sea suficiente para que piensen en sus acciones.
— Gracias Aradia, te juro que no se volverá a repetir.
Dijo Rhett, besando mi mano.
— También lo juro, nunca más haré algo sin consultarte si estás bien con eso — repitiendo la acción del castaño— Que bien que nos perdonaste o yo habría quedado como un idiota.
— ¿Eso por qué?
Ladeando la cabeza, confundida.
La señal de los cinturones fue encendida, solté a los chicos y me abroché, mirando a Ardan esperando a que contesté.
— Mandé a poner una cama más grande en el cuarto matrimonial y también están ampliando el walk in closet, claramente Rhett dormirá con nosotros, sería estúpido que durmieras una noche con él y otra conmigo ¿No crees?
Besando mi barbilla, haciéndome temblar.
— Ardan, creo que eres mi mejor amigo justo ahora — dijo el castaño— Nos vamos a divertir mucho los tres — besando mi hombro— Y ahora que estamos perdonados...
Ardan sonrió malicioso, acercándose, besando mi mejilla, mi nariz, mi otra mejilla, el mentón y luego los labios, mientras Rhett se ocupaba de mi cuello, a ninguno le importaba mucho que el avión estuviera despegando o que no estuviéramos solos.
— Ok... ok... sé que dije que sí, pero tienen que darme tiempo para prepararme mentalmente. Todavía me es extraña su nueva amistad, me ponen a mil cada vez que comienzan con sus jueguitos, el que durmamos juntos cada noche, todo es nuevo, yo no he tenido tantas experiencias como ustedes que, en vista de sus acciones de ayer, claramente han hecho tríos antes y... ¿Dónde estás tocando?
Jadeando al ver la mano de Rhett en mi muslo, muy cerca de mi entrepierna, mientras Ardan apresaba uno de mis pechos, deslizando su pulgar por mi pezón, alzando una ceja al notar la perforación.
— Sin brasier y con tus perforaciones en su lugar otra vez — dijo el rubio— Es casi como una invitación ¿No es una invitación?
— Me dio pereza ponerme brasier, por eso me decidí por la camiseta grande, no fue con intención.
Alzando el pecho, sintiendo la electricidad recorrer mi cuerpo cuando tiró de mi pezón, Rhett me cubrió la boca justo antes de gemir, ahogando el sonido.
— Sweety, esos sonidos resérvalos sólo para nosotros — susurró el castaño en el volumen suficiente para que Ardan pudiera escuchar— Y tranquila que te daremos todo el tiempo del mundo para que te adaptes.
Apoyando su mano en mi entrepierna, sólo dejándola ahí mientras mordía mi oreja.
Al otro extremo del pasillo, Dane hizo maravillas para que Ox no se fijara en lo que sucedía, no creo que sea muy agradable ver a tu prima siendo toqueteada casi al lado tuyo.
— Aradia... ¿Quieres... ir al cuarto del final del pasillo? —propuso Ardan— podríamos mostrarte lo arrepentidos que estamos, podríamos compensarte.
Utilizando su pulgar para frotar mi pezón con un poco más de fuerza, Rhett sigue cubriendo mi boca amortiguando los sonidos que están escapando.
— Por favor... prometo comportarme Ari — jadeó Rhett en mi oído— Haré sólo lo que tú quieras hacer, ponme una correa si quieres, amárrame, has que me arrastre, lo que sea, haré lo que sea...
Sus palabras repercutieron directo en mi vagina, estaba húmeda, deseosa... la desesperación de Rhett estaba volviéndome loca.
Levanté mi mano y quité la de Rhett de mi boca.
— Dije que los tendré sin sexo por una temporada.
La mano de Rhett se apretó contra mi entrepierna, forzándome a jadear otra vez, esto está volviéndome loca.
— Quizá debamos aprovechar ahora, Bombón — robándome un beso— Con el rito del honor y las quemaduras, dudo mucho que te sirvamos, la fiebre siempre los bota a la cama por unos días, respetemos la regla de sin sexo en esos días ¿Qué me dices? ¿No quieres?
Jadeó en mi oído, besando tras mi oreja.
Eso me quebró, el autocontrol se me fue a la mierda.
— Pueden desabrochar sus cinturones de seguridad.
Anunció el piloto de forma oportuna.
— ¡Gracias al Diablo! Maldita sea, búsquense un cuarto — Alegó Santino levantándose del asiento tras nosotros, mirándonos— No sean indecentes, escuché toda la mierda que dijeron.
Sonrojada hasta decir basta, desabroché mi cinturón, acariciando el cabello de ambos idiotas que ni siquiera se molestaron en levantar la cabeza para mirar a Santino.
— Vamos al cuarto, ya no puedo más.
Anuncie.
Rhett se movió primero, soltó el cinturón y me cargó sobre su hombro, mirando a Ardan.
— ¿Qué esperas?
— Eres un maldito genio — le dijo el rubio— Podría besarte maldita sea.
Quitándose el cinturón, siguiendo al castaño por el pasillo, todos los ojos puestos en nosotros.
— Podrían hacerlo... si yo los beso, ustedes deberían besarse al menos una vez, para la boda tendrán que besarse — Ardan cerró la puerta del cuarto, para entonces, Rhett ya me tenía en la cama— Deberían comenzar a practicar.
Ardan apoyó una rodilla en la cama, enredó los dedos en el cabello de Rhett y sin una pizca de amabilidad lo acercó a él estampando sus labios sobre los suyos, aprovechando la sorpresa del castaño para meterle la lengua, un beso hambriento, agresivo, un beso que Rhett todavía no procesaba.
— Si antes estaba mojada, ahora soy un lago, un lago muy grande — quitándome yo misma la camiseta— Yo estaba molestándolos, pero esto sí que me prende.
Ambos voltearon en mi dirección, la mirada oscurecida y la quijada bien apretada nunca era buena señal, estoy por follar con un par de animales, un león y un lobo solitario.
— Bueno, eso no estuvo tan mal — admitió Ardan— Pero las cosas no son gratis en esta vida, Bombón ¿Qué nos darás a cambio?
Quitándose la camiseta en un movimiento fluido, haciéndome jadear.
— No lo sé ¿Qué podría ser? — quitándome los zapatos— Se me ocurren muchas ideas ahora, par de pervertidos.
Utilizando mi pie para aplastar ligeramente su entrepierna, sintiendo el bulto duro que ocultaban en su pantalón.
— ¿Se pusieron duros por besarse? — trazando círculos en mi aureola lentamente, apoyando mi cuerpo sobre uno de mis codos— Respondan.
Exigí al ver que ninguno de los dos decía nada, manteniendo los dientes apretados, moviendo la cadera ligeramente cada vez que les aplastaba el pene, a ambos les gusta el dolor.
— Ya estaba duro en el asiento del avión.
Admitió Arda con voz ahogada.
— También yo, es difícil no ponerse duro cuando te restriegas contra mi mano y le entregabas tus pechos a Ardan.
La mirada de Rhett no tengo claro de si me asusta o me excita, está mirándome muy fijamente, apretando los puños, conteniéndose para no lanzarse encima.
— Tengo las bragas muy húmedas gracias a ustedes, espero y se hagan responsables, asquerosos pervertidos.
Pisándolos un poco más fuerte, escuchándolos gemir.
Como pensé, fue Rhett quien se movió primero, me comió la boca mientras Ardan se encargaba del resto de ropa, separándome las piernas y...
— ¡Oh mierda!
Gimiendo alto al sentir el contacto de su lengua en mi zona sensible, forzándome a arquear la espalda, ladeando la cabeza para dejar que Rhett mordiera mi cuello, chupara y besara tanto como quisiera, trazando un camino de besos directo a mis pechos, jugando con mi pezón, tirando suavemente de las perforaciones, deslizando la lengua por encima, aplastando mis endurecidos y sensibles pezones, lastimándome un poquito.
Creo que yo también soy masoquista.
— Mierda... mierda...
Enredando mis manos en el cabello de ambos, apretándolos contra mis zonas sensibles, sintiendo a Ardan comenzar a introducir sus dedos, golpeando mi punto dulce una y otra vez mientras sus dientes y su lengua maltratan mi hinchado clítoris, el orgasmo fue inminente y prolongado, Rhett se encargó de mantener mis caderas en su lugar, presionando mi vientre bajo mientras Ardan me torturaba y me hacia de las suyas en mi sexo.
En estos momentos agradezco que tengan un brazo quebrado, recordar la sensación de ambas manos por mi cuerpo me hacen estremecer.
— ¿Me estoy haciendo responsable?
Preguntó el rubio, levantando el rostro de entre mis piernas, despeinado y con los labios húmedos por mi excitación.
— Sí, muy responsable, muy responsable, pero ya que alguien lo meta o voy a volverme loca ¿Quién usará mi boca?
Intercambiaron miradas asombrados, sonriendo maliciosos.
— Eso que hiciste anoche... ¿Realmente es algo que le gusta?
Preguntó el castaño al rubio.
Ardan cruzó miradas conmigo, alzando una ceja.
— ¿Qué respondes, Bombón? ¿Te gusta?
— Sí, es algo que disfruto.
— ¿Y qué esperas para prestarte tu boca a Ardan? De seguro estás ansiosa por ser llenada.
Me parece de lo más sexy que no se pongan celosos y hasta me ofrezcan uno a otro, me enciende, me calienta, y ahora que no está prohibido...
— Bueno, tienes razón. Es mi turno de complacer a mi hombre mientras mi otro hombre me folla desde atrás ¿No crees?
Apoyando las rodillas en la cama, inclinándome hacia el frente, desabrochando el pantalón del rubio sin perderlo de vista.
— ¿Qué esperas Rhett? — estirando la mano hacia él, soltando el botón— Quiero que me llenes.
— Un genio, eres un maldito genio.
Repitió Ardan quitándose los pantalones con rapidez, chocando puños con Rhett cuando este comenzó a hacer lo mismo, ambos un tanto ansiosos de sexo, debo admitir que el cuerpo me cosquillea por la expectación, pero no sé qué hacer, quién ser.
Con Ardan me dejaba someter, me encantaba ser dominada por él.
Con Rhett, me encantaba ver como se sometía a mí, como cumplía todas y cada una de mis demandas.
¿Cómo logro llegar a un punto medio?
— Abre la boca Bombón — sujetó mi mentón, alzando mi cabeza— Deja que haga eso que tanto te gusta, sucia pervertida.
Abrí la boca y saqué la lengua, gimiendo en cuanto sentí la intromisión y la mano del castaño en mi cadera, empalándome.
Ardan no tardó en dejar caer un hilillo de saliva en mi boca, deslizando dos de sus dedos por mi lengua hasta el final del camino, provocándome arcadas, sonriendo malicioso, repitiendo el proceso un par de veces.
— ¿Quieres que te folle la boca, perrita sucia? Dije que iba a consultar todo lo que te haría, quiero escucharte.
Gemí, dificultándoseme un poco el hilar los pensamientos y soltar palabras, Rhett se mueve delicioso, clavando sus dedos en mi cadera cada vez que mete su pene hasta el fondo, y por el frente tenía al exigente de Ardan haciendo justo lo que prometió a su manera claro.
— Por favor... por favor lléname la boca — consciente de la lagrima que se me escapó por las arcadas— Papi por favor... lléname...
Ardan me sujetó por el cuello, acercándose para besarme la boca con agresividad, llevándome luego a su pene, sujetó su pene y golpeó este con mi mejilla.
— Entonces abre la boca y comételo todo, tengo mucho semen para darte aún, perrita insaciable y sucia, enséñale a Rhett como te gusta, deja que vea cómo te gusta que te traten.
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BUENAS BUENAS PECADORAS MAXIMAAAAAS
LAS COSAS VUELVEN A SUBIR DE NIVEEEEL
ES QUE SE ESTÁN QUEMANDO, ESTOS TRES LITERALMENTE SE ESTÁN QUEMANDOOO
YO QUIERO SER ARADIA, NUNCA EN MI VIDA SENTÍ MÁS ENVIDIA EN MI VIDA
Y DEBO ADMITIR QUE ARDAN ME CALIENTA MÁS QUE EL SOL EN VERANO
¿QUÉ DEBERIA HACER ARADIA CON SU DILEMA DE DOMINAR Y SER DOMINADA?
QUÉ HARÍAN USTEDES? YO ME HUBIERA ENTREGADO QUE RATO
SANTINO ESTABA NADA MÁS QUE FELIZ DE QUE SU HIJO POR FIN ESTÉ CON LA MUJER QUE QUIERE, QUE POR FIN SU HIJO SERÁ FELIZ
PERO SÍ CASI LO PERDIMOS CUANDO ARADIA HABLÓ DE DIVORCIO JAJAJAJAJA CUIDEMOS EL CORAZÓN DEL VIEJO SABROSO
Y VINCENZO? VINCENZO CASI FIRMÓ SU SENTENCIA DE MUERTE POR SU BROMA DE SABINA BEBÉ
Y SABINA GRITANDOLE A SU VIEJO QUE LO AMA? VINCENZO NO SE LO ESPERABA JAJAJAJAJA
AMO AQUÍ, DEJENME AQUI DÓNDE SOY FELIZ POR FAVOR
Y EL PROXIMO CAPITULO... UUUFFF.... SE VIENE BUENO, MUY BUENO
NOS LEEMOS BBCITAS
BESITOS EN LA COLA, TATUENSELA
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