Capítulo 31

En un abrir y cerrar de ojos me encontré con el rostro pegado a la cama, Ardan acercó una soga que ató con maestría por mi torso, sujetó mis brazos en la espalda y dobló mis rodillas atando juntos muslos y tobillos de tal manera que me era imposible el movimiento, estaba completamente a su merced.

Me encantaría saber cómo aprendió a hacer todas estas cosas, porque yo en mi vida he atado a alguien de manera que las tetas calzaran justo con la figura que formó, menos hacer que se me viera un culo de revista por cómo había ajustado la soga al borde superior e inferior de mis nalgas.

Me encontraba completamente expuesta, de rodillas en la cama, con el pecho completamente apoyado en esta, y mi marido, entreteniéndose con las vistas, golpeándome el culo y luego acariciando la zona que ardía, divertido por cada vez que me retorcía, me comía el grito y gimoteaba después, me gustan estos tipos de castigos.

— Aradia ¿Y si hablamos un poco?

Repartiendo besos por mi espalda mientras introducía dos dedos en mi entrada, moviéndolos dentro y fuera, volviéndome loca.

— ¿Por qué querrías hablar ahora?

Gemí retorciéndome, buscando un poco más de contacto.

— Bueno, si no quieres hablar puedo ir a discutir unos temas de seguridad con los escoltas...

Introduciendo un tercer dedo mientras su pulgar maltrata mi hinchado clítoris, nublándome la razón.

— No... no... hablemos... hablemos...

Sintiendo sus dientes morder mi culo con fuerza, eso de seguro dejará marca y le pedí exclusivamente que no lo hiciera.

— Cambiemos ese tonto plan para los estadounidenses.

Pidió, golpeando ese lugar dulce que me derrite por completo, estaba a poco de correrme.

— No puedo, sabes que no puedo...

Retorciéndome ante sus atenciones.

— Yo creo que sí puedes, Bombón, tú eres el Boss, puedes hacer lo que quieras ¿Por qué no podrías modificar un plan en el que tú eres la actriz principal?

Moviendo sus dedos más rápido, con más fuerza, acelerando los movimientos en mi clítoris, haciéndome lloriquear de placer.

— Ardan... ya estoy por llegar... no te detengas...

— Mmm... no lo sé ¿Debería? — Deteniendo el movimiento de sus dedos— Podría seguir si tú aceptas cambiar el plan.

— Ardan, eso es chantaje — me quejé, viéndolo por sobre mi hombro— No puedes...

— ¿No puedo?

Preguntó sonriendo malicioso, depositando un beso en mi espalda, moviendo sus dedos y luego parando otra vez, dejándome a medio camino de mi orgasmo.

— Por favor...

Supliqué, le gusta cuando suplico, quizá si lo hago me deje acabar.

— Ya sabes cual es mi condición, bebé.

Repitiendo su tortuosa acción, moviendo los dedos y parando justo antes de poder llegar al puto orgasmo, estaba jugando conmigo.

— Ardan...

Supliqué.

— Aradia Edén.

Respondió divertido.

— ¿Cuál es tu plan?

Me rendí, necesito un puto orgasmo o voy a volverme loca.

— Asistiremos a esa subasta, pero tú no te vas a vender, vas a ser mi mascota. Deja que me encargue de conseguir todas las invitaciones, hablaré con los estadounidenses y conseguiré los collares para Sabina o Vincenzo, para Dane y quien sea que vaya, yo me encargo, pero no te vendas, no te arriesgues de más cuando podemos conseguir el mismo resultado sin que te desaparezcas de la vista de todos.

— Ardan, yo...

— Hablé con Rhett, en buenos términos, pensé que era imposible, pero si en algo coincidimos es en que estamos preocupados porque te arriesgas sin pensar, Rhett dijo que él, Sabina y Dane estaban muy nerviosos porque esta es la primera vez que sales sin ellos y temen que hagas alguna locura.

Moviendo sus dedos otra vez, tocando mis pechos, tirando ligeramente de mis pezones.

— Por favor Aradia... hagámoslo de esa manera, te conseguiré todo lo que necesites, direcciones, personas, clubes, me encargaré de todo.

A la mierda con el trabajo, no puedo pensar de esta manera.

— Está bien, hazte cargo — dije yo— Hazte cargo de eso, seré tu mascota, pero por favor...

Se me atoraron las palabras en la garganta cuando Ardan me penetró de una vez hasta la empuñadura, tomó la soga sobre mi trasero y la sujetó con fuerza, utilizándola como impulso para penetrarme con rudeza, haciéndome lloriquear de placer sintiendo el orgasmo explotarme en la cara, sintiendo las repercusiones en cada parte de mi cuerpo al ser rozada por todas partes, extremadamente sensible, pero satisfecha por haber conseguido lo que quería, claro que el costo fue un poco alto y tendré que cambiar hasta el contrato que firmé, pero Ardan tiene razón, como Boss, yo armo y desarmo a mi antojo, si él se hará cargo...

— Tienes que pensar en mí ¿En qué te distraes, Bombón?

Sin dejar de moverse en mi interior, sujetándome por el cuello y la cintura, irguiéndome, pegando mi espalda en su pecho, sintiéndolo más profundo y más apretado que antes, escuchando los chapoteos sucios provocados por mi humedad deslizándose por mis muslos provocada por mi anterior orgasmo.

— No te escucho, Bombón ¿En qué piensas que te distraes? ¿Tienes tiempo para distraerte?

Deslizando su lengua desde mi cuello hasta la zona tras mi oreja, atrapando mi lóbulo entre sus dientes.

— No me distraigo... no estoy distraída... — Logré balbucear— No... — Me atraganté con mis palabras— No estaba pensando en nada más...

— Me parece bien, porque quiero ser lo único que llene tus pensamientos en estos momentos.

Estirando una de sus manos a mi entrepierna, estimulándome mientras golpeaba mi interior, rozando todas mis paredes, tocando mi punto dulce una y otra vez, provocándome un nuevo orgasmo mientras lo sentía correrse en mi interior, gruesas descargas calientes que me derriten por dentro.

— ¿Segura que me dejarás todo? ¿No intentarás arriesgarte después y hacer todo por tu cuenta?

Apoyando mi espalda en la cama, agitada y sudada, cansada, pero satisfecha.

— Dejo todo en tus manos, sí es cierto que quizá deba comenzar a pensar en no participar en ideas suicidas, es obvio que algo saldrá mal si me vendo, pero era lo mejor que podía hacer en el momento.

Con lentitud comenzó a soltar mi cuerpo, ya me sentía algo entumecida por las sogas sujetas con tanta precisión.

— Aradia... si tú no estuvieras, no tienes ni idea cuantas vidas destrozarías, eres importante para muchos, eres lo más importante para mí ahora... así que, por favor, te pido que no te lances al peligro sin pensar, piensa en mí, en nuestro futuro, en tu familia, tus amigos, en Boris — me señaló— Boris se quedará sin mamá, perder dos mamás debe ser muy traumático.

— No planeo que me suceda nada en un tiempo próximo — riendo— Y Boris tiene papá también ¿No? Boris es tanto mío como tuyo.

— Siento como si me hubieras dejado adoptar a tu hijo — terminando de soltarme, acariciando mis extremidades— ¿Te sientes bien? ¿No fui demasiado rudo?

Besando mis muñecas sin apartar la vista.

— Estoy de maravilla — mirando las zonas de mi cuerpo enrojecidas en las que antes estuvo la soga— Y deja de utilizar trucos sucios para convencerme, sabes que no puedo decir que no si me estás empujando hacia la locura.

Sonrió levantándose de la cama, ordenando su cabello otra vez.

— ¿Quieres ir a tomar un baño antes de entrar al mar o lo harás así?

Ignorando por completo mi anterior comentario, es muy probable que use esos trucos sucios otra vez.

— No, necesito ir al baño primero, se está saliendo todo, es incómodo caminar así sabiendo que hay escoltas afuera.

Me miró de pies a cabeza, sonriendo con malicia, como si estuviera apreciando el desastre que acaba de hacer de mí.

— Te espero afuera ¿De acuerdo? Llamaré a Rhett para informarle sobre los cambios, moveré un par de hilos mientras tanto, hablaré con Ox y Dane por separado, no te preocupes de nada que yo me encargo.

— ¿Trabajo ahora? ¿No será mejor hacer todo de regreso de la luna de miel?

— Tú tranquila que te cogeré en todas las superficies de este barco — inclinándose hacia mí para besarme— Paredes, muebles, baños, la piscina, las reposeras...

Bajando el volumen de voz por cada superficie nombrada, besando mi mentón, cuello, clavícula, hombro... desarmándome.

— Esperaré afuera. Bombón.

Dejándome con las ganas, dejó el cuarto y yo, reuniendo toda mi fuerza de voluntad para no seguirlo y arrinconarlo en la pared más cercana, caminé hacia el baño y di el agua, disfrutando del frío para bajarle a la calentura.

¿Qué otras sorpresas del mundo del BDSM tiene preparado mi marido?

***

ARDAN.

Dejé el cuarto mientras me subía el short e iba por mi móvil, encontrando a Boris despierto, lo llevé fuera a su cuadrado de pasto que utiliza como baño para que hiciera lo suyo, pidiéndole a los escoltas que prepararan su comida mientras marcaba a Rhett y me apoyaba en el barandal, apreciando el extenso mar que nos rodeaba.

Es divertido ver como viajamos a todas partes con las cosas de nuestro pequeño oso para que esté cómodo, me acostumbré a Boris demasiado rápido.

— Ardan ¿Está todo bien con Aradia?

Preguntó apenas contestó.

Luego de la conversación de ayer y su preocupación autentica, quizá, sólo quizá me desagrade un poquito menos, y al menos ha tenido la decencia de no coquetearle a mi esposa en mis narices, me jodía cuando hace eso.

— Está todo bien, despertó hace poco, fue una noche de mierda, lloró y se retorció en la cama mientras balbuceaba sobre el trabajo con los estadounidenses, tiene miedo, pero cree que es su obligación arriesgarse, ofrecerse sin dudar.

— Es una tonta — estando de acuerdo conmigo— Aradia suele pedir cosas dulces al otro día de tener un ataque de ansiedad, y puede que se quede dormida en cualquier lugar, el cansancio físico y mental le pasa la cuenta — suspiró— En cuanto a ese trabajo ¿No puedes intentar convencerla de que no lo haga?

Sonaba desesperado.

— Me encargaré de todo, gracias por darme estos detalles, Aradia depende demasiado de ustedes tres, me siento un poco tonto — admití— No puedo hacer nada sin tener que consultarlo contigo que la conoces desde siempre... pero al menos logré convencerla de que no se vendiera, ahora participaremos en la subasta como Amo y Mascota, le dije que me encargaría de todo así que necesito tu ayuda.

— Así que el primer damo está haciendo su gran aparición por fin — sonaba divertido— Hiciste bien en convencerla ¿Qué necesitas de mí?

— Necesito que hables los términos con los estadounidenses para notificarles el cambio, claramente necesitamos ir en grupo, es mucho más seguro, Sabina y Vincenzo, uno de los dos tiene que ser mascota.

Lo escuché reír.

— Va a ser muy divertido ver a Vincenzo en ropa interior, mi hermana siempre somete al pobre hombre.

— Coméntalo con ellos, que decidan quien será la mascota. Dane y Ox, no es secreto para nadie que hay algo entre ellos, pero no quiero hacer que se sientan incómodos ¿Puedes preguntarle a Dane y avisarme qué decide? Así le pregunto a Ox por mi lado y luego les avisamos lo que dijo el otro.

— Me gusta tu plan, Dane jura que nadie sabe sobre sus polvos nocturnos con escoltas y perros de otras casas, Sabina le ha hecho el comentario en un par de ocasiones, pero no confirma ni niega nada, así que es buena idea preguntarles por separado ¿Qué más?

— ¿Tus padres y Vitto querrán ir? Uno tendrá que ser mascota de ser así.

— Yo me encargo de hacer las consultas pertinentes, te informo sobre Dane y hablo con los estadounidenses, me encargo de la ropa y los collares también.

— Perfecto, hablaré con mi escuadrón ahora y conseguiré las direcciones de los clubes dónde se realiza la trata de personas, dudo mucho que sea sólo uno, enviaré gente y los haré registrar los alrededores para encontrar a todas esas personas sin exponer a nadie.

— Me gusta la idea, así, el día de la subasta sólo quedarán los productos calidad diamante que siempre tienen en otro lugar para que no se dañen con la otra mercancía, avísame sobre las novedades para hacer las modificaciones pertinentes al plan.

— Estamos en contacto.

Corté la llamada, dando media vuelta, caminando hacia la cocina, pedí que le prepararan rollitos de canela a Aradia, regresando al cuarto de antes, viéndola con la tanga puesta, sin brasier, recostada sobre su espalda con los brazos extendidos, dormida.

— No alcanzaste ni siquiera a terminar de vestirte, psiquiátrica.

Cubriéndola con las mantas, si intentaba vestirla se despertaría y quiero que descanse un poco, debe estar agotada.

— Descansa bebé.

Dejé el cuarto y fui a hablar con mis hombres, tendré todo listo para nuestro regreso, así, ella dejará de preocuparse de más.

***

ARADIA.

Desperté asustada, no recordaba haberme dormido e iba prácticamente desnuda.

¿Cuánto dormí?

Me puse la parte superior del bañador y mis sandalias, atando mi cabello, dejando el cuarto, subiendo las escaleras en dirección al piso superior, no vi a Ardan por ninguna parte, pero sí me encontré a Boris muy divertido jugando con sus juguetes.

— ¿Han visto a Ardan?

Pregunté al primer escolta que encontré.

— Sí, está en la sala de operaciones en la segunda planta, le consiguieron unos planos y los está transcribiendo, dijo que, si despertaba, hay rollitos de canela para usted en la cocina.

Se me hizo agua la boca de sólo imaginarlos.

— Gracias.

— No debe agradecer, Boss, es mi trabajo.

Asentí y di media vuelta caminando hacia la cocina, viendo los monstruosos rollitos de canela que hicieron para mí. Agradecí a las chicas y tomé uno, preguntando dónde estaba el cuarto de operaciones, un amable De Santis parte del escuadrón de Ardan me llevó hasta él, abrió la puerta y cerró cuando ya estuve dentro.

— Vaya, despertaste — Sin levantar la vista del plano— Déjame terminar sólo este y vamos a nadar ¿Te parece bien?

— Sí, está bien — dándole una mordida a mi merienda— No sé en qué momento me quedé dormida ¿Tú me cubriste?

— Sí, al parecer estabas muy cansada, no alcanzaste ni siquiera a ponerte el bikini.

Carcajee.

— Sí... te sorprendería las formas o los lugares dónde me he quedado dormida, antes de la boda, estaba tan cansada por la despedida de solteras, sumando que Rhett me tenía la agenda muy organizada para el peinado, las uñas y todo eso, que fui a la cocina y me dormí oculta en el carrito de la comida, esa parte de abajo que queda cubierta por el mantel, dormí tres horas antes de que me encontraran.

Carcajeó.

— Yo no entiendo cómo es que te puedes quedar dormida en lugares así, Rhett tuvo que haberte buscado por todas partes.

— Y lo hizo, después me regañó por media hora, le encanta gritarme ¿Rollito?

Levantó la cabeza, mordió mi merienda y siguió en lo suyo, muy concentrado en recrear la foto del mapa que le llegó.

— ¿Plano de qué es?

Rodeando la mesa para observar lo que dibujaba con tanta atención.

— Es el plano del club dónde se realiza la trata de personas, el que visitaremos a nuestro regreso, pedí un informe de los alrededores, me encargo de que sea seguro.

Abrí los ojos con sorpresa ¿Tan rápido lo consiguió?

— ¿Y es necesario que lo hagas justo ahora? Digo... la idea era no pensar en trabajo.

— Si se trata de mantenerte segura, no es trabajo.

Sin observarme.

— No eres uno de mis perros, ya no, no necesitas hacer horas extra sólo para asegurarte de que todo esté bien.

— Pero soy tu esposo, lo cual me hace aún más responsable de ti. Eres el Boss, mi esposa e hija del Zar, juré protegerte en tus tres caras, no importa cuando, siempre voy a intentar que tú estés a salvo.

Su sentido del deber no es ninguna broma.

— Está bien... estaré nadando si me necesitas.

— No tardaré, lo prometo. Me reuniré contigo más tarde.

Salí de la sala mientras terminaba de comer mi merienda, no tardé en lanzarme al mar y nadar por horas y horas, hasta que las extremidades me pesaban y el aire me faltaba, no dejé el mar hasta que el cielo se puso naranja.

Ardan no llegó a dormir esa noche.

A la mañana siguiente, lo que me despertó fue el móvil anunciando una video llamada por parte de la rubia, su rostro con el ceño fruncido fue lo primero que vi ¿De qué joder me perdí?

— Buenos días para ti también — viendo que no respondía— ¿Es que acaso peleaste con Vincenzo?

— Sí guapa, buenos días — suspiró— Y en cuanto al viejo, discutimos y no lo hicimos a la vez, es al respecto del trabajito con los estadounidenses, Rhett nos contó ¿Tienes tiempo?

— Cuéntamelo todo, tengo tiempo, no sé dónde está Ardan y no tengo idea de por qué Rhett les contó cuando dije expresamente que no le dijera a nadie.

Rodando los ojos.

— Pero están en el Yate ¿No? ¿Estás con él? Ardan le dijo a Rhett que nos hiciera las consultas pertinentes.

— Sí, estamos en el Yate, pero no lo veo desde ayer, se la ha pasado trabajando en la redada que haremos de regreso de la luna de miel, en parte es por esto que no quería hablar del tema ¿Qué joder planean esos dos?

— ¡Eso es de lo que quiero hablarte! — alzó la voz— Rhett habló con nosotros, quiere que asistamos como amo y mascota, que nosotros decidamos y le demos la respuesta hoy sobre quien será quién en la misión, por cierto, que bueno que Ardan te convenció de no venderte, eres una estúpida, Boss, pero con respeto.

— Ardan usó métodos muy persuasivos, fue imposible decirle que no — acomodándome en la cama, cubriéndome, hace frío— ¿Y qué fue lo que decidieron?

— ¡Ese es el problema! Ni Vincenzo ni yo queremos ser mascota, es ilógico que yo lo sea, Vincenzo es mi juguetito, mi viejo, es él quien debería ser la mascota, pero no le gusta la ropa.

Quejándose mientras se frotaba el rostro.

— ¿Y para eso me llamas? — riendo— ¿Qué puedo hacer yo por ti, rubia? Es algo que ustedes deben decidir.

— ¡Es tu tío! ¡Convéncelo para que sea mi mascota!

Parecía muy desesperada por ello.

— A mí no me va a hacer caso, tienes que usar métodos de persuasión que sirvan con él, dile que, o es tu mascota o elegirás a otro que gustoso lo haría, de seguro corre para que no ocupen su lugar.

— Pero yo no quiero a ningún otro bastardo, con el viejo me basta y me sobra.

Haciendo un mohín.

— Lo sé, es sólo para que él piense que está esa posibilidad, sólo asústalo. O dejen todo al azar, piedra papel o tijera, así no se enojarán entre ustedes.

— Tienes razón, es mejor dejar las cosas al azar, que el destino se haga cargo, iré a ver al viejo ahora — saltando feliz— Nos vemos bonita, suerte con el trabajólico de mi primo.

Suspiré.

— Gracias rubia, suerte con mi tío el cascarrabias, llámame si surge algo.

— Te llamaré, tú sólo disfruta.

Corté la llamada y dejé la cama, tomé un baño y regresé al cuarto, tomando un nuevo traje de baño, en esta ocasión un bikini normal, anudando en mi cuello y espalda, y como conjunto, una tanguita cómoda, calcé mis zapatillas, me apliqué bloqueador porque pensaba ir a nadar hoy, y para cuando se secó, tomé un vestido de hilo de manga estilo campana, ancha, anudado en el frente, dejando un pronunciado escote hasta media cintura, bonito, muy bonito.

Dejé el cuarto y fui directo a la cocina, las chicas siempre lo saben todo, además, tenía hambre, necesito comer algo para comenzar bien el día.

— Hola chicas, buenos días.

Saludé apenas entré.

— Buenos días señorita ¿Desayuno?

Ofreciendo una variedad entre sándwiches calientes con queso, panquecas, rollitos o buñuelos de chocolate, estaba difícil la decisión.

— Sí, desayuno por favor — tomando asiento en la barra, mirando las opciones— Quiero un café con... Ay que difícil, todo se ve rico.

— Puede tomar un poco de todo si quiere, con toda la actividad física que realiza, la comida no es un problema.

Recomendó una de ellas.

— En ese caso... — frotando mis palmas— Quiero medio sándwich, una panqueca, un cuarto de rollito y un buñuelo, por favor.

— Enseguida señorita.

Se movieron con rapidez para preparar mis cosas mientras tarareaban la canción que sonaba por el radio, Chayanne y su música conquista a todas siempre.

Miré la hora en mi móvil, eran las diez con veinte minutos, no recuerdo la ultima vez que dormí pasado las ocho de la mañana, las vacaciones me sientan bien, aunque ya estaba acostumbrada al ritmo de trabajo, me siento una vaga.

— Chicas ¿Han visto a Ardan?

— ¿El señor? — alzó la vista una de ellas, sirviendo mi café— Salió temprano a la ciudad en la moto, no ha regresado.

Abrí mucho los ojos.

Así que salió.

— Ya veo — bebiendo un sorbo de café— Hoy es el carnaval, chicas no preparen el almuerzo, yo también voy a salir y no tengo idea de cuando regresará mi esposo.

Intercambiaron miradas preocupadas, como si dijeran "La cagamos" en sus mentes.

No dije nada durante el resto del desayuno, comí con calma y di la instrucción de que vigilaran a Boris, iría a comprar mi ropa para la fiesta de hoy, me importa una mierda si voy sola, iré a divertirme.

— Voy a salir — Avisé, ingresando al pasillo de los escoltas— ¿Puedo hacerlo sola o necesito llevarlos conmigo? No quisiera molestar.

— Iremos, Boss, claro que iremos — dijo un Coppola— ¿Saldrá enseguida y vestida así?

Señalándome.

Iba en bañador, con mi vestido y zapatillas, muy cómoda.

— Sí, así mismo, quizá me dan ganas de ir a la playa así que vístanse cómodos, no me gustaría que les diera algo por el calor y sus ropas abrigadas.

— Sí, Boss.

— Iré por mi bolso, nos reunimos en las motos.

En lo que tardé en ir y volver, los escoltas ya estaban esperándome, tres De Santis, Dos Coppola y un Caruso, bastantes para una sola persona, pero ¿Quién soy yo para corregirlos?

Subí tras un De Santis en la moto y lo dejé llevarme al muelle mientras los demás nos siguen de cerca, al bajar, fue gracioso de ver cómo las personas disimuladamente tomaban fotos o cuchicheaban acerca de mí, no creo que sea normal ir con tantos escoltas por la calle, lo que ellos no saben es que ellos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte, en mi bolso sólo llevo una pistola y un par de cuchillos, de Ardan aprendí a nunca confiarme, por lo que igual que ellos, estuve muy atenta a mis alrededores para ir al mercado y elegir mi ropa para el carnaval, entre más vistoso mejor.

— Boss ¿Qué le parece usar color en vez de negro? Todo será muy colorido hoy por la noche.

Recomendó un Coppola.

— ¿Tú crees? — mirando lo animado que estaba todo por aquí, todo colores y alegría— Tienes razón, opacaría todo con el negro.

— O llamaría mucho la atención — dijo un De Santis— Nosotros también vestiremos colores para acompañarla hoy, no nos arriesgaremos.

Tan calculadores estos rubios...

— De acuerdo, que sean colores entonces ¿Qué dicen del rosado?

— Muy chillón.

Dijo el Coppola.

— ¿Celeste?

— Combina con sus ojos, pero la combinación de colores no me gusta.

Dijo el Caruso.

— Mmm... ¿Qué más puede ser?

— ¿Verde?

Preguntó un De Santis, tomando un brasier de lentejuelas.

— No mames, fíjate en tu alrededor — le dijo otro De Santis— Casi todos compran verde, el Boss no puede vestir tan corriente.

Carcajee.

Casi me sentía en casa con estos escoltas discutiendo sobre el color que debería ocupar hoy, las personalidades de cada casa son muy peculiares.

— ¿Plateado y dorado? — dijo el Coppola, tomando un brasier— le iría perfecto a su tez clara, resalta su cabello y es tan diminuto como a usted le gusta, mire.

Extendiéndome la prenda. Es cierto, era bonito, femenino, sutil, una curvatura en color oro y una flor plateada para cubrirme el pezón ¿Tan bien me conocen todos que eligieron exactamente lo que me pondría?

La parte de abajo eran unas braguitas del mismo color, tenía moneditas colgando por mis caderas, así, cada vez que camine sonarán al chocar.

— Me llevaré estos, necesito unos zapatos también, de tacón que combine con esto.

Entregándoselo al escolta, dejando que pagara mientras sigo caminando, el Caruso encontró el par de zapatos perfecto y un De Santis notó que todo el mundo compraba plumas para complementar sus trajes, terminó eligiendo para mí unas especies de alas, dejaron todo en un cuarto de hotel que rentaron para mí y Ardan al anochecer, nos quedaríamos por aquí esta noche, rentaron todo el piso los extremistas sólo para aumentar la seguridad, enviando a otros tantos escoltas a revisar los alrededores.

— ¿Alguno sabe algo de mi esposo?

Parando en la playa para beber unos cocteles, tengo unas increíbles ganas de beber hoy.

— Sí, el señor dijo que iría a la peluquería, necesitaba hacerse un cambio para que no lo reconocieran del todo en el trabajo de regreso de su luna de miel.

— ¿Un cambio? ¿Sabes que tan... cambio?

— Se cortará el cabello, señorita — dijo el De Santis— Dijo que será mejor si lo lleva corto desde ahora.

— ¡Cabrón estúpido ese! — golpeando el mesón con el puño, llamando la atención de un par de personas— Le encanta su pelo ¿Por qué se lo cortaría?

— Nos cortaríamos un brazo si la misión lo amerita — dijo un rubio, asegurándose de que mi trago no estuviese envenenado— El señor Ardan hace lo que tiene que hacer, mantenerla segura.

Rodé los ojos.

— Llama a mi esposo y dile que, si antepone la misión antes que nuestra luna de miel, voy a devolverme a casa que si es por trabajo mejor lo hago allá.

Recibiendo mi trago, bebiendo dos largos tragos, alcoholizándome y refrescándome al mismo tiempo.

— Claro, lo llamaré enseguida señorita, no se preocupe.

— Gracias, y consíganme otro de estos Sexo en la playa, está delicioso — dando otro sorbo— Y nos quedamos en la playa hoy, yo invito la comida, los tragos y la fiesta de la noche, vamos a divertirnos.

— Pero señorita, tenemos que cuidar de usted, si nos descuidamos...

— Estamos en el culo del mundo, no tengo a mis amigos aquí y soy una mujer enojada que quiere beber y divertirse, si los hace sentir más cómodos, es una orden.

— Sí, Boss.

Cortarse el pelo el idiota ese, con lo que me gustaba jalárselo cuando estaba a punto de llegar. Estúpido De Santis, trabajólicos adictos a proteger al dueño ¿Cuándo va a aprender que es mi esposo y no mi perro? ¡Quiero divertirme con él!




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BUENAS BUENAS PRECIOSAS

VI MENSAJES DE USTEDES PREGUNTANDOME SI ALGO ME PASÓ POR NO HABER SUBIDO CAPITULO EN CASI TRES DÍAS, LA VERDAD, NO ESTABA MUY ANIMADA PARA ESCRIBIR, ESTO LO ESCRIBÍ EN ESOS CASI TRES DÍAS

ME COSTÓ UN CHINGO PORQUE NO TENÍA INSPIRACIÓN, PERO INTENTARÉ VOLVER MÁS RAPIDO PARA EL PROXIMO

COMENZAMOS EL CAPITULO CON ARDAN Y SUS CONOCIMIENTOS SOBRE EL BONDAJE 

NOS SALIÓ MUY PERSUASIVO EL RUBIO, SABÍA EXACTAMENTE CÓMO HACER QUE ELLA ACCEDIERA

TERMINÓ HASTA LLEVANDOSE BIEN CON RHETT, AMBOS CON UN OBJETIVO EN COMÚN: PROTEGER A ARADIA

PERO ARDAN LO LLEVÓ AL EXTREMO, ENFOCANDOSE TANTO EN LA MISIÓN QUE ARADIA PASÓ EL DÍA SOLA

Y LUEGO, ESTÁ LA RUBIA LOCA ¿QUÉ DECIDIRÁ EL DESTINO? SABINA O VINCENZO? QUIÉN SERÁ LA MASCOTA?

A LA MAÑANA SIGUIENTE ARDAN NO ESTABA Y SE FUE A CORTARSE SU CABELLO JODEER, ESE PELO HERMOSO QUE TENÍA CABROOON

Y LOS ESCOLTAS BIEN AMIGOS AHÍ ELIGIENDO EL COLOR Y EL DISEÑO DE LA ROPA PARA EL CARNAVAL

A ARADIA LE HACEN FALTA SUS AMIGOS :c

AHORA A JODER Y A CHUPAR QUE DE FIESTA NOS VAMOS PASE LO QUE PASE.

NOS LEEMOS EN EL SIGUIENTE CAPITULO PECADORAS

BESITOS EN LAS POMPIS.

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